Gracias al Bibliómano tengo noticia de este movimiento de los libreros japoneses que en España se intentó hace tiempo, pero hubo gente interesada en que no fuera adelante y quedó en agua de borrajas.
Las apuestas por el fondo en red pueden tener sentido y futuro. Lo demás basta haber escuchado las declaraciones de Cebrián y Lara la semana pasada en Barcelona.