
Autor: César Coca
Título: Entrevista con la cultura
Páginas: 340
Año Edición: 2005
Editorial: Bassarai
ISBN: 84-89852-66-9
Comentario
El proceso de lectura que realizo de la mayoría de los libros tiene sus fases que encuentran su punto final, en muchas ocasiones, en esta entrada en el blog.
El libro coral de César, donde actúa como director intentando dar el tempo, pasión y ritmo adecuado a su orquesta de solistas, empecé a leerlo al poco de su presentación a finales de Noviembre. No convenía ir más allá en su lectura de capítulo por día, de persona por día, para que los sonidos fueran penetrando y posando. El libro contiene en su interior 24 entrevistas a distintos personajes de la cultura.
Las lecturas que suelo realizar van acompañadas de su correspondiente toma de notas en esos pequeños cuadrados blancos de papel que acaban componiendo tacos de mesa y que con el tiempo, en mi caso, terminan durmiendo en el interior de los libros en cantidades variables, una, dos o tres, como es el caso.
Posteriormente las notas tomadas pasan a un documento donde son clasificadas según su temática. Quizás algún día cuente cuál es la estructura de ese documento que poco a poco va creciendo en «texto robado» y en entradas temáticas. Lógicamente, el paso de las mismas, también tiene su ritmo: no más de cinco por día para poder volver a degustar, a veces, o filtrar, en otras, lo anteriormente anotado.
Hoy he terminado la gozosa tarea y termino el ciclo con esta entrada. Ha sido, casi, el cumplimiento perfecto de un proceso de lectura lenta.
Las personas entrevistadas, incluiremos de casi todas alguna referencia posteriormente, dicen lo que dicen o callan lo que callan como consecuencia, en gran parte, de la voz, el gesto y la actitud de quien pregunta. Y, la verdad, es que dicen bastantes cosas con sentido. Alguien ha preguntado y ha sabido estar.
Volveré sobre el libro y releeré, con el tiempo, algunas de ellas.
También nosotros al re-leer o, casi, re-escuchar, nos situamos de una manera determinada ante el entrevistado. Hay personas a las que, quizás, hemos escuchado más veces y pensamos que no nos aportará nada nuevo. A otros, igual, los etiquetamos antes de empezar y, a unos terceros, finalmente, queremos escucharlos por primera vez.
Repito. He disfrutado y pensado, a veces van unidos, mucho con su lectura y aquí van algunas de las «perlas» que yo he anotado.
Algunas ideas
– Carlos Fuentes: La novela es el arte de la educación de los sentimientos. A través de ella educamos nuestros sentidos verbalmente; también a través de la poesía, claro. El título de Flaubert La educación sentimental podría ser el título general de las novelas en su conjunto. (220)
– Mario Vargas Llosa: La novela ha de hacerse sobre seres humanos, sobre acciones humanas. Una novela sobre ideas no funciona. Las ideas son importantes, pero si no transpiran de unas vidas muy concretas, no funcionan como contenido de una novela. Éste es un género impregnado de humanidad, en él se percibe la vida, pero dentro de un entramado social. (335)
– Cristóbal Halffter: Los medios masivos de comunicación nos dan tal cantidad de información que no nos queda tiempo para pensar. (287)
– José Luis Sampedro: La acumulación de la información estorba a la visión global. La visión implica casi un desnudamiento previo. Si acudimos a interpretar el mundo cargados de información, inevitablemente contaminamos lo que observamos, porque proyectamos toda esa información sobre el fenómeno. Cuando los místicos intentaban comprender y acercarse nada menos que a lo divino, se apresuraban a aniquilarse, a desnudarse, y entonces era cuando conseguían ver. Para comprender muy profundamente con una visión global, hay que empezar por prescindir de la hojarasca. (192)
– Javier Echeverría: La gratuidad irá menguando. Internet tuvo su era romántica, la de la “cibercultura”, caracterizada por la gratuidad y mantenida por voluntarios. Seguirá habiéndola, pero progresivamente se cobrará más por los servicios y las prestaciones, porque eso es el desarrollo de la economía electrónica, sobre todo mientras no haya impuestos en el espacio electrónico. (211)
– Philip Glass: Me parece que el mundo del entretenimiento se ha convertido en la fuerza dominante en los asuntos culturales. El factor económico está detrás de todo ello, y ya no existe responsabilidad cultural, ése es el problema. (71)
– Maria João Pires: El ser humano no debe evadirse, sino enfrentarse a la realidad y a su capacidad de tratar de cambiar las cosas. Vivimos en un mundo de cinismo e hipocresía y colaboramos con él. Esa es la realidad. (250)
– Arturo Pérez Reverte: El problema de la Historia de España es que pensamos que conmemorar es celebrar. Conmemorar es recordar, reflexionar. (89)
– Salvador Pániker: A mí, las palabras con mayúscula, incluida la palabra “dios”, me causan un profundo recelo. Yo siempre digo que, cuando comienzan las palabras con mayúscula (“Patria”, “Revolución”, “Partido”, “Verdad”), cuando se apela a ellas comienzan los crímenes. (113)
– José Saramago: El hombre más sabio que he conocido en toda mi vida no sabía leer ni escribir. (13)
– Pierre Boulez: Hay tres características de la música como del arte: la realización, el sentimiento y la reflexión. (141)
– Mario Muchnik: Yo estoy en contra de esas campañas. ¿Para qué quieren que la gente lea? Si alguien no tiene ganas de leer que no lo haga. Además, todo lo que se ha hecho hasta ahora, más que inducir a la lectura ahuyenta a la gente. (168)
– Javier Marías: Lo que afecta al lenguaje termina por afectar a la forma de pensar. Y eso es algo que saben muy bien las dictaduras. A fuerza de hablar de una forma se acaba por pensar así. (253)
– Gilles Lipovetsky: Ya lo anunció Hegel, aunque formulado de otra manera: la cultura será sólo algo decorativo, porque ha entrado en la lógica de lo efímero, y ahí están los ejemplos del cine y la televisión. Si lo comparamos con lo que sucedió en las vanguardias del siglo XX, ahora la cultura ya no crea nada nuevo, se queda en cosas ya vistas. (48)
– Daniel Barenboim: El papel del arte, de la música o de la cultura no cambia según las épocas de desarrollo tecnológico. Hay ciertas cosas que son eternas, que están siempre aquí, como los conflictos humanos, el amor o el miedo a la muerte. Aunque tengamos tecnologías más avanzadas, eso no cambia. El ser humano, en sí no cambia. (36)
– Vístor Pérez Díaz: El mundo al que vamos es de acción combinada con reflexión. La economía del futuro es la del conocimiento. La gente que piensa siempre tendrá ventaja, por eso hay que aprender a centrar la atención en lo importante, esquematizar las cosas, comunicar con claridad… Eso supone dominar un arte: el de hacer preguntas. (153)