El mundo del cómic y el tebeo

El cómic y el tebeo, según las cifras de comercio interior no se mueve mayoritariamente por las librerías, sino por otros canales de comercialización. Los Quioscos y la venta directa de los editores por distintos canales y fórmulas suponen el setenta por ciento de las ventas.

Se muevan por donde se muevan las ventas, quien quiera conocer y saber algo de este sector puede recurrir al maravilloso blog de «La cárcel de papel«. Imprescindible para hacer un seguimiento del sector y estar bien informado.

Librerías especializadas

Encuentro en el número de esta semana (355) de Mujer hoy una amplia recomendación de librerías por temáticas, librerías especializadas. Tras un primer vistazo me salta la vena crítica pensando que faltan muchas. Después de una mirada más tranquila pienso que es la primera vez que encuentro en un suplemento de «amplio expectro» un listado tan cuidado de librerías de librerías especializadas.

Los que no estén en el mismo, quizás se enfaden, pero, en principio, es una buena publicidad para las librerías. Sobre todo si detrás hay atención y servicio.

A mí me ha servido para encontrar a mucha gente conocida, que me alegra, y descubrir algunas nuevas como Gran Sol o Anatma.

Aunque creo que la temática como elemento de especialización es una línea interesante de trabajo y futuro para las librerías, quedan, de hecho muchas temáticas sin abordar y con librerías trabajando en ellas como, por ejemplo: montaña, naútica, filatelia y numismática,  histoia, cómic…..  no debemos olvidar que hay otras posibilidades de especialización o de acercamiento al cliente que ya abordamos con anterioridad.

Sería interesante y tómese sólo como idea hacer otro extra de «librerías de cabecera cercanas». Así se podrá ver que por lo menos en todas las provincias hay un librero cercano.

Con todo: bien por la iniciativa.

La sobreabundancia que padecemos hace mucho. Andreu Moreno

Ya en el año 2000 Andreu Moreno escribía:

No sabes nada de economía, lector, pero no es algo preocupante. Tus beneficios y pérdidas, los que te preocupan, son otros. Por eso no es de extrañar que te sorprenda un dato que leíste hace pocos meses: en 1999 se editaron 461 ejemplares por persona. Asimílalo con calma… Si la mitad de la población no lee, tocamos a 922 libros al año cada uno, es decir, 2,526027397 libros al día. Si quitamos los prólogos, introducciones y solapas, que harías bien en saltarte, puede redondearse en dos libros y medio cada jornada. Eso es lo que nos toca, según cierta manera de verlo. Pero para que nadie se desanime, hay otras maneras de interpretarlo.  Veamos. La producción editorial en “España” (por llamarla de alguna manera) es, según ese dato, un volcán.

Los volcanes de la naturaleza son irracionales, pero los económicos no. Una erupción en tal terreno no “se explica” por el azar, no viene de una fuerza geológica incontrolable que tras cientos de años en reposo se desata de improviso en un orgasmo bello y liberador. Más bien, los que dan fuelle en la mayoría de las fraguas editoriales son fríos, tristes y usan desodorante. Lo suyo no es afanarse en talleres míticos de fuego y lava, como Vulcano martilleando sobre el yunque, sino decidir sobre mesas de metacrilato o roble el número de novedades que han de salir de las imprentas. Y en esa tarea no les importan los títulos, su calidad, su autenticidad; tan sólo han de llegar a un mínimo. Y ese mínimo, por cierto, ha de estar cubierto por “españoles”, resto de europeos, estadounidenses, más algún hispanoamericano y resto de colonias occidentales. Sigue siendo indignante el vacío que se les hace a África y Asia; entre sus materias primas no interesan, por lo visto, la literaria, la filosófica, la…

Estos humanoides, pues, vomitan de sus cráteres unos 17.000 millones de ejemplares al año en castellano, catalán, gallego y vasco (de mayor a menor). No acabas de creerte la cifra, pero son las cuentas que salen. Si al menos los millones de publicaciones que no se vendieran los enviaran a América, valdría la pena; pero no lo hacen por eso. (También la comida que sobra es lanzada al mar antes que repartirla entre los que se mueren; aunque este comentario sea demagógico, es cierto.)

¿Pero por qué? ¿Para qué tanto libro que se sabe que no va a ser vendido? Se supone que lo hacen así —cráneos privilegiados— para copar el mercado. Nada satisface más a un empresario que copar el mercado, aunque sea con distintos productos. Una estrategia más de ese juego de rol que es la economía. Es decir, si editan miles y miles de novedades con tiradas hinchadas, evitan que otros, los competidores, los enemigos, puedan colocar sus libros, novedades o no, en las mejores mesas de las librerías. Con la ayuda, perfectamente estimable, de los suplementos culturales y algunas revistas, que publican con puntualidad sus comentarios, elogiosos o no: lo que importa es que aparezca el título, el autor, la editorial… en lugares visibles de las planas. Los magnates del negro sobre blanco venden libros como otros patatas. Bastardos licenciados.

 Esta estrategia la pueden mantener pocos grupos empresariales, los cuales se soportan mutuamente. Lo que buscan y consiguen es que el editor con poco dinero apenas pueda tener presencia en ese mundo menos de palabras que de números. Y ese editor, o se conforma con las migajas o se extingue, aunque siempre puede vender su sello y su fondo editorial si llaman a su puerta los heraldos de la nada. Porque estos mariscales no hacen prisioneros.

Ya lo dijo también Pedro Salinas

Entusiasmo

Terminé ayer de leer el libro de Ernesto Sabato «España en los diarios de mi vejez«. Cuando empecé a recoger las citas de las notas que había ido tomando me llamó atención la coincidencia en relación al termino entusiasmo entre la cita de Sabato y una cita de Boff. La segunda dice así: Filológicamente, entusiasmo significa tener un dios dentro. (Leonardo Boff; La voz del arco iris, Trotta, pag. 80) y la de Sabato, un poco más amplia, es:  La vida debe ser sostenida y fecundada en la ilusión. Lo que importa no es la realidad estricta que “algo contenga”, sino aquella altura a la que apunta. Es gracias a ese imposible que nos elevamos por encima de todo lo posible. Es el entusiasmo que nos mantiene vivos. De paso me han dicho que entusiasmo quiere decir estar inspirados por los dioses. Algo que parecerá muy retrógrado a la feligresía del progreso. (Ernesto Sabato; España en los diarios de mi vejez; pag. 22).

Me gusta la doble idea de el entusiasmo como fuerza de vida y la referencia al dios dentro que permite, incluso, una lectura peculiar de la «humanidad cristiana» o del Dios hecho hombre con mayor anclaje humano y más cercano a los planteamientos de El Principio Esperanza de Ernst Bloch.

No sé por qué extraña unión de ideas me lleva esta reflexión, mientras tomo notas sobre la misma a la posibilidad de compartir ilusiones y vivencias y recojo tres que se han dado durante el día: la comida mantenida con dos personas; la referencia de una de ellas a su inicio de colaboración con la Fundación Vicente Ferrer y la recepción de dos libros distintos dedicados por su autor y autora: «Un hombre de pago» de Neus Arqués donde me encuentro en su dedicatoria la apalabra apoyar y el de Fernando Fantova «Tercer sector e intervención social» que habla de «algunas cosas que le importan». Son palabras, entusiasmo, ilusión, compartir, apoyar, importar que hoy me suenan en la misma honda y me recuerdan lo leído hace poco a Sabato cuando dice que «Pienso en las palabras que ya no se escuchan, como espíritu, bondad, absoluto, infinito, alma. Esas palabras que en mi juventud al menos usábamos para denostarlas, para criticarlas, pero en todo eso le dábamos valor, sabíamos y sentíamos su peso, su gravedad» (Ernesto Sabato; España en los diarios de mi vejez; pag. 177)

El oligopolio de los buscadores

Todo era cuestión de tiempo y de esperar. Ya ha aparecido, detrás de la iniciativa europea de buscador, el interés de Bertelsmann por liderarla o tomar peso en la misma. Claro que ya con esto el juego América-Europa se ha roto. De Google decimos que es una empresa americana, pero desde el momento en que es una empresa cotizada será, en todo caso una empresa globalizada o localizada donde sus accionistas tengan más peso. Con Bertelsmann, en parte, pasa lo mismo. ¿Quién podrá más el brazo alemán o el americano?.

Los gobiernos y los estados dejan de pintar ya en este debate que se convierte, de nuevo, en una pelea entre los «gallitos» del sector. El posicionamiento de Bertelsmann puede ser motivo suficiente para que otros grupos de contenidos se sitúen en el otro lado del campo de juego.

 Ya tenemos todos los ingredientes para el partido.

Fin de semana en Hondarribia

Hacía tiempo que no nos permitíamos una escapada de sábado-domingo. Temas de trabajo, vacaciones y asuntos varios no nos lo habían permitido. Así que el viernes a la tarde nos liamos la manta a la cabeza, hicimos una reserva rápida y jugamos a caballo ganador al movernos en terreno conocido. Ello unido al buen tiempo, sobre todo del domingo nos ha permitido pasar un delicioso fin de semana de paseo, mar y buena comida.

Un par de direcciones en Hondarribia que merecen la pena: El Hotel Jaizkibel al inicio de la subida al monte y un poco a las afueras del casco antiguo es una muy buena alternativa. Puede ser estupendo también por la instalaciones para reuniones de trabajo. Para comer, hemos repetido en Mamutzar (Eguzki kalea 8; tfno: 943645032) en el casco antiguo.

Un paseo matinal por el casco antiguo, un paseo vespertino por el barrio de pescadores alargado hasta la playa y un domingo visitando las playas y los pueblos de Hendaia y San Juan de Luz volviendo después de Hondarribia a Donosti por la carretera que corona Jaizkibel y nos lleva hasta Lezo bordeando la costa es más que suficiente para volver con los pulmones y la cabeza bien oxigenados.

Librerías, trabajo y buenas prácticas

El Diario Vasco se ha hecho eco de la incidencia que Fnac parece que está teniendo ya en el mundo librero donostiarra y, probablemente, guipuzcoano.

La sensación que da de inicio es que todo el mundo parece estar perdiendo ventas, menos un librero que habla con un mimo especial del fondo. El dato es interesante. Hace ya unos meses estuve hablando con un editor que deseaba conocer alguno de los puntos de venta interesantes a visitar en San Sebastián y, aunque conocía la librería, a decir verdad de pasada, no la incluí en la posible lista. Ello no fue óbice para que él, después de la visita y habiendo caído por allá por casualidad o por relativa cercanía a la Fnac me hablara de ella.

Quiero unir este hecho a una reflexión más amplia que de cara al trabajo del futuro nos plantea el Mik de Mondragón. Me gustaría traer aquí algunos interrogantes y posibilidades que allí se plantean y aplicarlos al mundo de la librería:

– ¿Cuidan las librerías y sus trabajadores su capital relacional, su red de relaciones o sigue primando la competencia sobre la coopetencia?

– ¿Qué pasos se han dado y se dan para mejorar la formación, el aprendizaje y la gestión del conocimiento en las liberías?

– ¿Qué grado de implantación y uso existe de las Tic?

– ¿Qué grado de preponderancia se da a las actitudes sobre las aptitudes?

– ¿Qué grado de flexibilidad existe en el trabajo?

– ¿Cuándo se han realizado las últimas modifciaciones?

Por poner un ejemplo sencillo y de buena práctica: Hace pocas fechas necesitaba un libro en euskera para mi hijo. Para conseguirlo me dirigí a una de las posibles librerías de Bilbao que, habitualmente, disponen de fondo infantil-juvenil en euskera. Al llegar allí y dirigirme a una de las personas «de confianza» (primera nota. Además de saber el fondo de la librería, hay una persona que sé que va a realizar su gestión más allá de las paredes si es necesario) me comunica que no tienen el libro y que saben que en otra librería que también habitualmente e incluso en mayor cantidad maneja ese tipo de fondo tampoco lo tienen (segunda nota. Esa persona ha sido proactiva y ha convertido una información recibida en conocimiento. Alguien ha venido. No tengo el libro. Pregunto a otro que tiene más posibilidades que lo tenga. Tampoco lo tiene. Es posible que sea un libro difícil de encontrar. Sé, así la situación inicial para un próximo cliente que ha cambiado del simple no lo tengo al no lo tengo y es posible que sea difícil de encontrar). El trato habitual con la persona hace, probablemente, que dé un tercer paso. En este caso la editorial del libro tiene un punto de venta en Bilbao  donde conseguimos el último ejemplar que quedaba y que por el trato persona a persona, trabajadora a trabajadora en este caso, me supone conseguir el ejemplar. Una buena gestión de la información en envolución y del trabajo colaborativo. Esta misma persona me comentaba cómo con cierta asiduidad se dirigía también si le era necesario a una librería de Madrid para solicitar, a veces, información específica de algunos títulos de determinada especialidad.

Pero, no acaba aquí la historia. ¿Saben dónde estaban los pocos ejemplares que quedaban? En la librería del barrio al lado del Instituto que había sido el más ágil en manejar la información de primera mano por la que se pelea día a día porque en ello le va la subsistencia.

Entrevista con la cultura

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Autor: César Coca
Título: Entrevista con la cultura
Páginas: 340
Año Edición: 2005
Editorial: Bassarai
ISBN: 84-89852-66-9

Comentario

El proceso de lectura que realizo de la mayoría de los libros tiene sus fases que encuentran su punto final,  en muchas ocasiones, en esta entrada en el blog.

El libro coral de César, donde actúa como director intentando dar el tempo, pasión y ritmo adecuado a su orquesta de solistas, empecé a leerlo al poco de su presentación a finales de Noviembre. No convenía ir más allá en su lectura de capítulo por día, de persona por día, para que los sonidos fueran penetrando y posando. El libro contiene en su interior 24 entrevistas a distintos personajes de la cultura.

Las lecturas que suelo realizar van acompañadas de su correspondiente toma de notas en esos pequeños cuadrados blancos de papel que acaban componiendo tacos de mesa y que con el tiempo, en mi caso, terminan durmiendo en el interior de los libros en cantidades variables, una, dos o tres, como es el caso.

Posteriormente las notas tomadas pasan a un documento donde son clasificadas según su temática. Quizás algún día cuente cuál es la estructura de ese documento que poco a poco va creciendo en «texto robado» y en entradas temáticas. Lógicamente, el paso de las mismas, también tiene su ritmo: no más de cinco por día para poder volver a degustar, a veces, o filtrar, en otras, lo anteriormente anotado.

Hoy he terminado la gozosa tarea y termino el ciclo con esta entrada. Ha sido, casi, el cumplimiento perfecto de un proceso de lectura lenta.

Las personas entrevistadas, incluiremos de casi todas alguna referencia posteriormente, dicen lo que dicen o callan lo que callan como consecuencia, en gran parte, de la voz, el gesto y la actitud de quien pregunta. Y, la verdad, es que dicen bastantes cosas con sentido. Alguien ha preguntado y ha sabido estar.

Volveré sobre el libro y releeré, con el tiempo, algunas de ellas.

También nosotros al re-leer o, casi, re-escuchar, nos situamos de una manera determinada ante el entrevistado. Hay personas a las que, quizás, hemos escuchado más veces y pensamos que no nos aportará nada nuevo. A otros, igual, los etiquetamos antes de empezar y, a unos terceros, finalmente, queremos escucharlos por primera vez.

Repito. He disfrutado y pensado, a veces van unidos, mucho con su lectura y aquí van algunas de las «perlas» que yo he anotado.

Algunas ideas

Carlos Fuentes: La novela es el arte de la educación de los sentimientos. A través de ella educamos nuestros sentidos verbalmente; también a través de la poesía, claro. El título de Flaubert La educación sentimental  podría ser el título general de las novelas en su conjunto. (220)

– Mario Vargas Llosa: La novela ha de hacerse sobre seres humanos, sobre acciones humanas. Una novela sobre ideas no funciona. Las ideas son importantes, pero si no transpiran de unas vidas muy concretas, no funcionan como contenido de una novela. Éste es un género impregnado de humanidad, en él se percibe la vida, pero dentro de un entramado social. (335)

– Cristóbal Halffter: Los medios masivos de comunicación nos dan tal cantidad de información que no nos queda tiempo para pensar. (287)

– José Luis Sampedro: La acumulación de la información estorba a la visión global. La visión implica casi un desnudamiento previo. Si acudimos a interpretar el mundo cargados de información, inevitablemente contaminamos lo que observamos, porque proyectamos toda esa información sobre el fenómeno. Cuando los místicos intentaban comprender y acercarse nada menos que a lo divino, se apresuraban a aniquilarse, a desnudarse, y entonces era cuando conseguían ver. Para comprender muy profundamente con una visión global, hay que empezar por prescindir de la hojarasca. (192)

– Javier Echeverría: La gratuidad irá menguando. Internet tuvo su era romántica, la de la “cibercultura”, caracterizada por la gratuidad y mantenida por voluntarios. Seguirá habiéndola, pero progresivamente se cobrará más por los servicios y las prestaciones, porque eso es el desarrollo de la economía electrónica, sobre todo mientras no haya impuestos en el espacio electrónico. (211)

– Philip Glass: Me parece que el mundo del entretenimiento se ha convertido en la fuerza dominante en los asuntos culturales. El factor económico está detrás de todo ello, y ya no existe responsabilidad cultural, ése es el problema. (71)

– Maria João Pires: El ser humano no debe evadirse, sino enfrentarse a la realidad y a su capacidad de tratar de cambiar las cosas. Vivimos en un mundo de cinismo e hipocresía y colaboramos con él. Esa es la realidad. (250)

– Arturo Pérez Reverte: El problema de la Historia de España es que pensamos que conmemorar es celebrar. Conmemorar es recordar, reflexionar. (89)

– Salvador Pániker: A mí, las palabras con mayúscula, incluida la palabra “dios”, me causan un profundo recelo. Yo siempre digo que, cuando comienzan las palabras con mayúscula (“Patria”, “Revolución”, “Partido”, “Verdad”), cuando se apela a ellas comienzan los crímenes. (113)

– José Saramago: El hombre más sabio que he conocido en toda mi vida no sabía leer ni escribir. (13)

– Pierre Boulez: Hay tres características de la música como del arte: la realización, el sentimiento y la reflexión. (141)

– Mario Muchnik: Yo estoy en contra de esas campañas. ¿Para qué quieren que la gente lea? Si alguien no tiene ganas de leer que no lo haga. Además, todo lo que se ha hecho hasta ahora, más que inducir a la lectura ahuyenta a la gente. (168)

– Javier Marías: Lo que afecta al lenguaje termina por afectar a la forma de pensar. Y eso es algo que saben muy bien las dictaduras. A fuerza de hablar de una forma se acaba por pensar así. (253)

– Gilles Lipovetsky: Ya lo anunció Hegel, aunque formulado de otra manera: la cultura será sólo algo decorativo, porque ha entrado en la lógica de lo efímero, y ahí están los ejemplos del cine y la televisión. Si lo comparamos con lo que sucedió en las vanguardias del siglo XX, ahora la cultura ya no crea nada nuevo, se queda en cosas ya vistas. (48)

– Daniel Barenboim: El papel del arte, de la música o de la cultura no cambia según las épocas de desarrollo tecnológico. Hay ciertas cosas que son eternas, que están siempre aquí, como los conflictos humanos, el amor o el miedo a la muerte. Aunque tengamos tecnologías más avanzadas, eso no cambia. El ser humano, en sí no cambia. (36)

– Vístor Pérez Díaz: El mundo al que vamos es de acción combinada con reflexión. La economía del futuro es la del conocimiento. La gente que piensa siempre tendrá ventaja, por eso hay que aprender a centrar la atención en lo importante, esquematizar las cosas, comunicar con claridad… Eso supone dominar un arte: el de hacer preguntas. (153)

Tópicos y paradojas del sector del libro

Se han publicado en los últimos días un par de artículos en distintos medios, ABC y La Vanguardia que, de alguna manera, vuelven a poner en solfa al sector del libro.

Empezando por el más reciente, publicado ayer en la Vanguardia y obra de Ricardo Artola, director literario de no ficción de Planeta, bajo el título de «No más tópicos por favor» donde pasa repaso a algunas de las frases más comunes en el sector desde, lógicamente, su punto de vista.

Ante los tópicos señalados, quizás se podrían enfrentar estos contratópicos que, también, son tópicos:

– Las grandes editoriales sí publican buenos libros contra Si los grandes no son capaces de publicar buenos libros mal iríamos en este sector

– Los libros son baratos contra Hay libros baratos y caros. Barato y caro es un concepto de valor, no de precio

– Viva Dan Brown contra Viva Ruiz Zafón

– Todo libro tiene su lector contra Algunos libros tienen su comprador. Muchos libros son devueltos y guillotinados. Es decir: no son ni leídos ni comprados por nadie.

-¿De verdad las mujeres leen más que los hombres?. Las estadísticas no dicen eso. Dicen que determinados títulos y géneros, fundamentalmente literarios, son más leídos por las mujeres que por los hombres. Lo que más se publica y se vende es literatura, luego es lógico pensar que sí, que leen más, aunque esto, a veces, no gueste a algunos hombres.

– ¿Se publican 60.000 libros al año? Contra Se publican 60.000 libros al año y en esa cifra no se esconde nada porque habría que aplicar el principio anterior del propio autor que es el de que Todo libro tiene su lector. Los de las administraciones tienen lectores políticos, etc. etc.

– ¡Y dale con la crisis! contra Pues alguna crisis debe haber cuando el grupo Planeta salda libros de Espasa Calpe por pensar que, quizás, no es capaz de venderlos a su precio.

– ¿Y si lo prohibimos?  contra Prohibamos algunos libros y veremos cómo no son tantos los que realmente los buscan por placer. Los cálculos más optimistas hablaban de no más de 5000.000 personas en toda España. Prohibamos los libros de texto que tienen sus lectores y veremos cómo nadie se chuta y todos los alumnos lo celebran.

– Lo mejor son los lectores. Aquí coincidimos

El segundo, publicado ya hace unos días en el suplemento cultural del ABC, obra de Carlos Alfieri y bajo el título de «Paradojas editoriales» reflexiona, básicamente, sobre cómo en un sector en el que se habla continuamente de crisis no paran de nacer pequeñas editoriales que, aparentemente parecen tener menos recursos para afrontar la crisis, quizás tengan más flexibilidad.

Sector de la Distribución. Estudio de perfil

Hace ya un tiempo ha empezado a circular el X Estudio de Perfil del sector de la distribución que, como siempre, aporta información de interés. El mismo suele aumentar cuando hay posibilidad de hacer análisis en series históricas un poco más amplias.

Después de un primer vistazo señalo algunas de las afirmaciones y constataciones que me han llamado la atención particularmente.

– La penetración bien sea de libros o prensa y revistas. Los distribuidores de libros llegan a más municipios, 330 frente a 197, pero a menos puntos de venta 2506 frente a 4841. Dato que, particularmente, me llama la atención. Es más habitual ver un quiosco que una librería.

– El libro de texto no universitario supone el 49,9% de la facturación cifra excesivamente crítica con los nuevos planteamientos sobre gratuidad.

– Las librerías suponen el 76% de la facturación pero va aumentando la venta directa a Instituciones. ¿Por qué?

– Es el subsector dentro de la cadena de valor donde existe un mayor grado de concentración: el 12% de las empresas facturan alrededor del 68% y la tendencia parece ir en aumento.

– La facturación en publicaciones periódicas, prácticamente, duplica a la de libros (3.025 frente a 1.630) y los atípicos son casi un tercio en relación a los libros (685 frente a 1.630). Ello explica en parte las «quejas», por ejemplo de los quiosqueros con el tema del tabaco.

 

La imagen de las librerías caraqueñas. Ángel García

Un encuentro en Antigua, Guatemala, hace ya unos cuantos añitos me posibilitó el conocer a un conjunto de personas dedicadas al oficio de la librería con la cuales vía correo electrónico y, en algunas ocasiones,  a través del Liber sigo manteniendo relación.

La experiencia de Antigua a la cual acudí invitado por el Cerlalc y el Ministerio  y acompañado de Fernando Valverde, «Nani», fue la posibilidad abierta a empezar a enetender cómo funciona parte del mundo del libro al otro lado del charco.

Fruto de ello, también, es recibir reflexiones expecíficas sobre la situación del mercado. Más de una vez, en esta línea, he citado y reflejado las que Roger me hace llegar, aunque en las últimas fechas, las he dejado de recibir. No sé si el motivo es alguna botella de ron que me prometió y no llega o el rumor que me ha llegado de haber entrado en un proceso de adelgazamiento a través del ejercicio físico que le habrá dejado sin fuerzas para acercarse al ordenador.

Ángel ha tomado el relevo con una interesante reflexión y clasificación de las Librerías caraqueñas que adjunto debido a su extensión.

Los criterios de clasificación, atmósfera, surtido, ubicación, atención, distribución, precio, eventos, aspecto externo, fondo e irradiación en la ciudad, además del análisis previo lo convierten en una interesante guía de los «sentidos» libreros y, sobre todo, nos situa cerca de entender la lectura y el mundo del libro más del lado de la experiencia vital que de los números fríos.

Artículo. Imagen de las librerías caraqueñas.

Cultura y financiación

He leído en estos días un interesante informe, en catalán, sobre nuevas formas de financiación cultural publicado en julio del año pasado.

Me parece interesante por:

– Referirse a modelos prácticos y en funcionamiento. Alguna de las entidades citadas, además, empiezan a funcionar en España a través de convenios con otras.

– Plantear un marco distinto de trabajo a la banca convencional.

– Útil, quizás, para que las Cajas tomen modelos.

– Nos sitúa, como modelo, cerca del tercer sector o del sector servicios en sentido amplio y social donde la valoración se centra más en los intangibles y en el efecto sobre las personas que en lo meramente económico.

– Obligan siempre a que los planes presentados sean serios alejándonos de la lógica de las subvenciones cortoplacistas.

– Ayudan a crear red social

– Es válido para todas las industrias culturales, incluída la del libro.

– Ahora que se están haciendo tantos planes algunas de estas ideas-prácticas podrían tenerse en cuenta.

Bibliotecas escolares. El dinero que parece sobrar en Euskadi

¡Para chulos nosotros!.

Leo ayer, y todavía no me lo creo, que el Gobierno Vasco parece, lo digo por la presunción de inocencia, que no ha aceptado los dineros del Estado «central», concretado en el Ministerio de Educación, para dotación de Bibliotecas Escolares.

Reivindicando nuestro (triste) hecho diferenciador, en este caso, nos hemos convertido en la única Comunidad, País, Nación, como más les agrade, en no aceptar, aparentemente, estos dineros. No sé qué relación tendrá después con los descuentos del Cupo y estas cosas o cómo se reflejará en la correspondiente partida presupuestaria.

El argumento dado es la buena dotación de las mismas, de las bibliotecas, digo. ¿De cuáles?. ¿De las vascas?. ¡Es de risa!.

Sólo conozco hasta la fecha un estudio realizado que permita la comparación de dotaciones entre las distintas comunidades, naciones países del Estado Español o de España, léanlo a su gusto, el realizado por la Fundación Germán Sánchez Ruipérez.

Del mismo se puede concluir que:

– Cuando se realizó el estudio, las únicas Comunidades Autónomas que tenían estudios propios eran Castilla-La Mancha, Navarra y Cataluña. Euskadi no parece tenerlo. Buena fuente de comparación.

– Todos los estudios indican la lejanía de la realidad, en relación a lo que los expertos sugieren. En Euskadi parece que no.

– Las asignaciones presupuestarias parecían insuficientes, de ahí el sentido de la medida. En Euskadi todo nos parece poco.

– En Euskadi parecen no existir, prácticamente, Bibliotecas de aula. Todo son bibliotecas centrales. Casi parece un agravio a la foralidad y especificidad de cada territorio-aula.

– Un estudio, al que nos referíamos aquí hace pocas fechas parece demostrar que las Bibliotecas escolares «funcionan«. Quizás akí funcionen de otra manera.

Sigo sin salir de mi, triste, asombro. Cualquier padre, me incluyo, con hijo en edad escolar es consciente de la inversión que tiene que hacer por la no existencia adecuada de fondos bibliotecarios, en mi caso en los centros públicos de línea D. Quizás sea el modelo que menos agrade al Ejecutivo de akí.

Cualquier padre que haya tenido participación activa en el Centro, bien en el Consejo Escolar o en el Ampa, se habrá encontrado, si el claustro era mínimamente activo, bien creando bibliotecas temporales de aula, con libros aportados por los propios alumnos, excelente iniciativa por cierto, bien negociando posibles aportaciones del Ampa para fondos bibliotecarios del centro.

Puede que esto en las ikastolas no pase y en los centros concertados tampoco.

No tendrían que ser los editores y los libreros los que se enfadasen, sino los padres al conocer que se les niega un recurso que la práctica demuestra escaso.

En fin, lamentable y penoso.

El señor Campos sigue sin enterarse. No parece llevarse bien con los libros. Ni con los de texto, ni con los de fondo.

¡Si todavía los ratios de las Públicas fueran de los mejores del estado!; pero ni por esas.

El precio fijo o los bombardeos desde 10.000 metros de altitud. (Jordi Nadal)

A nuestro amigo Jordi el Cerlalc le solicitó un artículo sobre el precio fijo. El Cerlalc lleva tiempo realizando un trabajo muy interesante en Amética Latina que puede ayudar a poner al Continente en una posición lenta pero interesante en relación al conocimiento y la lectura. Ya se sabe: la escasez agudiza el ingenio.

Todo artículo es limitado. El planteamiento es sumamente interesante y divergente con algunos otros anteriores, pero, a mí me ha dejado un interrogante en el tintero que todavía nadie responde: ¿Los editores españoles aplican los criterios de precio fijo o único en América Latina o pueden las lógicas puras de mercado y de competencia de precios?

Artículo de Jordi

La Librería Santos Ochoa de celebración

Me parece una excelente noticia que los libreros ganen premios comerciales. Es una de las mejores maneras de callar la boca a todos los que siguen manteniendo el discurso de negocio añejo y protegido. Frente a ello, la inversión, la tecnología, la rentabilidad y el valor cultural son las mejores armas de defensa.

Los riojanos, en este tema, parecen por ahora llevarse la palma. Lo cual parece indicar, de manera encubierta, otra cosa: la competencia sobre la base de calidad y modernidad genera más calidad y modernidad.

Hace uno o dos años otra librería riojana, no recuerdo ahora el nombre, se llevó un premio por su modernización comercial. Ahora, otro, parece que el más importante a nivel del Estado, le ha sido concedido a Santos Ochoa. ¡Felicidades! Una buena forma de ir dejando huella.

Estuve con ellos un rato en el Liber pasado y quedó prometida por mi parte una visita que, ahora, tengo más ganas de hacer. Por ahora me conformo con seguirles por la web