En Argentina no parece que todos los editores piensen lo mismo ni tengan la misma estrategia. Ello llevó hace ya unos años a la división en dos asociaciones: la Cámara Argentina de Publicaciones y la Cámara Argentina del Libro, la CAP y la CAL.
Las distintas posturas se han visto acentuadas con la puesta en marcha del Instituto del Libro .
Quizás con más suavidad, de forma más diplomática y sutil se empiezan a producir movimientos de este tipo en España. Así, ante la nueva Ley del Libro y la lectura los editores agrupados en Bibliodiversidad realizaron un posicionamiento distinto y una valoración diferente al de la Federación de Editores. En Andalucía se plantea la creación de otro gremio.
Está cada vez más claro que no es sólo el ser editor lo que da un marchamo exclusivo y de exclusividad.
Las estructuras y los papeles se mueven poco a poco