Las prisas se frenan casi en seco con el bitter y el vermouth que compartimos con quince minutos de retraso sobre la hora prevista. La llamada de la mañana, el ritmo rápido y seco de la voz ya dejaba entrever que la contraparte iba ajustada en el tiempo tal y como se ha comprobado a las 13:45 cuando de nuevo por teléfono decía: ¿salgo ahora! Llegaré quince minutos tarde. Como ya después no hemos corrido hemos mantenido ese retraso de quince minutos durante el resto del tiempo que hemos estado. Así que después la ‘parienta’ dicho con todo cariño, la suya ha tendio que salir a cubrir el flanco en el que no le tocaba estar hoy a la tarde a esa hora y en ese lugar.
Hemos decidido fruto de una agradable comida, con unas vistas que bien merecían la corbata,
al final no ha sido la ganadora la que me ha acompañado porque he tenido que utilizar camisa lisa y he pensado que no estaba de más que me acompañara una de las corbatas perdedoras ya que con ello podría también ir haciendo el cuerpo y el cuello para acostumbrarlo a unos resultados adversos del 9M que siempre pueden darse, digo que hemos decidido montar un ‘pollo’ divertido. Por lo menos, nosotros nos lo vamos a pasar bien, vamos a disfrutar y vamos a intentar que otros disfruten y se apasionen.
Esperemos que poco a poco se vaya viendo y, leyendo y disfrutando.
Constatación: las redes, las personas que forman parte de ellas, siguen funcionando. No hay web 2.0 hay y ha habido siempre personas 2.0. Sin ellas no hay nada.