En la Feria del Libro de Sevilla aprovechamos la ocasión para bajarnos y entregar la última ‘frikada’ que hemos hecho con Tres Gymnopedias gracias a Publidisa y que Alorza no ha sido hasta la fecha capaz de conseguir: la publicación individualizada con un pequeño detalle para algunos destinatarios.
Casi podríamos hablar de l@s 40 magnífic@s porque por ahí ronda el número que irán recibiendo SU ejemplar.
Pablo ya lo tiene consigo y algún otro también.
Así que nos encantaría que nos contarais según lo vayáis recibiendo cómo se os ha quedado el cuerpo al tenerlo entre vuestras manos.
El ejemplar que tenía en la mano fue entregado así tal cual en la mesa a uno de los componentes de la misma.
Al ver ahora la foto me llama la atención el juego cruzado cabeza-mano-libro entre el cartel y uno mismo.
Jodé, cómo os gusta salir en portada. ¿A quién tengo que contratar para que me saque el próximo libro?
Pues imaginaros:
como aquellas plumas que se ponían de adorno sobre el ala del sombrero rodeándolo casi todo, así la red como un látigo sobre las vivencias de estos días. Leía a Fernando en su Territorio Enemigo y departía con Txetxu sobre valores antes de que todo esto empezara. Vía Txetxu, sin saberlo, participé de unos comentarios previos a la previa… Recuperados éstos, volvería a escribirlos tal cual. Al tiempo, vía Txetxu también, participo con curiosidad de la red de audiencias dispuestas entorno al proyecto Tres Gymopedias (un nombre por cierto, que cuanto más lo escribo en el teclado, más me gusta su ritmo y su cadencia sónica… Prueben prueben de escribirlo varias veces consecutivas… Tres Gymnopedias, Tres Gymnopedias… tac… tacatacatac… tac, tacatacatac….). Y entonces, aquellos Gins Hesperiotónicos en Bilbao ante la ría: el acceso a las tripas emocionales del proyecto, estrechísimamente más ligadas a la persona del autor que la obra misma (no sé lo que me pasa doctor, cada vez me interesan más las propias historias de los autores, que sus obras). A continuación, dispuesto el lujo de poder observar, he seguido las batallitas del proyecto…
El ejemplar individualizado que me dieron Txetxu y Fernando me cogió en un momento de produción Tökland, lo recibí sorprendido, lo agradecí entusiasmado y lo aseguré en el fondo de mi mochila de viaje. Pero cuando deshice el equipaje en casa, y siguiendo las instrucciones recibidas se lo ofrecí en lectura a mi pareja, me quedé pesando en que cómo no vamos a estar contentos… Cómo no sentir algo de conmoción lúdica por ejemplo (infantil sí, porque si nos ponemos nihilistas, apaga y vámonos) ante un recorrido semejante entre un autor y ese lector, mi pareja, a quien el libro le llega en forma de exhortación.
¿Que qué me parece esto de la edición individualizada? Un maravilloso exordio que irrumpe en aquello de que el azar es quien guía una obra hacia su público, y arremete con el libro a la búsqueda de sus lectores, como si al hecho literario, se sumara el milagro de lo postal.
…Ya que en el fondo, ser titular de una versión individualizada, más que deberes como lector, son una serie de responsabilidades divulgativas: «Me dedican el libro, me dicen a quién se lo debo hacer leer en primer lugar. Y como lector y enredante, me gustas estas situaciones.
Lo dicho, esta experiencia destila Autoría XXI y adn editorial.
Es un detalle bonito y original.
Me voy a poner contento…
Yo creo que podemos negociar lo de Alberto, ¿no?
Bueno, bueno. Lo de Alberto ya lo pensaremos 🙂