La cuna del precio único del libro, Francia, tiene también su rum-rum sobre el mismo.
Da la sensación de que hay movimiento en torno al modelo y empiezan a llegar algunas llamadas de atención.
En España ya hemos señalado que nos da también la sensación de que algo se está moviendo y se van buscando posiciones, curiosamente francesas, para el posible cambio del sistema.
Hasta ahora y desde las estructuras sectoriales lo único que hemos escuchado ha sido el silencio.