No sabemos si las vacaciones o el calor del verano trae consigo una cierta pereza y desgana por parte de los políticos.
En el momento en que parece que hay en juego intereses particulares hacen un sospechoso mutis por el foro en el que parecen también que los editores les quieren acompañar.
Si no es así es difícilmente entendible que sean en general sólo los libreros catalanes los que presentan las denuncias a Abacus.
El silencio, habitualmente suele ser cómplice de las situaciones.