…Lo mismo nos ocurre con el orden de la vida, elaboramos nuestros métodos y durante mucho tiempo estamos convencidos de que nuestros horarios son perfectos, por la mañana trabajamos, por la tarde vamos de paseo, por la noche cultivamos el espíritu…y un día descubrimos que todo esto sólo es soportable y tiene sentido si está en el orden inverso y no comprendemos cómo hemos podido estar tantos años cumpliendo unas reglas tan descabelladas…En este punto de inflexión cambia todo, en nuestro interior y en nuestro entorno. Y sin embargo el nuevo orden y la renovada sensación de tranquilidad también son transitorios, no durarán para siempre porque todo sigue las leyes del cambio y algún día dejará de ser válido. (Sándor Márai; La mujer justa; Salamandra, pag. 218)
¡No sabes en qué medida los últimos días vividos me invitan a suscribir esto!
Carmen: Será fruto de la sincornía… 🙂