Repensando tras el último BBB del año celebrado en dos actos

No había podido asistir a los últimos BBB celebrados y ayer no tomé la decisión hasta casi media tarde.

El buen trabajo previo de la ‘andereño‘, que por cierto no es informática sino ‘informágica’, hizo posible la asistencia y el disfrute, además de aprender algunas nuevas cosillas para el manejo cotidiano de la web. Además en la comida previa pudimos seguir dándole vueltas al canon (véanse los comentarios). Con tiempo seguro que llegaríamos a una postura razonable y compartida porque los principios los tenemos bastante claros.

Lo celebramos en el Tapachula y por un lado tuvimos que montar gaurdería y acoger a los emi-inmigrantes gallegos que según como se mire depnde que vayan o vengan.

La crónica detallada la dejo, como siempre, para Mak.

Me quedo con algunas de las conversaciones sueltas pegadas por un lado a la realidad política y a las próximas elecciones. ¡Qué miedo siguen teniendo en genral los aparatos de los partidos a nuevas propuestas, a innovación y a nuevas formas de ‘hacer política’! ¿Aprenderán algún día?

El artesano anda dando vueltas a la globalización y el capitalismo quizás para intentar nuevos modelos en este 2009 que se avecina.

Valoramos también algunos pequeños pasos de kulturabierta que irán apareciendo poco a poco. No son estos, ni ninguno debería serlo, días de correr.

Tras la ‘escapada’ de Lore sin apoquinar decidimos que ya de perdidos al río y los ‘resistentes’, los que habitamos más cerca en el barrio físico y dos de los más alejados, pero que se permite, por lo menos uno de ellos, el lujo de llegar a los BBB en taxi, nos ‘hicimos’, una cenita que dio lugar ya a ‘cantes’ regionales, locales y demás.

Un pequeño consejo para los políticos vistas las ganas que algunos parecen tener  con ‘pedir blogs’ a los reyes. No hagais después con ellos lo mismo que hacen y hemos hechos muchos de niño con los juguetes. usarlos una semana y después tirarlos.

Por cierto: tampoco estaría de más propugnar que los blogs no se definen por su sexo o género  y que mejor estaría que se centraran en difundir la filosofía latente que en andar perdiendo el tiempo en premios individuales que tienen poco aire 2.0.

Ser felices en el último día del año para empezar el siguiente con el buen gusto del último día del anterior.

Tenía esta perla guardada desde agosto que cuenta con permiso de publicación del fotografiado. Ademas de reflejar el buen ambiente, quizás nos sitúe con las orejas más abiertas.

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Policía y seguridad

Hay algunos concursos públicos que me cuestan comprender. Entre los recientes y curiosos que gozan de mi incapacidad de entender es éste referido a «Servicio de seguridad en las instalaciones de la Academia de Policía del País Vasco».

Me pongo a pensar y me entra la duda y el temor razonable sobre el nivel de seguridad que la propia Policía del País Vasco puede ofrecer a la ciudadadía si tiene que contratar a otros la seguridad de su propia sede.

El precio, una minucia aparentemente:  1.749.300. Eso sí: Iva incluíio. Más que nada para que la seguridad sea legal fiscalmente.

Conocimiento, saber y creación

Mak nos trasladaba hace unos días en la web kulturabierta una pregunta sobre quién es o no artista desde la constatación de una cierta difuminación de barreras generado por el nuevo entorno digital y de una mayor interacción entre usuarios, consumidores y creadores.

Al fin y al cabo  pueden ser tres facetas que interactúen en una misma persona y se referencien a facetas distintas o a la misma. Puedo pintar, disfrutar de la pintura de otro e incluso comprarla. O puedo ser escritor, disfrutar de una película y comprar una obra musical.

Si hace unos pocos días citábamos la página 14 de los diarios de Sándor Márai, quizás hoy una reflexión que hace en la página 15 aporte laguna nueva perspectiva. No digo que sea la respuesta a la pregunta pero sí me parece que atsiba una pista de reflexión sobre todo en lo que hace referencia al arte y la creación y que quizás siguiendo esa escala de Gestión de conocimiento (datos, información, conocimiento y sabiduría) tendría un paralelismo con esta última.

El texto dice así:

Desde la invención de la imprenta, el saber por el saber no constituye ninguna virtud: para acceder a él no hay más que acercarse a la estantería donde se alinean infinitos volúmenes de enciclopedias que registran y explican todos los datos imaginables. Antes de Gutenberg, el conocimiento en todas sus acepciones entrañaba un gran sacrificio, pues había que buscar incansablemente la materia que se deseaba aprender. En cambio, hoy en día la erudición ha dejado de representar un sacrificio; si uno no lo sabe todo acerca de lo que habla, es por simple pereza. La uténtica virtud reside en ofrecer algo nuevo y original a partir de estos conocimientos previos. Los tomos de las enciclopedias son ladrillos que tanto pueden servir para levantar presidios como catedrales. Ya no es difícil saber, pero crear algo nuevo a partir de los datos sigue siendo tan arduo hoy como lo ha sido siempre.

¡Cómo hemos cambiado!

Las cenas y comidas de Navidad que siguen manteniendo en nuestro caso un carácter estrictamente familiar y en las que desde hace ya muchos años nos venimos encontrando las mismas personas con algunas variantes marcadas por la distancia geográfica traen siempre momentos o detalles que en otras ocasiones han pasado desapercibidos.

Así esta foto de hace ya unos años y que quizás ayude a explicar por qué no acostumbro a llevar corbata. Quizás cumplí el ciclo muy joven.

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Curiosó, también, la sensación del blanco y negro para una vida que vivíamos a colores, el cochecito último modelo, la moda infantil de la época. No sé quién sería el autor de la foto. ¿Quizás aquel fotógrafo que solía estar por el ‘parque de los patos’?.

Lo beuno y que merece la pena: Cualquier día podríamos seguir haciéndonos esa foto los tres hermanos juntos y a gusto.

Quizás, no hayamos cambiado tanto.

Infografía sobre libros electrónicos

Consumer, la revista de Eroski nos explica a través de una infografía qué es el libro electrónico, algunos de sus modelos (Kindle, I-rex, Sony) y algunas de las ventajas e inconvenientes.

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Sencillo y claro.

El año que viene veremos si con la crisis es propicio para el avance en los nuevos soportes y en contenidos de más calidad sea cual sea el soporte o todo sufre un parón.

Algo hay claro: mientras no se llegue a un ‘lenguaje’ válido para todos los soportes nos encontraremos en peleas de poder y, por lo tanto, de intereses contrarios, en el fondo, al mensaje que se plantea de posibilidad de acceso para todos.

Por unas navidades lentas

Compré ayer y empecé a leer los Diarios 1984-1989 de Sándor Márai. En las primeras páginas y en un texto de hace 24 años escribía: «Es innegable que hoy vivimos más y más rápido» (pag. 14). ¿Qué pensaría de la velocidad de vida actual?

A la noche retomaba Vida de consumo y leía «En la reciente novela que tan apropiadamente tituló La lentitud, Milan Kundera revela el vínculo íntimo entre velocidad y olvido: «el nivel de velocidad es diractamente propocional a la intensidad del olvido». …En el moderno mundo líquido, lentitud es sinónimo de muerte social.

La lectura me trae a la memoria a mi padre que pasó gran parte de su existencia viendo y viviendo la vida intensamente desde la quietud contemplativa de la ventana de casa.

Recuerdo cómo era valorado su juicio pausado, reflexivo, dialogante y me pregunto qué pensaría también de la velocidad actual. Quizás también estaría muerto socialmente.

Mientras escribo suena Navega de Mayra Andrade.

Vamos a salir a buscar los vientos lentos navideños en una comida compartida nuestro hijo.

¡Que les vaya despacio!

Lotería y libros

Ayer Josep Ramoneda cerraba su ‘columna’ en Hora 25 con un simple dato:En España nos gastamos más dinero en el sorteo de Lotería de Navidad que en libros durante todo el año.

Quizás el dato sea reflejo de no buscar La buena suerte en la línea que planteaban Alex Rovira y Fernando Trías en su libro. Al fin y al cabo la lotería es comprar y esperar al azar. Leer supone comprar y ponerse a ello. Ni siquiera supone comprar. También se puede ir a la biblioteca.

Estaría bien, incluso desde la lógica pura del consumo saber dónde es más interesante situar el recurso escaso que es el dinero que la mayoría de nosotros disponemos.

Alguno dirá que quizás no sean magnitudes comparables, pero, al fin y al cabo lo que se gasta en un sitio no se gasta en otro. Todo va contra los presupuestos personales y supone poner el acento en A o en B.

Quizás lo único que puedan tener en común sea el aumento constatado del gasto en lotería provocado por la crisis y el deseo que algunos parecen tener de que como consecuencia de la misma también aumentará el gasto en libros.

Si gastamos más en A y B teniendo menos habrá que saber en qué estamos dejando de hacerlo.

Los optimistas engañadores nos dirán que estamos invirtiendo en ilusión.

Recopilando y ordenando

El año va terminando. La vida sigue.

Los proyectos se van cerrando y abriendo otros nuevos.

Voy poco a poco dejando la mesa limpia como si me hiciera a mí mismo un engaño de punto y aparte que no es nada más que un punto y seguido con un poco más de tiempo.

Quizás sí ocurre que los oídos están más abiertos para escuchar nuevas propuestas y planes y para evaluar con más espíritu crítico lo ya realizado.

No estoy a gusto con este último trimestre. Ha habido excesiva vorágine  que ha impedido llevar adelante los proyectos y cerrarlos como a uno le gustan. Todo ello fruto por un lado de ser a veces un ‘boca-rana’, en otros del voluntarismo tonto y en unos terceros del infantilismo de no defraudar expectativas.

Las charlas alrededor de la mesa que mantendré estos días con algunas personas, los correos que intercambiaré con otras, las notas que iré escribiendo espero me ayuden a reorientar ligeramente el rumbo del trabajo y de la vida o, mejor, viceversa para volver a tener claro el ritmo de la sostenibilidad.

Sé que me engaño a mí mismo cuando estoy en demasiados cestos porque al final no se acaba estando en ninguno.

Sólo pido un favor desde aquí a los amigos y amigas. Cuando me empiecen a ver desbocado tiren de la brida. El ‘burro’ lo terminará agradeciendo.