¿Quién no ambiciona alguna tarde, o siempre, la calidez como el mejor de los hechizos? (Ángeles Mastretta; El cielo de los leones; pag. 58)
Viernes a la tarde, fumando donde no se puede, pudiendo… donde no se fuma. Escuchado y querido… más allá de las toses que al final sucumben a los encantos.
Domingo a la mañana, tras un twitteo de sábado. Proyectos nacidos de la ilusión que quieren ser compartidos, críticos, horizontales, dialogantes. Nos volvemos a dejar enredar intentando mantener la conciencia de nuestras posibilidades lo más clara posible.
Que las toses no nos paren 😉