Salgo a pasear después de comer, cuando casi todo el mundo está sesteando, acompañado de Lizz sin rumbo, despacio, intentando dejar que el entorno entre y me empape.
Caminos aparentemente vacíos
que no sabemos bien hacia dónde irán
El gris torna a color. ¿Serán los brotes de la diversidad?
de los colores distintos que no piden nada más que ser escuchados
valorados en su empreño, iniciativa y trabajo
sin saber a veces muy bien si nos llevará a algún nuevo lugar
o todo acabará en el pozo de siempre….
– ¿Quién no ambiciona alguna tarde, o siempre, la calidez como el mejor de los hechizos? (Ángeles Mastretta; El cielo de los leones; pag. 58)
¡Que bien te veo!
Un retorno a la eterna adolescencia… con FOTOLOG y todo… Eso si,
cuidado con el «tigre»…
Un abrazo!
Richar
La infancia con, quizás, su ingenuidad, la adolescencia, como búsqueda e insatisfacción permanente, deberían ser la base insegura pero siempre sugerente sobre la que seguir creciendo siempre que las mantengamos presentes ¿no?
La ingenuidad quizás la perdimos o nos la hicieron perder demasiado pronto así que dejemos que esa insatisfacción siga acompañándonos.