Los viajes, los encuentros con otros siempre pueden traer sorpresas, posibilidades de conocer más a fondo a las personas con las que compartimos algunos momentos.
El viaje a Madrid de la semana pasada ha tenido algo de esto.
Además tuvo un excelente inicio y final. En ambos casos alrededor de una mesa y con libros por medio de la conversación.
La cebolla asesina en su vuelta fue un estupendo regalo en la comida que abrió viaje y descubrió también los gustos e ilusiones de una de las personas que por primera vez se sumaba a una de estas comidas.
Gracias Álvaro por el regalo y el rato de conversación.
Libro:
La cebolla asesina. Sexo, mentiras y armas de destrucción masiva de Javirroyo
Pedazo de título. Desde luego llamar llama.