Francamente preocupante quizás no tanto en lo monetario como en lo político es la noticia del trato desigual que van a tener los libros en relación al IVA en función del soporte del mismo. 4% para aquello que pueda seguir siendo ‘palpable’ y 16% para lo que no lo sea.
Lo aparentemente intangible o inasible y la cultura tiene bastante de esto será más cara en su manifestación textual si esta no va acompañada de un soporte concreto.
Al ‘a cada maestrillo su librillo’ le sustituye ahora el ‘a cada librillo su soportillo’.
La incoherencia de esta decisión es descomunal. Ya lo era hasta ahora el que los distintos contenidos (texto, música, audiovisual) tuvieran ya tratamiento distintos. Parece que se ha optado por la línea del ‘mal de muchos consuelo de tontos’.
Las posturas reflexivas parecen no haber sido escuchadas demostrando con ello una actitud claramente autista por parte de los responsables políticos.
Una visión económica cortoplacista, recaudatoria y poco sensible a la modernidad parece haber ganado la partida.
Queda ahora por ver qué van a decir y cómo se van a manifestar los distintos sectores afectados, el propio Ministerio de Cultura y qué va a pasar con la flamante Ley de la lectura, el libro y las bibliotecas.
Mal camino y mala decisión que hacen a partir de ahora poco creíble las apuestas del Ministerio y del Gobierno sobre el ‘valor’ de la cultura. Lo que parece que se valora es la cacharrería.
Por cierto ¿qué tratamiento de Iva tendrán los libros que ya vienen preinstalados en un soporte lector?
Totalmente de acuerdo con tu reflexión y tu crítica. Ayer hablábamos de este tema en nuestro blog: http://20editora.com/blog/?p=537
Interesante la última cuestión que planteas…
Un saludo!