¡Hasta luego!

Una buena amiga me regaló hace poco una dedicatoria. Dice así:

Un día alguien me regaló una dedicatoria.

Hoy la hago mía y te la regalo a ti:

«Soy un trapero del tiempo»

Suelo ser de ritmo lento para los temas vitales. Me tomo mi tiempo. Intento ver lo que una decisión va a suponer y casi siempre coincidiendo con la cercanía de fechas significativas o con momentos de más calma tomo un nuevo rumbo vital.

Los sábados no son un mal día.

Mi vida, por lo menos en su quehacer y también en el ámbito relacional ha cambiado en los últimos tiempos.

Por un lado en el trabajo diario me muevo en una amplia constelación de relaciones. El tiempo del que dispongo para vivir (hacer+pensar+sentir) se ha visto cambiado, mutado y haciendo más difícil el  buscar el poso que mi externalidad activa debe ir dejando.

Algunas de las ‘tareas’, como este blog, se han convertido en una rémora a la que de mala manera l voy dedicando retales de mi tiempo más como una obigación impuesta que como un deseo de seguir en ello.

Prefiero ahora dedicar momentos a estar y conversar, a pasar una tarde en compañía a juntar pequeños trozos de vida para posibilitar momentos de encuentro más duraderos.

El tiempo es un recurso escaso por lo menos en mi caso y toda decisión de hacer A supone dejar de hacer de B a Z. No puedo tocar todo el vocabulario así que intentaré centrarme y dedicarme a las letras principales. Está claro que éstano lo es para mí ahora.

Ya lo digo es un ‘hasta luego’ porque este espacio personal y compartido ha sido un buen acompañante en una etapa de mi vida.

Seguiré casi con seguridad en facebook dejando caer de vez en cuando algunos textos que me tocan, que penetran en mi vida y dedicaré el tiempo escaso que el hacer me deje al pensar y sentir, a emocionarme con el encuentro tranquilo y pausado como contrapunto en estos momentos imprescindible de una vorágine vital, de una montaña rusa que requiere el encuentro pausado para asumir lo hecho y vivido.

Cuando se acerca un año más de ‘acumulación de juventud’, como ayer me decía una amiga, y uno ve y siente más cerca la figura paterna interiorizada y asumida ve que es el momento, nunca se sabe si acertado, de decir un ¡Hasta luego!

¡Quién sabe si nos volveremos a ver por aquí….!

Así que pasen 40 años…

Quien me iba a decir a mí que un encuentro causal en el cine con una antigua compañera de club y deporte iba a terminar ayer en un estupendo momento encuenytro después de 40 años que son los que han pasado en numeros redondos, en realidad han sido algunos más,  entre el momento en que uno empezó a nadar y el día de ayer.

 

Ayer nos volvimos a reencontrar en grupo personas que hace 40 años nos conocimos alrededor de la natación en el club Landachueta. Quizás en algún momento sea de interés que se haga la historia del nacimiento del club que agrupába a parte de la ‘burguesía’ bilbaina y fanilias formadas por profesionales.

Cena nadadores Landachueta

El hecho es que fue una gozada preparada con cariño por algunas de las nadadoras de antes y mujeres ahora. Casi siempre son ellas, las mujeres, las que andan tejiendo lazos y redes alrededor del recuerdo, las emociones y los sentimientos.

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Y uno que no es excesivamente amigo de este tipo de saraos se encontró disfrutando de una estupenda cena en compañía y conversación. Charlando del hoy y del ayer con personas a las que hacía tiempo que no veía y que en algún caso se desplazaron gustosamente desde otros puntos de la geografía.

¡Todo un gusto!

Parece que para la próxima ocasión no vamos a dejar pasar otros 40 años porque la mayoría, por no decir todos, no llegaríamos ya a la siguiente celebración.

Y ¡felicidades a las organizadoras!

 

Vuelta de Sevilla a ritmo de cangrejo

Como siempre la experiencia de la Feria ha resultado magnífica.

La vuelta quizás más larga de lo esperado. No es que haya llegado hoy, pero la nube islandesa con afanes imperialistas de querer copar sin ton ni son el espacio aéreo alargó mi estancia casi un día y provocó mi vuelta más lenta en tren que aproveché para leer ‘La elegancia del erizo’, totalmente recomendable.

Quiero hacer dos guiños a dos apuestas locales que merecen mi respeto, mi gusto y admiración.

La primera Barataria. Carola y su hacer artesanojunto a su sentido común permiten que siempre se escuche, desde cierta modestia por su parte, propuestas interesantes. En este caso sobre cómo buscar la implicación de los autores.

Os dejo un vídeo.

La segunda quizás más atrevida y más reciente es la del Cangrejo Pistolero. Todavía con sólo 20 títulos en el mercado realiza una apuesta coherente donde los ‘nuevos’ medios juegan un papel clave para que los lectores sigan llegando al papel y a modelos de encuadernación como la japonesa, amén de enredarse en la REPE (Red de Editoriales de poesía emergente).

Lo suyo, la poesía con imágenes como el libro de este vídeo.

Me gustan los sábados

Me gustan más que los domingos.

Sobre todo si vienen precedidos de una semana intensa y provechosa que culmina con una buena reunión y un trago con conversación con personas a las que aprecias y que también se sienten pelín desfondadas después de una semana de trabajo.

Me gustan por la posibilidad de funcionar sin reloj, dormir hasta tener un despertar no forzado, sentir que hay un espacio de tiempo que se abre sin tener que tabular, realizar rutinas sencillas que son al mismo tiempo momentos de encuentro o reencuentro con uno mismo y con los otros.

Me gustan más si, además, surge un plan que compartir con alguna persona que te aporta algo significativo, con quien empatizas, te sientes a gusto y no forzado a estar dejando que el tiempo trascurra y te lleve o disfrutando de un hecho concreto.

Así que hoy voy a intentar disfrutarlo.

Sevilla. II Jornadas Los futuros del libro

Feria del libro de Sevilla 2010

El lunes y martes de la semana que viene andaremos por Sevilla. Nos han invitado a hablar de El papel de las administraciones públicas ante los futuros del libro en el marco de las II Jornadas.

Aquí os dejo la presentación y espero reencontrarme con amigos del sector. Nos vemos.