He hecho una primera prueba de compra en Amazon y los resultados han sido penosos.
Os cuento.
Hace ya un tiempo una amiga me recomendó en relación a un tema que me interesa un libro concreto: Lecturas precarias. Estudio sociológico sobre los poco lectores.
En Amazon no lo tienen disponible y viendo la referencia del autor (Juan Rulfo) dudo que lo tengan alguna vez. Me he dado de alta en el correito de aviso para ver si algún día aparece perdido entre la estanterías virtuales.
Me ha resultado curioso porque la referencia parece clara tanto en la editorial como en una de las librerías asociadas a Amazon.
Misterios del ciberespacio.
Recojo también algunas de las opiniones que he leído y que me parecen sugerentes y dejo para el final un rumor que ha llegado a mis oidos.
Sugerente como siempre la reflexión de Manuel Gil en su blog Antinomias. Más allá de la repercusión en el mercado, su volumen de negocio y traza de tarta me quedo con la referencia final:
Termino con una idea que creo importante. Muchos editores se van a sorprender cuando quieran subir sus ePub a Amazon. La transformación al formato de la compañía, Mobypocket, muestra un nivel de errores muy alto en los ficheros que las editoriales tienen, el problema es que por abaratar ha habido mucho chapuceo con el paso de pdfs a ePub, y ahora se van a encontrar con el problema.
Dicha afirmación parece chocar en parte con la que realiza Antonio María Ávila y que recoge El País:
También expresó Ávila su sorpresa por las palabras de Greeley hablando de la «aprensión» de los editores españoles hacia el mundo digital. «Si dice eso es que no conoce la realidad española. Aquí estamos preparadísimos, simplemente el mercado aún no está maduro y no está respondiendo».
Algún medio sitúa esta afirmación, y probablemente no le falte razón, en el ámbito del miedo.
Desde luego lo que es claro es que la web de la propia Federación no es un buen reflejo de esa supuesta preparación a los nuevos entornos y la de algunos gremios de editores territoriales tampoco.
El director ejecutivo de la Federación de Editores no desaprovecha la ocasión para dejar sembrada la duda con la opacidad de la compañía americana:
«Sus silencios chocan mucho con el estilo anglosajón».
y la aparente posición de dominio que Amazon parece querer tener:
«Desconozco los términos de la negociación que Amazon está llevando con cada editorial, pero lo que yo he visto del contrato que ofrecen está claramente desequilibrado. Parece que ellos no tienen ninguna obligación y los editores todas».
Cuidado porque el refrán ya dice: ‘Siembre vientos y recogerás tempestades’.
Hay otros editores que también están en la Federación que parece que lo ven más como dinamizador del mercado, mientras que los libreros en su conjunto, vease el enlace anterior, parecen mostrarse más prudentes o apuestan como en el caso de los catalanes por mejorar y reconocer la calidad, experiencia que ya existe en Francia o en Bélgica.
Todo parece seguir y casi nada parece moverse. Hasta que llegue el mal momento de tener que moverse obligado por un vendaval venido del más allá.
El rumor……
He oído por la calle que algún grupo editorial se ha negado en un principio en abrir cuenta al nuevo cliente. Si fuera así, parecería que algunos editores más que juego limpio quieren seguir siendo opacos.
En cualquier caso, el nuevo cliente no ha tenido problemas para conseguir los libros. Siempre ha habido en este sector samaritanos dispuestos a dar limosna al último que llega.
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