Último día de trabajo

El año termina.

Último día de trabajo.

¿Quién sabe cómo vendrá el año que viene?

Está ya a la vuelta de la esquina.

Difícil saber lo que ocurrirá, dónde estaremos, a qué nos dedicaremos.

La vida fluye.

Quizás sigamos en el mismo afleunte o igual cambiamos de cauce.

Todo parece presentarse difuso, con una niebla semejante a la que me encuentro en las subidas a Vitoria, que hace difícil el ver y atisbar un poco más allá.

Queda ir viviendo el día a día.

Intentar, en todo caso, hacerlo con un mínimo de coherencia y poco más.

¡Que os vaya bonito a todos y todas los que os acercáis por aquí!

¿Cuándo será el momento?

¿Arranca el e-reader y la lectura del libro electrónico?

Expansión nos dice hoy que en España ya se lleva tres navidades intentándolo y todavía quién sabe.

Si, además, las cifras son confusas cómo saber cuándo podrmoes decir ¡arráncalo Carlos por favor!

La teórica explosión del 2009 parece que se quedó en un mero petardo.

Los cálculos de Price para el 2011 a saber en qué han quedado definitivamente.

El ‘Rey de las navidades‘ ¿sufrirá también los adláteres de la Casa real?

Las perspectivas de algunos para el 2009 siguen en muchos casos quedándose en agua de borrajas.

Yo, mientras tanto, sigo leyendo en papel, sin sentir la necesidad del nuevo soporte, postura que extraña a algunas personas y disfrutando de la buena literatura.

Os dejo aquí algunas de mis lecturas del 2011:

Vida y otras dudas de Anjel Lertxundi.

La mujer que buceó dentro del corazón del mundo de Sabina Berman.

Vivir de buena gana de Miguel Sánchez-Ostiz.

Nada de Janne Teller.

Bibliotecas de Alberto Manguel.

La mano invisible de Isaac Rosa.

La travesía del libro de Jean-Jacques Pauvert.

Libertad de JonathanFranzen.

Zorrozaurre, de Mikel Alonso (fotos), José Fernández de la Sota (texto) e Imanol Zubero (prólogo).

El informe de Brodeck de Philippe Claudel.

¡Buenas lecturas que ya tienen su momento!

 

 

 

 

Besos

Me levanto hoy en este Día de los inocentes y me encuentro con un artículo de Manuel Rodríguez Rivero que empieza así:

Nunca besamos bastante, pero siempre besamos demasiado. Descuidamos el sensual prólogo del amor (sobre todos los varones, más ansiosos de sumergirnos rápidamente en el texto) y, sin embargo, malgastamos nuestros besos con quienes nada valioso nos jugamos.

Recuerdo aquellos besos recibidos, cariñosos unos, sensuales y sexuales otros, protocolarios los más. También los besos que me hubiera gustador dar y no pude o no me atreví. Algún besos que me hubiera gustado recibir o que hubiera ido más allá de ese intercambio de mejillas que justo se rozan.

Los besos preámbulo, los besos finales del adio o del hasta pronto que nunca tuvo su concreción temporal posterior.

Todo un mundo alrededor de unos labios que, a veces, ni entran en el juego.

Me guardo ahora para mí los besos que repartiré la semana que viene al reencontrame con personas queridas.

Para ellas, pocas, quedan estos como adelanto.

 

Cultura basura

Creo que he leído todo o casi todo lo que Willy Uribe ha publicado. He disfrutado con ello y he tenido el placer de poder compartir algunos ratos de conversación. Pequeños retazos a saltos y de tiempo en tiempo.

Me entero hoy de su afición por el reciclaje que mi hermano también comparte.

Me sorprendo de lo que encuentra:

La mesa sobre la que trabajo, la silla donde me siento, la mesilla del despertador, La Odisea de Homero, dos tablas de surf, las Oeuvres Complètes de Jacques Delille (en francés y editado en 1817), una jarra de barro, una pelliza, una caja sin abrir de bolis Bic de punta fina, una camiseta de los Rolling, un frasco de Chachel nº 5, un flexo de mesa, el Dictionarie de la fable de Fr. Noel (en francés y editado en 1822), un atlas de 1885, un tambor de hojalata, un par de butacas de orejera, etc.

Ello me hace pensar en el distinto valor que damos a las cosas, en cómo ha penetrado en nosotros esa mentalidad del úsar y tirar’ y de como ello, al mismo tiempo, genera nuevos circuitos de reciclaje cultural y/o de socialización de la cultura, de objetos significativos que pueden ir cambiando de manos si hay ojos escrutadores que son conscientes de los nuevos espacios-vertederos donde la cultura también ocupa y tiene su lugar.

Los productos culturales son efímeros y tienen y cobran su sentido también en función de los usuarios. El recuperarlos, como hace Willy, sería, casi, un renacimiento cultural, una vuelta a dar sentido, por ejemplo, a las Oeuvres Complètes de Jacques Delille que ahora surfearán de nuevo.

Lo de menos, probablemente, sean las fotos de la monarquía ahora encontradas. Todo un síntoma de los tiempos que corren.

Gasto familiar en Euskadi

Evolución de los cinco últimos años.

Mantenimiento de ocio y cultura tras una bajada inicial los dos primeros años.

La vivienda, aunque con menos gasto en equipamiento, supone casi un 37% entre los dos conceptos que junto con la alimentación supone en su conjunto el 50% del gasto familiar.

Casi todo lo demás una cierta tendencia a la baja, menos un pequeñísimo repunte en bebidas alcohólicas, tabaco y narcóticos. Supongo que será por esto último para intentar mantenernos ‘traspuestos’ para que no nos duela la crisis que sigue penetrando en nuestros tejidos sociales y vitales.

 

¿Para qué vivo?

Las palabras desaparecen. Me hago mayor. Pierdo miedo, pierdo certezas, no espero casi nada, y las pocas cosas que espero son silenciosa y salvajemente irrenunciables. Las quiero hacer contigo, y con los que quiero, que no son una lista y no está cerrada.

Vivo para poquísimas cosas: por ejemplo, para pasar una noche de amor. La primera que llegue ha de ser la nuestra. Vivo también para una amistad que hace tiempo que nos sirve de cobijo, de puerto, de camino, de aire…

Vivo para un momento de silencio feliz. Para una frase bien escrita, para un sentimiento hermoso, un apunte al cielo, un puñado de arena.

No espero nada, y me falta el aire lejos de ti. (Jordi Nadal, Todo tan cerca; pag. 42-43)

Zinema Euskaraz

Por segundo año consecutivo desde Kulturklik se puede acceder al programa Zinema Euskaraz.

Una iniciativa que pretende ofrecer un amplio abanico de películas (30) traducidas al euskera para su visualización por streaming de manera gratuita para los usuarios y que es fruto de la colaboración de las productoras, eitb y del Gobierno Vasco.

Este año, además, se ha mejorado la presentación-clasificación de las plículas al categorizarlas en géneros (Drama, Comedia, Musical, Documental, Terror, Animación).

Una forma también de constatar y posibilitar nuevos canales de difusión en unos casos para el cine hecho desde Euskadi y en otros para la lengua.

Que lo disfruteis.

Literatura en transformación

La nueva técnica novelística se basa, en general, en la idea de que ya no es el escritor quien capta el mundo (como objeto del conocimiento), sino el mundo el que capta al escritor (como objeto de su pulsión sin límites); no obstante, esta concepción provoca trasformaciones devastadoras en la llamada literatura, en esa rama del arte que va vegetando con dificultades cada vez mayores. Ese arte extrae su última inspiración del hundimiento increíblemente vertiginoso del nivel de los hombres, pero el imparable hundimiento pronto barrerá toda inspiración… salvo la de la destrucción. ¿Quién habla ahora de literatura? Registrar los últimos estertores, eso es todo. (Imre Kertész ; Yo, otro. Crónica del cambio, pag. 91)

Un tiempo para pensar

 

Se acerca la Navidad.

Está ya a la vuelta de la esquina.

Fechas entrañables, dicen algunos.

Fechas consumistas, dicen otros.

Fechas tristes, piensan algunos que callan no vaya a ser que molesten.

Un poco de todo lo anterior y más tienen para mí.

Fechas también para pensar y hacer descompresión, aunque sea parcial.

Para soñar en el interior sobre lo que nos deparará el año que viene.

Me quedo con dos felicitaciones que me han llegado de amigas.

Las dejo ahí para compartirlas con vosotros.

La segunda

El «Sembrador de Estrellas » es una estatua que está en Kaunas,  Lituania. Durante el día pasa desapercibida,  como un bronce más:

de día….

Pero cuando la noche llega…

¡¡No pares de sembrar estrellas, aunque a simple vista no se vean!!

Ahí me quedo rumiando lo que haya podido dar o quitar, sembrar más allá del día a día, de lo público, en el cara a cara más silencioso y discreto.

Y añado alguna cita del libro de Imre Kertész que tengo entre manos con un tono, quizás, más pesimista.

– «Yo»: una ficción de la que a lo sumo somos coautores. «Yo es otro.» (Rimbaud); pag. 13

– Es distinto se apátrida en casa que en el extranjero, donde uno puede encontrar su hogar en la ausencia de una patria. (pag. 76)

– Los recuerdos son como perros abandonados, vagabundos, nos rodean, nos miran, jadean, aúllan alzando la vista a la luna; querrías ahuyentarlos, pero no se marchan, te lamen ávidamente la manpo, y cuando les das la espalda, te muerden… (pag. 101)

 

Trama y Texturas 16 en máquinas

Me tomo la libertad que seguro que a Manuel no le molesta de ‘cortar y pegar’ lo que él nos adelanta en Antinomias.

El próximo número de Trama y texturas ya está en máquinas.

El número 16 de Texturas ya está en imprenta, en unos diez días los suscriptores comenzarán a recibirla en sus domicilios. Como adelanto del contenido me permito recomendar con especial énfasis los siguientes artículos:

  • «El libro electrónico y las pequeñas editoriales», de Miguel A. Otero.
  • «El contexto primero: teoría del campo unificado de la edición», de Brian O´Leary.

El artículo de Otero sienta las bases de un análisis económico muy profundo de la producción de ebooks, sus costes, directos e indirectos, y las políticas de precios a aplicar. Un artículo que es de lectura obligada para editores y un material de referencia para la formación en Masters y Cursos de edición.

El artículo de O´Leary, que algunos han podido conocer en su versión inglesa, aborda la idea de que la empresa de edición digital ya no produce ni vende productos, sino servicios y experiencias para una comunidad, a partir de aquí la idea de la importancia del «contexto» pasa a convertirse en el core business de la empresa editorial, marcando un giro copernicano en las estrategias de edición. Imprescindible su lectura.

También destaco por la riqueza de los comentarios que ofrecen dos extensas entrevistas realizadas por dos colaboradores de la revista.

  • «Ahora se puede ser un editor pequeño y pensar en global: Entrevista a Patricia Arancibia», por Joana Costa Knufinke.
  • «Los lectores quieren acceder a los contenidos en cualquier momento, dispositivo y formato: Entrevista a Enrique Dans», por Martin Gomez.

También me señalan como importantes varias personas del Consejo de Redacción (yo no he podido todavía leerlos) los siguientes artículos:

  •  «El papel y el silencio. Reflexiones preliminares para una historia de la edición en Colombia», por Margarita Valencia.
  • «Gente que no compró mi libro», por Iñigo García Ureta.
  • «Pasado y futuro de los derechos de autor», por Gabriela Torregrosa.

En resumen, un número muy sólido que no defraudará. Y las dos posibles portadas del número.

La portada después de un meneo por facebook ya ha quedado elegida. Aún así os dejamos las dos posibilidades que se manejaban para que opinéis.

Ver, mirar, contemplar

Así se titula el artículo de Xavier Guix publicado el domingo pasado en El País Semanal.

Siempre me han parecido sugerentes las reflexiones en torno al mirar que creo reflejan en parte el cómo nos situamos ante la vida y ante los otros.

Ver, mirar y contemplar son como tres estadios y/o formas de posicionarnos ante lo otro y el otro y que quizás guarden una cierta relación como actitudes con la pirámide del conocimiento (información, conocimiento, sabiduría).

Veamos los tres niveles que nos marca Xavier:

– Ver: Ver, es solo eso, ver. Sin más. Se puede ver y no sentir nada. Se puede ver y sentir alguna alteración, básicamente instintiva. Placer o dolor. Agradable o desagradable. En el ver solo hay impacto o indiferencia. El ver puede ser inerte, sin apenas vida.

– Mirar: En el mirar existe sin duda intención. Hemos decidido qué ver. Y lo hacemos cuando queremos conocer o cuando pretendemos llegar al fondo del otro y al trasfondo de la cuestión. Necesitamos mirar para certificar, para curiosear, para descubrir, para encontrar en lo mirado nuestro deseo o para desvelar verdades: ¡Dímelo a la cara! ¡Mírame cuando te hablo! Exigimos la mirada para captar en ella el reflejo del alma. Hay quien expresa su temor a ser mirado y también quien afirma que puede mirar a los ojos de todo el mundo porque no tiene nada que ocultar.

– Contemplar: La contemplación es una actitud que nos acerca a ser aquello que contemplamos. No es un proceso, una etapa. No tiene intención complementaria. Sencillamente sucede cuando dejamos de ser, cuando abandonamos las dimensiones espacio-tiempo para convertirnos en lo contemplado y descubrir así su esencialidad. Uno puede ver el vuelo del pájaro, mirarlo para observarlo o puede sentir que vuela con él. Para comprender al otro, tal como se comprende a sí mismo, hay que convertirse en el otro, compartir su experiencia, participar de su mundo.

En nuestra escala evolutiva, la contemplación es el nivel que nos acerca a las realidades últimas, las más profundas y verdaderas. Las descubrimos en el silencio interior, en la cesación de todo intento de entender las cosas, a los demás y a nosotros mismos. Callamos para escuchar nuestra verdad interior. Tal vez por eso hay tanta gente que no calla nunca; por eso vivimos en sociedades tan ruidosas; por eso nuestra mente no para. El silencio asusta porque tememos encontrarnos interiormente. Pero eso solo puede suceder si hay juicio. En la contemplación, solo hay verdad.

Va llegando el final de año que siempre es un buen momento para hacer repaso a lo vivido, lo visto, lo mirado, lo contemplado y a la óptica con lo que lo hemos hecho en cada caso, con cada persona y en cada situación.

Los ritmos vitales solo dejan tiempo en muchas ocasiones para miradas fugaces. El mirar y el contempla requieren y necesitan tiempo y sosiego, algo que en nuestra vida parece ser escaso o, quizás peor, queremos que sea escaso por el miedo a encontrarnos ante nuestro propio vacío.

Las prisas siguen siendo malas consejeras.

 

Mañana Acto de solidaridad con las víctimas

Esta nueva situación de cese definitivo de la violencia de ETA desgraciadamente no resuelve las trágicas consecuencias que se han generado tras más de cuatro décadas de muerte y destrucción. Tanto las víctimas directas y sus familiares marcados para siempre, como una sociedad gravemente convulsionada que necesariamente ha de recomponerse, nos sitúan en un escenario en el que es imprescindible dar pasos para que el recuerdo se imponga al olvido y para que de  ningún modo caigamos en la tentación de pasar página como si nada hubiese ocurrido. Sólo su memoria nos permitirá crear un futuro con dignidad, justicia y libertad.

Visualizar el cambio cultural

Interesante la entrevista de hoy en El País a Josep Ramoneda.

Ramoneda abandona a final de año el CCCB (Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona) reconociendo con elegancia que quien le destitue tiene todo el derecho a hacerlo.

Deja caer a través de la entrevista algunas reflexiones interesantes.

– Su modo de entender la cultura: Nosotros solo teníamos presente que esta institución estaba en Barcelona, que estaba en el barrio del Raval, que es un elemento decisivo, y que su ámbito era un ámbito universal. Hemos intentado siempre pensar en temas abiertos y globales y no en priorizar lo local. Esta es la manera como yo entiendo la cultura.

– ¿Patrimonio o creación?: Creo que hay algo muy característico de la política en general y de la política conservadora en particular, que es la tendencia a reducir las políticas culturales públicas a lo estrictamente patrimonial. Pero es muy importante que haya políticas culturales públicas que jueguen a fondo la carta de la creación, porque se abren puertas y se mantiene viva una sensibilidad muy difícil de tener sólo con el sector privado.

– El CCCB ante los cambios de las dos últimas décadas: Diría que hay tres cambios importantes: la pérdida de confianza en la política, en el sentido de una menor relación con la política institucional; la perplejidad sobre los grandes cambios tecnológicos y su impacto sobre la antropología, sobre la propia especie humana, y la necesidad de ver qué nuevas formas de organización nacen de estos cambios cuando hay la sensación de que la crisis y sus efectos están siendo tratados con posturas y lenguajes completamente antiguos. Este es uno de los ejes centrales sobre los que está haciendo cosas el CCCB.

 

¿Estamos todos en el mismo barco?

Se impone en el nuevo ecosistema de colaboración digital, parámetros como el ‘todos con todos’, asociados a una complea forma de red empresarial. Nos encontramos, por tanto, ante una dinámica de cambio desbocado en el que intervenimos o nos quedamos fuera, y dejar que otros lideren los procesos es sencillamente suicida. La alianza entre librerías y edición independiente es una de las palancas a las que agarrarse, y de esta alianza dependerá en gran medida el sentido hacia donde avance el sector en los próximos años. En contra del discurso políticamente correcto del ‘todos estamos en el mismo barco’, conviene resaltar que los intereses de libreros y editores independientes hace mucho que dejaron de coincidir con los de los grandes grupos, y hoy son incluso abiertamente divergentes y contrapuestos. (Manuel Gil & Joaquín Rodríguez; El paradigma digital y sostenible del libro; Trama editorial; pag. 24)

¿Doblar o subtitular?

El director de cine Augusto Martínez Torres  realizó hace unos días en La Vanguardia unas declaraciones que no tienen desperdicio. Entresaco de ellas las siguientes frases:

– El doblaje no enriquece nuestras lenguas, al contrario, priva a los actores del derecho a mostrar su oficio con su propia voz.

– El doblaje es una mala farsa.

– Que dediquen pues los fondos que hoy subvencionan los doblajes al catalán a producir cine catalán en catalán.

– El titular no tiene desperdicio: Subvencionar los doblajes es subvencionar la ignorancia.

Quizás convenga darle una vuelta.

Actualización

La versión original como horizonte

Nájera. Una excusa como otra cualquiera

A la excusa de la canasta le hemos dado con una periodicidad un poco más amplia un enfoque de turismo cultural. Así que seguimos jugando a cartas, pero ahora podemos decir para quedar como más finos que lo que hacemos es prepararnos escapadas de día para ‘conocer’ el territorio.

Este domingo anduvimos por Nájera. Lo primero siempre es coger fuerzas, no vaya a ser que desfallezcamos.

Allí cuando llegamos nos estaba esperando nuestra guía porque ya de hacerlo procuramos hacerlo en plan ‘viaje organizado cultural’.

Lo primero el café y la visita al pueblo con sus correspondientes explicaciones para terminar en la Colegiata de Santa María la Real.

Dos horitas largas de callejear y charlar para empezar a sentir necesidad de cambiar de tercio.

Así que nos acercamos a uno de esos espacios de carretera donde uno no pararía a no ser que le lleven a propósito

y porque se fía de quien le guía.

¿El sitio? entre los pabellones a las afueras de Nájera donde se encuentran todas las tiendas de muebles.

Allí en la penumbra nos esperaba Ángel para ofrecernos ricos vinos, catamos el suyo, y hacer pequeño acopio para las navidades.

El sistema sencillo. Le dices qué te gusta, cuánto te quieres gastar de precio medio, cuántas botellas quieres y te vienes con la variedad para casa para degustar con calma.

Así que me traje:

Martínez Palacios Crianza 2007

Egomei 2008

Ijalba Reserva 2004

Envite Crianza 2006

– Peña el Gato 2010 de Juan Carlos Sancha

– Familia Villar Santamaría 2010 el propio de quien nos atendió.

El esfuerzo de selección nos abrió por completo el apetito así que pusimos ruedas en polvorosa hacia Rodezno, donde nos esperaba la mesa puesta en el Restaurante María Vega.

Una comida sencilla.

Un poquito de picoteo_

– Chorizo al horno

– Jamón

– Espárragos

– Champiñones

– Cangrejos de río ¡cómo estaba la salsa!

– Menestra de verdura (de repetir y repetir)

– Langostinos

y de segundo a elegir:

– Chuleta

– Solomillo

– Cordero asado

– Chuletillas

– Jibia

Más postre y bebida

Ñam, Ñam.

A las 17:15 de vuelta que siempre hay algún hincha del Atlhetic ‘cagaprisas’ o algún ‘intelectual’ que quiere ir al teatro.

Otros nos recogimos a leer tranquilamente la prensa.

Fue un domingo bien aprovechado.