50+50=100
Ayer S. y su hermana gemela cumplían 50.
Querían celebrarlo con amigos.
Me invitaron a su fiesta.
Aunque estaba con un ojo allí y otro mirando hacia los 80 sobrepasados disfruté.
El encuentro y reencuentro con amigos y conocidos de toda la vida.
La sorpresa de ver a personas que has conocido en otros ámbitos también presentes allí.
La constatación de que Bilbao es un pañuelo y el clima de complicidad me permitió pasar y disfrutar de unas horas agradables.
Como S. decía el mejor regalo para ella es que estuviéramos allí.
A todos nos gusta la compañía, el sentir que tenemos a gente cerca en los buenos y malos momentos.
A todos nos gusta el poder celebrarlo o llorarlo, lo que toque en cada caso, con personas a las que queremos y que nos quieren.
En cualquier caso, algo deben de tener los 50, para que nos entren ganas de compartirlos con los que queremos.
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