Mañana como viene siendo tradición reciente, la Unesco lo celebra desde 1996, se celebra el Día Mundial del Libro y del Derecho de autor que este año se centra en la traducción
Parece que Cataluña jugó un papel importante en sus orígenes, pero eso ahora creo que es lo de menos.
Estaba pensando más bien en cómo nos sonaría si el Día de la Música hubiera sido en su momento el ‘Día del Vinilio’ o del ‘Día del CD’. Probablemente habría una crítica hacia la deriva mercantilista de la música o hacia el mero interés de la industria sin contrar con otros agentes sociales.
Creo que algo o mucho de esto ocurre con el Día del Libro en línea con lo que señala Silvia Castrillón cuando dice:
La contradicción en los programas de fomento de la lectura empieza a presentarse cuando éstos surgen de la necesidad que tienen los sectores asociados a la producción del libro de ampliar el mercado en beneficio exclusivo de sus propios intereses, lo que conduce a la de formar un público de consumidores de un bien cultural que en sí mismo constituye una herramienta de reflexión y, por lo tanto, de cambio. De ahí que sea preciso, entonces, impulsar campañas que presenten el libro despojado de todo poder de pensamiento y por ende de transformación social. Es absolutamente contradictorio que la promoción de instrumentos para la reflexión y el pensamiento, como el libro y la lectura, se realice mediante campañas y programas antidemocráticos, paternalistas y, en suma, sectarios, que sólo invitan al consumo acrítico y que no conducen –como dice Jesús Martín Barbero- “a despertar lo que hay de ciudadano en el consumidor”, que no dan la opción de elegir y que no permiten la autonomía. (Silvia Castrillón; El derecho a leer y a escribir; pag. 38)
Así sigue habiendo sectores industriales que se empeñan en ‘verndenos’ los Días y Ferias del Libro como eventos claves en el Fomento de la lectura siendo en cambio eventos de ‘consumo acrítico’
El libro, en sus formatos distintos siguen siendo una mera mediación que apunta en todo caso y no como mediación exclusiva hacia la lectura.
De hecho muchos autores condideran que el libro no tiene sentido hasta que no es leído. No hablan de ser comprado, sino de ser leído. Lo señaló bien ya hace unos años Antonio Basanta cuando escribió:
El auténtico protagonista de la lectura no es el libro, sino el lector. “Una obra que no ha sido leída es una obra que no ha sido escrita”, sentenció el narrador, poeta y ensayista francés Maurice Blanchot.
La cortoplacista industria sectorial, cada vez mas ‘ayogurada’, debería ser consciente que si se ‘celebra la lectura’ el libro llegará. Ahora bien, si la experiencia lectora va cambiando y algunos de los que nos ofrecen mediaciones lectoras se quedan estancados y caducados pueden acabar celebrando el día de ‘los libros difuntos’ que también se leen.
En esta propuesta loca porque loco es pelearse con el capital y así nos va, creo que el manifiesto ‘Para un ambiente de lectura en la escuela‘ qe un conjunto de profesionales de 15 sectores distintos han elaborado marca caminos distintos y creo que es significativo que se haga público coincidiendo con el día 23.
Creo que las propuestas valen también para las bibliotecas o para cualquier otra institución que realice claras funciones de mediación lectora.
El 23 en Euskadi habrá casi con seguridad más eventos en el ámbito de las bibliotecas que de las librerás o editoriales. Probablemente mucho más humildes, más callados, pero con mayor carga, seguro, de cercanía y de pasión por la lectura y con una mayor adaptación al medio en el que se trabaja.
Termino: no conviene olvidar que ‘LEER NO CUESTA DINERO’ en el momento de hacerlo. No diré que es gratis porque no es cierto. Alguien ha pagado la oferta de contenidos que existe en las Bibliotecas Públicas.
Os dejo aquí ahora cinco referencias lectoras que me han acompañado estas últimas fechas. En algún caso todavía me acompañan porque conviene leerla a ‘sorbitos’
– Fernando Pessoa; Libro del desasosiego; Acantilado
– José Manuel Lucía; Elogio del texto digital; Fórcola
– Christopher Morley, La librería ambulante; Periférica
– Sofi Oksanen; Purga; Salamandra
Si el sector industrial se toma en serio que los libros no son piruletas y apuestan por fabricar sin fecha de caducidad quizás todo vaya cambiando también.
¡Felices vísperas con un recuerdo especial para Bibliotecarios y educadores que están con muchos más en el día a día del ‘tajo lector’!
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