A veces las cosas no son exactamente lo que parecen.
En un país al sur de Islandia, como dice Julen, donde da la sensación de que lo único presente es el enfrentamiento partidario se producen pequeñas chispas de colaboración y trabajo compartido.
Hoy quiero traer aquí un pequeño ejemplo que tiene como consecuencia gracias a la suma de esfuerzos, de Diputación de Bizkaia y de Gobierno Vasco en este caso, una mejor oferta para los ciudadanos.
Algunos de los que os paseáis por aquí ya conocéis la existencia de Liburuklik, la Biblioteca digital vasca.
El asunto que nos ocupa es sencillo, pero creo que tiene su valor. La Diputación de Bizkaia tenía ya digitalizado el noticiero bilbaíno y el Gobierno Vasco tiene una plataforma que permite el acceso de quien quiera a los contenidos presentes en la misma.
Cuando se deja trabajar a los técnicos, mucho deberíamos aprender de esto, de manera tranquila, aportando racionalidad, los acuerdos y las sinergias se producen.
De ese hecho todos nos debemos felicitar, pero fundamentalmente debemos hacerlo a aquellas personas que han ido labrando con mimo el terreno para que esta visualización sea posible.
Siempre he apostado, aunque no siempre sea posible, por el trabajo discreto y tranquilo que vaya generando poso. Conozco parte de la historia en este caso y me alegro por el resultado.
Que la digitalización y visibilidad de un periódico histórico haya permitido un hecho que como noticia pasará casi desapercibido creo que, en el fondo, es una buena señal.