Si no somos comprendidos hay que resignarse y volver a empezar. Y si lo somos, nos alegramos y seguimos. Ese es todo el secreto de nuestro trabajo perseberante y de nuestro amor por el arte
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Si el presente es estéril e ingrato, si perdemos nuestra influencia y crédito ante el público, ofreciéndole lo mejor, queda la baza del futuro que mantiene el ánimo y borra toda herida del amor propio.
(George Sand en Querida maestra… escritoras en la correspondencia de Gustave Flaubert; pag. 20)