A veces todos se presenta o parece oscuro.
Lo que te rodea se torna negro o gris. Oscurece el ambiente que te rodea.
Situaciones sin una salida clara, sin luz al final del túnel.
Así que de repente, como un regalo en el paseo y un poco alejado de la cotidianidad se agradece ver esto
y pensar que donde menos se espera, en medio del gris, en esos pequeños cruces casi increíbles surge algo bello y hermoso.
En el destino de una sola persona la fatalidad puede condensarse con la misma intensidad que en el de pueblos enteros. (Sándor Márai; La Hermana; pag. 9)