De nuevo con todo el tiempo en mis manos.
No para mí, pero sí con una mayor libertad en el día a día para ir haciendo un uso cotidiano y sencillo al mismo con una idea entre ceja y ceja de ‘dedicarlo a lo pequeño’ a lo aparentemente insignificante, que parece no tener trascendencia en esta sociedad ‘suflé’.
Tiempo para:
Reflexionar. El tiempo te ayuda a reflexionar sobre las acciones del pasado. (Haruki Murakamai; Tokio blues; pag. 136)
Descubrir. Si bien es cierto que vivimos tiempos crueles, también es cierto que estamos en tiempo de prodigios. (Sergio Pitol en Marta Rivera de la Cruz; Tiempos de prodigios; Planeta; pag. 7)
Recuperar la visión. Tengo la sospecha de que hoy vivimos mucho más aturrulladamente que antes. Me refiero sobre todo a la falta de perspectiva sobre nuestra existencia. Me parece que galopamos por el mundo persiguiendo recompensas inmediatas: dinero, éxito, placer, y que, en mitad de tanta búsqueda agitada, no disponemos de una visión global de lo que somos. (Rosa Montero; Vidas enteras; artículo El País, Enero de 1998)
Escuchar. Ya desde su más tierna juventud, la oscura conciencia de su carácter tímido y su reservada soledad le habían enseñado a no contemplar las cosas como algo frío y sin vida, sino como amigas calladas que confiaban sus secretos y ternuras a quien las escuchaba. (Stefan Zweig; El amor de Erika Ewald; El Acantilado; pag. 14)
La lentitud. Ser lento es una parte esencial del buen pensamiento. (Carl Honoré; Elogio de la lentitud, RBA, pag. 203)
La calidez
Para ti….
No soy ti, pero lo hago mío.
Me ha gustado, oiga.
Saludos.