En los dominios de Amazon circulando ya fuera de sus dominios

Cómo llega a veces un libro a ser publicado por una pequeña editorial sigue siendo a Layout 2veces todo un misterio.

Manuel Gil en su magnífica entrada ha dado algunas pistas sobre ello.

Yo, en lo que sé y conozco, seré más breve. Diré que, en gran parte, es fruto de un estado de ánimo. De no dejarse vencer por las aparentes circunstancias, de no creer a veces en los imposibles y de encontrar a personas que son todavía capaces de entusiasmarse por proyectos regalando a los mismos su conocimiento, su buen hacer, su tiempo y su complicidad.

El libro, un buen reportaje periodístico de Jean-Baptiste Malet, pone a la luz lo que Amazon quiene mantener en la oscuridad y demuestra que esos cantos de sirena que algunos nos quieren vender tienen una profunda trampa en la que a veces se cae y que hacen muy difícil la crítica rigurosa.

Conocer las condiciones laborales

el otro lado de la pantalla de la página web parece trasladar a los trabajadores de Amazon al siglo XIX. 

Saber a quiénes prefiere Amazon entre sus fieles

Los ex militares son objeto de un programa especial y parecen ser muy apreciados.

Ponernos blanco sobre negro lo que hay detrás de cada click

Si los internautas conocen la página de entrada del célebre sitio en Internet, la mayoría ignora lo que está ocurriendo detrás de esa pantalla una vez que se ha validado un pedido, cuando la economía electrónica que se presume virtual se convierte en real.

y dejarnos caer algunos interrogantes

¿Por qué el cliente de Amazon tendría que ignorar todo sobre la organización que hay detrás de cada uno de sus pedidos? ¿Por qué no debería tener ni idea de las tareas que había que hacer para que fuera servido en tiempo y hora? ¿Había aquí algo que esconder? ¿Por qué un periodista tenía que aceptar limitarse a la lectura de los argumentos pre-cocinados de la multinacional para escribir sus artículos? ¿Por qué no se podía verificar personalmente esta realidad oculta a las miradas?

son motivos suficientes en mi opinión para enfrascarse en su lectura y para estar continuamente mientra lo leemos con la pregunta que Manuel Gil se hace y nos debemos hacer:

¿Qué nos ha pasado para dar carta de modernidad liquida a numerosas empresas de la «nueva economía» (digital y no digital) pero que recurren a un taylorismo que retrotrae casi al siglo XIX?

Me gustaría completar estas líneas con tres reflexiones más de otro libro recienetmente aparecido y altamente recomendable: Sociofobia de César Rendueles.sociofobia

Las diferentes estrategias comerciales tienen un efecto de retroalimentación crucial sobre el conjunto de prácticas relacionadas con la lectura y la escritura en nuestra cultura.

Las dimensiones de estas compañías les confieren una capcidad de influencia desproporcionada que altera la oferta y la demanda culturales, No son meros mediadores neutros sino que transforman nuestras expectativas y la de los productores. Por eso hay un intenso paralelismo entre estas prácticas y la especulación monetaria.

Las pruebas empíricas sugieren sistemáticamente que Internet limita la cooperación y la crítica política, no las impulsa.

Todo al final depende de en qué mundo queramos vivir.

Alrededor de un café que tomamos después de la reunión, me encuentro con la mitad del grupo. Todos, sin excepción, esperan vivir “en galeras”.

Lectura sí, pero no a cualquier precio

Arantxa Mellado a quien aprecio, y ella lo sabe, ha escrito recientemente sobre el futuro del libro.

Para ello ha tomado como base un reciente anuncio de Amazon que dudo que esté interesada como empresa directamente de hacer lectores, sino más bien compradores de lo que sea para rentabilizar su estructura empresarial.

El aprecio no debe ser obstáculo para la discrepancia y no creo que esta firmación, más con el ejemplo de Amazon de partida sea acertada:

Los niños lectores de hoy son los compradores de libros del futuro. Los lectores, los del presente y los del futuro, son el seguro de vida de las editoriales y librerías.

El anuncio comercial sólo nos muestra un soporte de lectura dando más importancia al mismo que a lo que se esté leyendo.

Parece así que la lectura sólo tiene un camino: el que nos viene marcado por el aparente nuevo Dios de la venta a cualquier pecio.

Y cuando me refiero ‘a cualquier precio’ tengo todavía reciente en la memoria el artículo aparecido este fin de semana en en XL Semanal del que se pueden extraer algunas perlas que al menos nos deben hacer pensar.

Es una compañía secretista. «No comment» es el latiguillo de sus portavoces.

Esto no parece cuadrar excesivamente bien con el valor social y comunicacional que la lectura debe aportar.

Menos cuadra aún esta otra constatación:

– a Bezos no le importa perder dinero a propósito con dos objetivos: por un lado invierte para crecer; por otro, vende con márgenes muy estrechos e incluso con pérdidas para así liquidar a la competencia». Es una estrategia a largo plazo: cuando se quede solo, podrá hacer lo que quiera.

No parece, por lo tanto, ser oro todo lo que reluce.

Más deconsfiaría yo todavía de una empresa a la que jugamos a poner como modelo, pero que es de las pocas que yo sepa que ‘mima’ de una manera especial al personal de las fuerzas armadas.

amazon_ejército

Si Jeff Bezos afirma que: Buscamos activamente líderes capaces de inventar, pensar en grande, tomar la iniciativa y dar resultados que beneficien a nuestros clientes. Estos principios les resultan muy conocidos a los hombres y las mujeres que han servido en nuestras fuerzas armadas creo que es como para echarse a temblar.

¿Qué más nos estará escondiendo el amigo Bezos detrás de esas caras de niños y niñas angelicales?

Yo prefiero quedarme con la ‘letrilla’ que cantaba Paco Ibáñez:

Cuando la fiesta nacional
Yo me quedo en la cama igual,
Que la música militar
Nunca me supo levantar.
En el mundo pues no hay mayor pecado
Que el de no seguir al abanderado;
No, a la gente no gusta que
Uno tenga su propia fe.

Todavía hay matuteros en el libro de texto

Gracias a Iñaki Vázquez llego a la tesis de Ana Martínez Rus sobre La política del libro durante la II República : socialización de la lectura que leeré con calma; pero trasteando me encuentro con este párrafo:

Las librerías establecidas en las distintas localidades del país, fuera de Madrid y Barcelona, vivían prácticamente de la venta segura de los libros de texto, pero el comercio de estas publicaciones en los centros docentes por parte deprofesores, bedeles e incluso de la misma Iglesia suponían un grave perjuicio para todos los profesionales y en particular a los de provincias. Estos vendedores ilegales, conocidos en el mundo del libro como los «matuteros«, se dedicaban aeste negocio como una actividad secundaria sin darse de alta en la contribución industrial.
Parece que con el tiempo vamos no hacia delante, sino hacia atrás. Lo que en tiempos de la República era considerado como ilegal, parece que actualmente es considerado como un ‘sano canal de competencia’ en el que las librerías no se tienen que ver discrimadas.
Nota:

matute.

(Quizá acort. de matutino, por hacerse muy temprano).

1. m. Introducción de géneros en una población sin pagar el impuesto de consumos.

2. m. Género así introducido.

3. m. p. us. Casa de juegos prohibidos.

de ~.

1. loc. adv. A escondidas, clandestinamente.

¿De verdad apoyan los editores de libro de texto a las librerías?

Leo con cierta sorpresa el aparente apoyo de los editores del libro de texto asociados en ANELE al sector librero.

Merece la pena fijarse en la frase final:

las editoriales de ANELE están comprometidas con la no discriminación de las librerías

¿Es esto apoyo o es un trato igualitario que no refleja de ninguna manera en qué se concreta el apoyo?

En las relaciones comerciales que es lo que hay entre editores y libreros, entre vendedor (editor) y comprador (librero) el apoyo se muestra realmente vía comercial que se concreta en condiciones preferentes bien sean descuentos, rápeles o lo que se quiera, pero esa llamada a la no discriminación lo más que hace es situar, por lo menos inconscientemente, a las librerías en una situación de desventaja en trato por parte del editor frente a otros actores, ¿AMPAS quizás?.

Queda siempre el interrogante abierto de qué valor aporta el librero ante un producto sobre el que él no realiza ninguna elección y es un mero espendedor.

En cualquier caso serán los propios editores los que tendrán que explicar esta paradoja entre este reconocimiento a la librería como

parte esencial de la cadena del libro en España

y

la defensa de la no discriminación de las librerías frente a cualquier otro operador implicado en la comercialización de libros de texto.

que o se supone que es tan esencial como la librería o que se está o están, los editores de texto digo, jugando a otra cosa.

Basta en cualquier caso mirar con ojos críticos los propios datos de Comercio interior para ver cómo ese apoyo evoluciona por parte de los editores realizando cada vez mayor volumen de venta directa sin pasar por ese ‘canal esencial’ para ellos.