La sabiduría de Bernat me ha permitido llegar a una información sobre preferencias de consumo en digital que me parece sugerente.
La información me lleva a sacar algunas conclusiones provisionales.
1. Entiendo que la misma trabaja sobre la muestra de personas que leen con soporte electrónico. No sabemos cuántos son los que prefieren el soporte tradicional.
2. Existe una situación creo que preocupante de tendencia a monopolio de mercado por parte de Amazon. En cualquier caso, el oligopolio de la mediación compradora es ya una realidad. La cultura no casa bien con estas situaciones empresariales.
3. Según qué, depende cómo. Basta ver la gráfica para constatar que ‘para gustos están hechos los colores’. Interesante, en mi opinión, los datos del cómic. Lo visual fundiona mejor en papel que en pantalla. Sobre esto, poco o nada se suele decir.
4. ¿Por qué se hacen tantas subcategorías de ficción? ¿Para que la tabla quede intencionadamente sesgada hacia una dirección? Quizás mejor poner al lado cuánta producción editorial supone realmente cada una de las categorías.
5. El libro de texto y el científico-técnico ni aparecen.
6. Recojo finalmente algo ya escrito hace 6 años en este blog que hacía referencia a algo que se decía hace ya más de 12 años:
No se prevén los primeros beneficios por libro electrónico antes del 2003 en el continente americano y dos o tres años más tarde en Europa. Los analistas de Pricewaterhouse prevén que en el 2004 los libros electrónicos, apartado en el que se engloban los e-books, los títulos descargados de Internet y la impresión bajo demanda, supondrán el 26% de las ventas totales”. La consultora Forrester Research afirma, por su parte, que en el 2006 más de un 17% de las ganancias editoriales provendrán de los ebooks. Sostiene dicha consultora que los libros electrónicos conseguirán dar un empujón a un negocio que estaba estancado. Porque, además de venderse, potenciarán y difundirán el interés por la palabra escrita, reforzando así la industria editorial tradicional.
7. La pregunta que queda en el aires sigue siendo la misma. Poco o nada de esto se ha cumplido. ¿Será ahora distinto?
8. Como siempre, los matices diversos y disonantes son importantes para romper la unidimensionalidad de algunas estructuras y discursos. Así lo señala con calridad la Nueva agenda por el libro y la lectura del CERLALC cuando dice:
No hay lugar para la ingenuidad, ni para las simplificaciones. La lectura y el libro no tienen un único futuro. No puede haberlo en la medida en que la oferta, los contextos de lectura y las formas que adopta la demanda representan un universo suficientemente heterogéneo como para ser modelado por un mismo y único paradigma. Su actual pluralidad no puede ser comprendida desde una única perspectiva, ni puede ser apreciada la totalidad de sus finalidades, materialidades e interacciones con los lectores, por un solo paradigma. En ese universo fluyen infinidad de expresiones y públicos. Por otra parte, el paradigma digital, que se presenta con la firmeza de la promesa autocumplida, ya demostró su inestabilidad interna en innumerables ocasiones, lo que invita cada vez más a una mirada crítica sobre los fenómenos culturales y sociales que acontecen, alejada de toda tentación tecnocéntrica. (pag. 20-21)
En la elaboración de una nueva agenda del libro y la lectura deben prevalecer la perspectiva cultural y política sobre los fenómenos de cambio, y una distancia prudencial con el imperativo determinista sustentado en la sobrevaloración de las tecnologías en el estudio de los escenarios futuros. Lo más significativo provendrá de la actitud que adoptan los diversos actores sociales frente a esos escenarios, connotados en su mayoría por la convivencia de soportes, lenguajes, narrativas, estéticas y tecnologías. (pag. 21)
Como siempre, los datos nos sirven para constatar que: 1) los datos no son tan halagüeños como nos los quieren pintar; y 2) los interesados en que crear ese mercado «artificial» son los vendedores de soportes.