Cada vez parece que somos más los aparentes ‘creadores de contenidos’. Este mismo blog es un ejemplo de ello.
Cada vez parecemos dedicar más tiempo a decir y contar que a ver lo que otros dicen y cuentan pensando ingenuamente que casi todo lo dicho pueda ser relevante y quizás, en el fondo, provocando el efecto contrario tanto decimos que convertimos todo en irrelevante.
En el mundo del libro ese fenómeno viene acrecentándose ya desde hace algún tiempo.
Resulta sencillo publicar un libro. Otra cosa será comercializarlo y rentabilizarlo, pero con esa facilidad parece que todos estamos más cerca de esa trilogía de escribir un libro, plantar un árbol y tener un hijo.
Cada vez son más los mediadores que quieren también jugar el papel de convertirse en publicadores que no en editores, aunque algunos utilicen ese nombre y otros amplíen por este lado su campo de actuación. Este, en cualquier caso no es un fenómeno nuevo. Las publicaciones pagadas han existido siempre. El hecho de que ahora sea más barato produce que la barrera de entrada en el posible negocio sea más fácil de superar y aumente el número de ‘escribidores‘ que no de escritores.
Es curioso, en cualquier caso, lo que ocurre con el texto escrito y no, por ejemplo, con la música donde no todos los ‘cantores de ducha’ pretendemos convertirnos en nuestra propia discográfica.
Disminuyen, por un lado en el papel los ISBN de autor-editor, pero aumentan, por lo menos en el mundo digital, los ISBN que dan cobijo a la autoedición. En España en el año 2012. Bubok con 1462 registros es en este ámbito el primer editor.
En Estados Unidos la cifra se sitúa en el 2012 por encima de los 391.000 títulos.
Ahora bien ¿hay lectores para tanta publicación? No digo lector, sino lectores que se encuentran o se pueden encontrar en torno a un libro o a aun autor.
Uno se queda al final con la sensación de que el negocio se queda en la mediación y en alentar los ‘falsos sueños de ser escritor’ de mucha gente. Y todo ello tiene probablemente más que ver con un negocio tecnológico y de plataformas que con el libro y la lectura.
El libro, su mitificación ideal aunque sea en digital, es en esta ocasión también una mera excusa.
Tampoco nos tenemos que extrañar tanto. Si hasta los sudokus quieren y pueden tener ISBN por qué no van a poder tenerlo los escribidores.
En cualquier caso la tendencia, me atrevería a adelantar, va a ser a que cada vez haya más libros sin lectores. Es decir: más obra muerta.
Olé tu web! Es increíble la cantidad de publicaciones (autos), presentaciones, blablablases, a las que llevo asistiendo hace años. Supongo que la facilidad de hacerlo, el hecho de que soy de tu edad y, creo, a la gente le empieza a preocupar lo de «dejar huella», importa. Sería interesante hacer un estudio (género, edad, unidad de convivencia …….
Pero casi que ¿Feliz Navidad y mejor 2014: que leamos mas autocomplaciédonos menos!
Todos queremos hablar pero escuchar…qué difícil
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