«El oficio de librero permanecerá mientras se edite cierto tipo de libros. Si todo se edita para venta inmediata y desaparece el editor que descubría autores, entonces también desaparecerá el oficio, porque no hay buen librero que venda basura» (Elvio Vitale)
Ya nos hicimos eco del premio concedido y mañana toca la fiesta de celebración. ¡Aviso importante! ¡Avisad si os vais a acercar!
Mañana será un rato para charlar y disfrutar, también para recordar todo el camino hecho y pensar, quizás, en lo que queda por delante.
Hoy, quiero echar la vista atrás y recuperar algunos fragmentos de escritos de Santi Cámara.
He recuperado tres textos de los que resalto algunas citas que tienen su interés particular y que creo que tienen además el valor de unir reflexiones sobre Bilbao, el libro y la librería.
Empecemos por el más sesudo del año 2002 y que llevaba por título Consecuencias positivas de la implantación de la calidad en las librerías. Texto que viene bien volver a leer ahora que se anda dando vueltas de nuevo a posibles ayudas a las librerías en los presupuestos del Estado.
Cito:
Hace diez años escribí aquello de «La selección natural nos salvará». Venían a cuento de «el pez grande se come al chico» y por ello podemos darnos por devorados. Pero si hacemos una comparación entre el tamaño de las empresas y el de las especies animales, veremos que son las grandes especies en su diferentes hábitats: osos en la tierra, ballenas en los mares y águilas en los cielos, las que corren peligro de extinción. El éxito de la supervivencia no está en el tamaño, por los menos en la naturaleza, sino en la capacidad de los animales para tener crías que a su vez se reproduzcan. Sin las pequeñas especies saben acoplarse a su entorno y su ciclo vegetativo definido por el embarazo, la lactancia, el desarrollo, la procreación y la muerte, se lo permite, su continuidad no estará condicionada por su menor tamaño. El fracaso y la muerte se producirán cuando los pequeños imiten las costumbres de vida de los grandes. Sucumbirán antes que ellos por una menor resistencia.
Ese es el camino que yo veo en la calidad. Potenciar nuestro ciclo vegetativo, definido por el conocimiento, la personalización, las relaciones humanas, la profesionalidad, …etc. en definitiva por todas aquellas características propias de nuestra idiosincrasia tradicional inaccesibles para tamaños superiores, y por supuesto lubricarlo todo con las nuevas técnicas de marketing, merchandising y gestión empresarial. (2002)
El segundo texto es del año 2000. Lleva como título El libro necesita amantes.
Cito de nuevo:
Sólo hay una solución. El libro necesita amantes. Amantes ardorosos de toda raza y condición. Libreros, no solamente vendedores de libros. Educadores, no solamente funcionarios de educación. Editores, no solamente productores de libros. Legisladores, no solamente parlamentarios de oficio.
Todo el esfuerzo del creador del libro, el autor, nunca se verá recompensado si no encuentra un lector. Un libro sin lector puede ser tan bello como estéril y del autor al lector hay un camino quizá no difícil pero sí profesional y humano. Profesionalidad y humanismo que deben estar presentes en todos los sujetos de la cadena y mientras no consigamos esto estaremos desperdiciando nuestro trabajo, exasperando a los lectores y malogrando el libro.
Y dejo para el final el texto más humorístico que lleva por título El libro a la calle.
Última cita:
Dótese a nuestra villa de las instalaciones adecuadas para que los viandantes puedan ejercer su derecho a leer, sin sufrir ni provocar percance ni lesión.
Instálense liburu-gorris[i] donde los caminantes puedan deleitarse con su libro del momento en la seguridad de no verse sobresaltados por un inoportuno resbalón, ni por un encontronazo con otros lectores viales. Llámense liburu-bides cuando la idiosincrasia política vea mensajes subliminales en el término liburu-gorri.
Habilítense puntos de préstamo bibliotecario en los extremos de los liburu-gorris o liburu-bides[ii] según el caso.
Dada la pluviosidad propia de Bilbao, subvenciónese la fabricación de biblio-paraguas, artilugios que mediante la colocación de un pequeño adminículo adosado al eje del paraguas, permitan portar un libro abierto al tiempo que nos protegemos de la lluvia, de forma que libro y paraguas se soporten con una sola mano, no siendo necesaria la otra más que para el pase de página. Y fabríquense en versión individual o doble, con uno o dos adminículos.
[i] Traducción: libro rojo[ii] Traducción: caminos de libros
Un guiño al pasado presente.
Mañana ya sabéis si queréis seguir soñando, recordando y compartiendo nos vemos en Cámara.