Librerías: aprender del pasado para afrontar el futuro

¿Te animas?

Literaktum

El jueves 7 de mayo a las 19:00 en Garoa de Donostia y en el marco de Literaktum conversaré o, mejor, intentaré que Jorge Carrión se explaye sobre el título de esta entrada del blog. A alguno le puede parecer viejuno, pero que creo que está lleno de sentido.

Así que voy a aprovechar esta entrada para dejarle a Jorge algunos hilos, citas, interrogantes que quizás nos empisten o nos despisten. Es lo mismo porque seguro que conversaremos.

Diré por adelantado que me gusta que sea en Garoa por el profundo respeto que hay en ese espacio hacia el pasado y hacia los mayores. Quizás empecemos por ahí la conversación para convertir al propio espacio que nos acoge como parte de la misma.

En julio del año pasado anduvimos Manuel y un servidor conversando y comiendo con Imanol y Eneko. Recogía después esto en el blog:

– Somos lo que somos por lo que hemos sido. Nuestra identidad viene marcada por nuestra historia. Seremos por lo nuevo que hagamos, pero desde lo que nosotros y nuestros padres hemos y han sido.

– Se respiró en toda la conversación un profundo respeto y admiración al trabajo librero del ‘aita’ y la ‘ama’ que además en el nuevo espacio toma cuerpo en pequeños detalles que va desde la colocación de los libros, el diseño de algunos muebles bajos para la exposición.

que creo que tiene que ver bastante con la conversación.

Sugerente también, para hablar digo, la primera frase con la que abre el libro Librerías. De Carlos Pascual: Una librería no es más que una idea en el tiempo.

Y aquí dejo, habrá más, algunas citas tomadas aquí y allá que quizás nos acompañen en la conversación. Cualquier sugerencia será bien recibida.

Curiosamente, la palabra futuro me lleva pensar en la palabra pasado, en el trayecto que he recorrido como librera, en el camino de muchas librerías independientes, desde el final del siglo hasta hoy… Construimos el futuro con lo que llevamos a nuestras espaldas, con el de dónde venimos se puede vislumbrar tímidamente el a dónde vamos. (Lola Larumbe)

La desaparición de las librerías es tan lenta que no creo que nosotros, nuestros hijos ni nietos, vayamos a ver su ausencia total.  ( La Jornada; Jorge Carrión: El librero se convertirá en prescriptor de una pequeña comunidad de cómplices; 06/04/2015)

Lo que va a ocurrir, intuyo, es que serán menos frecuentes las librerías muy grandes y mucho más frecuentes y normales las pequeñas, de cercanía, en la cual el librero es un prescriptor de una pequeña comunidad de cómplices. (La Jornada)

Los salones, los gabinetes de lectura, los ateneos, los cafés o las librerías comparten la naturaleza de hogares postizos y de núcleos políticos de tráfico de información. (Jorge Carrión; pag. 75)

La calle, la librería, la plaza y el café configuran las rutas de la modernidad como ámbitos de dos acciones fundamentales: la conversación y la lectura. Mientras que la escritura literaria, que hasta hace algunas décadas todavía era visible en las mesas de café, se iba confinando al espacio privado, o a lo sumo a la biblioteca, la charla y la lectura, el encuentro premeditado o fortuito, y el diario o la novela o la revista, persistían en su articulación de la esfera social de la existencia metropolitana. Porque los blogs y las redes sociales te permiten el intercambio de datos y de ideas en Cosmópolis, pero tu cuerpo sigue pisando una topografía doméstica y local. (Jorge Carrión; Librerías; Anagrama; pag. 272)

– ‘No hay un único modelo de librería y el modelo clásico es viable, pero el camino natural es fundirse con otras actividades, porque nuestra época es promiscua’, sostiene Jorge Carrión …“Hay que poner en valor la ceremonia y la visita al librero, la conversación y la desconexión. No hay un único modelo de librería y el modelo clásico es viable, pero el camino natural es fundirse con otras actividades, porque nuestra época es promiscua. La gran superficie es la que ha perdido todo su sentido” (Jorge Carrión. En el espléndido artículo de Peio H Riaño; Las librerías confían su supervivencia a las emociones).

Esa experiencia compartida de haberte reencontrado con alguien en alguna librería del mundo. Por eso no es de extrañar que el enamoramiento en una librería constituya un consolidado topos literario y cinematográfico. (Jorge Carrión; pag. 162)

Todas las librerías son brújulas: estudiarlas te brinda interpretaciones del mundo contemporáneo más afinadas que las facilitadas por otros iconos o espacios. (Jorge Carrión; 284-285)

Escuchemos a Ray Bradbury, el autor que imaginó un mundo donde los libros ardían, hoy a los 90 años: «Deberías ir a una librería para ser sorprendido y cambiar. Las librerías te cambian y te revelan nuevas zonas de ti mismo» (Lola Larumbe)

Lo dicho. Es sólo un aperitivo. Si buceas por aquí, encontrarás más.

¡Ah! se me había olvidado. ¡Todo un placer la invitación que agradezco a Donostia Kultura!

Y siquieres unirte a la conversación nos vemos de aquí a siete días en Donosti.

En cultura, mejor contra el ciberutopismo. En el sector del libro, también

Separo en el título por temas de IVA, ya saben. También, por seguir directrices ministeriales que también distinguen cultura de libro (Dirección General de Política e Industrias Culturales y del Libro)

He leìdo hoy uno de los artículos quizás más sugerentes y clarificadores en torno al ciberutopismo.

¿El título?

Contra el ciberutopismo. Discurso utópico versus análisis sociológico sobre la transición al paradigma digital de la esfera cultural

Ha aparecido en Política y Sociedad, Vol 52, No 1 (2015) y es de  Joaquim Rius Ulldemolins. En el mismo  se plantea la necesidad desde la cultura y la sociología de evaluar  de forma crítica y distanciada los efectos reales de la transición a lo
digital y sus efectos e intenta mostrarnos algunas de las ‘trampas’ que utilicen sus defensores.

Algunas notas y frases claves, en mi opinión, del artículo:

– Pérdida cada vez mayor de la autonomía cultural y supeditación a las esferas económica y tecnológica.

– El futuro de la cultura (o el discurso sobre él) ya no nos pertenece porque ha sido secuestrado por un discurso que sitúa la tecnologización de la sociedad y la cultura como único horizonte posible.

– El ciberfetichismo se ha convertido en un discurso dominante que además, no quiere entrar en debate con otras posibles posturas, y juega continuamente con la dialéctica amigo-enemigo.

– Su ideología tiene una clara base neoliberal y antiestatal.

´Los debates no son introducidos desde los medios académicos, sino que son  difundidos por los think tanks y por consultorías privadas que están ocupando un rol cada vez mayor.

– Una de las características de estos discursos es la charlatanería:

un tipo de discurso que ni es verdad ni es mentira en términos absolutos, sino que su vaguedad y la amalgama de hechos que presenta, su carácter descriptivo y profético, lo convierten en un discurso manipulador y seductor pero difícilmente analizable y refutable empíricamente

– La falsedad de conceptos aparentemente homogéneos como internet o industrias creativas que mezcla interesadamente actividades y sectores con distintas lógicas sociales y económicas.

– En este tipo de juegos ‘el grande siempre gana’.

– La utilización del concepto de cultura digital,usual en los medios ciberfetichistas, añade más confusión conceptual al debate al mezclar de forma intencionada el contenido con el soporte, la cultura en un sentido antropológico y la cultura como esfera especializada,el desarrollo tecnológico y la creatividad artística disciplinar.

– No podemos inducir que el ámbito digital diversifica los gustos culturales en relación a la creación actual ni que tampoco convierte el consumidor cultural en más crítico y activo. Al contrario, los estudios disponibles nos muestran que el consumo cultural de creaciones culturales contemporáneas se concentra cada vez más en unas pocas expresiones culturales.

– Los ciberfetichistas olvidan que la intermediación en cultura ejerce muchos otros roles que el de transportar un paquete con libros o CDs desde el estudio del creador a la casa del consumidor… más de cuarenta años de investigación en sociología y economía del arte avalan el rol decisivo que han jugado los intermediarios culturales en diversos puntos clave de la producción y difusión artística… y no se puede separar claramente la fase de creación de la fase de producción o distribución, produciéndose valor o capital simbólico en todos los segmentos de la cadena de cooperación y de forma colectiva por parte de todo el campo cultural

– Después del debilitamiento de los intermediarios  -y su función de selección y valorización- y la aparición de las nuevas tecnologías de comercialización cultural podemos estar observando no una mayor diversidad en la producción cultural, sino precisamente una reducción de los autores y creadores que realmente acceden a una posición de visibilidad social y/o de mercado.

– Estas perspectivas esconden que, con el debilitamiento de los intermediarios y su capacidad de prescripción, el poder de elección no bascula hacia el consumidor. Sino que con ello, el control lo obtienen en buena medida las grandes compañías tecnológicas que con sus procedimientos de análisis del big data (es decir, los datos masivos de los consumidores recogidos y explotados de forma sistemática) convierten al consumidor y sus elecciones en la fuente de ingresos y posición dominante en el mercado cultural.

–  En países como Francia, ha surgido una corriente de opinión entre los expertos en política cultural que juzga la desaparición de los intermediarios, en particular en el sector del libro, como un primer paso hacia una monopolización de la difusión cultural, un empobrecimiento de la esfera cultural, una reducción de la diversidad cultural y una amenaza a la soberanía política y económica nacional.

– La aportación del crowdfunding al sistema cultural es, por decirlo de algún modo, muy pequeño y su posibilidad de compensar la pérdida de financiación pública sería irrisorio.

– Podemos entender la fascinación que ha ejercido este discurso al relacionar nuevas tecnologías con la promesa de una democracia cultural sin burocracia estatal ni industrias culturales. Con todo, más que aportar claridad y capacidad de transformación, el discurso ciberutópico di culta abordar con rigurosidad y realismo no solamente las ventajas sino también los riesgos |o los efectos no deseados| que puede suponer la transición a lo digital para la cultura y las artes en la era digital.

Mi recomendación, en cualquier caso es que lo leáis entero. Descubriréis así alguna curiosidad como, por ejemplo, quién puede ser un representante claro en el sector del libro de este tipo de discurso ‘charlatanero’ citado expresamente en el artículo.

Acceder al artículo

Cuidado con las flores de un día… A cerca de los datos del Sant Jordi

Las rosas tienen también espinas. El que no se consuela es porque no quiere… pero cuidado con las alegrías ligeras.

Unas notas rápidas del 2015 hasta el 2001 relacionadas con los datos de ventas que se han facilitado.

– 2015: 20,3 millones de euros

– 2014: 19,4 millones de euros

– 2013: 18 millones de euros

– 2012: 18,3 millones de euros

– 2011: 19 millones de euros  y otros dicen que 17

– 2010: 20 millones de euros

– 2008, 2009: 20 millones de euros

– 2007: 20 millones de euros

– 2004: 18 millones de euros

– 2001: 3.200 millones de las antiguas pesetas. Es decir  19.232.387,34 de euros

Si el IPC del 2001 al 2015 supone un 36,6% deberíamos estar hablando para igualar de unos 25 millones de euros…..

Así que, quizás, alegrías las justas y un poco más de mirada en profundidad.

Siempre suele haber un ‘amigo aguafiestas’ 😉

Agrupémonos todos en el libro final

Un poquito de ironía para empezar la semana con la Internacional de fondo.

Las instituciones del sector parece que han desempolvado de nuevo y sacado a pasear el ya viejuno Plan Estratégico del sector.

Escoger, además, fechas cercanas al Día del Libro cuando parece que el personal está a otro tema no sé si es lo más adecuado.

Así es lógico que los titulares en algunos casos sean chuscos (escojan graciosos o pícaros).

lastres

Curioso resulta también que justifiquen algunas medidas en los datos de hábitos de lectura cuando resulta que estos sí que avanzan, aunque el consumo retroceda, pero… parece que algunos no se han enterado.

No es de extrañar que se empiece, siguiendo antiguos modelos de caridad, pidiendo la ‘limosna de la compra por parte de las bibliotecas‘ en esos modos estupendos de ‘es mi plan, pero tú lo pagas’ para terminar convocando a una movilización social que habrá que preguntarse contra quién o contra qué o a favor de quién o de qué. Que además se pretenda que la movilización sea encabezada por los ‘poderes públicos’ tiene su aquél…

Está claro que los diagnósticos no se deben presentar en momentos de fanfarria porque así es difícil tomárselos en serio.

Me atrevería a decir que si el propio sector en su vertiente institucional no se lo toma excesivamente en serio no se debería extrañar nadie que ni el gobierno ni la sociedad tampoco se lo tome.

Librerías de Barcelona. Pequeños espacios para grandes ideas

Lectura Lab recoge la información que Mercy Pilkington ha publicado en Goodereader. Según el periodista, los lectores encuentran los libros donde están; es decir, en las librerías, ya sean virtuales o analógicas. No los compran directamente a la editorial, porque en la mayoría de los casos, no saben quién es el editor.

En esta línea de reconocimiento del papel de mediación El Periódico nos presenta 12 pequeñas-grandes realidades que han florecido en los últimos tiempos en Barcelona.

Como siempre recomiendo la lectura completa del artículo (en catalán) nosotros aquí sólo vamos a hacer un pequeño guiño a alguna característica diferencial de cada una de ellas.

Nollegiu se define como un ‘probador’ de libros.

Calders, la librería especializada en libros, con un compromiso especial con los autores locales.

La Caníbal. Los libros como arma para transformar la sociedad.

+Bernat. Un ‘almacen cultural’ para promover la cultura, el voluntariado y la participación diudadana.

Re-Read. Re-Venta y Re-Compra con organización librera.

Ona. Compromiso con la lengua y cultura catalanas.

Gigamesh. El paraíso de la ciencia ficción.

La Memòria. El nombre ya lo dice. La historia es lo suyo.

Espai Contrabandos. El espacio de los editores políticos unidos en ‘Contrabandos’.

Pequod llibres. Independientes y segunda mano.

La Impossible. La pasión por el oficio de librero y las ganas de ofrecer un punto de encuentro.

– Consumició Obligatòria. Segunda mano conviviendo con otros soportes culturales.

Por cierto. Todas ellas están en nuestra lista de ‘LIBRERÍAS TWITTERAS’ que ya supera los 500 miembros.

Continúa la tendencia hacia la especialización, entendida ésta, bien como dedicación a un tipo de libros de fondo más que a libros de fácil venta (best sellers), bien como dedicación a una determinada materia (derecho, infantil, etc), bien como dedicación a un tema que abarca otros productos además del libro (…), o bien como un modo diverso de efectuar sus ventas (librerías por teléfono, con video tex, etc…) (Francisco Puche; Un librero en apuros. Memorias de afanes y quebrantos; Genal; pag. 43)

Indicadores de confianza empresarial de las artes e industrias culturales en Euskadi

Proyectos que alegra ver cómo van naciendo. Irán tomando cuerpo.

Todo esto es como el yin y el yan. Buenas y malas noticias. Líneas de trabajo que continúan otras que se paran. Esta, por ejemplo es de las que continua y me alegro. El plan de lectura, por ejemplo, es de las que para y me entristece más cuando sobre proyectos relacionados con el mismo se va perdiendo la tensión informacional y se van incumpliendo todos los plazos y todas las promesas. Pero hoy eso no toca.

La idea base que en su tiempo manejábamos y sobre la que hablábamos era que por un lado ante la dificultad que suponía muchas veces la recogida exhaustiva de datos y con la constatación de movernos con un colectivo de empresas no excesivamente grande quizás podría ser de interés el montar un panel de empresas referentes por sectores que sirviesen de termómetro más constante de las grandes tendencias y se pudiera, al mismo tiempo, analizar las diferencias entre unos sectores y otros.

El primer estudio realizado por el Observatorio Vasco de la Cultura con datos del segundo semestre del 2014 y perspectiva del primer trimestre de 2015 ha salido a la luz.

Interesante la diferencia de los distintos sectores en relación al indicador de confianza. El sector del libro en el punto medio que no idnica necesariamente la virtud en este caso.

confianza_empresarialAcceder al informe completo

 

La tortilla como metáfora

Hace ya años, ocho por lo menos, que dos tres veces al año nos juntamos.

Comemos, conversamos. Casi siempre en el mismo sitio.

Los años van pasando. Los hijos y las hijas van creciendo y todo va cambiando.

Hoy con sorpresa hemos celebrado próximas abuelidades. Vamos a tener que andar viendo dónde encontramos baberos adecuados para la ocasión.

La tortilla suele jugar un papel importante en la comida que nos sirve como excusa para la conversación.

DSC_0002En contadas ocasiones, algunos amigos colaterales puntuales, desplazados ex profeso para la ocasión han podido disfrutar del ‘ritual’.

Creo que la tortilla es una buena metáfora por el hecho de ser fruto en ocasiones de productos sencillos que quedan realzados todos en su presentación final gracias a la mezcla de los ingredientes, al punto de cada uno, a su nivel de jugosidad y su punto de sal.

Incluso permite a veces que alguno de los elementos pueda faltar provocando también un resultado final que merece la pena, pero distinto. Y aún cuando los elementos sean los mismos en cada ocasión será distinta por el punto, la mano, el tamaño y demás.

Nos empezamos ya hace años a juntar entre 5 y 7 personas de diversas procedencias y lugares, con historias distintas, compartiendo durante algún tiempo proyectos empresariales y buscando ‘momentos rituales’ de celebración.

Nos seguimos, que es lo más importante, juntando, queriendo, apreciando y conversando.

Y, ojalá, en eso sigamos.

Hoy hemos vuelto a disfrutar de la tortilla, la conversación, la comida y la felicidad de los futuros abuelos.

¡Va por ellos!

¡Qué mayores nos vamos haciendo!

Ya notaba ayer que nos íbamos haciendo mayores. Hoy lo he confirmado, pero… a gusto.

Día del Libro. Notas de color fuera de los discursos bienpensantes. Debe ser cosa de la edad

He terminado hace unos días de leer el tercer volumen de los Diarios de Iñaki Uriarte.

He vuelto a disfrutar.

Dice, entre otras cosas…

Una vez más atribuí el efecto a la edad. «debe ser cosa de la edad», le comenté a María. «A cierta edad» es una expresión con la que ahora inicio muchas frases. Cada vez responsabilizo de más cosas a los años. Esto sí que debe ser cosa de la edad.

Así que lo que sigue toménselo por favor con benevolencia porque son cosas de la edad.

Por edad, como Julieta tambie´n dejaré las compras para más adelante

Por edad, también, ya leo tonterías en los titulares, que me invitan a no perder el tiempo en lo que sigue, aunque habrá a algunos que les parezca lo más de lo más.

sigloxxi

Por edad, quizás también, me gusta la conversación. Así que una buena forma de celebrar el Día del Libro es conversando con amigos y haciendo realidad el hecho que Zaid señala cuando escribe

La comunidad lectora siempre ha sido Wiki. Lo nuevo es la tecnología. Lo nuevo es el éxito llamativo de una cooperación intelectual que ha sido milenaria. En todo caso, si se quiere hablar de un cambio de paradigma, habría que situarlo en el Renacimiento, cuando la gente de libros opta por la tertulia frente a la cátedra, la imprenta frente a la universidad, el saber libre frente al saber jerárquico. El cambio coincide con la aparición de una tecnología (la de Gutenberg), y se reanima con la aparición de otra. Ambas refuerzan las estructuras horizontales (la conversación, el networking) frente a las verticales (la universidad, el Estado, la televisión).

Y en esa conversación además de hablar de lo divino y de lo humano, de lo personal y lo social, a ritmo forma e informal, hemos hecho como otras veces nuestra ‘porra electoral’. Veremos qué capacidad de lectura de la realidad tenemos.

Porque soy mayor también, me gustan algunos discursos menos convencionales en torno al Día del Libro incluida la negación de su existencia que además es cierta para millones de personas, aunque esto pueda sonar raro. En España es un hecho negacional para el 50% de la población que no lee a no ser que aceptemos ‘pulpo como animal’ de compañía o demos por bueno el comprar, aunque no se lea.

Porque soy mayor también y porque he sido librero me reconozco en la nostalgia de quienes como yo han disfrutado de este Día y, en parte, lo echan en falta. Leer hoy a Ovidio muy prontito me ha removido también.

Porque soy mayor y he vivido unas cuantas situaciones me parece que no es de recibo el discurso lastimero de los editores, espero que no sea del resto del sector sobre lo que el estado les debe comprar a ellos para que su negocio florezca y las Bibliotecas, según su versión estén bien surtidas.

Y como uno sigue siendo mayor, también en este día y la mayoría de las cosas le importan una higa voy a salir a la calle para encontrarme con uan persona que me gusta, proclamar mi gusto por…

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mientras espero un mensaje… que espero que llegue… y disfruto de esta noticia lectora…

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Librerías. De lector a lector. Esta puede ser una buena clave para el Día del Libro

Manaña, ¿hay alguien que todavía no lo sepa?, se celebra el Día del Libro. Ya se sabe que sirve lo mismo Belén Esteban, este año no toca, que cualquiera de los Goytisolos. Por lo menos para algunos.

Siguiendo con el interrogante que planteé hace poco sobre galgos o podencos, compradores o lectores, que como bien vio Karina tiene algo de tramposo, pero menos que la trampa en la que nos quieren meter algunos digitales, quiero incidir en ese aspecto lector y unirlo con las librerías, sobre todo como homenaje y reconocimiento a todas las que se animan a seguir generando conversaciones, a seguir leyendo.

Aprovecho para ello la reciente entrevista que han hecho a las libreras (personas) de letras corsarias que lleva por titular:

‘Letras Corsarias’, una librería de lectores para lectores

En el imaginario librero que andamos tejiendo es, precisamente, una de las características que se demanda al librero: Ser lector.

Y, podemos seguir con los matices en esta línea porque la relación comercial que también se establece en una librería no es la misma si se da entre un lector y otro que entre un vendedor (que no lee) y un lector (que compra) o entre un vendedor y un comprador que no leen ninguno de los dos. Este último modelo es, en el fondo, el más cercano al terreno digital.

¿Qué nos cuentan los amigos de Letras Corsarias.

La periodista Charo Ruano describe así el espacio

La librería está cuidada hasta en sus más pequeños detalles, preciosa, cálida, confortable, un lugar donde perderse o encontrarse,

– Letras Corsarias es una librería de lectores para lectores. No es una frase casual. Es nuestra bandera.

– Nuestra apuesta es más por el filtro que por la cantidad.

– Apuesta por el libro en papel.

– Apuesta por la poesía.

Y un doble baño de realismo

Es imposible saber cómo va a ser el futuro. Creo que María y yo ahora mismo comprendemos la librería del presente. De las necesidades que tiene y de la forma de llegar al público y crear nuevos lectores. No sabemos cómo serán esas librerías, pero sí sabemos cómo queríamos la nuestra.

Para terminar. Hoy a la mañana me he encontrado con este titular en El Correo de Miguel Gallardo. Creo que sobran casi las palabras cuando se ve con claridad dónde está lo interesante.

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Feliz Día del Libro que vaya a ser leído.

QueLibro de Cervantes. No ¿Qué Libro?

Ayer empezó su camino tranquilo de puesta de largo el nuevo desarrollo que ha hecho la Librería Cervantes de Oviedo. QueLibro.

¿Es una aplicación de lectura? NO

¿Es una aplicación para descarga de libros electrónico? TAMPOCO

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Sí es una aplicación que nos permite ir guardando las referencias de los libros leído, de los libros por leer, de aquellos que se vayan a publicar, así como, si queremos, gestionar desde la misma el pedido automáticamente.

Que andas ojeando un periódico y ves un título que te interesa. ¡A la aplicación!

Que sale un título en una conversación…¡A la aplicación!

Que ves algo en Amazon porque te has equivocado… ¡A la aplicación!

Que estás ya en el Día del Libro desbordado de libros, rosas o borrajas, según donde estés, y ves algo que te interesa… ¡A la aplicación!

Te permite, también incluir la información scaneando el código de barras si es que eres pelín torpe para teclear.

Luego ya decidirás si se queda en tu repositorio bibliográfico, si lo compras, si lo regalas o si lo acabas borrando.

Y por qué los de Cervantes se lían en estas cosas. Quizás, entre otrs razones por lo que en su momento contó Concha Quirós cuando le entrevistaron los amigos de Sílex

Estoy convencida que volvería a ser librera tantas veces como la vida me diera la oportunidad de hacerlo

Y si llevan casi 100 años enredando, no lo van a dejar de hacer ahora porque para seguir teniendo la oportunidad de seguir siendo librera hay que ir un paso por delante y eso, doy fe de primera mano, siempre lo han intentado.

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Paco Puche planteó en su momento un pequeño manifiesto sobre Las Funciones del librero en la era cibernética que no está de más recordarlos hoy. Sé de la histórica buena relación entre esos dos polos Málaga-Oviedo y me permito sólo marcar en negrita a qué funciones más concretamente da respuesta esta nueva propuesta.

1.- La función informadora. Se trata de tener todas las bases de datos necesarias, o su acceso online.

2.- La función recomendadora. Se trata de transmitir el saber conspicuo y creíble sobre los contenidos de los libros, que se aprende con el amor y la experiencia.

3.- La función de encuentro. La librería palpable será siempre un lugar de reunión de gentes y de cruce esporádico de personas.

4.- La función cultural. Se trata de tener una postura activa en la difusión de la cultura y el pensamiento.

5.- La función civilizatoria. En los tiempos que corren hay que fomentar los valores de no violencia, solidaridad, sabiduría y frugalidad.

6.- La función de resistencia.- Los huecos están ahí, pero es necesario ocuparlos.

7.- La función endógena.- La empresa cultural librera debe incardinarse en su medio social.

8.- La función de etnodiversidad. Hay que fomentar las lenguas y culturas locales. Mantener libros de fondo.

9.- La función de servicio polivalente. La librería palpable tiene en su mano proporcionar todos los servicios, incluidos los virtuales.

10.- La función corporal.- Propiciamos el poder tocarnos, en estos tiempos de virtualidad y rechazo.

11.-La función laboral : Tenemos los medios para dignificar el trabajo.

12.- La función empresarial: Podemos representar polos de fomento de la escala humana.

13.- La función virtual : Estamos mejor preparados que cualquier parvenu para dar este servicio adicional.

14.-La función poética: Podemos seguir repartiendo sueños.

Añadiré sólo dos cosas:

– Todas las demás funciones, las encontrarás también en Cervantes.

– Primero deben ser siempre las funciones. Lo que se haga y desarrolle debe de estar a su servicio para que nunca se pierda el sentido.

Ellos ya nos adelantaban hace poco lo que pretendían.

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Y alguien que decía venir en nombre de Endesa se cruzó en mi camino

Lo sé, lo sé.

No he tenido la mejor noche. Así que por lo menos esperaba poder comer tranquilo y echarme una siesta breve.

Pero suena el timbre. Típico chavalote encorbatado, creo que incluso a mí me quedan mejor, haciendo estiramientos mientras me habla en ese tono ‘estúpidamente vigoroso’ para, sin presentarse, ni decirme quién le manda a salvarme la vida y joderme la comida, lanzarme un mitin sobre mis derechos de tarifa eléctrica.

Le paro al chaval. ¡No hay cosa que más les fastidie!.

¿Y tú de quién eres?

De Endesa me contesta e intenta volver a pegar la hebra.

Le digo. Mi compañía me tiene perfectamente informado.

– ¿Y cuál es?

– ¿A ti te lo voy a decir?

– La semana pasada ya pasó un compañero por aquí, me dice..

– ¡Ya!

– Y qué le dijiste, me vuelve a preguntar..

– Si sois serios en el trabajo, ya te lo habrá comunicado…

En fin… conversación de besugos que graciosamente tiene continuación en twitter.

Está claro que hay besugos con los que basta tirarles el anzuelo y pican…

y aquí hemos seguido un rato con el carrete.

Estos sí que quieren ser de verdad lectores de sus contadores.

Pero ¡no hay cosa que másme fastidie después de una mala noche que me estropeen el pollo al mole del mediodía. ¿No comerán estos chicos?

¿Queremos compradores o lectores?

Se acerca el Día Mundial del Libro y del derecho de autor. Basta ver cómo los medios aumentan su dosis informativa modo suflé que quedara desinflado pasado ya el 26, siendo generosos, para volver al run-run del silencio en torno a la lectura.

Hace tiempo ya que se ha dejado de hablar de lectores y casi todo lo que se mueve alrededor del Día tiene más una dimensión económica y comercial que cultural.

Alguno ingenuamente dirá que no, que esto no es así, que ambas dimensiones son inseparables y bla, bla, bla; pero hace tiempo que está constatado que lectura y comercio no circulan ya en paralelo.

Alberto Manguel vuelve a dar una pista.

Somos una sociedad mercantil que necesita, para seguir existiendo, consumidores y no lectores. La lectura inteligente y detenida puede alentar la imaginación y fomentar la curiosidad y, por lo tanto, hacer que nos neguemos a consumir ciegamente. Es por eso que Christine Lagarde, ardiente defensora de las sociedades de consumo, cuando era ministra de finanzas durante el Gobierno de Sarkozy, dijo a sus conciudadanos que se quejaban de la crisis: “Trabajen más y piensen menos”. Madame Lagarde sabía muy bien que un pensador nunca sería un buen consumidor.

El modelo de consumo genera además y curiosamente abundantes sobrantes y en esto el sector del libro, no el de los lectores, es todo un experto en hacerlo crecer y crecer manteniendo ese carácter de negocio misterioso y extraño que señala Leandro Ceruti.

A veces, por suerte, se vuelve a descubrir algo nuevo entre esos ‘montones desechados’.

Así que entre tanto desecho y tanta sobreproducción, la de excedentes que generará el Día del Libro, uno todavía se asombra cuando, por ejemplo, escucha a una librera, Lara Meana de El Bosque de la Maga Colibrí, decir que su librería es un

proyecto de promoción lectora que combina la venta de libros y juegos didácticos de calidad con la puesta en valor del libro y la lectura en todos los ámbitos.

Teniendo en cuenta que el concepto libro empieza a ser de un difuso que asusta, ¿no deberíamos ir pensando en el cambio de nombre del Día y hablar del Día Mundial de la Lectura? o, sino, decir con claridad que es un Día comercial pensado para vender libros sean de quien sean y vengan de donde vengan despojado, lógicamente, de cualquier dimensión cultural.

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Alberti: librería de referencia en momentos de tiempos líquidos

40 años de los que ya nos hicimos eco, pero queremos ‘aplaudir con las orejas’ y hacer la ola al artículo que ayer le dedicó Peio H. Riaño a la Alberti y a Lola Larumbe.

Aunque voy a resaltar algunas ideas no seáis vagas y leerlo entero (aquí) porque merece la pena.

Ahí van unas pinceladas.

– Librerías como centros de difusión de ideas contra el poder y la capacidad para armar una sociedad crítica que cuestiona los métodos de sus gobernantes.

– Las librerías son espacios de libertad y de convivencia.

– Ahora quien oprime no es el poder político, sino el económico

– Todo lo bueno que le pasa a su comercio tiene que ver con la gente que viene a comprar libros y a buscar amparo.

– La nueva edición independiente ha entendido que las librerías son sus aliadas

Y ahora un pequeño regalo para todos los que hayáis llegado hasta aquí. La vida ofrece a veces estas casualidades o, como diría algún lacaniano, estas sincronicidades.

Leemos en el artículo de Peio:

Piensa ahora en aquel pequeño lector de diez años que terminó convirtiéndose en “un extraordinario lector” y editor de Impedimenta, Enrique Redel.

Me voy a la hemeroteca de la revista Trama&Texturas y en el número 14 me encuentro seguidos dos artículos de Enrique Redel (Cruzar el rubicón) y de Lola Larumbe (Libreros de papel) que aquí os dejo como regalo. Espero que Manolo no me lo tenga en cuenta.

Lola, casi al principio de su artículo, escribe:

Construimos el futuro con lo que llevamos a nuestras espaldas, con el de dónde venimos se puede vislumbrar tímidamente el a dónde vamos

Y ahí parece que sigue dándole…

Libros y salsa de tomate ¿cambian los tiempos?

Veo hoy en el perfil de twitter de las librerías Diego Marín lo siguiente

En La criatura creativa nos cuentan:

Estoy totalmente enamorado del trabajo de la ilustradora rusa Maria Mordvintseva-Keeler. Y en concreto, de la iniciativa “Food for thougt book” con la que ha creado una pequeña colección de libros enlatados con un diseño realmente encantador.

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Todo esto me trae a la memoria un texto de Paco Puche de hace 10 años

Libros y salsa de tomate son dos productos antitéticos, porque nos llegarían por la misma logística y la mitad de las veces los bestsellers, sin ellos quererlo, vendrían entintados de rojo, y nada más lejos de la intención de los fabricante de semejante metamorfosis. Los libros que quedasen a salvo habría que venderlos retractilados con las latas de tomate, que vendrían recolgadas a espaldas de los libros, a modo de mochilas.

Esperemos que estos libros no necesiten del frío y del frigorífico con el que se topó en una ocasión Manuel Bragado.

Cada vez son más frecuentes en estos mundos que algunos quieren poco palpables las mediaciones estéticamente enriquecidas que, como si se tratara de comida que nos agrada nos lleve a afirmar ¡Me gustan los libros!

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Creo que todo ello debería tener cabida en las ‘librerías-delicatessen’.

 

El imaginario librero -17

Venimos de aquí (acceder)

 

Organizada

Las librerías modernas se relacionan con el cliente a través de la organización constante de la exposición de los libros y de la riqueza de los títulos en existencia. (Enrique Pascual; pag. 19)

 

Espacio de formación

 

La librería es un centro de información, un lugar para el análisis y el reposo del alma, no un almacén diseñado para consumir más a más velocidad. El librero, en fin, ejerce una tarea que desborda los exiguos beneficios que obtiene en cada operación. (Mario Bango; La Voz de Asturias 1 Noviembre 2000)

 

Enlace directo entre el escritor y los lectores

 

        Uno sólo es lector cuando con el texto establece la relación del amante y el amado. Nada hay más parecido a enamorarse que leer. Y el lugar privilegiado para esa seducción es la librería. Porque ella tiene lo que nadie más posee: la presencia real del lector y de la obra, los dos extremos de esa tensión amorosa, que se prolonga y se consuma, como el amor, con la posesión íntima y continuada. (Antonio Basanta; Congreso Orense 2002)

 

 

Punto de encuentro y mediadora

 

Como ámbito erótico, toda librería es por excelencia un lugar de encuentro: entre libreros y libros, entre lectores y libros, entre lectores y libreros, entre lectores viajeros. El carácter de familiaridad que comparten todas las librerías del mundo, su naturaleza de refugio o de burbuja, hace que en ella sea más probable que en otros espacios el acercamiento. Esa sensación extraña de saber por el título que ese libro, publicado en árabe o en japonés, es de Tolstoi o de Lorca, o por la foto del autor o por algún tipo de intuición. Esa experiencia compartida de haberte reencontrado con alguien en alguna librería del mundo. Por eso no es de extrañar que el enamoramiento en una librería constituya un consolidado topos literario y cinematográfico. (Jorge Carrión; pag. 162)

 

El oficio de librero lo realiza un profesional que además de vender, informa, prescribe, habla, recomienda, comenta y que nuestra tienda, además de vender, es un lugar de encuentro, de reunión y de convivencia. (Paz Gil)

 

Entre editores y lectores

 

(Tomás Granados), las librerías son un doble cofre del tesoro: para los editores representan el medio para dialogar con el gusto y las necesidades de los consumidores (…) y para los lectores funcionan como resumen del momento actual, como biblioteca en movimiento, como zona de exploración de uno mismo. (Juan Domingo Argüelles; Ustedes que leen; pag. 84)

 

Entre lectores

Nosotros teníamos que provocar que Muga, aparte de tener los libros, fuera un lugar de encuentro. Y creo que esto lo fuimos consiguiendo, adaptándonos. De hecho, hay gente que no se ve durante años y se encuentra por fin aquí; Vallecas es enorme. (Jot Down, febrero 2015)

Seguiremos

La República de las Letras llega a Córdoba

Algunos proyectos libreros empiezan a hilar fino…

Por un lado esto es lo que le ha pasado a Peio H. Riaño por ir a una librería en estas fechas.

Por otro, ayer 14 de abril en El Día de Córdoba nos encontrábamos con este titular:

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Así que el 14 se adelantó la noticia de la instauración de La República en Córdoba que tendrá lugar este próximo viernes.

¿Qué le caracteriza?

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– Ser una República de felicidad y cultura.

– Por una vez, y esperemos que sirva de precedente, los libros han ocupado espacios que antes sólo eran de restauración.

– Esta República admite golpes de estado en forma de versos y taninos.

Sus hacedores nos recuerdan que

Sin fronteras, sin gobierno, sin jerarquías. «La República de las Letras existió», recuerda Rivas, «y de hecho el concepto está recogido en el Diccionario de la Real Academia Española» como «conjunto de las personas dedicadas a la literatura o a otras actividades humanísticas». Una comunidad que a modo de «red social» atravesó varios siglos en su pasional cultivo del saber «por encima de creencias, religiones y las guerras entre países».

Bienvenidas sean estas nuevas fuerzas revolucionarias que andan poniendo color y calor a las calles.

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Librerías ¿Deben convivir los libros más allá de las edades, los usos, los años y los formatos en un mismo espacio?

Cada vez en las librerías los libros van ocupando más espacio. Si echamos la vista atrás pongamos que 50 años en las capitales de provincia eran pocas las librerías que sólo vendieran libros. El libro de enseñanza y la parafernalia papelera escolar ocupaba en muchos espacios un lugar importante.

Así sigue siendo todavía en muchos pueblos donde además en ocasiones la prensa y las revistas también se han sumado a la compañía.

Al mismo tiempo en las capitales han ido floreciendo primeramente librerías que vendían casi en exclusiva libos en papel y que después en algunos casos han evolucionado hacia el merchandisisng relacionado no con la papelería  sino con el libro, la imagen y la textualidad.

En algunos casos, como el de Laie que puede ser paradigmático, dicha evolución lleva casi a otro nuevo concepto: el de tienda cultural mimetizada en el espacio al que se pretende prestar servicio. Una evolución, en mi opinión, sugerente e interesante.

Otra línea de trabajo que también ha estado ahí siempre conviviendo en unos casos y justo al lado en otros es la comercialización y venta de libros descatalogados en un caso, de segunda mano en otros, antiguos ya por años o, incluso, sin ISBN.

Todo esta otra línea de negocio se intenta mantener, a no ser que de libro antiguo hablemos, como en un segundo plano, con una cierta sordina mientras que al mismo tiempo hay cada vez más espacios que hacen con claridad negocio con ello. En unos casos como puede ser el de Re-Read como un modelo  de negocio muy específico centrado en la segunda mano y en otros, como por ejemplo Arrebato Libros, donde conviven segunda mano, antiguo, nuevo con especialización y la faceta editorial. Sin olvidar muchas de las librerías habituales de las que consideramos cabecera que no hacen ningún feo a determinados saldos. O el de Papasseit donde entre libros de distintas generaciones pulula también la actividad.

Todo, por lo tanto, va adquiriendo nuevas variedades de mestizaje que hace que por lo tanto cada vez resulte un mayor sinsentido analizar, por ejemplo, en los estudios de comercio, por lo menos en los de las librerías, exclusivamente el libro nuevo.

Creemos que es de interés abrir una reflexión sobre los posibles límites o no, si es que hay que ponerlos, en torno a la comercialización con las consecuencias que ello puede tener tanto en estudios de ventas y comercio como en entramados asociativos y demás.

Desde aquí abogo modestamente por ir haciendo cada vez los límites más líquidos y ligeramente difusos. Si toda la evolución digital ha conseguido ya que los límites del libro queden difusos y que quizás debamos ir pensando más en el término ‘obra’ que acertadamente lanzó de nuevo José Antonio Millán en el cierre del II Congreso de libro electrónico por qué no plantear desde los espacios libreros (culturales), que son además la única red amplia de espacios de comercio cultural, que su objetivo es estar cada vez más cerca del cliente, usuario lector tanto de lo nuevo como de lo usado como de lo antiguo como de lo descatalogado bien sea en papel en digital, en libro en revista en camiseta o en cuaderno, en música o en imagen. Con o sin ISBN… Los imaginarios son múltiples nunca unidimensionales.

Atentos en esta línea a la propuesta que hará la Librería Cervantes el 23 de abril y que ya nos la van adelantando con un guiño.

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Quizás haya que seguir buscando el elemento subversivo.

La cultura no es un simple amasijo ruinoso de problemas, un cementerio de conceptos: la cultura puede ser lo que nos han enseñado en el colegio y en la universidad, o, también, una cultura nueva, que se va haciendo y que intenta dispersar las miasmas estancadas de la primera. La cultura siempre corre el riesgo de tener algo de subverivo. (Carlo Feltrinnelli; Senior Service; Tusquets; pag. 209)

O quizás las librerías deban situarse en la tendencia de la sostenibilidad y de las segundas vidas a lo publicado y del decrecimiento.

La novedad por la novedad sólo interesa a algunos editores.

Por ahora y por nuestra parte vamos a incluir a todas en Librerías twitteras

Librerías. La importancia de mantener el equilibrio y la coherencia del proyecto

Una importante cadena de librerías de este país anda anunciando nuevas aplicaciones para su plataforma digital. Al mismo tiempo que aparentemente mejora en lo digital y quizás en mayor proporción parece flaquear en sus recursos humanos.

Contaré, como se dice por aquí, dos ‘susedidos’ en relación a esa cadena.

1. Susedido 1. Se realiza un pedido de libros a través de su página web diciendo que se recogerán en la librería X. Pasado el tiempo que la página señalaba la persona peticionaria se acercó a la librería física donde los libros no habían llegado, aunque uno, al mismo tiempo, sí está en la tienda, pero del otro no se sabe nada. Comentario de una trabajadora de esa cadena. ‘No sé para qué pedís por la página si luego pasa lo que pasa’. Consecuencia: anulación del pedido y compromiso de no volver a utilizarlo.

2. Susedido 2. Uno hace ya mucho tiempo que no ejerce de librero, pero quien ha pateado un poco librerías creo que me reconocerá que los libros de J.J. Olañeta Editor (no enlazo porque es un editor que se permite vivir por lo que yo sé sin web) son fácilmente identificables. Andaba una empleada de la misma cadena que la anterior buscando como loca un título con el modelo ‘coordenadas juego de barcos’, pero era incapaz de encontrarlo porque ni sabía cómo podía ser, ni por dónde podía estar. El libro estaba. Se lo encontré.

Lógicamente estos hechos no son independientes ni de los niveles salariales que han ido descendiendo ni de los niveles formativos que han ido bajando.

Si alguien es tan ingenuo que piensa que la tecnología acabará tapando estas deficiencias de equivoca y quien se hace eco de ello incita a la confusión y al establecimiento de malas prácticas.

Nota al ‘susedido 1’. La gestión se terminó haciendo a través de Todostuslibros con resultado totalmente satisfactorio.

Antonio Mas escribió ya hace unos años

‘El librero lo seguirá siendo desde los anaqueles de madera o desde los impulsos eléctricos cuantificables en bits mientras siga siendo el referente de la sociedad lectora’

 

Está claro que algunos se empeñan denodadamente en dejar de ser referentes.

 

La ría en bici. En homenaje al txirrindulari artesano

Hoy Bilbao ha amanecido con un sol maravilloso que todavía dura.

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El ‘Consultor artesano’ ha vuelto de una rutilla por el sur y me ha parecido que podíamos tomarle el relevo biciletero en lo ‘local’.

Así que hemos disfrutado de la mañana bilbaina para hacer en bici lo que otras veces hacemos andando.

Ahí van algunas pinceladas de la agradable mañana en ‘homenaje a Julen’ y algunos puntos que quizás a los de fuera y a algunos locales os puedan resultar de interés.

1. Dónde conseguimos las bicis. Las solemos pillar en Tourné Bilbao. Todo amabilidad, detalle y buenas bicias para el paseo. Atentos además a las redes sociales. Así me he llevado una agradable sorpresa cuano me han preguntado sobre el comentario que en su momento había hecho en Tripadvisor.

2. ¿Nuestra ruta?. Una parte de la ría que otras veces hacemos andando. La podéis ver en este enlace (acceder)

3. La bici a ritmo de paseo, porque no estamos para más trotes, te permite ver a la gente, charlar con Amets al final de Olabeaga mientras descansábamos un poco y sacábamos alguna foto; darte cuenta que los que corren, corren de verdad e incluso pueden ir  más rápido que tú… ver la ciudad y el paseo desde un punto ligeramente más elevado… disfrutar…

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4. ¿Un buen lugar para el aperitivo? El Kokken en la Plaza del Gas. Gente joven, buena atención, buen rollo, ambiente tranquilo y… Mikel Alonso, que sabe de estas cosas, me ha dicho que se come de miedo. Y a mi amiga Sara le encanta el sitio. Las croquetas de gamba que he tomado hoy estaban espectaculares.

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5. ¿Una de las ventajas de un paseo de este tipo? No encontrase con petardos que parecen ir floreciendo en Silicon Valley y en algunos modernuquis locales que acaban siendo un auténtico coñazo.

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¡Disfrutad! y si queréis alguna sugerencia bilbaina, pedir por esa boquita.

Adiós a El obrador de Jon

Hoy ha cerrado El obrador de Jon.

He disfrutado de mi última vienesa.

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Habrá que pensar en nuevas rutinas y espacios para los sábados y en nuevo espacio agradable y acogedor para desayunar y leer el periódico después de la compra en el mercado.

El cierre es un pequeño reflejo de la dificultad de mantener pequeños proyectos cuando circunstancias de la vida y enfermedades complican ligeramente la existencia. Si además el negocio tiene mucho de artesanal y propio más difícil todavía.

Desde aquí un recuerdo cariñoso y seguro que volveremos a vernos.