Queridas amigas y amigos de Podemos, de Madrid en este caso:
Acabo de dar un vistazo al Programa de Podemos Cultura. Programa «libros y Bibliotecas» Comunidad de Madrid.
Os escribo con todo el cariño y complicidad.
Me he llevado una profunda desilusión.
Esperaba, por lo menos, una cifra, una propuesta económica, para que se pudiera así pasar, por lo menos, de la literatura a la política, de los dichos a los hechos y me apena no haberlo visto. En el texto propuesto, hay unas cuantas ocasiones para mojarse y bajar del discurso a los euros o de la teoría a la praxis, o de la ideología a la realidad, o de los sueños a los principios esperanza.
Estas son, en mi opinión, algunas de las ocasiones perdidas para mojarse y decir cuanto se piensa que tendría sentido invertir en:
– Reactivación de la compra de nuevos títulos y de suscripciones a publicaciones periódicas.
– Apertura de una línea de incentivos económicos y fiscales para librerías
– … otorgando a las librerías comprometidas con la bibliodiversidad auténticas ventajascomo el acceso a líneas de crédito
Son sólo un ejemplo.
¿Creéis que alguien se va a movilizar por las ‘palabras bonitas’ cuando además algunas están incluso en el propio Plan que el sector ha presentado al Ministerio?
Tengo mis serias dudas.
Una última nota. Llama la atención no ver en el texto un elemento referencial marco en torno a la cultura. No he visto el resto de programas sectoriales, pero se supone que algún hilo conductor habrá porque sino seguiréis promoviendo el mundo de los ‘reinos de taifas’ y del ‘¿Qué hay de lo mío?
Os digo esto desde la humilde experiencia de trabajo de tres años en una Administración Pública.
Sólo una nota final…
Si tocáis poder y, por lo tanto, Boletín y presupuestos veréis que os podéis encontrar en más de un caso con el ‘presupuesto comprometido’ por programas plurianuales o por ‘créditos de compromiso’ con lo cual bien haríais en ir viendo de dónde vais a quitar para ver dónde vais a poner y, por lo tanto, qué callos vais a tocar.
Siempre, hasta los más pequeños y humildes se sienten molestos cuando les mueven la silla.
En cualquier caso ¡ánimo, mucho ámino! y pensad que estas palabras de Gabriel Zaid pueden ser acertadas:
La cultura es conversación. Pero escribir, leer, editar, imprimir, distribuir, catalogar, reseñar, pueden ser leña al fuego de esa conversación, formas de animarla. Hasta se pudiera decir que publicar un libro es ponerlo en medio de una conversación, que organizar una editorial, una librería, una biblioteca, es organizar una conversación.
Gabriel Zaid escribía esto en su conocido Los demasiados libros. Tened cuidado, no vaya a ser que el exceso de libro esconda la cultura y la conversación y no deje claros los límites entre lo público y lo privado.
Abrazos.
Nota final: Los que anden preguntándose de por qué hablo sólo de Podemos seguro que son listos y saben leer entre líneas. Es de lo poco, sino lo único, que me interesa actualmente como fenómeno y, además, creo que como señala Imanol Zubero en Podemos se estaría librando la batalla de la que depende el futuro de la izquierda. Y nadie, desde este espacio ideológico, debería asistir a la misma como si la cosa no fuera con ellos.
Y seguimos sin hablar de los asuntos clave. Desde el punto de vista económico y de mercado, la burbuja editorial que afecta a toda la cadena del libro. Desde el punto de vista de la preservación y desarrollo del conocimiento, la revisión de los criterios de selección en la compra para bibliotecas públicas.
Me gustaría comentar varias cosas.
La primera es que, en este artículo, veo una mala redacción y varios fallos gramaticales. Es algo, por desgracia, común en el mundo de la cultura: gente que no sabe escribir se pone delante de un teclado y escribe lo primero que se le viene a la cabeza y no lo hace con propiedad. Una lástima.
En cuanto a las quejas del programa de Podemos, son quejas que vienen desde el desconocimiento y desde la mala baba, en mi humilde opinión. Hablar de qué asignación presupuestaria se va a dedicar a todos esos puntos de los que se habla en el programa es una quimera. En primer lugar, habrá que ver cuáles son los presupuestos generales y, después, cuáles son los particulares para cada consejería. Sería una temeridad decir que se va a asignar una cantidad de dinero a una partida cuando no se sabe de cuánto dinero se dispone. En el programa, lo primero que hay que hacer es poner sobre la mesa una declaración de intenciones. Ningún partido especifica las partidas presupuestarias. Debéis saber que Podemos se ha reunido con los implicados en el sector del libro: editores (editores independientes, gremio de Madrid, Federación de Gremios de Editores), libreros, traductores, correctores, bibliotecarios… Se ha hecho un trabajo de campo importante y se ha escuchado a todos los implicados; incluso se han adoptado propuestas que no se habían tenido en cuenta hasta entonces. Me consta que ningún partido, al margen de Podemos, ha hecho esto.
Para tener una visión global de lo que Podemos piensa de todo el sector de la Cultura, recomiendo el documento que se aprobó en asamblea plenaria y que se titula La Cultura que Podemos (en google se encuentra fácilmente).
Creo haber respondido a las inquietudes. Estoy a vuestra disposición para cualquier otra duda. Y mi intención no es ofender a nadie. Como editor y corrector, me da mucha rabia ver errores en los textos que leo.
Hola Cuqui. Lo que hagan el resto de los partidos me importa poco. Si eres capaz de leer entre líneas entenderás lo que quiero decir con eso. Trabajo en el sector del libro. Conozco a personas que han participado en la elaboración de ese programa y me merecen todo el respeto. Estoy convencido que esas personas, por lo menos algunas de ellas, son perfectamente capaces de cuantificar los ‘dineros’ necesarios y si como tú planteas no se puede hay otras formas de compromiso que es asignar porcentajes presupuestarios sobre los totales.Mantengo, en cualquier caso, que no hay nada nuevo en el programa. La propuesta presentada por el sector al Ministerio es incluso más amplia y plantea presupuestos para algunas medidas. Te confesaré que no me gusta nada porque mezcla churras con merinas.
La verdad Cuqui es que no tengo ninguna inquietud. Disculpa por las faltas y errores. Reconozco que en ocasiones es fruto de mi vagancia o de la falta de tiempo para no revisar los textos y tienes toda la razón en esa crítica.
Abrazos