Se dice que la paciencia es la madre de la ciencia.
Judith Rodríguez también pedía ayer un poco de paciencia.
Dice la R.A.E.
paciencia.
1. f. Capacidad de padecer o soportar algo sin alterarse.
2. f. Capacidad para hacer cosas pesadas o minuciosas.
3. f. Facultad de saber esperar cuando algo se desea mucho.
4. f. Lentitud para hacer algo.
Ayer a la tarde y hoy a la mañana han estado unos amigos por Bilbao. No mucho tiempo, pero sí el suficiente para conversar, todo es cuestión de dormir un poco menos, pasear y catar.
Al fin y al cabo a los pintxos yo creo que les pasa como a los libros. Son también una excusa para la conversación.
Cuando ya nos dirigíamos hacia su coche, casi al paso, he visto en el histórico Monty una bandeja de pintxos de bacalao al pil pil que demandaba nuestra atención.
Ya El Correo contaba hace unos años que utilizan el método tradicional para ligarla: moviendo el bacalao en la cazuela poco a poco, en círculos, sin brusquedades. Todo ello va provocando la ligazón, la mezcla aparentemente imposible, el muy suave burbujeo que va pil pil pil pil….
Hay más. En el fondo es una salsa sencilla. Necesita solamente el propio producto, el bacalao, para aprovechar su gelatina, un buen aceite, ajos y, si se quiere, alguna guindilla.
El de hoy ha sido un pequeño bocado espectacular.
Así que me he quedado con la copla de algo ya sabido pero que no está de más recordárselo para uno.
Recetas para que los proyectos y las relaciones funcionen.
– Tiempo.
– Poco a poco.
– Lentitud.
– Minuciosidad.
– Espera…
– Sin brusquedades.
– Pocas sofisticaciones. Las materias base
– Sin calentones. Siempre fuego pausado.
-…
Pensaba también en los nuevos ayuntamientos. Ojalá les vaya bonito. Pero la mayoría de los pactos se han hecho a fuego fuerte para ahorrar tiempo. probablemente muchos de ellos se secarán, perdrán el sabor de lo nuevo con rapidez. Se convertirán rápidamente en producto rancio y… acabarán caducando.
Algo parecido pasa en el mundo del libro. La prisa sigue estando a la orden del día. Mal caldo de cultivo para las buenas recetas.
Por eso en comida cada vez se ven menos pil-piles que merezcan la pena y en el sector menos libros bien hechos.
Ya decía Alejandra en Pizca de sal.
Ni en el amor ni en la cocina se debe ir con prisas…
Así que voy a ver si profundizo en el sosiego pilpilero.
Tomo nota de la receta para próximas ediciones… 😉