Pensando la librería del futuro para… ¿nuevos futuros de las librerías?

Jorge Carrión me hizo llegar en fechas recientes un enlace que da cuenta de un trabajo de reflexión realizado este mes pasado en Italia sobre el futuro de las librerías en el que él ha participado.

libreriadelfuturo

Jorge sabe, así lo hablamos cuando coincidimos en Donosti que soy amigo de las miradas laterales o desde otros puntos de vista sobre sectores que además tienden a la endogamia. Creo que el resultado del trabajo realizado es terriblemente sugerente.

Creo que merece la pena.

Se pretendía responder al parecer a los siguientes interrogantes:

¿Cuál es el perfil de la librería (y no bilbioteca como aparece en la web) del futuro?
¿Cómo pueden las librerías adaptarse a la nueva ecología mediática?
¿Qué nuevas actividades y servicios pueden proponer?
¿Cómo cambiar las interacciones con los lectores y otros actores culturales y económicos?

Me parece muy sugerente la reflexión de la librería como interfaz poniendo con ello el acento en su ‘papel conector’. Se puede leer:

la librería es mucho más que un lugar de intercambio comercial entre libreros y clientes: es el espacio en el que todos los protagonistas del proceso editorial –del autor al lector, pasando por el editor, el impresor, el crítico y, obviamente, el objeto-libro- se entrelazan y dan vida a un amplio juego de relaciones, que puede conducir a conflictos o alianzas de colaboración

Sobre estas líneas, quizás con matices y otros acentos hemos escrito ya por aquí tanto al incidir en la metáfora de la casa, como en el imaginario en el que señalamos ese papel como punto de encuentro y mediación.

Todo ello, lógicamente, supone en muchas ocasiones reinventarse y el proceso reflexivo siguió en torno a estos ejes:

1. Rediseñar el espacio de la librería. La librería es un espacio cultural-comercial que ha cambiado constantemente desde sus orígenes hasta la actualidad. El desafío consistía en pensar un nuevo espacio arquitectónico para la librería capaz de ofrecer al lector y a los demás actores del proceso editorial nuevas experiencias.Conceptos clave: espacio, arquitectura, medio ambiente, luz, inmersión, multifuncionalidad, juego, rendimiento, confort, modularidad, flexibilidad, experiencia, lucro.

2. Rediseñar la línea temporal de la librería. La función de la librería ¿termina con la compra? ¿O podría extenderse aún más? El desafío consistía en desarrollar una propuesta para la gestión del proceso de pre/post venta para extender las posibilidades y oportunidades de uso del espacio de la librería.Conceptos clave: tiempo, pre-venta, post-venta, relación empresa-cliente, servicios, horarios, uso compartido, participación, fidelidad, experiencia, beneficio.

3. Rediseñar la relación entre papel y píxel. En general las librerías han experimentado relaciones muy complejas y contradictorias con las plataformas en línea de venta o distribución de contenido. ¿Se puede pasar de la competencia a la cooperación? ¿Cómo pueden el libro impreso y sus espacios tradicionales de comercialización aprovechar el potencial del texto digital y los espacios virtuales? El desafío consistía en pensar una estrategia de convergencia y enriquecimiento mutuo entre los dos mundos.Conceptos clave: real, virtual, Amazon, impresión bajo demanda, redes, portales web, Kindle, e-Book, aplicación, derechos de autor, multicanal, movilidad, experiencia, beneficio.

4. Diseñar nuevas hibridaciones. En los últimos años las librerías han experimentado hibridaciones con otros tipos de locales, por ejemplo bares o enotecas. ¿Es posible pensar en otras combinaciones y sinergias? El desafío consistía en explorar nuevas combinaciones para potenciar la fuerza comercial pero también cultural de las librerías.Conceptos clave: hibridaciones, co-branding, remediación, convergencia, multifuncionalidad, rendimiento, experiencia, beneficio.

Y, partiendo de los dos primeros ejes, pero implicando también a hibridaciones y las nuevas relaciones entre papel y pixel surgieron algunas propuestas más concretas.

 

BookMap. A través de un doble soporte digital (app) y analógico (papel) se crearán apas para navegar ya sea dentro de la librería –proponiendo recorridos temáticos, de autores o géneros- o en toda la ciudad – itinerarios basados en los autores, sus obras, las librerías, etc-. En el caso de la aplicación, la interactividad en línea permitiría enriquecer los recorridos propuestos con contenidos generados por los mismos usuarios.
XBook. Este sistema expande el contenido analógico del libro a través de una plataforma digital que incluye reseñas, recomendaciones, entrevistas y, entre otras posibilidades, información sobre el proceso productivo del libro (desde el manuscrito original hasta la versión que el lector tiene en sus manos).
BookLab. De frente a los procesos de industrialización y digitalización, el BookLab se propone como fase final de la producción del libro inspirada en la filosofía de la personalización y el DIY (Do It Yourself). La librería incorporará un espacio-taller donde los lectores podrán personalizar los libros adquiridos –los cuales podrán ser impresos con sistema de Print On Demand en la misma sede- y eventualmente restaurarlos. El BookLab se presenta como un espacio de participación, creación y producción dentro de la librería que puede también incluir iniciativas de formación.

Bicicletta. Entrega de libros a domicilio, así como una estrategia de presencia (a través de vehículos de bajo coste como bicicletas o furgonetas) en eventos hiperlocales. También su uso se puede extender a iniciativas de turismo cultural, llegando a capturar la atención de sponsors específicos.
Tram. Una librería itinerante recorre la ciudad siguiendo recorridos narrativos (temas, autores, obras, aniversarios, etc.). El recorrido se puede hibridar con iniciativas enogastronómicas y artísticas.
Prodotti del Lab. El laboratorio es un espacio para la creación de libros, ebooks, vitrinas como nuevas interfaces, etc. e incluye guías temáticas, postales, etc. Otros servicios posibles para monetizar: la autopublicación, menos libros en las estanterías y mayor curación (como si fueran productos de lujo) y el codiseño de libros enriquecidos a través de apps y contenidos transmediáticos.

Lo dicho.

Enormemente sugerente. Me permitiré ponerle un pero o, si se quiere, un paraguas de contexto.

Lo primero que la librería tiene que tener claro es su PAPEL CONECTOR y en relación a qué, dónde, con quiénes, para quiénes y cómo (aquí le valdrán las pistas anteriores) va a intentar ponerlo en práctica.  De ahí esos plurales en el título…

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