La Temerària: nueva librería en Terrassa

logo_latemerariatemerario, ria.

(Del lat. temerarĭus).

1. adj. Excesivamente imprudente arrostrando peligros.

2. adj. Se dice de las acciones de quien obra de este modo.

3. adj. Que se dice, hace o piensa sin fundamento, razón o motivo. Juicio temerario.

Parece que dentro de dos días se va a producir en Terrassa un acontecimiento temerario que tendrá su puesta de largo a mediados de septiembre.

Àlvar Masllorens que ya ha pasado por editor, autor, librero y a saber qué más es uno de los responsables de esta temeridad Temerària.

No es nuevo en estas lides así que ya intuye los entresijos de este proyecto que quiere hacer el sorpaso de simple tienda a centro cultural.

¡Ánimos desde aquí!

 

¿Cuál es la esencia de una librería?

Jorge Carrión transita hoy con delicadeza en El País Semanal (enlazaré el artículo si aparece en digital) de la mano de Lagun y Garoa por el pasado y futuro de las librerías vascas.

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Termina el artículo con la siguiente frase:

Aquí abundan encuentros entre personas que piensan diferente. esa es la esencia de toda librería.

No sé si necesariamente tiene que ser la esencia de todas las librerías, pero sí que en mi imaginario personal esa idea, más en Euskadi, ocupa todavía un lugar importante.

Las librerías, también, como espacio para mirar y conversar con el diferente. Algo que a finales del siglo pasado y todavía a principios de éste era algo impensable en algunos contextos. La historia de Lagun es una muestra.

Momentos de felicidad…

Vendrá lo que tenga que venir.

Llegará lo que tenga que llegar.

Ya veremos lo que toca.

Pero hoy celebramos por ahora la felicidad de los 60. Los suyos.

La semana que viene ya veremos.

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La felicidad no se correlaciona con el dinero, ni con la cultura, ni con la inteligencia, ni con la edad o las religiones. Sólo es seguro que aumenta o disminuye de acuerdo con el número y la calidad de las relaciones humanas. (Vicente Verdú; El estilo del mundo. La vida en el capitalismo de ficción; Anagrama, pag. 204)

Cuarta y última oleada de la ‘fe bibliotecaria’. El préstamo digital parece tener un futuro poco claro

En el proceso de las cuatro oleadas de la ‘fe bibliotecaria’, que en paz descanse, del mes de agosto, los seguidores del ‘préstamo digital’ han ido avanzando en una cuesta abajo contínua que probablemente les haría desaparecer si siguiéramos con nuevas oleadas en meses sucesivos.

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Si analizamos algún dato recientemente publicado no nos debería de extrañar. Así, por ejemplo, en Euskadi en este mes el 0,017% de la población está usando el préstamo digital y no precisamente títulos en muchas ocasiones de alto calado cultural.

Os dejamos pues con la última tabla que tal y como hemos dicho

  •  Augura un negro futuro a lo digital en las bibliotecas.
  • Sigue demostrando que se nos va la fuerza por la boca.
  • Y esto, indirectamente va provocando que el agnosticismo vaya aumentando.

Gracias a todos los que os habéis tomado esto como un juego y habéis participado activamente en él.

De temas más serios y con enjundia hablaremos al final del mes entrante en Tenerife en el SILA 2015.

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Livraria Lello. ¿Un espacio idolatrado?

Quienes os dejáis caer por aquí, ya sabréis probablemente que he estado unos días por Oporto y, entre las actividades del viaje incluí también la peregrinación a Livraria Lello.

Ahora la peregrinación incluye, desde primeros de agosto, la ‘limosna’ de tres euros para entrar al templo que te serán devueltos si realizas alguna compra. No me dediqué a calcular la diferencia de colas entre visitadores y compradores, pero el tamaño diferencial era evidente.

En cualquier caso, la media de visitas diarias que lleva va a ser en breve envidiada por muchos de los grandes museos de allí y de acá. 3.500 visitas diarias no es un mal número que deja en entradas 10.000 euros del ala al día. Al mes son 300.000 que si fuese en márgenes de venta, supondría que la librería estaría vendiendo un millón de euros en libros al mes; o, 12 millones de euros al año, para conseguir el mismo margen.

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Oporto… unas notas finales

Ha sido una escapada corta.

No había más posibilidades, pero ha venido de perlas.

Os dejo algunas notas breves, mezcla de curiosidades, recomendaciones y demás.

Yo volveré seguro y espero que Ioli y Ricardo sigan con su proyecto

  1. Esta es mi primera recomendación. ¿Un sitio? Si os lo podéis permitir, Casa Carolina. Céntrico, pequeño, acogedor (5 habitaciones), con buen desayuno y siempre con una sonrisa como la que me ha regalado Ioli en la despedida.

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2. Las gaviotas, sí o sí, serán vuestras compañeras permanentes. Así que iros haciendo a la idea. Comentan que son un auténtico problema y, desde luego, si tienen comida cerca no habrá nada que las mueva.

3. Llevar dinero contante y sonante. El pago con tarjeta ni es tan habitual ni tan común, por lo menos en estos momentos. Parece como si de repente se hubieran estropeado los datáfonos del país. No es generalizado, pero pasa y conviene ser previsor.

4. El desgaste de zapatilla creo que, como siempre, sigue siendo la mejor opción. En esta ciudad soprendente y sorpresiva quizás más. Añádase a ello que el subir y bajar permanente ayuda a reafirmar los glúteos. Algo que Sergio del Molino recomienda como conveniente.

5. Para comer y terracear la oferta es amplia y para todos los gustos y estilos. Os dejo tres, de los que ya he hablado y he probado que me convencieron: Brick ClérigosLa Piada y Tapabento. Para jugar a mirón de terraza os diría que, casi, cualquier esquina es buena.

6. Acercaros a sus playas y disfrutarlas bien al solete o paseando. Es un gusto y ayuda a volver luego a la ciudad con aire fresco en los pulmones.

7. El río y sus orillas son punto y aparte, sobre todo si vienes también de una ciudad que también lo tiene como referencia. Me sobran algunos chiringuitos, pero, eso es ya ponerse fino.

8. Las casas y su estado precario en ocasiones son una maravilla que obliga a pasear siempre con la vista alzada.

9. La calle tiene vida rica y variada. Hay mucha juventud volviendo al centro que sus padres abandonaron en los 80. Ello le carga de vitalidad y energía que se ve también en muchos negocios pequeños y distintos.

10…. Seguro que muchos de los que habéis estado podéis añadir muchos más.

Sólo añado, finalmente, lo que puse en el facebook como primera sensación.

Como un flechazo Oporto me acaba de enamorar con su dulce y amable aire decadente.

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Atlántico…

El puntito que me faltaba…

Con el quit de emergencia compuesto por

Sombrilla

Esterilla

y acompañado  de los ingredientes naturales necesarios

Sol,

Arena, de la Praia da Vagueira, a un lado y a otro…

y….

el runrun del océano escuchado con los ojos cerrados.

Es, casi, el punto y seguido porque volveré.

Casa Carolina. Una historia que gustará, entre otras, a las mujeres de Doce Miradas

Ya hablé ayer de las bondades del alojamiento en Oporto en Casa Carolina.

Hoy a la mañana, en el desayuno, en mesa compartida, con los propietarios siempre presentes y atentos, he preguntado sobre el porqué del nombre, mientras disfrutaba, entre otras cosas de un yogur griego de quitar el hipo elaborado por Ioli, griega y gran anfitriona.

Escribo hoy desde este agradable espacio.

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Pues resulta que aquí, donde uno se hospeda y disfruta de descanso y de buen yantar a las mañanas vivió Carolina Michaëlis de Vasconcelos que fue la primera mujer que consiguió una cátedra en la Universidad portuguesa.

Y ya cruzando las historias, al igual que ella nació en Berlín, quienes actualmente regentan este hotel familiar, allí se conocieron y aquí han traído su historia y su proyecto.

Así que valga esta historia también para un reconocimiento y un recuerdo con cariño a las Doce miradas desde este lugar en Oporto que rompió algunos techos de cristal de aquellos tiempos y que se ha convertido, quizás este era su destino, en un espacio acogedor, fruto del mestizaje, de los encuentros y de los enamoramientos con otras personas y con las mediaciones habitables.

Y ya hablando de espacios os dejaré dos referencias para el avituallamiento. Se las debo a mi amigo Xavi Bru que puso en jaque a media familia para ofrecerme unas cuantas pistas sugerentes. Muchas otras me llegaron también vía facebook y prometo que estoy intentando hacer todos los deberes. 😉

Los dos, ya hablaremos de los que están por venir, son de carácter informal, pero atrevidos, ricos y juveniles.

Me refiero al Brick Clérigos y a La Piada.

Aquí os dejo unas foticos de los dos sitios.

Una nota final.
Me resulta muy sugerente la apuesta de bastantes jóvenes por implicarse en negocios con aire distinto y, en todos los casos, con una excelente atención. Por cierto, el seguimiento que hacen en las redes sociales es de 10.

Casa Carolina. También en Oporto ha habido acierto

Acaban de abrir.

Lo han hecho a principios de este mes de agosto.

Gente joven. Con ganas y atención de nuevo excelente.

Lo de ellos con la casa debió de ser amor a primera vista.

Así que Casa Carolina es fruto también de un flechazo, como el que he debido yo tener por Oporto.

Cinco habitaciones amplias, agradables, cómodas en una casa situada en una calle peatonal y pegadita a la zona de más trajín.

Los desayunos de toma pan y moja en un espacio agradable

como lo es toda la casa que es también la vivienda de esta joven pareja (él de Oporto y ella de Grecia) que se conocieron en Alemania y que se han liado la manta a la cabeza. Algo que es de agradecer para los que aterrizamos por su Casa Carolina

Así que ¡muy recomendable!

Y ahora algunas foticos de este Oporto que enamora con su dulce y amable aire decadente.

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Los creyentes y no practicantes siguen creciendo. Tercera oleada de la ‘fe bibliotecaria’

Mientras los creyentes practicantes y los seguidores del préstamo digital siguen bajando, los creyentes no practicantes, es decir, los que hablan mucho, pero luego hacen poco o nada sigue aumentando en esta tercera oleada que seguirá abierta todavía una semana más y a la que puedes, si lo deseas, contestar.

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Algunos comentarios recibidos

  • Era creyente y practicante pero olvidé devolver un libro, que no encuentro, y estoy castigada.
  • Voy a la biblioteca por inercia no por convencimiento. Vetustas/os bibliotecarias/os depositan los libros en las estanterías como reponedores del Mercadona ponen en fila los yogures en la zona de refrigedados. Si vuelvo es por la ilusión de que algún día suceda algo nuevo y dejen de adquirir como novedades libros de autoayuda y zombis.
  • Por dedicación profesional y devoción personal me siento en las bibliotecas como en casa. Es como las casillas del juego en las que repostas, reposas y en las que buscas respuestas a todo tipo de interrogantes…

Hasta finales de agosto puedes participar y hacer llegar tu opinión

Historia de la edición en España

Nos hemos hecho ya eco por aquí de la espléndida obra editada este año por Marcial Pons.

José Antonio Millán ha escrito recientemente Babelia:

La primera buena noticia sobre esta obra es, por supuesto, su mera existencia. Que en esta época de edición institucional mortecina y editoriales comerciales entregadas a la búsqueda del beneficio inmediato se pueda publicar impecablemente un volumen erudito de mil páginas en papel biblia, es toda una hazaña. Muy significativo también es que la haya editado una empresa familiar, que empezó como librería especializada en Derecho y Humanidades y luego se convirtió en editorial. Sí: el conocimiento directo del público ha sido —y sigue siendo— la clave del complejo negocio del libro.

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Casa Fontes en Pedras Salgadas

A veces, una experiencia de camino al destino se convierte en un hito agradable e inesperado.

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Así que la parada que hemos hecho para dormir antes de llegar hoy dentro de un rato a Oporto ha sido un pequeño regalo.

La reserva de un hotel a justado en precio y a una hora aproximadamente del destino ha sido una más que agradable experiencia.

Me refiero a Casa Fontes un hotel situado en Pedras Salgadas que gozó y todavia mantiene una estructura en torno a las aguas digna de conocerse y pasearse. Así lo hicimos ayer a la tarde-noche.

Y del hotel qué decir. Una bella casa exterior de piedra renovado y abierto hace tres años atendido en sus 12 habitaciones y en el espacio de restauración con mimo y cariño por una familia que se vuelca en la atención y en la amabilidad.

Buena wifi, habitaciones amplias y cómodas, precios más que  ajustados.

Así que  si os pilla de paso. No os lo perdais.

Os dejo algunas fotos del entorno y eso que me falta el desayuno que leo que es estupendo.

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Amamos algo específico (memorias de una librera)

Karina Sánchez, librera y directora de la librería  Tolstoi en Quito ha escrito un bello texto relacionado con el cierre y apertura de librerías que empieza así:

Quito es una entelequia –me ha dicho hace poco una clienta–, decir Quito es algo muy general, algo muy amplio. Y es cierto. Lo que amamos son cosas específicas, que pueden estar en cualquier lugar.

Se han cerrado o están por cerrarse varias librerías en la ciudad en estos meses, y afortunadamente también se ha abierto una nueva. Se han escrito varios artículos sobre el cierre del local de Librimundi de la Juan León Mera, también. Pues, bien, trabajé un año en esa casa, así que con esto solo seré específica:

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Bilbao y alrededores. Espacios para charlar y trabajar tranquilos

Agosto entre semana en Bilbao y a las puertas de la Semana Grande se convierte en una ciudad relajada y de ritmo sosegado.

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Ayer a Manuel Ortuño y un servidor nos dio para un casi ‘empacho conversacional’ que fuimos desarrollando en distintos sitios que ayer se ofrecían tranquilos y sin agobios.

Vale también como una propuesta de espacios en los que un servidor se siente a gusto y bien tratado y cuidado.

El periplo incluyó al Café Bilbao en la Plaza Nueva, el espacio La Ribera que anda ahora en su primer cumpleaños en los bajos del Mercado, la comida en el remozado y agradable Los Fueros, una copa a media tarde en La Terraza de la playa de Ereaga y una cena final en Al-Txile donde como siempre Luis mimó al güero de manera especial.

Hoy seguimos porque todavía nos queda tajo. Haremos nuestro fin de fiesta con uno de los lectores más voraces de los títulos de Trama allí donde alguno pierde siempre la mirada a lo lejos.

Darnos tiempo para los cuentos…

Disfruté a finales de junio en San Millán de una invitación de Carles García para gozar del entorno de la oralidad.

Quizás sea el menos conocido y apreciado en este entorno tan industrializado del libro, pero me generó una sensación de buen rollo y felicidad que me ha llevado, incluso, a crear una lista en mi twitter a la que me asomo todas las mañanas para recibir un poquito de aire fresco.

Tengo también entre manos el libro de Jean-Claude CarrièreEl círculo de los mentirosos. Cuentos filosóficos del mundo entero.

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Ça Trencada, nueva librería en Blanes

Parece que l’Escola de llibreria, que este curso que viene celebrará su cuarta edición, va dando frutos ya que en más de una ocasión, la formación se está convirtiendo en acción librera.

El último caso del que tenemos información sobre esta alegre noticia es el de la apertura de la librería Ça Trencada en Blanes.

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¿El atrevido en esta ocasión? Xavier Ros Miralpeix.

Informatización, diferenciación, especialización y servicio son los pilares sobre los que quiere ir avanzando con paso firme y seguro.

Desde aquí ¡ánimos!.

Podéis leer la noticia completa en el blog de l’Escola de llibreria.

Un detalle final que creo tiene su importancia. Si os fijáis en la imagen que acompaña esta entrada y sois finos observadores podréis ver a Carme Fenoll como una de las personas que ha dado al ‘me gusta’.

Esos guiños cruzados entre el mundo bibliotecario y librero son claves.

 

Los cuscusianos ponen alegría al inicio de la semana

Las llamadas que recibo al portero automático con el anuncio de un paquete o una carta son siempre un momento de sorpresa…… ¿Qué será?

Hoy me he llevado una gran alegría al ver el resultado de un proyecto del que tuve noticias allá por febrero-marzo gracias a esos hilos de confianza que, en esta ocasión, vinieron enlazados y liados en las manos de Julen Iturbe, pero que, como me enteré después, también podría haber llegado acompañado de Roberto y Miren.

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Lo que no parece cambiar con los cambios digitales

Sugerente el reciente artículo de Joan Subirats en El País, edición Cataluña, Cambios digitales, cambios estructurales.

Todo parece cambiar y, en el fondo, así es.  Cambia en relación al ‘hacer’ el qué, el cómo y el con quién.

Pero, todo el nuevo proceso digital parece que también

  1. Sigue manteniendo en pie el problema de cómo se distribuyen costes y beneficios. Quién gana y quién pierde en cada uno de esas nuevas dinámicas.
  2. Está poniendo en peligro intermediadores y profesiones que eran remunerados por su trabajo y por su conocimiento experto.

Avanzamos, como si fuera indiferente, hacia el precariado, hacia el falso emprendizaje, recubierto del ‘chaval tú si puedes’.

Ahora bien cómo conseguir que ese valor de la cooperación mantenga su justo equilibrio en la distribución de la riqueza y en la balanza coste-beneficio.

Difícil. Los neo-como no tienen ningún interés en que así sea y mantendrán el discurso de la ‘falsa’ gratuidad, mientras ellos se forran.

Es más. Tengo la sensación de que las distancias aumentan bajo el manto del ‘buenrollismo’ del ‘me gusta’.

Quizás, nos encontremos en los tiempos del ‘nuevo capitalismo de plataforma‘ como señala 

Comer en familia

Escribía Andoni Luis Aduriz, alma mater del Mugaritz, en El País Semanal:

Aquella noche, sentándonos a su mesa, esas personas, más allá de presentarnos su cocina, nos revelaron la intimidad de sus gustos, su manera de entender la satisfacción de comer, su sensibilidad y estética culinarias. Exhibieron su modo de relacionarse con el entorno, sus inclinaciones y debilidades gastronómicas. Expusieron cómo son y cómo viven descubriendo la intimidad de sus recetas domésticas. Porque comer en familia es todo eso y más. Es una radiografía de cómo somos y de lo que nos da forma. Por eso es tan propio y privado, porque nos desnuda. Y por ello, cuando ofrecemos nuestra comida y los invitados la aprueban, simpatizamos, fraternizamos y sentimos que nos reconocen. No es casual que la palabra compañero, etimológicamente, proceda de la expresión latina cumpanis, cuyo significado es “con pan” o “los que comparten el pan”. Quizá sea ese el motivo por el cual un amigo o un nuevo miembro de la familia no está totalmente integrado en ella hasta que come con nosotros. La mesa es la puerta de entrada a nuestro mundo más íntimo y personal, el espacio donde se construye parte de nuestra memoria colectiva.

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En nuestra familia, también entre amigos y amigas, que se lo pregunten a Ruisuc por ejemplo,  la comida en torno a la mesa compartida con propios y extraños, que lo son hasta que son invitados y se sientan, sigue siendo algo que se cuida y se aprecia. Parece que este cuidado y aprecio va calando en las generaciones más jóvenes.

Hace pocos días mi hijo se animó con unas hamburguesas de bonito que a una de sus tías le traía reminiscencias de su madre, mi abuela y bisabuela del cocinero.

Todo va posando. Todo va quedando y reinterpretándose. Todas lo disfrutamos.

Los seguidores del préstamo digital sufren un serio descalabro.Segunda oleada de la ‘fe bibliotecaria’.

Sigue abierta la encuesta que lanzamos a principios de agosto.

La evolución de los datos en función de las contestaciones recibidas es francamente sugerente en relación a la semana anterior.

Por un lado, salen a la luz los primeros ateos

Es más significativa la bajada en cinco punto de los seguidores del préstamo digital que no llegan en estos momentos ni al 10%. ¿será que el veranito llama al papel?

Ligero aumento, del 25% al 27,3%, de los creyentes y no practicantes.

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Más comentarios que van llegando:

– Imprescindible!!! La tengo delante de casa y no me sacan de allí ni con agua caliente.

– Padre, en ocasiones veo bibliotecas donde lo más parecido a la digitalización son las huellas dactilares de los niños en las ventanas.

– Desgraciadamente, y como proveedor ocasional de las mismas, soy librera, descreo profundamente de la labor de las bibliotecas públicas, cada vez más. Y las observo con tristeza infinita y desesperanza total. Gestoras de tres al cuarto que solicitan sin parar lo que lectoras de dudosa calidad les solicitan: betsellers varios, libros infantiles sin mayor interés, novelas de serie B que con toda seguridad no pasarán el filtro de los años, pocos. A todas nos gusta el buen rollito de pensar en la democratización de la cultura como si la cultura hubiera sido alguna vez un asunto de masas. Claro está que habría que discutir sobre qué entendemos por cultura. De momento, el dinero, poco, de nuestros impuestos, los de todos, se va por la cloaca que los rácanos exigen siempre abierta pues así se ahorran los quince o veinte eurillos que les costaría el librito de calidad dudosa que quieren leer; simplemente porque lo han visto en la lista falsa de los más vendidos que publican los periódicos o porque se los recomienda una anónima desde una paginita del World Wide Web. ¡Vamos! todas una autoridad de la nadería y el despropósito; aunque hay excepciones.

Hasta finales de agosto puedes participar y hacer llegar tu opinión