Ha sido una escapada corta.
No había más posibilidades, pero ha venido de perlas.
Os dejo algunas notas breves, mezcla de curiosidades, recomendaciones y demás.
Yo volveré seguro y espero que Ioli y Ricardo sigan con su proyecto
- Esta es mi primera recomendación. ¿Un sitio? Si os lo podéis permitir, Casa Carolina. Céntrico, pequeño, acogedor (5 habitaciones), con buen desayuno y siempre con una sonrisa como la que me ha regalado Ioli en la despedida.

2. Las gaviotas, sí o sí, serán vuestras compañeras permanentes. Así que iros haciendo a la idea. Comentan que son un auténtico problema y, desde luego, si tienen comida cerca no habrá nada que las mueva.
3. Llevar dinero contante y sonante. El pago con tarjeta ni es tan habitual ni tan común, por lo menos en estos momentos. Parece como si de repente se hubieran estropeado los datáfonos del país. No es generalizado, pero pasa y conviene ser previsor.
4. El desgaste de zapatilla creo que, como siempre, sigue siendo la mejor opción. En esta ciudad soprendente y sorpresiva quizás más. Añádase a ello que el subir y bajar permanente ayuda a reafirmar los glúteos. Algo que Sergio del Molino recomienda como conveniente.
5. Para comer y terracear la oferta es amplia y para todos los gustos y estilos. Os dejo tres, de los que ya he hablado y he probado que me convencieron: Brick Clérigos, La Piada y Tapabento. Para jugar a mirón de terraza os diría que, casi, cualquier esquina es buena.
6. Acercaros a sus playas y disfrutarlas bien al solete o paseando. Es un gusto y ayuda a volver luego a la ciudad con aire fresco en los pulmones.
7. El río y sus orillas son punto y aparte, sobre todo si vienes también de una ciudad que también lo tiene como referencia. Me sobran algunos chiringuitos, pero, eso es ya ponerse fino.
8. Las casas y su estado precario en ocasiones son una maravilla que obliga a pasear siempre con la vista alzada.
9. La calle tiene vida rica y variada. Hay mucha juventud volviendo al centro que sus padres abandonaron en los 80. Ello le carga de vitalidad y energía que se ve también en muchos negocios pequeños y distintos.
10…. Seguro que muchos de los que habéis estado podéis añadir muchos más.
Sólo añado, finalmente, lo que puse en el facebook como primera sensación.
Como un flechazo Oporto me acaba de enamorar con su dulce y amable aire decadente.
