Paso a paso

pasoapasoVolver a empezar.

Tener de nuevo que dar los primeros pasos.

Cambiar el ritmo. Lentificar ocupando el tiempo con lo importante.

Caaaalma. No hay prisa. Además la prisa no te(nos) llevará a ninguna parte.

Y en todo ese proceso volver en grupo a las lógicas humanas del cuidado.

La vida te da sorpresas. Sorpresas te da la vida.

Aprender de nuevo y siempre de las mayores.

 

 

Sello de Calidad de Librerías. Conviene cuidar más los detalles

El Ministerio comunica hoy que ya está disponible la plataforma web para solicitar el Sello de Calidad de Librerías.

A veces las prisas no son las mejores consejeras porque el cuidado de determinados detalles, sobre todo en proyectos que pretenden poner en valor la calidad, es importante.

Por un lado la nota del Ministerio ofrece una url propia del proyecto

(www.libreriasdecalidad.com).

Pero, al pinchar en la misma, no nos lleva a fecha de hoy, a un dominio propio, sino a un subdominio, tal y como se puede ver en la imagen, que no se sitúa en el ámbito público, ni en el ámbito librero, ni en el ámbito sectorial. Sino, en un ámbito privado:

http://www.i3com.es/libreriasdecalidad/

¿De quién es el dominio?

sellocalidadlibrerias

 Vaya un segundo detalle, ya que hablamos de calidad.

Quizás se debería mejorar la accesibilidad de la web que se ha creado para el sello. De 13 elementos medidos hay 2 regular, 3 mal y uno muy mal.

Lo dicho: las prisas son siempre malas consejeras en calidad; los detalles son importantes y… ahora la gran duda ¿interesará este proceso realmente a las librerías?

Veremos.

En cualquier caso. Creo que conviene no tener prisas.

Dejo una pregunta final. ¿Alguien se ha parado a pensar que puede haber librerías que cumplan todos los criterios, que sean por lo tanto en apariencia merecedoras del sello,  y que no sean proyectos viables económicamente? ¿Tendría esto algún sentido?

Librerías. Las personas y su formación son importantes

sello-calidad-librerias-logo-postSigo merodeando en torno al sello de calidad de las librerías. Doy un vistazo a lo que teóricamente Madrid ya tiene implantado y desconozco si hay alguna librería que se ha puesto ya a la tarea y tiene su sello como ‘Librería de referencia cultural’.

Me llama la atención que no hay prácticamente en el mismo ninguna referencia al elemento formativo de las personas que trabajan en la librería.

Y esta llamada de atención se me sigue cruzando por un lado con la lectura de Vers la fin des librairies? donde más adelante, pag. 42, vuelve a aparecer la formación no como algo necesario, sino como indispensable.

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«Librero, un oficio que se aprende»

Por el otro lado siguen coleando las preguntas de Dávila en sus Territorios del libro y que en su página 15 escribe:

Antes… se podía hablar con distintos libreros que tenían distintos gustos y que poco a poco ayudaban no sólo a la adquisición de libros, sino a la adquisición de un perfil de lector que acompañaría al que compraba libros por el resto de su vida (sí, vale incluir aquí cualquier apelación a la nostalgia que puedan imaginar). Hoy es una suerte si el que te atiende en la librería puede hacer mucho más que buscar en una computadora y traerte un libro que seguramente tú ya buscabas porque se haría una película o algo parecido. El futuro trajo consigo la desaparición del librero: hoy en día es más importante tener experiencia en ventas que haber leído a Proust, por mucho que leer a Proust destruya la mente de uno…

Para los que compran libros debería ser imperativo que las librerías tengan un personal diseñado para acercarlos al libro y no solo para ofrecerles algún distintivo que les permita ser identificados por la empresa como elementos que aportaron lo suficiente para cumplir la cuota del mes.

Y me reconcome la duda de si algo de esto se tendrá en cuenta en los sellos y demás marcas derivadas o nos fijaremos sólo en lo objetual como si las personas no importaran.

¿Hacia el fin de las librerías? Todo es posible

Vers-la-fin-des-librairies_largeAsí se titula en ‘traducción casera’ el libro que estoy leyendo en estos momentos de Vincent Chabault. (ver las primeras páginas)

Los franceses nos llevan la delantera en algunos temas como y uno de ellos es, en concreto, en el análisis del sector librero y en las medidas propuestas para dar respuesta a una situación.

Nos llevan años de ventaja y a veces, como los nuevos ricos, creemos que con copiar la letra es suficiente.

Conviene señalar, en cualquier caso, que el porcentaje de venta que se lleva la librería independiente francesa es inferior (22% en datos del 2013) que los de la librería independiente española (35,4% en datos del 2013 excluidas las cadenas de librerías).

Digo esto porque quizás a la hora de determinados discursos y adaptaciones como el del sello de calidad que ha intentado mamar en algún momento en sus planteamientos de la filosofía francesa quizás sea conveniente tener en cuenta el realismo de la situación y las cuotas de mercado que tocan en cada caso.

Reflexionaré e cualquier caso con más sosiego sobre este tema dentro de unos 15 días. Hoy no quería dejar pasar por alto un punto sobre el que casi todo el mundo calla y pocos le meten el diente: el de la formación. Ya en el año 51 se escribía sobre la necesidad de una ‘formación profesional suficientemente adquirida’

«que n’importe quoi ne peut être fait par n’importe qui, et que le livre ne doit être vendu que par les personnes ayant acquis une formation professionnelle suffisante […] il nous est difficile d’accepter que certains rayons de livres soient dirigés “au petit bonheur” par tel ou tel vendeur en provenance d’un rayon parfumerie, habillement» (Bulletin des libraires, no 679-680, 1951) (pag. 8)

Quizás, de nuevo, el sector vuelve a mirar a otro lado y deje la formación permanente y la formación de los nuevos profesionales totalmente de lado como garantía de un cambio sostenible a futuro.

Se nos lleva la boca exigiendo formación y mejoras de calidad en la educación y quizás no seamos capaces de reflexionar sobre ella y fijarla como una condición necesaria para dentro del sector.

Sin formación, el final estará, casi con seguridad, más cercano.

La calle es nuestra. La transición en el País Vasco (1973-1982)

Tranquilos.

Todavía no se ha publicado. Verá la luz a finales de noviembre.

Ya te avisamos que la tirada va a ser corta.

lacalleesnuestra

Escribe Raúl López Romo sobre la transición:

«La Transición no fue sólo un escenario de recambio institucional. Fue un proceso fundamentalmente político, sacudido por fuertes dinámicas sociales y culturales. Hubo una transición de una dictadura a una democracia, un paso de un ‘Caudillo por la gracia de Dios’ a una monarquía parlamentaria y un salto de un régimen centralista a un Estado de las autonomías. Pero hubo mucho más”.

Escribe Mikel Toral:

Siguiendo las inéditas fotos de Mikel Alonso y los precisos y depurados textos del historiador Gaizka Fernández Soldevilla hacemos un rápido recorrido por la década (1973-1982) que cambió radicalmente la historia de España y la de Euskadi. Y, sinceramente, creo que para bien. Muchos de los que con más ahínco empujábamos en la calle –combatividad, lo llamábamos–soñábamos con ir más lejos, con aquella ruptura democrática. Nosotros también queríamos tomar el cielo por asalto.

Escribe Antonio Rivera:

Aquellos años intensos del tardofranquismo y la Transición nos resultan extraordinariamente cercanos. Quizás porque fueron los años de nuestra frenética, saludable y combativa juventud. Quizás porque entonces teníamos sueños que no cabían en ninguna historia.

En todo caso, seguro, porque forman parte esencial de nuestras biografías y memorias, y las tenemos por eso todavía presentes. Pero son también hechos y procesos que, acumulativamente y al margen de nuestros deseos, conforman la historia general de un país. Y esta segunda dimensión solo es explicable con rigor, adustamente, con arreglo a la historia y no a la memoria, ni al recuerdo fácil, ni a la convicción extendida.
Cada cosa en su sitio. Y, además, si han pasado cuarenta años de aquello es que ya no somos unos niños, más necesitados de recuerdos amables que de explicaciones razonables. Pero, ¡qué noche la de aquel día! Nunca desde entonces hemos tenido, de uno en uno y en colectivo, tantos deseos y fuerzas para cambiarlo todo.

El índice

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El lado oscuro de la revolución digital

Hoy, gracias al cambio de hora, la mañana ha tenido una hora más.

Así que he podido disfrutar de un paseo sosegado y de una lectura todavía más pausada de los periódicos.

Creo que hacía muchos domingos que no dedicaba tanto tiempo a la prensa escrita en papel.

No me quiero extender, pero sí recomendar dos artículos sugerentes en mi opinión, aparecidos hoy en el suplemento Ideas de El País.

Creo que son de sumon interés para todas las personas que nos movemos en los entornos de la cultura.

Dejo aquí sólo alguna cita:

  • Silicon Valley está organizando un asalto contra la filosofía en la que se basa la socialdemocracia, la noción de que los Gobiernos y los ayuntamientos pueden fijar normas y leyes que regulen el mercado. Silicon Valley opina que no: el único límite a los excesos del mercado debe ser el propio mercado. Son los propios consumidores los que deben castigar —poniendo malas notas, por ejemplo— a los malos conductores o a los anfitriones poco fiables; los Gobiernos no deben entrometerse…. Cuando el poscapitalismo nace del debilitamiento de las protecciones sociales y las regulaciones de la industria, entonces definamos con propiedad: si Silicon Valley representa un cambio de modelo, es más bien al de precapitalismo. (Evgeny Morozov).
  • Cuando lo trivial nos invade, parece que perdemos el control de lo esencial. En Reclaiming Conversation [Recuperar la conversación], su controvertido nuevo libro, Sherry Turkle, catedrática del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), expone cómo una dependencia excesiva de las redes sociales y de los sistemas de mensajería electrónica puede empobrecer nuestras conversaciones e incluso nuestras relaciones. Sustituimos la intimidad real por la simulada…Las herramientas de la era digital engendran una cultura de distracción y dependencia, una subordinación irreflexiva que acaba por restringir los horizontes de la gente en lugar de ensancharlos.

    Poner en duda Silicon Valley no es oponerse a la tecnología. Es pedir más a nuestros tecnólogos, a nuestras herramientas, a nosotros mismos. Es situar la tecnología en el plano humano que le corresponde. Visto retrospectivamente, nos equivocamos al ceder tanto poder sobre nuestra cultura y nuestra vida cotidiana a un puñado de grandes empresas de la Costa Oeste de Estados Unidos. Ha llegado el momento de enmendar el error. (Nicholas Carr)

Sigamos poniendo en duda y no comulgando con ruedas de molino.

L’Argonauta: desde mayo presente en Balaguer.

Lo que en su momento fue una tienda de moda se ha pasado a la moda de las librerías. ¡Quién sabe si este proceso empezará a marcar una nueva tendencia!.

Y así el 15 de mayo abrió sus puertas en Balaguer L’Argonauta.

Largonauta

Parece que el trabajo de L’Escola de llibreria va dando sus frutos y de sus promociones van naciendo proyectos como este último.

Andrea y Cèlia, Mantua y Balaguer, son el mestizaje de personas que invita a entrar a este ‘Espacio de Letras’

¡Sed bienvenidos! ahora que está cerca la celebración del Día de las Librerías (13 de noviembre) en el que, si se me permite, ojalá se dejaran por un día de lado, los rifi-rafe asociativos para disfrutar de una celebración pensada por y para las librerías y los lectores.

diadelaslibrerias

#ApoyemosANuestrasLibrerías

 

 

Librerías cooperativas por la radicalidad… ¿son radicales en la praxis de verdad?

De algunas de ellas hemos hablado aquí, las hemos visitados. Con otras tenemos visita pendiente.

Librerías cooperativas por la radicalidad democrática del mundo, uniros! Con Traficantes de Sueños (Madrid), La Pantera Rossa Csl (Zaragoza), Katakrak (Iruña), Synusia (Terrassa), La Vorágine / Cultura Crítica (Santander) y La Libre (Málaga) –de nuestra red–, pero también por con otras librerías amigas del resto del estado, La Ciutat invisible (Barcelona), La Fuga (Sevilla), Cambalache (Oviedo), etc…

Su nacimiento, evolución y algunas prácticas concretas han generado en algunos casos discusión, han provocado interrogantes y lo que sí es claro que no dejan a casi nadie indiferente.

Tengo la sensación de que a la mayoría de ellas, el lío asociativo sectorial les da bastante de lado porque el libro para ellos es una parte de su apuesta, una ‘caja de herramientas’ como afirman en algún caso en el propio vídeo.

Creo que tienen el valor de interrogar, sólo con su presencia, parte de los discursos complacientes que existen sobre la generalidad del mundo librero. Ellas demuestran que no todo es lo mismo y que los puntos de vista pueden ser distintos.

Otro tema de discusión y debate más sugerente sería con qué parámetros, con qué variables medimos la radicalidad.

Aquí dejo un listado, como primera lluvia de ideas de posibles variables.

  • Los contenidos y los soportes con los que se trabaja.
  • Las condiciones de trabajo de las personas que están en el proyecto. (Salarios, horarios, formación…)
  • La estructura societaria, empresarial o asociativa escogida.
  • La ubicación de la librería.
  • La red de relaciones que se tejen. (asociativas, empresariales, comerciales, vecinales, con los clientes, con otros colectivos, con otros sectores de la cultura…)
  • Las entidades financieras donde se tienen los dineros.
  • La propiedad o no del espacio.
  • Las actividades que se realizan.
  • La reflexión que se genera y se aporta.
  • El nivel de infraestructura tecnológica y digital que se utiliza.

En la praxis, más allá de los discursos es, al fin y al cabo, donde se sustenta y cobra sentido la radicalidad y el proyecto.

Bibliotecas… ¿para qué?

Una interesante pregunta ¿no?

Mañana en Donosti, de la mano de Donostia Kultura, el Koldo Mitxelena de la Diputación y Tabakalera empiezan a celebrar un conjunto de actividades en torno al Día de la Biblioteca que es el 24 de octubre.

Me han invitado a participar el viernes en una mesa redonda para contestar precisamente a esa pregunta.

Bibliotecas_paraque

Me parece siempre positivo que las personas y las propias instituciones nos atrevamos a preguntarnos por el sentido de las mismas, por sus finalidades, por ver si responden realmente a algo o se han convertido por el simple paso de los años en entes muertos, falsamente sacralizados e idolatrados, llenos incluso de personas vivas, pero en los que al final la forma puede sobre el fondo y lo externo, la apariencia y los discursos trasnochados pueden acabar haciendo imposible la vida.

Tengo algunas pinceladas preparadas de datos e imágenes cogidos de aquí y allá que creo pueden resultar sugerentes para la conversación.

Aquí os los dejo y que cada uno las interprete como quiera…

Cuidado Ada Colau… no todas las librerías tienen interés cultural

¡Qué miedito me dan las medidas del café para todos!

Buenas iniciativas se pueden acabar convirtiendo en intrascendentes.

El Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado que ayudará a las librerías con rebajas fiscales. La pregunta que automáticamente me viene a la cabeza es: ¿A todas?

¿Incluso a esta de las que nos hablaba ayer Ovidio Paredes?

Siento deseos de ponerme a gritar y de decirle antes que una persona que está trabajando en una librería debería echar un vistazo de vez en cuando a los catálogos de las novedades.

Entiendo que entrarán en este juego de rebajas las librerías, de nuevo, de viejo, de segunda mano, de medicina, de cómics, infantiles, para tercerad edad… ¿El criterio será la licencia municipal?

Iremos viendo cómo se mide el interés cultural. terreno resbaladizo.

No se me entienda mal. No digo que no me parezca sugerente e interesante la medida, pero creo conocer un poquito el funcionamiento de la clase política y nadie pondrá el cascabel al gato sobre quién tiene o no tiene interés cultural.

Y sería francamente interesante saber qué entienden las librerías, la administración y los ciudadanos por interés cultural.

Manuel Dávila en su espléndido Los territorios del libro deja algunas pistas:

  • El librero del futuro es la piedra angular de la librería del futuro. Sin una idea clara de cómo será este librero, no importa la inversión en mobiliario o tecnología que se haga en una librería, será siempre insuficiente.
  • ¿Qué trae consigo el librero del futuro? La capacidad de presentar verdaderamente al cliente dos opciones de librería: la que despacha (que no requiere en realidad el factor humano) y la que atiende (capaz de despachar y al mismo tiempo plantar compras inmediatas o futuras en el cliente).
  • El verdadero trabajo del librero, y lo único que garantizará su existencia en el futuro, es la posibilidad de la venta sugerida, personalizada, arriesgada y con un alto índice de satisfacción. Es ahí donde el algoritmo no puede ser mejor que un librero, simplemente porque el algoritmo sólo puede presentar unas cuantas opciones de primera instancia.
  • Las librerías del futuro serán aquellas donde las mejores recomendaciones, los mejores empleados, las mejores estrategias de marketing sean capaces de converger y presentarse de la manera más simple e intuitiva al lector. Todo aquello
    que es imposible generar a través de una pantalla deberá vivir de manera natural en el mundo analógico. Dejaremos el negocio de los libros y entraremos al negocio de los lectores.

Trama Editorial: ordenando un poco la casa

Ahora que hemos actualizado la web de Trama y reordenado contenidos os explicamos de la manera más clara, precisa y concisa dónde podéis seguir estando al día y en contacto con nosotros.

Dónde estamos palpables y a menudo con ganas de conversación y de escuchar ideas: en la calle Blanca de Navarra en Madrid. En un precioso local planta calle.  Si os acercáis, conviene que peguéis antes un toque no vaya a ser que andemos como locos vendiendo a librerías o cerrando acuerdos y contratos de nuevos libros.

trama editorial

Si queréis estar al día de las novedades, actividades, sorpresas, ofertas, cursos y ocurrencias, lo más eficaz es que os suscribáis a nuestra lista de distribución AL DÍA DE TRAMA EDITORIAL.

Si vuestro interés se centra en las Publicaciones del Museo de la Universidad de Navarra hay un espacio específico de información en la lista de distribución PUBLICACIONES MUN.

Nuestro correo siempre está dispuesto a recibir sugerencias, dudas y propuestas.

Todas las novedades de nuestro blog a través del canal de Sindicación de contenidos.

En las redes nos encontrarás en Twitter y Facebook.

En Pacífico con la madre. Para el recuerdo

Todavía disfrutamos de ella.

Todavía tiene el ánimo alto y ganas de disfrutar de la vida y celebrarla.

Las imágenes de la comida de este sábado… para el recuerdo.

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Y del Pacifico lo que ya he escrito en Tripadvisor:

Ayer celebramos comida familiar en Pacífico que lleva poco más de cuatro meses de andadura en Bilbao.

Tres generaciones a la mesa y todos salimos satisfechos de esta propuesta novedosa en Bilbao.

Así que anduvimos probando en el cruce peruano mexicano que proponen con algunos otros guiños.

Tres generaciones que salimos satisfechas de todo los platos pedidos menos de uno que, gran detalle, nos ofrecieron cambio.

Agradable espacio, excelente atención y gente joven bien preparada en la sala y en las cocinas.

En digital: música y audiovisual por delante del sector del libro

Lo leí hace poco. No recuerdo dónde. Alguien tuvo la ocurrencia de decir en relación a la lectura que lo que habrá que enseñar en un futuro será a leer en imágenes. Algo que si se piensa desde la lógica de las pantallas tiene bastante sentido, pero que no es algo nuevo.

Ahora bien, me da la sensación de que el sector del libro tiene poco que decir sobre eso. Hay otros sectores de la cultura más sabios

Ahí va un ejemplo de cómo creo que, por lo menos en Euskadi, la industria cultural de la música y del audiovisual llevan a la del libro alguna ventaja; bien porque ya han sufrido en sus carnes y lo siguen haciendo de manera más directa las consecuencias de los cambios de algunos paradigmas; bien porque hay personal más espabilado y más dinámico; o, por ambas cosas y algunas más, a la vez.

Del 20 al 30 de Octubre se celebra en Bizkaia el BIME. Este es su tercer año. Es un evento ‘ferial’ joven, pero si dais un vistazo al programa de actividades profesional y a los ponentes veréis que es igualito al Liber ¿no?

BIME

Si ya nos vamos al ‘meneo’, pues más envidia.

En el marco del mismo EIKEN, el cluster del audiovisual en Euskadi va a presentar el estudio Audiovisual y contenidos digitales: un metasector innovador en Euskadi. No sé si pillais esta alianza y estas sintonías entre Cine y Música bastante más ambiciosas del acuerdo firmado en Liber Rodando páginas.

eiken

En fin… ¡mucho que aprender, pero no sé yo si hay muchas ganas!

Los subsectores de la música y el audiovisual nos pasarán por la derecha y la izquierda. Los usuarios se pegarán cada vez más a las pantallas, pero no para leer. Empiezan ya a existir algunos datos claros. Las grandes empresas que nacieron desde el sector del libro, pero que ahora son ‘multi’ se reposicionarán. Ya lo vienen haciendo.

¿Y los demás?

Pues probablemente desde la dimensión de gran volumen a verlas venir y buscando los micronichos como locos.

Y, algo importante. La idea original, no vino de la parte institucional sectorial, ni de la administración, sino de la empresa privada pura y dura.

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Lectores de Revistas Culturales: más que usuarios de Bibliotecas y menos que compradores de librerías

El estudio de Hábitos Culturales también se ocupa de los lectores de Revistas culturales (página 182 y siguientes).

Ya adelanto que los ciudadanos se acercan a las revistas menos que a las librerías, pero más que a las bibliotecas. Por lo menos, en el último año. El 31,9 de los ciudadanos parece que ha tenido por lo menos una vez una Revista cultural entre sus manos, mientras que sólo el 25,6 han traspasado las puertas de una biblioteca. Y en este sentido es francamente preocupante el poco interés que las mismas despiertan entre los ciudadanos.

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Podemos señalar también que la franja de edad más lectora de Revistas culturales se sitúa entre los 25 y los 55 años y va unido con claridad a niveles de estudios superiores y más específicamente a los universitarios.

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Digo todo esto porque en el reciente Liber ARCE presentó algunos de los resultados de un reciente estudio que han realizado sobre el perfil de los lectores de revistas Culturales y que en estas primeras percepciones es bastante coincidente. Se pueden consultar unas primeras notas y un perfil genérico en el catálogo que ARCE ha publicado recientemente.

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Hablaremos con más calma sobre el mismo una vez que lo leamos y que se haga público.

El 23, viernes de la semana que viene, me han invitado a participar en una mesa redonda en Tabakalera que, no sé si intencionadamente o por casualidad lleva el título de Bibliotecas ¿para qué?

La verdad es que algunos datos no lo ponen fácil. Quizás, como acertadamente señalaba P en un comentario y enlazaba a un interesante artículo, se valoran los principios, pero no los servicios.

En el fondo es un proceso muy común en los procesos de institucionalización donde la mediación se absolutiza y hacer perder el sentido a la práctica que le dio origen. Se pretende mantener su defensa en un función de unos principios convertidos en discurso  que al final es vacío y que está alejado realmente de las demandas o que no tienen ningún interés para la ciudadanía.

Quizás resulte que al final su función principal sea siendo la de ‘guarda y custodia’.

Lo dicho: por seguir provocando y por ir preparando algunas reflexiones para el viernes 23.

Y, ya ven que en todo esto, lo digital parece pintar poco.

Ir a la librería y comprar: un hábito cultural más frecuente que ir a la Biblioteca

Pues sí, pues sí. Se comprará poco. Cada vez menos, pero aún con ello hay más personas que compran libros (36,9%) que las que pasan por las bibliotecas (25,6%).

Y dónde compra el personal. Pues mayoritariamente en esas librerías que parece que cierran pero que siguen atrayendo a más usuarios que las bibliotecas. Así que nos encontramos con el fenómeno curioso en parte que se sustenta públicamente una institución que atrae aun número de usuarios inferior al necesario para que una librería se mantenga, pero aún con todo lo mantenemos entre todos.

Junto a ello un dato alentador y esperanzador. ¿Qué franja de edad es la que proporcionalmente más acude a las librerías frente a otro tipo de establecimientos? ¡Los peligrosos nativos digitales! Curioso

lugardecomprayedad

La situación de las bibliotecas, por otra parte, es tan patética, ya me perdonarán que hasta los amigos son más prestamistas que los espacios públicos.

Obtenciondelibros

Quizás las librerías, sobre todo aquellas que juegan un papel de referencia entre sus compradores-lectores, podrían ser agentes culturales dinamizadores a favor de las bibliotecas. Esto sería más fácil o contaría con un mayor nivel de motivación para las librerías si luego las bibliotecas realizaran, por lo menos como contrapartida, las compras en las mismas. La parte privada del sector poniendo en valor e intentando dinamizar a la parte pública.

Las librerías dicen algunos que cierran por falta de clientes y mantenemos instituciones con el dinero de todos que atienden a menos clientes que los que pasan por la librería. Resulta a veces difícil de entender.

Aún con todo quizás librerías y bibliotecas que son dos realidades distintas puedan tejer redes y quizás desde lo pequeño y desde visiones en red y compartidas que apuestan por el público más asiduo en ambos casos que es el joven se puedan ir construyendo nuevos presentes-futuros.

Lo dicho. Por provocar un poco.

La Biblioteca: un hábito cultural poco frecuente

He empezado a mirar los siempre sugerentes datos de la encuesta de Hábitos y prácticas culturales 2014-2015.

La posibilidad de verse en relación con los otros sectores culturales creo que aporta siempre un valor de perspectiva que es muy terapéutico para superar el ombliguismo.

Me viene bien, además en este caso, para sacar algunas notas para una futura mesa redonda en torno al tema bibliotecario

Veo así que la Biblioteca en cuanto a uso comparado no sale excesivamente bien parada. Podríamos decir que es el recurso estructural menos utilizado por los ciudadanos mayores de 16 años después de los archivos y que, en cambio sea uno de los que más presupuesto público se lleva, dicho esto con el interés claro de incitar, pero también de reflexionar.

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Si además somos conscientes de que cuando la gente va al cine, a conciertos, a museos o al teatro tiene que aflojarse el bolsillo mientras que cuando va a la biblioteca no lo tiene que hacer directamente pues… ya me dirán.

Si ahora nos fijamos en la edad nos daremos cuenta que la biblioteca es casi un fenómeno juvenil que se va desinflando con la edad. Algo que no ocurre en otros sectores.

Biblioteca_edad

Así que con este panorama dibujado sólo en dos pinceladas ¿qué futuro le puede aguardar? o planteado de otra manera : qué peso cultural presente tiene un equipamiento público que sólo es utilizado por una cuarta parte de la población.

Lo dicho: por provocar un poco.

Mañana si todo va bien, hablaremos de las librerías o de lo que en la encuesta se llama ‘establecimiento comercial especializado’.

Y vino Manuel Dávila y nos cambió unas cuantas preguntas

Los territorios del libroEl Boomeran(g) realizaba recientemente una breve reseña de Los territorios del libro de Manuel Dávila.

Yo he terminado hace unos días su lectura, acompañada de mis ‘hojas de notitas’ que suelen ser la demostración, en mi caso, del ‘libro leído’. Al mismo tiempo, la cantidad de las notas tomadas, del interés, los interrogantes, dudas o sugerencias que el libro me ha producido.

El libro de Manuel me parece provocador y clarificador en la medida en que las preguntas que nos hacemos nos ayudan a buscar nuevas respuestas y su lectura me ha generado dudas y preguntas.

Creo que todo ello, además, con un Liber reciente cobra incluso más sentido para quizás desde la óptica del libro constatar que la gestión del mismo y su futuro es compleja.

Que, además, en determinados momentos, te muevan un poco o un mucho el foco de la reflexión me parece importante y esto Manuel lo consigue con frecuencia.

Ahí va pues la primera píldora-cita que pone el dedo en la llaga del no saber qué es un sector y que genera un río revuelto para ‘ganancia de los pescadores’ amantes de los discursos generalistas.

El problema es que en una industria como la del libro, que empieza por la esquizofrenia de no saber si vende conocimiento, cultura, estatus, entretenimiento o productos, era muy fácil que un sismo debilitara todas las estructuras actuales… Lejos de las ideas de los futuristas que hablan de la tendencia final del libro, estamos los jugadores del partido que tenemos en nuestras mentes, decisiones y estrategias la obligación de sobrevivir… Debemos ejercitar la autocrítica y entender que el lector y el escritor están dispuestos a vernos caer por este abismo y que lo merecemos. En muchos sentidos, tenemos que entender que la era de la industria ha terminado. (pag. 66-68)