Librerías de ‘campo y playa’ o de pueblo… ¡a mucha honra!

Nos gusta lo pequeño, aquellas realidades que habitualmente no están en el foco, que superan el eje centralizador Madrid-Barcelona.

Así que la iniciativa de masdearte.com de poner el foco en librerías que se encuentran fuera de los ‘grandes circuitos’ pero que precisamente cobran sentido, como todas, en la atención y propuesta a ‘otros’ públicos merece la pena.

Hoy domingo día festivo, el jugar y traer a las librerías de pueblo, o de campo y playa, más cercanas a lo natural, a lo apacible, al ritmo tranquilo tiene su punto de relajo y descanso.

Podemos pasear por unos cuantos pueblos y sus librerías. Movernos entre el libro viejo y el nuevo, entre la general y la especializada; tomar un café o asistir a una actividad… minetras disfrutamos del paisaje y el paisanaje y nos salimos de campos más trillados.

Iniciativas, al fin y al cabo, que ponen en valor lo pequeño.

A mí me ha servido para descubrir una nueva librería infantil que lleva abierta unos pocos meses, Librería Unquera en Unquera, Cantabria.

Las sugerentes reflexiones de Antonio Rodríguez de las Heras en bez

Muchas de las personas que aterricéis por aquí habréis oído hablar o habréis leído  algo de Antonio Rodríguez de las Heras. Quizás una de las primeras personas que afirmaron quizás con cierto atrevimiento hace diez años que

“el encuentro entre Tic y nuevos lectores va a dar lugar a una era de esplendor en la lectura y escritura”

logo_cabecera_fin_de_semanaDesde hace unos sábados y gracias a bez un nuevo y joven diario digital disfruto la mayoría de los sábados con el café y recién levantado de sus agudas y certeras reflexiones abiertas que me permiten, además, tener la sensación de ser capaz de twittear algo inteligente durante el fin de semana.

//platform.twitter.com/widgets.jsOs dejo los enlaces a los cuatro últimos para vuestro disfrute:

No perdáis tampoco de vista otros artículos de bez que detrás de ese quizás excesivamente pretencioso imperativo «lo que debes saber» que aparece en su cabecera, esconde desde luego nuevos y sugerentes puntos de vista sobre muchos temas.

Creo que me agradeceréis la recomendación.

Librerías independientes en Bretaña. Un ejemplo de guía

librerias_bretañaAlgún día espero volver por Bretaña para hacer los casi 1.800 kilómetros del GR-34

Cuando estuve hace dos años, en verano, disfruté de algunas de las librerías del territorio.

Me he encontrado con una cuidadosa guía que recoge 188 librerías independientes que dan servicio a una población cercana a los 3.300.000 habitantes más todos los que vayan de visita a ese bello territorio.

Me ha hecho ilusión ver en la misma a casi todas las que en su momento visité.

Me parece sugerente, incluidos los iconos utilizados para describir las especialidades y servicios de las librerías.

Si os vais de viajes por esas tierras, la podéis llevar con vosotros.

¿Pensáis que merecería la pena hacer algo parecido por aquí y que estuviera siempre actualizada?

Ver guía.

La realidad siempre se esconde y se muestra en lo pequeño y en los detalles…

texturas1Hoy a la mañana al ir a preparar y coger un material para una jornada de trabajo con una más de las pequeñas (grandes) empresas que forman en su conjunto tan disjunto ese sector que llamamos ‘el del libro’ me he encontrado casi perdido entre las páginas uno de los primeros elementos promocionales de la Revista Texturas.

Os invito a hacer un repaso de los nombres que aparecen. Comprobaréis que los había ya de todo ‘pelaje y condición’ y casi todos, por no decir todos, siguen, diez años después, aportando visiones distintas dentro del mundo de los libros, la lectura, los contenidos y la cultura.

Un mundo con muchas visiones y en el que te das cuenta sobre todo cuando se está a pie de obra con empresas que los grandes números , las grandes lecturas casi nunca son fiel reflejo de la realidad que las empresas viven en su cotidianidad y en sus planteamientos y expectativas; donde casi nunca el discurso cuadra con el hacer ni aporta excesivas pistas. poco más, en ocasiones, que alguna luz en el horizonte.

En el fondo, la ‘teoría de los huecos’ de Paco Puche vislumbraba ya esta realidad que cada vez, y son muchas, que me encuentro con lo pequeño, cotidiano y distinto se me confirma de nuevo y me hace, además, seguir manteniendo siempre el principio de esperanza basado en la realidad de todos los brotes verdes.

Hoy además como territorio para la nostalgia he trabajado cerca de donde hace casi treinta años empecé mi relación con el sector del libro.

He vuelto a recordar y conversar sobre el barrio de hace 30 años, su evolución, sus esperanzas. A comer con quien y en donde ya hacía 30 años que está abierto y allí sigue después de más de una ida y vuelta.

Hoy se han juntado, desde lo pequeño, algunos detalles para el recuerdo… y he vuelto a disfrutar, como casi siempre, del trabajo de acompañamiento a lo hermosamente pequeño e ilusionante.

Y algunos seguirán buscando dónde están los lectores de libros… en la red parece que no

Acabo de dar un vistazo al sugerente estudio de AIMC Marco general de los medios en España elaborado con datos del 2015.

Abundante información con series de datos desde el año 1999.

Dejo por aquí sólo algunas pinceladas.

Clase-nivel social, edad y tamaño de población siguen siendo variables claves para ver que no todo el monte es orégano. Internet tampoco ‘iguala’ las diferencias reales ni penetra de la misma manera. Aquí lo único que nos iguala sigue siendo la ‘caja tonta’ que parece ser la más democrática y accesible como canal. (página 15).

La audiencia de los periódicos, en su conjunto, es un 20% menos que en 1999 (de 35,2 millones a 28,5). La de los suplementos se ha quedado reducida, en el mismo período a un tercio (de 31, 3 a 11).

Al libro en la red ni se le espera. Hay lectores ¡faltaría más! como buscadores-sabuesos de información, lectores de correo electrónico, incluso algunos serán escritores, y, también lectores de información de actualidad.

Encontraréis a quienes ven cine, juegan, se descargan podcast, compran, oyen música, leen incluso también en redes sociales, son activos en blogs y foros…; pero ¿leer libros? No parece ser la lectura la actividad que enamore.

usointernet

Más datos… (página 69). En el año 1999 el 30,6% de la población compraban libros para uso personal. En el año 2015, el 20,5. ¿Cuándo empezó a cambiar la tendencia con claridad? En el año 2006.

En cambio, aunque con menor porcentaje poblacional, los espectáculos en vivo como los conciertos y el teatro se mantienen estables. No así el espectáculo del fútbol que ha perdido casi el 60% de la audiencia.

Algunos se seguirán empeñando en que es el nuevo medio para la lectura, los usuarios no parecen tener interés en que puedan confirmar sus hipótesis. El estudio de la ONTSI sobre el perfil demográfico de los internautas marca también la misma tendencia.

Alguna flota pesquera seguirá haciendo el agosto mientras seguimos comprobando que el libro pinta menos.

redessocialesnormal

Siguiendo la conversación y… haciendo cultura

La conversación sosegada y el ambiente conversacional sigue siendo para un servidor ‘droga dura’. Si es con tiempo, siempre necesario, y en torno a una mesa ya ni os cuento.

Ya lo escribió Gabriel Zaid hace tiempo:

La cultura es conversación. Pero escribir, leer, editar, imprimir, distribuir, catalogar, reseñar, pueden ser leña al fuego de esa conversación, formas de animarla. (Los demasiados libros; pag. 31)

El puede aquí es importante porque indica que no en todos los casos lo será.

Pondré un ejemplo contemporáneo. Será difícilmente creíble que el grupo Prisa genere realmente conversación con su nuevo ‘engendro libresco‘, cuando ha matado él mismo los cauces conversacionales que podía mantener vendiéndolos al mejor postor. Parece que incluso va a perder la educación que le vio nacer.

No es esto en cualquier caso lo importante. Lo realmente clave creo que es que los humanos podamos disfrutar de espacios realmente conversacionales. Y la conversación, por lo menos para la RAE supone unos contextos y unas determinadas situaciones.

1. f. Acción y efecto de hablar familiarmente una o varias personas con otra u otras.

2. f. desus. Concurrencia o compañía.

3. f. desus. Comunicación y trato carnal, amancebamiento.

4. f. desus. Habitación o morada.

Familiaridad, el otro físico, espacio y ‘toque’ parece que marcan el campo de juego de la conversación de verdad y, por lo tanto, serían quizás los cuatro puntos cardinales que posibilitan el hecho cultural.

Digo esto porque es gozoso ver cómo con determinadas personas (punto 1) cuando nos juntamos (punto 2) físicamente tras los abrazos y carantoñas (3) en un espacio (lo siento pero no diré cuál punto 4) surgen, aunque haya habido un lapsus espaciado las palabras, emociones, reflexiones, intuiciones en torno a los otros, a nosortos, al territorio y al sentido individual y colectivo que ni siquiera nos hace falta ‘leña para el fuego de la conversación’.

Manuel sabe que se lo ha perdido porque andaba en menesteres institucionales. también, por supuesto, haciendo cultura que es algo muy distinto a hacer negocio con el cuento de la cultura que algunos andan vendiendo.

Piensen en cambio, cuáles puede ser en algunos casos, unos buenos espacios conversacionales donde no es tan necesario que haya mucha oferta, sino oferta con sentido e intención de provocar conversación.

 

El (un) libro como parte de un ecosistema.

Todo objeto necesita su sujeto que lo nombre y lo contextualice.

El libro no es un objeto, sino el genérico de muchos objetos distintos que son, al mismo tiempo, contextualizados de manera distinta por los sujetos.

El libro, en genérico, no es por lo tanto un objeto cultural porque todas sus concreciones no lo son. Algunos libros serán objetos y mediaciones culturales

Hay algunos libros que son contextualizados y puestos en relación por algunos sujetos con el ‘genérico cultural’ y son concreción y/o mediación cultural.

Algunos libros pueden ser excelentes objetos de intercambio social o de puesta en valor cultural.

Ahora bien, los objetos tienen forma y contenido y ambos como elementos de significante y significado les hacen jugar un papel simbólico específico en un ecosistema.

Si cambia el significante o la forma cambiará casi con seguridad el papel simbólico que juega y puede incluso llegar a cambiar el significado que supera al propio contenido.

En la medida en que la cultura y sus manifestaciones es un fenómeno complejo que no está vinculado únicamente a una función comunicativa sino también a unas prácticas sociales y unos modos y maneras, es difícil pensar que el cambio de un significante y de un formato sea algo neutro y sin efecto en el ecosistema cultural, relacional y comunicacional.

Cuando se pasa a generar un discurso donde lo que prima es el elemento objetual sobre el elemento del significado, la consecuencia a medio plazo suele ser la pérdida de sentido en favor de la mediación que nunca es neutra porque siempre tiene un valor económico.

Todo lo anterior me viene en parte sugerido por algunos fragmentos de Elogio del papel de Roberto Casati

El libro no parece pintar mucho en el comercio electrónico…

ni en el del soporte, ni en el de los contenidos.

Cuando los datos de un sector se obtienen no desde el propio sector, sino desde fuentes externas los resultados suelen ser en general mucho más interesantes.

Así, por ejemplo, hace ya tiempo que escuché a un serio profesor de universidad afirmar que si hacemos caso a los datos de las encuesta de uso del tiempo del INE es imposible que los españoles tengan para leer el tiempo que dicen tener.

Algo parecido ocurre con el peso que en el comercio digital, según datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, parece tener el sector del libro en España.

volumennegociocomercioelectrónico

No está entre los 10 primeros sectores en volumen de negocio. Este hecho sitúa su volumen por debajo de los 150 millones de euros.

En volumen de transacciones, unido a discos, periódicos y papelería ocupa en cambio el tercer lugar. Es decir: mucho meneo, pero poca pasta en cada operación.

Su volumen en plan ‘marca España’ tampoco es significativo ya que no ocupa tampoco puesto entre las diez primeras ramas de actividad de comercio con el exterior. Si alguien espera que dentro e España la cifra va a ser relevante… se llevará un nuevo chasco.

Ya hablamos hace tiempo sobre el hecho de que el libro no es tampoco el rey del mambo digital si nos olvidamos del soporte y hablamos sólo del contenido que viaja digitalmente. Ello, en cualquier caso, no es obstáculo para que algunas personas sigan con la prisa discursiva sobre lo que dicen que llegará y no llega para el libro.

Quizás convenga a hacer caso a Harald Welzer:

Albert Einstein dijo una vez que los problemas no pueden solucionarse con los patrones de pensamiento que los generaron. Hay que cambiar la dirección global, y para eso es necesario primero detener el tren. (citado en Zygmunt Bauman; ¿La riqueza de unos pocos nos beneficia a todos?; pag. 82)

Un poquito de humildad en las cifras y en los discursos es proable que nos situará en una dimensión más real a no ser que queramos mantenernos en el ‘negocio del humo’.

El camino inmortal

elcaminoinmortalMe regalaron estas navidades pasadas el libro de Jean-Christophe Rufin El Camino inmortal de Duomo Ediciones.

No sé si el regalo llevaba segundas. Casi parecía una invitación para que me volviera a animar a hacerlo.

He aprovechado la última ida y vuelta a Madrid para leerlo y he disfrutado ya que sigue siendo una experiencia ya pasada que me ha dejado un muy buen sabor de boca.

Aquí os dejo un texto del mismo:

En la era de la televisión y de internet, el pregrino continúa encarnando la circulación de ideas y de los seres humanos. A contracorriente de lo virtual y de lo instantáneo que representan los medios de comunicación y que provocan desconfianza e incluso incredulidad, el movimiento del peregrino es indiscutible. Es atestiguado por el barro que se pega a sus botas y por el sudor que empapa su camisa. Se puede fiar uno de él. Cuando se trata de consignar parte de la propia alma, de encomendarse a las potencias invisibles que gobiernan el mundo y nuestro propio destino, el peregrino sigue siendo el único de quien uno se puede fiar. (pag. 177)

Las librerías como metáfora necesaria de la presencia… humana

Hace pocos días recogí en el blog una frase que fue pronunciada en el encuentro de Valencia y que me pareció acertada

Un pueblo sin librería no es un pueblo, es una urbanización

En una entrevista a Manuel Rivas en El Periódico con motivo de su último libro «El último día de Terranova» se puede leer:

el mantenimiento de las librerías como algo más que un comercio de libros, como un punto de encuentro -«creo que habrá una reacción ante ese fetichismo de lo virtual, esa estafa para vender cacharros; la gente buscará otro tipo de relación»- es, cree, algo tan necesario como inevitable para sobrevivir a una crisis que no es solo comercial.

«Viene dada también por el achicamiento que se va dando de los lugares humanos. Hay mucha gente que vive sin libros y no les pasa nada, pero la ciudad no existiría sin librerías. Las librerías son una metáfora del lugar humano, en el que se da la relación presencial -sostiene Rivas-

Volvemos de nuevo con ello a la importancia de los contextos y la necesidad de los mismos para dar sentido a las relaciones humanas y a las relaciones comerciales ya que es el espacio que posibilita el encuentro con el libro, con otros lectores y con otros libros con mediación humana. .

Quizás convenga también aclarar que si no se posibilita ese ‘lugar humano’ no se deba hablar de librería, por lo menos en su dimensión cultural.

REFORMAS_150_DPI

Patakafrita. Nueva librería infantil en Pontevedra

Sin mucho ruido. Diría que casi con timidez gallega ha iniciado su andadura en Pontevedra Patakafrita.

patakafrita

Laura Filgueira, una de sus muñidoras contactó hace tiempo y me puso al tanto. Ayer me hizo saber que ya llevan un par de meses de tímida andadura.

Abrieron el Día de las Librerías en Noviembre quizás para celebrar ese día de la mejor manera posible con una nueva ‘casa librera‘.

Pequeña y acogedora, situada en la nueva zona de expansión de Pontevedra

No proviene, del ‘mundo de las letras’ como ella dice, pero parece que el mundo infantil le ha cautivado al igual que la literatura dirigida a los más pequeños de la familia.

Desde aquí le deseamos la mejor de las andaduras posibles.

entradapatakafrita

 

 

 

Visualizando… librerías

Comentaba en Valencia este jueves pasado que en general las administraciones no suelen considerar a las librerías como equipamientos culturales.

Sí tienen en consideración, por ejemplo a los cines las galerías de arte, las salas de conciertos, pero las librerías no.

Planteaba por ello que una de las acciones a realizar sin costo, pero que ayudará a hacerlas visibles y contables ante la administración es que tengan la consideración de ‘equipamiento cultural’. Algo que, además guarda una cierta coherencia con el recién estrenado Sello cultural para las librerías.

Mientras tanto, y aunque sean parciales, creo que son de agradecer iniciativas como la que está llevando a cabo el ABC al poner en valor y en el mapa a librerías en distintas Comunidades  Autónomas o provincias. Interesante, además, el que en algunos casos aparezcan librerías muy especializadas.

Recojo aquí los enlaces a las de el País Vasco, Aragón, Córdoba, Galicia, Castilla la Mancha, Canarias, Madrid y Valencia.

Aprovecharemos la ocasión para incluirlas y animar de nuevo a los que por aquí aterrizáis a actualizar el Mapa de las ‘Librerías amadas‘.

 

#ApoyemosANuestrasLibrerías

 

Internet y desigualdad

La vida de la mayor parte de la población mundial permanece en gran medida inalterada por la revolución digital. (pag. 18)

dividendosdigitalesEl Banco Mundial acaba de hacer público un informe: Dividendos digitales, panorama general que realiza algunas afirmaciones y reflexiones que deberían tenerse en cuenta cuando se habla, a veces, con demasiada ligereza del potencial igualador de la red y de su ‘acceso universal’.

  • Sólo el 40% de la población tiene acceso a internet. Su acceso no es en ningún caso universal
  • Si no hay desarrollo la revolución digital será una falacia.
  • La revolución digital no será posible sin ‘complementos analógicos’.
  • Las empresas están más conectadas que nunca, pero el aumento de la productividad mundial se ha desacelerado. Las tecnologías digitales están transformando el mundo del trabajo, pero los mercados laborales se han polarizado más y la desigualdad va en aumento, sobre todo en los países más ricos, pero en medida creciente en los países en desarrollo.

Seguir leyendo «Internet y desigualdad»

Unas notas rápidas, personales e incompletas a la vuelta de Valencia

Poder aportar ideas y sugerencias a un plan que empieza como es el de la lectura y el libro en Valencia es un regalo.

Encontrarse, además, con personas conocidas a las que hace tiempo que uno no veía y poder conversar con tiempo y sosiego ha sido un placer.

Compartir comida con libreras y libreros has dio volver a sentir que sigue siendo lo que más me ‘toca’ de este sector del libro amplio y diverso.

Se rezuma y se siente ilusión y ganas. Parece respirarse por Valencia un aire fresco que corre y genera alegría y ganas de hacer.

Ahora..

  • Hay que darse y dar tiempo.
  • Valorar la importancia de los procesos.
  • Pensar, como se ha dicho, en los lectores.
  • Y no hay que perder la ilusión

Todo ha sido y será mañana, yo ya estoy de vuelta, quizás demasiado apretado. Ya he avisado del peligro de los empachos y del cuidado que hay que tener con planes quizás demasiado estructurados en tiempos tan movibles y líquidos que diría Bauman y que ha sido mi compañero de viaje en la ida y en la vuelta con su ¿La riqueza de unos pocos nos beneficia a todos? La cultura en el mundo de la modernidad líquida.

Resaltaré, también como aportación y como reflexión, una cita de Bauman pensando en las librerías y bibliotecas como espacios de convivialidad ante una sociedad como la norteamericana paradigma de lo digital, pero al mismo tiempo, creadora de dos ‘mundos cerrados’ en lo real.

Dejo aquí la cita del primero de los libros:

En su libro El precio de la desigualdad, Stiglitz advierte que Estados Unidos se está convirtiendo en un país «donde los ricos viven en comunidades cerradas, mandan a sus hijos a escuelas caras y tienen atención sanitaria de primera calidad. Mientras tanto, el resto vive en un mundo marcado por la inseguridad, una educación mediocre en el mejor de los casos y una atención sanitaria limitada. Esta nueva desigualdad ha creado dos mundos, con pocos o ningún punto de encuentro o comunicación entre ellos» (pag. 25-26)

Quizás viendo lo que ocurre sea cada vez más importante la puesta en valor de los espacios, como las librerías y las bibliotecas que son las que más cerca están de los lectores, donde nos vemos y nos constatamos como humanos. Es al final un posible espacio de palpabilidad y de mediación abierta.

Sé que es una mirada lateral, pero siempre es interesante cambiar el foco y transversalizar.

La búsqueda de la felicidad debe promover la búsqueda de experiencias, instituciones y otras realidades culturales y naturales de la vida en común, en vez de concentrarse en los índices de riqueza, que tienden a convertir la coexistencia humana en lugares de competición individual, rivalidad y luchas internas. (pag. 77)

Quizás este espíritu de ‘humanidad feliz’ se ha reflejado en un acertado lema

//platform.twitter.com/widgets.js

Lectura: de la cultura al ocio. Las palabras no son neutras

El lenguaje no es neutro. Lo que decimos, lo que nombramos y cómo lo hacemos marca, significa y silencia al mismo tiempo.

Pensando de refilón en la jornada de Valencia de mañana y viendo algunos acentos que se ponen ahora y constatando también algunos silencios se me ocurre marcar algunas ‘líneas rojas’ de esas que ahora perecen estar tan de moda.

  1. Si pensamos que el competidor del libro es el Candy Crush no hablamos de libro como mediación cultural sino como un mero elemento evasivo y quizás alienante.
  2. Generar categorías de este pelo, Ocio, entradas, libros, música, restaurantes, para medir consumos en el ámbito digital vuelve a confundir las líneas.
  3. El hecho de ser librería y/o editorial no genera automáticamente una ‘patente cultural’.
  4. No es igual lo que se lea ni dónde se lea. La continua incidencia en leer más hace que olvidemos la calidad en los discursos convirtiéndolo de esta manera en un discurso viejo más cercano a los modelos de productividad industrial que de ‘simbólica digital’.
  5. Fomentar el libro puede llegar a no tener nada que ver con fomentar la lectura.
  6. La cadena de valor comercial no es a veces la mejor compañera para la elaboración de un plan lector cultural.

Cierro con una cita amplia de Antonio Basanta en su intervención para presentar el Plan de Lectura del País Vasco ante la Comisión de Cultura del Parlamento

Leer es anterior a cualquier construcción cultural alfabetizadora. Leer es la expresión más genuina de nuestra condición de humanos. Toda nuestra vida no es sino el producto de un ejercicio permanente de lectura: leemos sensaciones, experiencias, sonidos, acontecimientos. Leemos desde la memoria y la anticipación. Leemos el tiempo y el espacio. El mundo de los objetos… y el de los sujetos.  Porque leer supone la conjunción de un conjunto de acciones fundacionales. De verbos que constituyen lo que me atrevería a denominar el ADN de la lectura. Y esos verbos son:

  • Toda lectura nace de la curiosidad, del interés o de la necesidad. Lectura e indiferencia, lectura y pasividad son términos felizmente incompatibles.
  • No puede haber lectura que no implique un ejercicio crítico y de análisis. .
  • Si este paso no se da, la lectura encalla. Seremos leedores, pero no lectores.
  • Valorar, seleccionar, no en vano, el vocablo latino del que deriva la palabra leer, legere, del verbo lego, denomina tanto la acción de leer como la acción de elegir. Lectores para ser electores, siempre mucho más que votantes. Y también, en una anticipación que me resulta realmente asombrosa, navegar, como leemos en Ovidio, profeta de lo que leer supone hoy en los nuevos soportes tecnológicos.
  • Leer es también transformar, modificar, recrear . Toda lectura es aportación y renovación. Incluso ante aquello que parece definitivamente establecido, como pudiera ser el  propio texto. «El autor sólo escribe la mitad del libro. De la otra mitad debe ocuparse el lector»  sentencia Josep Conrad. Por eso no hay dos lecturas iguales, aun desde la misma persona. Ni dos lectores iguales. Como reza el viejo proverbio : “ Dos hombres en un jardín: dos jardines”.
  • Leer es asimilar. Somos lo que leemos al tiempo que leemos lo que somos. La lectura nos abre a la realidad ajena mientras, gracias a ello, dibuja, edifica nuestro propio mundo interior. De cada lectura queda un poso imborrable. No somos iguales antes que después de leer. Y ese es uno de sus más fascinantes secretos.
  • Y finalmente leer es compartir. No hay lectura sin ejercicio del diálogo, de la relación, del intercambio. El inicial que se establece entre la propuesta lectora y quien la lee. Y todos los que a partir de él surjan, pues sólo la lectura se completa cuando ayuda a consolidar nuestra relación con los demás. Leer nos introduce definitivamente en la corriente de la humanidad. Nos confirma que somos parte de la secuencia inacabada. Que ni somos los primeros, ni somos únicos. “ -¿ Por qué leemos?”, le pregunta en Oxford uno de sus alumnos al profesor Clive Staples Lewis, el célebre autor de las Crónicas de Narnia. Y Lewis le contestó: “ – Leemos para saber que no estamos  solos…”

¿Remontan realmente las librerías el vuelo?

Si hace un año parecía que las librerías vivían sus horas más bajas, ahora parece que se les quiere situar ya en perspectiva de ‘remontada’ como si se fuera detrás del lema de «Sí se puede».

Ni tanto… ni tan calvo… En momentos líquidos y de cambio de modelos, de criterios, de costumbres y usos por parte de los ciudadanos, medimos las realidades, quizás, con esquemas viejos o incompletos.

Bajan las ventas, suben, en teoría, el número de librerías, pero no aumenta el número de empleados en las librerías. ¿Un camino hacia el precariado?

¿Seguiremos buscando sólo o principalmente la cifra de venta de libros o analizaremos también su capacidad de generar negocio en torno a los lectores y no lectores compradores de soportes y experiencias?

¿Nos importará sólo el número o nos interesará su sentido y función?

El volar siempre ha tenido un cierto carácter utópico y soñador. Hay que ver, por lo tanto hacia dónde se levanta el vuelo.

Un buen amigo y conocedor del sector me comentaba no hace muchas fechas que vamos a ser tan estupendos que iremos saliendo a lo largo del 2016 de la crisis sin haber aprendido prácticamente nada de ella. Quizás sólo los nacidos en la nueva situación sepan cómo adaptarse a la misma.

¿No sería quizás un buen momento para olvidarse un poco de los números y volver a pensar por el sentido o por cómo en estos aparentes nuevos tiempos las librerías pueden volver a aportar nuevas ideas con sentido y nuevas propuestas conversacionales porque nada será ya como antes?

Librerías: el asunto no es tanto las subvenciones como los criterios y la creación de públicos

Leo hoy una amplia entrevista que ha realizado Jordi Nopca en Ara a Xavier Vidal, alma mater de NoLlegiu.

Merece leerla con calma porque plantea muchos aspectos y reflexiones en torno a la librería desde un punto de vista bastante sugerente y creo que novedodo en algunas de las reflexiones o, por lo menos, no son las que habitualmente se escuchan.

Me centro en esta frase que me parece clave.

El tema no és tant de subvencions com de criteris i de creació de públics.

Y, en este caso, el orden de los factores sí altera claramente el producto.

Lo diré de otra manera un poco más cruda: Sin modelo de negocio con una idea clara y con un proyecto lo más preciso posible para atraer públicos no debería accederse a ninguna subvención porque es posible que sea equivalente a tirar el dinero.

Añadiré más: el trabajo en la creación de públicos tendrá más valor si se realiza en coordinación con, por lo menos tres agentes:

  • Otros agentes culturales no relacionados directamente con el libro con los que se comparta territorio y/o proyecto.
  • Las bibliotecas con las que se comparta por proximidad geográfica o por especialización públicos.
  • Otras librerías que nos permitan generar y/o crear economías de escala y altavoces para la acción.

En la entrada que realicé ayer sobre bases para una política libreras María comentó que ‘faltaba’ la perspectiva de trabajo en red. Es cierto que no aparecía como tal, pero en mi opinión es uno de los elementos claves.

De algo de esto hablaremos también en Valencia.

Sociograma