El Eustat, equivalente al INE, pero en ‘vasco’, acaba de publicar un interesante estudio: Dos décadas de cambio social en la C.A. de Euskadi a través del uso del tiempo (1993-2013).
La Encuesta de Presupuestos del tiempo (EPT) ofrece información exhaustiva sobre la vida cotidiana de la población desde la perspectiva del empleo de su tiempo diario, computando su distribución entre las actividades desarrolladas en una jornada. La población objeto de estudio ha sido la de 16 y más años, salvo en el análisis del uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), para el que se incluye a la población de 10 a 16 años, y a la hora de hacer comparaciones homogéneas entre la C. A. de Euskadi y otros países europeos, momento en que se toma en consideración a las personas de 20 a 74 años.
Como es habitual en este tipo de encuestas hay un apartado dedicado a la lectura.
Los modernos digitales saldrán enseguida diciendo que es que ahora se lee mucho en pantalla y que eso no se tiene en cuenta…
Lo curioso es que el análisis de uso de internet que tampoco aumenta exponencialmente, seguimos hablando de minutos, pone la mirada con más claridad en los ‘videojugadores’ que en los posibles lectores.
A pesar de obtener tiempos sociales bajos, las tasas de participación y los tiempos medios por participante en el uso de videojuegos han crecido levemente con los años. Además, se observa una brecha generacional clara: los/ as más jóvenes (entre 10 y 15 años) son los que más tiempo medio social dedican a los videojuegos y los que tienen tasas de participación más altas. Otros grupos que también destacan por su uso de videojuegos son los hombres y los/as estudiantes. Por lo tanto, parece que existe un claro perfil de videojugador cuya participación y tiempos destacan por encima del resto de grupos.
Más allá de ese comentario lo que el estudio señala es lo siguiente:
- La lectura sigue siendo una actividad minoritaria.
La lectura continúa, en general, siendo una actividad minoritaria y, tal como veremos, se mantiene más o menos estable en el caso de la lectura de libros, pero no así en el caso de la lectura de revistas o diarios, que oscila entre 4,1% y 7,8% en los veinte años analizados.
- La lectura de libros se mantiene estable a lo largo de los 20 años.
Parece, por lo tanto, que ni hay que rasgarse las vestiduras, ni lanzar las campanas al vuelo. Todo fluye con sosiego…
El cuadro comparativo siempre ayuda a ponernos en nuestro sitio.
Quien desee tener una visión de conjunto y no quiera bucear en todo el estudio se puede leer el capítulo elaborado por Imanol Zubero, La sociedad vasca a través de los usos del tiempo, que concluye así:
La evolución entre 1993 y 2013 de los tiempos sociales dedicados a la realización de las actividades cotidianas a lo largo de un día promedio no ha experimentado grandes cambios, si bien en su conjunto cabría deducir que, a lo largo de estas dos décadas, aumentan los tiempos privados e individuales y disminuyen los tiempos públicos y sociales. De resultas de esta evolución, la población vasca dedicaba en 2013 más tiempo a satisfacer sus necesidades fisiológicas, al ocio activo, a realizar trayectos y a cuidar a personas del hogar que en 1993. Por el contrario, dedicaba menos tiempo al ocio pasivo, a realizar trabajos domésticos, al trabajo profesional y la formación y, sobre todo, a hacer vida social.
No parece que las cosas, por lo tanto, hayan cambiado demasiado. Y, seguramente, los vascos tampoco seremos tan distintos.