Históricamente y cuando se ha hablado de Comercio interior del libro, en papel, no me consta que se haya tenido habitualmente en cuenta la cifra de negocio del mercado de segunda mano y del mercado de saldo.
Me he encontrado hoy a la mañana con el dato ofrecido por el observatorio Cetelem, sobre el posicionamiento porcentual de venta entre particulares que ocupan los productos de ocio, entre los que se incluye el libro. Si, además, eres internauta de pro, el consumo entre los navegantes habituales, algo lógico, aumenta.
Servidor se dedica a trastear, también, con estos temas para que, entre otras cosas, no me echen de casa. Les adelanto que, por ejemplo, los Premios Planeta, en general, casi se regalan, pero hay otras cosillas por las que se pueden sacar unos euracos interesantes para los pintxos de fin de semana.
Claro que, al final, en un mercado donde de alguna manera tanto los excedentes como los libros usados vuelven a entrar y a ocupar el tiempo de los lectores a unos precios que ni siquiera son mejorables por el digital, es difícil o más complicado acertar y hacerse hueco.
Creo que, en cualquier caso, las cifras nos sorprenderían.
De hecho, en fechas recientes, visité una librería que, a ojo de buen cubero, albergaba cerca de 100.000 ejemplares en sus estanterías que van saliendo y renovándose a ritmo continuo.
Digo yo que este mercado interior y exterior que además ocupa el tiempo del lectura e incluso en algunas ocasiones tiene un claro fin social será del gusto de este sector del libro que prima por encima de todo la lectura ¿no?
¡Feliz fin de semana!
Mi experiencia de venta de libros de segunda mano es, la verdad, muy buena. Los vendo a través de la plataforma Amazon. Las comisiones son bastante abusivas pero funciona muy bien, a diferencia de otras plataformas nacionales que he probado y que son un auténtico desastre. En general, mi experiencia dicta que lo que mejor se vende son, o bien libros publicados muy recientemente, o bien libros bastante antiguos, que el comprador busca de forma específica por una u otra razón. Como comentas, los libros que caen en la categoría de Best sellers se venden bastante mal y a una precio mínimo. También los libros de texto universitarios tienen buena acogida, dado que el precio original es muy alto.