Dos afirmaciones contundentes sobre la palpabilidad por parte de Diego Moreno que leo hoy en El País gracias a María Jesús Espinosa de los Monteros y que comparto en el doble sentido de participar de ellas y de haceros partícipes, si queréis.
- “Yo fui de los primeros abanderados del libro digital. Ahora creo que no lo hemos hecho bien ni los editores ni la industria en general. No hemos hecho nada nuevo. Sólo hemos copiado lo que ya hacemos en papel. Y al mismo tiempo, y esto es lo más revelador, en el papel cada vez somos más sofisticados”.
- “Los libros son ante todo compañía. Tú puedes entrar en una librería y aunque no compres ningún ejemplar, te vas a llevar algo”.
cambiando de tercio 
Pienso que un aspecto que no se ha tomado en cuenta en el libro digital es la tangibilidad. No solo es en el caso del libro digital sino también en productos digitales como spotify en música i las diferentes plataformas de video en demanda. El tener tanta oferta digital al alcance de uno, hace que pierda de valor el contenido. Recuerdo hace años cuando apareció los primeros libros electrónico que me fije en las características. Llevaba una ingente cantidad de obras clásicas en su interior. Pensé que pasada, todas esas obras en su interior. Tiempo más tarde compre un lector, sinceramente de todas las obras no leí ninguna libro entero, iba pasando el display este no, este otro día, este vale pero pero leídas unas cuantas paginas me decantaba por otro. Quiero decir que si en un container hubiera encontrado unas cajas con esos libros y hubiera decidido subirlas a casa y ponerlos en una estantentaria hubiera tenido el placer de tener una pequeña biblioteca, no los hubiera leído todos, puede que una pequeña parte, no sé. Pero lo que sé es que hubiera sido mi orgullosa microbiblioteca