Tres palabras. Frase breve y contundente que me encuentro hoy a la tarde paseando por Bilbao. Llamada de atención y reivindicación, en este caso, de lo distinto, diferente y diverso y/o del cuidado a tener ante la apariencia sin sustancia.
Lectura, también, fuera de los soportes tradicionales y de los nuevos. También ésta habrá que contarla como actividad lectora. Lectura enraizada en la vida y en lo cotidiano. En la calle, rompiendo la limpieza aparente de nuestras ciudades de postal y los soportes limitados en los que situamos los intereses sectoriales.