Botica de lectores abre en Sevilla

Hace mes y medio me hice eco de la puesta en marcha en Andalucía de la red de librerías con-sentido puesta en marcha por algunos extrabajadores de la cadena Beta que ha cerrado sus librerías.

Botica de lectores que forma parte de esta red ha abierto ya sus puertas en Sevilla.

Desde aquí les deseo una feliz andadura.

 

Se exagera cuando se habla de la muerte del papel

La edición de Kosmopolis se ha celebrado esta semana pasada del 22 al 26 de marzo en Barcelona.

Leo un par de crónicas amplias, una en Nuvol y otra en Pliego suelto.

Me quedo con las siguientes notas-reflexiones de lo leído. Seguro que habrá muchas más opiniones y acentos…

  • Paul Holdengräber.“Creo que si observamos lo ocurrido en el siglo XX, se podría resumir como un gran error. Uno de ellos fue el fin de las utopías sociales, y el siglo XXI pareciera llevarnos al fin de la utopía tecnológica”.“No tengo teléfono móvil ni lo necesito, aunque no estoy en contra, pero mi vida tiene que ser real. Soy analógico”.“Ya casi nadie camina ni viaja a pie, en mi caso lo hago porque es algo existencial para mí”.
  • Carles Sora.  La realidad virtual está permitiendo que se generen nuevas narrativas, que las historias se cuenten replanteando su propia naturaleza y dejando a un lado ámbitos que pasarán a ser tradicionales, como la animación, la poesía o el arte.
  • Dan Franklin, estratega digital que trabajó en Canongate Books y Penguin Random House, nos habla en su conferencia acerca del “estancamiento al que parece haber llegado la innovación en el mundo de la edición digital” actualmente. “Estamos en el valle de la desilusión y las editoriales no acaban de conectar con los lectores”, sugiere Franklin. El boom vivido en 2011 –con el auge de los ebooks, la autopublicación y los nuevos formatos electrónicos– ha perdido fuelle y el mercado parece estar sobresaturado de contenidos digitales.

«Se exagera cuando se habla de la muerte del papel. No hay nada como las ventas de libros «.

  • Jean Echenoz: “No entiendo muy bien la idea de crisis. No pienso que haya cambiado demasiado la situación de la edición y las librerías en los últimos diez años. Quizá ha habido un cambio en las herramientas, pero no hay más cambios que hayan intervenido en nuestra práctica”.
  • Evelio Cabrejo reflexiona en su conferencia acerca de la existencia de una “lectura” anterior a la lectura de textos escritos. Una lectura que se realiza durante la primera infancia a partir de los textos orales a los que el niño se expone a través de su madre y de su entorno más cercano. Cabrejo defiende que este acto de lectura, basado en el ritmo y la musicalidad de la palabra, es inherente a la puesta en marcha del pensamiento, de la representación del otro y de la cultura misma.
     “El bebé se apropia de la lengua oral. Roba lo que escucha para construir su propia voz”.
  • Lynne Segal. “El envejecer no tiene tanto que ver con el miedo a la muerte, sino con el miedo al cómo nos ven los demás, a sentirnos inútiles, invisibles, desplazados”

 

8 librerías más con el sello de calidad

Traficantes de Sueños, Rafael Alberti, Tipos infames y La Buena Vida (Madrid), Códex (Orihuela, Alicante), Popular (Albacete), Noviembre (Benicàssim, Castellón) y Patagonia (Valencia) son las nuevas librerías que cuentan ya con el sello de calidad y que hace que el número de las mismas supere ya las cincuenta.

Según va pasando el tiempo tengo la sensación de que quienes están moviendo pieza hasta la fecha son, por una parte las librerías que se someten a la evaluación y la administración que pone unos euros. Los editores, no siguiendo ni con mucho el modelo francés se mantienen en esa distancia controladora que poco aporta y mucho vigila.

Interesante ver a librerías especializadas por el tema, como por ejemplo Patagonia.

¡Felicidades a las nuevas librerías!

Todas ellas y las anteriores, como dicen los amigos de Tipos infames, podrán gritar con más fuerza que nunca que somos una librería de qualité, liberté, égalité et fraternité.

Parece, además, que el proyecto sigue adelante ya que se ha procedido a la firma del nuevo convenio de colaboración entre la Dirección General de Industrias Culturales y del Libro y la Asociación de las Cámaras del Libro de España, para el «mantenimiento y promoción» del Sello de Calidad de Librerías.

Ojalá se vaya afinando en el camino.

 

Lectura gourmet

Quizás este inicio de semana viene influenciado por las ricas croquetas de chorizo de Pamplona del restaurante Los Fueros que tomé ayer de aperitivo en una media ración compartida y acompañadas con un txakolí Itsasmendi 7 y un verdejo de Marqués de Riscal.

Unas croquetas gourmet, pensadas para personas con gusto delicado y exquisito paladar.

En fechas recientes, el 21 de marzo para ser precisos, Antonio Rivero Taravillo dejaba caer como quien no quiere la cosa esta reflexión en su muro de  facebook:

El estado de la cuestión: hay poesía, prosa y, finalmente, subprosa que no tiene la calidad de esta y se disfraza de aquella. Es la subprosa la que con alguna excepción últimamente está en las listas, no vayamos a equivocarnos. No hay que cerrar los locales de comida rápida, lo que hay que hacer si se tiene paladar y ambición de salud es no entrar en ellos.

El viernes, en una sugerente e interesante sesión de trabajo reflexionábamos en algún momento sobre la importancia de cultivar y educar el gusto ya que no lo traemos de serie.

A primeros de marzo, el periódico Hoy titulaba: Los lectores gourmet mantienen a las pequeñas editoriales locales.

Servidor prefiere situarse más cerca de lo gourmet y sibarita que de los ‘locales de comida rápida editorial’ que pueden, por encontrar un símil, representar las cacareadas plataformas de autoedición que quieren convertirnos a todos en ‘cocinillas’ de la escritura.

Mejor poco, pero siempre rico, que la comida-lectura basura. Porque ni en comida ni en lectura da todo igual. Y ya puestos, la verdad es que prefiero cambiar de plato para cada lectura que no tener que tomar todo en la misma bandeja de autoservicio.

¡Buena semana!

Cuando nace una librería, renacemos todos…

Ayer las amigas y amigos de La tres catorce celebraron su nacimiento, su inicio en la vida, con amigas y vecinos y vecinas,que hasta ahora les eran desconocidos.

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Entre las personas que se acercaron a la inauguración estaba Ángel Gabilondo que nos regaló una frase que llama a la esperanza.

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Dos detalles.

El primero vivido a lo largo de la semana:

Cuando entra sola una niña de doce años, revisa con cuidado la sección infantil y juvenil, pide consejo, se decide por un libro, te confiesa que le gusta mucho leer y que volverá pronto… Hoy hemos ganado una amiga que nos ha pagado con su hucha… Momentos #trescatorce….

El segundo, entre los muchos que ayer disfrutaron… la llegada de un buen amigo con este vino… que es todo un guiño en su nombre a una parte importante de la filosofía de La tres catorce.

Lo dicho: ¡Larga vida!

Pilar Andrés de Aerredesign en Bilbao. Veo el futuro elevando el trabajo en papel a categoría de joya

Me llamo Pilar Andrés

Trabajo en Aerredesign en colaboración con mi socia Natalia Rotaeche. El estudio viene funcionando desde el año 1995, los primeros años en Las Arenas y desde 1999 en Bilbao. La idea de montar el estudio fue consecuencia de la escisión del departamento gráfico creado en 1992 dentro del estudio de diseño integral TresD.

Considero que mi/nuestra apuesta profesional actual –desde 2013- es diferenciada y muy personal. Se caracteriza fundamentalmente por ser una muestra de una parte de la industria creativa local y de nuestros gustos e intereses.

Me gusta porque el formato estudio/tienda/galería nos permite contactar con personas de diferentes ámbitos de la cultura y la creatividad y generar colaboraciones enriquecedoras.

Cuando tenía doce años quería ser arqueóloga, pintora, decoradora, arquitecta… Y tener un lápiz mágico que convirtiese en real cualquier objeto dibujado (lo vi en un cuento, en  mi televisor en blanco y negro).

Cuando me toca explicarle a una persona que no conozco por qué me gusta mi oficio le digo que cada proyecto me permite aprender mucho sobre el sector, el producto o las personas que están detrás de él, y siempre son diferentes.

Más allá de las apariencias, la realidad de mi día a día en el trabajo es hacer constantemente labor pedagógica sobre mi profesión y capacidades para generar confianza, cumplir las expectativas y  justificar el precio de mis servicios ante muchos clientes que infravaloran y/o aún desconocen esta actividad.

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Ciento volando se inaugura hoy en Madrid

Aunque desde inicios de la semana ha abierto sus puertas, hoy jueves es la puesta de largo oficial de la librería Ciento volando, situada en el barrio de Malasaña, en la calle Divino Pastor 13.

¿El nombre? Sus fundadores han decidido saltarse el conformismo habitual del ‘pájaro en mano’, será desde el primer día una librería de referencia no sólo en el distrito Centro sino para todo Madrid. Combinará nuevos servicios y productos, potenciará el valor de la librería de proximidad y a su vez conectará con el entorno online.

Una de sus señas de identidad será el asesoramiento personalizado y se plantea como un punto de encuentro, un lugar de trabajo y de ocio, un espacio para el aprendizaje y para el esparcimiento: reuniones con bibliotecari@s, jornadas de lectura, un café relajado, té… , tertulias literarias para niños y adultos y donde también los clubs de lectura se combinarán con mini conciertos y conferencias de músicos, artistas y actores.

Detrás del proyecto está Infobibliotecas, empresa especializada en el suministro y la gestión de fondos documentales para Bibliotecas y Centros de Documentación (entre ellos el Ayuntamiento de Madrid). Una empresa en la que su principal activo es el equipo humano, compuesto por un 45% de trabajadores con discapacidad.

Bienvenidos a esta nueva aventura.

 

Ampliando la mirada…

Tres días en Madrid.

Reconozco que cada vez me cuesta más moverme, pero también que hay veces que el salir y conversar hace que la mirada se amplíe, se esponje y enriquezca los puntos de vista.

Me sigue sorprendiendo lo fácil que es retomar el hilo con algunas personas a las que hacía tiempo que no había visto.

Tres conversaciones sosegadas, quedan otras tres, y algunas notas mentales nuevas y enriquecedoras sobre:

. Cultura, política municipal y lo perjudicial que sigue siendo la falta de estrategia, el ahorismo y los movimientos pendulares.

. Los estudios de impacto de la actividad cultural. Lo que miden, dejan de medir, casi tan importante o más que lo que miden y quiénes utilizan los datos y para qué.

. Conversación con uno de los libreros de Madrid con mayor experiencia a sus espaldas aunque no sea uno de los más mayores. Diré el nombre: Quique Pascual. Suma su experiencia, la experiencia de generaciones y trasiega y torea en una de las mejores librerías que existen por estos lares. Siempre es un regalo conversar con él.

Sigo esponjándome…

Alejandro Sierra: «Una librería para un editor es un laboratorio, un lugar de observación muy importante»

La librería Pasajes y la editorial Trotta son las dos cabezas de un monstruo —uno de los buenos— dedicado a proteger determinadas obras.

Así empieza el artículo que María Jesús Espinosa de los Monteros escribe en El País con el título de Trotta, la editorial de los mil libros.

Alejandro Sierra, en el número 1 de Texturas, se definía como editor pequeño/mediano e independiente, que ni siquiera es objeto de deseo de otro editor mayor.

Algunas afirmaciones interesantes que se recogen en el artículo:

  • Trotta es una editorial de ensayo en la fórmula de pequeña empresa autónoma e independiente, “entendiendo este término como una empresa que no tiene que publicar de manera compulsiva libros que no considere notables o imprescindibles”.
  • “Por suerte, no hemos tenido ningún best seller”.
  • “Una librería para un editor es un laboratorio, un lugar de observación muy importante. En una librería, el libro llega a su destinatario, al lector, y eso hay que analizarlo”… “Cuando un lector se acerca a un libro, posiblemente se vea llamado por el título, el autor, el diseño o la editorial. El lector toma el libro, lee el texto de la contracubierta. Si el texto no es muy engorroso ni muy obvio, por lo general entra en el texto. Después examina el papel, ve el tipo de letra, el tamaño, el espacio entre las líneas, los márgenes —que pueden ser generosos o raquíticos—. Si todavía en ese momento sigue con el libro en la mano, ve el precio y no lo suelta inmediatamente, y además se va acercando poco a poco a la caja, podemos decir que ahí, en ese instante, termina una fase de observación que es parte del trabajo del editor”.

Escribía Alejandro en aquel primer número de Texturas reflexionando sobre la lectura, lo digital y quizás adelantándose ya desde la reflexión a planteamientos que parecen ahora querer bloquearnos vía algoritmo la posibilidad de errar:

Y ese editor, lógicamente, se preguntaba: «¿Y quién decide qué es el solomillo de un libro y qué es mera casquería?». ¿Y quién se atrevería a decir, tras utilizar una edición indexada, que ha leído de verdad Los hermanos Karamazov o La muerte de Virgilio o Sobre dioses y tumbas o el Discurso del método, sin haber podido experimentar el huracán que le acomete a uno cuando de verdad se somete a la lectura de cualquiera de esos libros ? Aquello de un personaje de Woody Allen: «He leído en una hora Guerra y paz: trata de Rusia».
Estas observaciones no son radicalmente críticas sino mera indicación de los riesgos en los que el lector poco avezado y apresurado puede caer, al dificultársele, en sus lecturas, su libertad de errar, en su doble sentido de equivocarse y de vagabundear…

Felicidades por esos 1.ooo libros.

Marina Garcés, o de cómo el libro hace palpables las ideas

Encuentro en esta entrevista a Marina Garcés realizada por Bárbara Bayarri en Pliego Suelto una reflexión que estoy convencido que a Manuel Ortuño le va a sonar y creo que agradar porque por lo menos a mí me trae ecos de conversaciones mantenidas…

Dejo aquí, sin más, la pregunta y la respuestas que creo son bastante claras para personas de mente abierta y capaces de moverse en los matices y lejos de la unidimensionalidad.

Fuera de clase compila los textos que escribiste para el Diari Ara. Teniendo en cuenta que todos ellos pueden consultarse on line, ¿qué te lleva a reunirlos en un libro?

Estos textos han tenido, y siguen teniendo, lecturas distintas según cómo son recibidos: durante dos años, columna a columna, en el periódico en papel o en la subscripción digital; de forma salteada en el archivo digital del periódico y a través de las redes sociales, independientemente de su momento de publicación; y finalmente reunidos en un libro.

Esta tercera lectura da otro cuerpo a la escritura en su conjunto. No es una simple colección, hay un tejido tanto en las ideas como en el modo de aproximarme a ellas que a través del libro se hace palpable

.

Judith de Intempestivos en Segovia. Cuando un cliente vuelve, sabes que todo está bien.

Me llamo Judith.

Trabajo en la librería Intempestivos situada en Segovia, que viene funcionando desde el año 2014 (sí, ese en el que cerraron no sé cuántas mil librerías)

La idea de montar/trabajar aquí vino motivada por un sueño de juventud. Luego las circunstancias nos lo pusieron en bandeja (a Jesús, mi socio en la librería y en la vida) et voilà!

Considero que mi apuesta profesional es preciosa y se caracteriza fundamentalmente por la ilusión y las ganas de que todo el mundo disfrute como nosotros de los libros y la cultura.

Me gusta ser librera porque es el trabajo más enriquecedor que se me ocurre: conoces a gente muy interesante todos los días, abres decenas de cajas llenas de historias que pueden cambiarte la vida y huele siempre a papel.

Cuando tenía doce años no tenía claro lo que quería ser, pero sabía que iba a estar relacionado con libros. Por eso estudié filología y mi vida profesional siempre ha estado vinculada a los libros (excepto un breve periodo de tiempo en el que trabajé en televisión. Todos tenemos un pasado).

Cuando me toca explicarle a una persona que no conozco por qué me gusta mi oficio le digo que solo tiene que fijarse en nuestras caras cuando abrimos las cajas y buscamos el sitio perfecto para cada libro.

Más allá de las apariencias, la realidad de mi día a día en el trabajo no es tan idílica como parece, porque hay mucho trabajo administrativo y menos gratificante detrás. Y las devoluciones, que son casi lo peor. Muchos días se pasan en esas tareas y son los que cabrean.

Lo más raro que me ha sucedido nunca en la librería ha sido cuando, hace bien poquito, entró un chico y preguntó si se podía tomar un café. Cuando le dije que sí, me dijo: «Huy, menos mal, pensaba que tenía que leer o algo».

Y lo peor, lo complicado que fue abrir; los permisos, la burocracia. Fue una pesadilla. Desde que abrimos no ha habido nada peor. Y aquello va a ser difícil de superar.

La imagen que tienen las personas sobre el trabajo que realizo creo que se caracteriza por ver a una señora canosa leyendo incasablemente. Y sí, pero hay otras cosas menos gratificantes, que creo que son las que odiamos todos los libreros del mundo.

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La tres catorce, delicadeza en torno a la lectura en Madrid

Estoy encantado de que las amigas con gusto, fina ironía, buena escritura, conversación interesante y estupendas compañeras de viaje se atrevan por el proceloso mundo de las lectorerías.

La tres catorce en Madrid ha abierto sus puertas este lunes pasado, fruto en gran medida de amistades, complicidades, mucha charla, algo de picoteo para seguir charlando, algunos dineros, ánimo, ilusión y sintonía.

La tres catorce, tiene su ritmo propio e inimitable. Ya nos lo avisan Alejandra Díaz-Ortiz y Paloma Tortajada.

Tiene, también, su apuesta y propuesta peculiar: segunda mano seleccionada por manos expertas, editoriales invitadas, pequeñas, coquetas, de fondo abarcable, con propuestas diferentes como Calamar que inaugura este espacio.

y… lo que me ha dado por llamar ‘cucadas varias’ que podrán ir desde libros de artista, serigrafías, papel creativo, mobiliario lector y demás enseres especiales, distintos y seleccionados con todo el cariño.

Ahora, sirva sólo como ejemplo, podrás encontrarte con propuestas de José Orna o Viggo Mortensen entre otras.

Y con el tiempo, después de rodar y calentar, el espacio irá también tomando vida propia, acogiendo propuestas y haciendo guiños y ofreciéndose a pequeñas realidades cucas, con alma y con novedad en su propuesta.

Larga o corta… seguro que el tiempo vivido, como hasta ahora, será intenso.

La semana que viene por allí que me paso amigas.

Ubicación: García Paredes 25 en los madriles.

La ideología de la novedad…

Me vais a permitir que divague un rato siguiendo el hilo de esta viñeta y de un reciente artículo en catalán de Marina Garcés que lleva por título La ideologia de la novetat.

Parece que ya hemos normalizado en nuestros usos y costumbres vitales el término y las consecuencias de la obsolescencia programada y el continuo cambio, en mayores o menores plazos de tiempo, para sustituir con la idea de mejorar no aquello que se hizo viejo, sino por seguir el tran-tran de la ideología de la modernidad:

La novetat és la ideologia de la modernitat. La modernitat és aquell temps en què tot el que és bo és nou i tot el que és nou és bo….

el consum converteix la novetat en producte de temporada i ens encadena al desig insaciable d’un canvi permanent que no transforma res. Al contrari: la producció incansable de novetat és avui el que destrueix el present i el futur de la vida sobre el planeta i l’anestèsia mediàtica i consumista que ens permet viure tolerant-ho.

Uno tiene la triste sensación de que el sector del libro es en muchos de sus actores una parte muy activa de sustento a esta ideología y, lógicamente, a las consecuencias que ello supone.

Es por ello que, personalmente y en la parte empresarial, veo con interés aquellas propuestas, bien de editoriales que intentan ajustar su catálogo para mantener una propuesta coherente y sostenible y, entre las propuestas libreras aquellas que nos hacen ver que hay mucho leído por otros que puede ser releído. incluso hay mucho que otros compraron y que ni siquiera leyeron, que igual otro puede acabar leyéndolo. También aquellas que invitan al estar lento e intentan habilitar los espacios para ello.

Escribe un poco más adelante Marina, reflexionando sobre la política y las palabras:

les paraules no són només discursos. Són allò que som capaços de fer-hi i de viure-hiPer exemple: no és el mateix cooperar per a les empreses capitalistes que per a l’economia social, ara que tothom diu que coopera.

Con las palabras con las que nos movemos en el sector probablemente pase lo mismo: lectura, lector, biblioteca, librería, catálogo, cultura, empresa, ¿industria?, digital

No voy a extenderme sobre los paralelismos que el artículo me sugiere con algunos planteamiento provenientes fundamentalmente de personas que se autodenominan ‘evangelistas digitales’. Sólo una última cita para terminar:

Mai no viurem del tot en un món nou, perquè el futur, com ens ha ensenyat la modernitat, és el que no arriba mai. Però sí que volem un bon viure, per a tothom, en aquest. Com deien abans, aquí i ara.

Quizás debamos ser conscientes que el trabajo y la acción cultural no es ajeno, ni se desarrolla al margen de las tendencias sociales, políticas y económicas.

 

Libro digital y mercados de lengua mayoritariamente inglesa. Situación dispar

Interesantes los datos que presenta 

Los datos hacen referencia al número de libros electrónicos vendidos por distintas plataformas en Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda.

La posición dominante de Amazon, excepto en Nueva Zelanda es clara, pero hay variaciones de peso que algún motivo tendrán entre, por ejemplo, Apple y Kobo según cuál sea el país.

% ejemplares Amazon Apple Kobo Barnes & Noble Nook
Estados Unidos 86,26 9,36 0,26 4,12
Reino Unido 90,98 7,80 1,23
Canadá 59,26 14,96 25,78
Australia 62,70 30,85 6,45
Nueva Zelanda 0,00 66,64 33,36

Del mismo modo, hay variaciones importantes entre el número de ‘libros’ comprados por los ciudadanos de los distintos países que parece indicar distintos niveles de penetración del libro electrónico y que parece guardar una cierta relación con el número de habitantes.

Quizás acabe siendo cierto que aquí también el tamaño (poblacional) importa.

No hay que fijarse sólo en el ‘amigo americano’.

 

Librerías-Lectorerías: 12 claves para estar preparados para lo que viene

Dialogando con Daniel Benchimol y Luismi Cencerrado

Hace cuatro años jugué, partiendo de una propuesta de Diego A. Manrique sobre las 12 mentiras del mundo de la música, proponiendo las doce mentiras del mundo del libro.

Hoy quiero aprovechar la sugerente propuesta de Luis Miguel Cencerrado, pensada para bibliotecas que se basa a su vez en una propuesta previa de Daniel Benchimol pensada para los editores.

Partiendo de la de Luismi y jugando con ella lanzo la siguiente propuesta para las librerías-lectorerías. Creo que hay muchos puntos coincidentes y de hecho podría servir de guión para una conversación sosegada.

1.- El rol de librero pasa por curar y amplificar, por aportar valor añadido y por llevar el contenido al lector que le interesa. .

2.- El modelo de negocio cambia el paso y el valor de la propuesta de la librería deja de estar solamente en los libros y los autores que se exponen. Ahora el valor nos lo dan los lectores, aquellos a los que somos capaces de cautivar. Es por ello que proponemos como adaptación a este nuevo momento el término lectorería ya que conviene nombrar las realidades para diferenciarlas.

3.- El nuevo modelo de negocio se construye con el usuario como centro, lo que requiere saber escuchar y disposición de atender. La acción de la lectorería se teje en torno a la órbita del lector, el usuario de unos servicios  y propuestas comerciales, que se definen y conforman contando con su participación activa.

4.- La ruptura de paradigmas y el desarrollo de una estrategia multicanal: ¿quién es mi lector-cliente, cuál es la mejor forma de llegar a él? En uno y otro caso, las funciones de la editorial, la biblioteca y la lectorería han de adaptarse a un nuevo contexto de necesidades y demandas, al cambio de hábitos de los destinatarios de su acción y a unas relaciones que se multiplican y diversifican en el plano analógico y digital.

5.- Pensar cuál es la mejor oferta para nuestros lectores-compradores. Cambian las formas de narrar, de ofrecer los contenidos y también las maneras y estrategias de acercarlos a los destinatarios, hecho que afecta a todos los ámbitos relacionados con la lectura y su promoción.

6.- El objetivo es poder llegar en cada lectorería al grupo de lectores- compradores en el que se ha especializado. En este sentido cobra importancia cómo y qué obras, materiales y oferta se selecciona para cada caso. El esfuerzo por adecuar la oferta al público objetivo y potencial requiere también un mayor empeño narrativo sobre la misma conn la finalidad de ofrecer así una visión de conjunto y un sentimiento de conformar un todo propositivo.

7.- Pasar de una lógica de producto a una lógica de servicio, de la idea del objeto al servicio que presta, una dinámica diferente. El objeto deja de tener valor en sí, también en la lectorería; el valor del documento reside en la dimensión de sentido y generación de satisfacción-solución que genera, en la capacidad de uso que encierra, en las respuestas que es capaz de dar al usuario.

8.- Cambiar de enfoque: exponer para dialogar. Nuevo papel del lector, activo, participación, conectarse con… Es lógico que si la conversación está en la médula del hecho de leer impregne a todas las organizaciones que se mueven en torno a ella propiciando múltiples diálogos y estableciendo relaciones dinámicas y participativas con los lectores, con los clientes y entre las propias obras propuestas para su venta y/o contemplación.

9.- Desarrollar acciones pequeñas, obervables y medibles bien cuantitativa o cualitativamente. Es este un buen consejo, especialmente en tiempos de incertidumbre, de cara a prevenir atracones y esquivar parálisis. Una buena forma de evitar colapsos y de afrontar la ansiedad es trazar un plan ambicioso y global y definir estrategias de acción realistas y asequibles que permitan avanzar de forma regular y constante, sea en el ámbito que sea.

10.- Pensar en estrategias comerciales dinámicas, predispuestas al cambio. La flexibilidad como respuesta al cambio para que la reacción no tenga un coste fuerte en el tiempo. El futuro de las entidades educativas y culturales, incluidas las lectorerías, pasa ciertamente por conseguir un equilibrio entre estructuras consistentes y dúctiles capaces de responder de forma rápida y eficaz a las demandas de los usuarios para así asegurar su sentido y sostebibilidad.

11.- Pensar en dinámico, que ningún producto sea el que imponga los ritmos y la organización de la empresa. El proceso que siguen las lectorerías apunta también a un cambio de polaridad, y el hecho de que las obras, en papel o en digital, dejen de ser el eje central del péndulo incide de pleno en la organización misma. Todo se hace híbrido y se mezclan las obras, las propuestas de experiencia, los entornos. Todo es movible buscando con una propuesta de sentido distinta en cada caso, la llamada de atención a nuestros clientes-lectores.

12.- Dialogar y relacionarse con otras empresas culturales: de la música, el videojuego, artes plásticas, teatro, audiovisual … Las fronteras entre las diversas entidades que pueblan el espacio cultural se difuminan y comparten la tendencia de transformarse poco a poco en espacios más abiertos, transparentes y participativos con muchos elementos comunes entre sí. Las lectorerías pueden ser un buen espacio, la casa de acogida, para el mestizaje con sentido.

Claudia Casanova de Ático de los libros. La elaboración de un catálogo lento, que se degusta y que no se consume solamente

Me llamo… Claudia Casanova

Trabajo en Ático de los Libros, editorial independiente fundada en Barcelona. Hemos cumplido 7 años este  8 de marzo. Nuestras dos primeras novedades salieron a la venta el 8 de marzo de 2010: no lo olvidaremos nunca porque además fue el día de la gran nevada de Barcelona (con permiso de la del 1962).

 

La idea de la editorial vino motivada por la necesidad imperiosa de publicar libros que nos parecían interesantes y que no tenían la oportunidad de ser traducidos en las editoriales en las que trabajábamos. Fueron dos libros en concreto: «Leviatán o la ballena», de Philip Hoare, del que llevamos ya varias ediciones e incluso edición de bolsillo, y «Homicidio» y «La esquina», los dos libros que David Simon, el creador de la serie «The Wire» había escrito durante su etapa como periodista en The Baltimore Sun. Libros muy distintos, libros difíciles de explicar. Nos preguntaban: «¿en qué estantería lo pondrá?». Yo, que tengo genio, contestaba: «en la de los lectores». Así ha sido. Cuesta, claro que sí, pero es una satisfacción cuando el libro difícil encuentra su lector. Porque en el fondo, lo único que dificulta ese encuentro son las etiquetas preconcebidas. Un buen libro es un buen libro, y punto.

Considero que mi apuesta profesional es valiente pero no suicida y se caracteriza fundamentalmente por ser conscientes de que para lograr la independencia editorial, hay que ser independientes económicamente, y eso significa a veces tomar decisiones difíciles, decir no a proyectos bonitos pero que están mejor en el catálogo de otro editor, y acertar con los libros que encajan con nuestro ADN editorial, el que se ha construido con el paso de los años.

Me gusta porque cada día es una batalla y algunas las ganamos y otras las perdemos, pero siempre es una victoria seguir editando. Durante estos últimos años de crisis, nuestro crecimiento ha sido enorme, a base de mucho trabajo, aciertos en la edición de ciertos títulos y mucha, mucha prudencia y esfuerzo.

Cuando tenía doce años quería ser escritora. Trabajo como editora y adoro mi trabajo porque mi otra gran victoria es haberme ganado a pulso esa «habitación propia» sobre la que escribía Virginia Woolf para dedicarme a crear y disfrutar del acto de escribir (que para mí es un placer absoluto) sin tener que preocuparme de nada. Es un milagro, francamente.

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Premios Cálamo: libros que ‘nos tocan’

A finales de febrero se celebró la fiesta-gala de entrega de los Premios Cálamo que ya se van acercando a la edad adulta. Esta ha sido la 16ª edición.

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Hace 10 años, pude disfrutar de la fiesta.

Al leer, con unos días de distancia, la crónica del acto realizada por el Heraldo me gusta encontrarme, referidas a los libros, los siguientes términos:

  • Libros que nos han impactado.
  • Nos conmovió y es una propuesta diferente.
  • Ilusión.
  • Formar parte de una comunidad lectora…
  • Apostar por una literatura más exigente y arriesgada…

Todavía, por suerte, no todo es lo mismo…

Javier Pérez Lázaro de La tienda de Lope en Olmedo. Mi librería es el lugar donde quiero vivir.

la_tienda_de_lope_3Me llamo Javier Pérez Lázaro.

Trabajo en librería La tienda de Lope situada en Olmedo, mi pueblo,  y viene funcionando desde el año 2001.

La idea de montar esta librería aquí vino motivada por mi entusiasmo por la lectura y por vivir en mi pueblo. Desarrollar mi labor en el medio rural al que pertenezco me motiva especialmente.

Considero que mi apuesta profesional es necesaria para mi comunidad y se caracteriza fundamentalmente por propiciar el encuentro artístico y cultural.

Me gusta porque hago amigos interesantes con los que compartir inquietudes y alguna que otra cerveza.

Cuando tenía doce años quería ser escritor o fotógrafo (viajero en ambos casos).

Cuando me toca explicarle a una persona que no conozco por qué me gusta mi oficio le digo que mi librería es el lugar donde quiero vivir.

Más allá de las apariencias la realidad de mi día a día en el trabajo es menos social de lo que desearía y se desarrolla más pegado al ordenador de lo aconsejable.

Y lo peor cuando un cliente ha desconfiado de mi palabra: en general los desencuentros con motivos de algún encargo no satisfecho suelen ser malas experiencias, aunque a veces han supuesto relaciones interesantes.

La imagen que tienen las personas sobre el trabajo que realizo creo que se caracteriza por la rareza, y puede que algo de distancia que me gustaría reducir.

He perdido el entusiasmo por lo que hago en momentos en los que no podía atender mi negocio por culpa del servicio de fotocopias que hacía.

Sin embargo, lo mejor de mi trabajo, sin duda, es el encuentro: además de la venta de libros, se suceden tertulias, clubes de lecturas y actividades relacionadas con el teatro y la música en forma de pequeñas funciones programadas.

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Manifiesto Soy joven, soy lector. Los jóvenes tienen mucho que decir

Ante esos mensajes que de vez en cuando aparecen sobre la infancia y juventud poco lectora me ha parecido sugerente, estimulante y refrescante recoger la iniciativa desarrollada en México contada por Adolfo Córdova Ortiz en su blog Linternas y bosques.

Os dejo aquí el ‘manifiesto dinámico’ surgido del trabajo y el debate entre los jóvenes.

En todo caso, no nos interesa imponer o regular nada, sólo considerar esos prejuicios y ponerlos en crisis. Por eso, afirmamos que:

1.Los jóvenes sí leemos y no nos conformamos con veinte minutos al día. Interactuamos con las obras que tenemos entre manos, establecemos un diálogo, nos involucramos, nos emocionamos, nos decepcionamos y preguntamos.

2.No nos limitamos a las novelas ni al libro: poesía, ensayo, cuento, crónica, cómic; cine, anime, fotografía, manga, videojuegos… forman parte de los textos que tanto disfrutamos u odiamos.

3.En lo que se refiere a los libros —sí prestamos atención a lo que hoy en día se considera “literatura juvenil”—, mientras más leemos y nos enteramos de nuevas lecturas, más nos damos cuenta de los estrechos límites con que se pretende escribir para nosotros; se crean modelos que se convierten en lo que el resto del mundo cree que realmente (o únicamente) nos interesa. Muchos best-sellers juveniles son el más claro ejemplo de ello: romances fallidos, héroes unidimensionales, triángulos amorosos, distopías domesticadas… todos son elementos de fórmulas repetitivas, a la segura, argumentos que funcionan y podemos disfrutar en determinado momento, pero que, en su reiteración, cansan, provocan una necesidad de algo distinto, de otro acercamiento a lo que significa “juventud”. ¿Acaso nuestra complejidad cabe en tan escasos temas?

4.El libro impreso ha dejado de ser el único soporte para leer un texto literario y, por lo tanto, consideramos otras opciones —que plantean un acercamiento distinto a la obra— igual de válidas que la tradicional. Nosotros nos sentimos cómodos hojeando libros impresos y escroleando libros digitales y appbooks.

5.No podemos negar el peso de las redes sociales en nuestra manera de relacionarnos con los textos escritos; abrazamos el hecho de que internet supone cambios en nuestros hábitos de lectura y escritura así como en la promoción y producción de las obras, pero condenamos la cultura de lo inmediato y lo irresponsable, entre cuyas prácticas están el plagio, los resúmenes facilones y las frases mal atribuidas o anónimas.

6.También nos preocupan los booktubers, un grupo de personas, sobre todo jóvenes, que realizan videos de amplia distribución en los cuales comparten reseñas y opiniones de los libros que han leído. Vemos que el fenómeno ha tenido un enorme éxito: miles de lectores y no-lectores siguen sus recomendaciones e incluso han comenzado a leer y han ayudado a formar un público impresionante. Que quede claro: no criticamos su modo de proceder ni pretendemos generalizar con nuestras opiniones —de hecho, defendemos internet como medio alternativo de acercamiento a la lectura y sabemos que hay quienes realizan trabajos de reseña admirables—, lo que no aceptamos es la homogeneidad que expresa la mayoría en sus puntos de vista, en sus sugerencias de lectura y en sus mismos modos de observación: promueven una idea errónea y uniforme sobre nuestra relación con la literatura. Más aún, reprobamos casos en los cuales ellos han publicado libros “juveniles” que no estaban completos o no fueron revisados con cuidado, como si nosotros no mereciéramos obras de calidad (tanto en la forma como en el contenido) sino simplemente un nombre famoso detrás del título. Este no es un problema único derivado del movimiento booktuber; forma parte de una industria editorial mercantilista, donde los libros son meros productos, sin el más mínimo interés por lo escrito. Exigimos mayor responsabilidad de parte de esta industria y exhortamos a toda persona interesada en lo aquí expuesto a preguntarse al respecto: ¿Somos lo que nos venden?, ¿debemos conformarnos con ello?

7.Somos jóvenes lectores en contra de la hegemonía de lo inmediato, a favor de la diversidad y la desaparición de estereotipos que no nos corresponden de ningún modo. Nuestro hasta ahora llamado Consejo Editorial Juvenil de Linternas y bosques toma en este momento el nombre de “Guardabosques”. Dentro del bosque que habitamos, el de los libros como árboles y la vida como fértil tierra de cultivo, orientaremos a quien lo pida y aprenderemos de quien nos muestre semillas desconocidas o discretos troncos que quizá habíamos ignorado. Defenderemos nuestro patrimonio de los incendios que originan las opiniones vacías y los prejuicios. Mientras lo cuidemos, el bosque crecerá y, por ello, siempre necesitaremos nuevos guardabosques con quienes alimentar las raíces de la vida literaria mediante la participación, la reflexión y la discusión colectivas.

8.También los jóvenes tenemos mucho que decir.

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