Miércoles y jueves han sido dos días intensos, con la lectura a vueltas.
Consultores, administraciones, bibliotecarios, editores, empresas que trabajan en el ámbito de la animación y la gestión cultural, amigos y amigas, han estado entrando y saliendo de mi vida en estos dos días en proyectos distintos.
Como hilo conductor personal, curiosidades que tiene la vida, he retomado y casi terminado entre rato y rato, viaje y viaje, espera y espera el espléndido libro de Daniel Goldin, Los días y los libros. Divagaciones sobre la hospitalidad de la lectura.
Dejaré algunas imágenes de estos dos días y una cita final de Goldin, que también ha escrito un sugerente artículo en el último Texturas, entre las muchas que he apuntado en mis ‘hojas de ruta’.
Proyectos dulces…y queridos… que se abordan y se cierran en el marco adecuado.
Proyectos que empiezan a salir de un estado de latencia temporal…
Conversación y sobremesa en torno al libro, la lectura, la industria y el, los futuros…
Conversaciones telefónicas varias…
El gusto de ver que proyectos ya trabajados siguen teniendo sentido y son valorados y tenidos en cuenta…
El libro guía de estos dos días…
La cita…
Y no es poco lo que la literatura puede hacer en este sentido (el trabajo por la diversidad). Su poder deriva de sus posibilidades de generar desdoblamientos, de causar extrañeza en el interior de cada lector, de poner en crisis su identidad y cuestionarla, de descubrir que cada uno es otro. la promoción de la lectura, para ser tal, supone darle al otro armas para ser diverso de sí mismo. es un regalo radical, una muestra de confianza en el prójimo. (pag. 72)