Trabajo en librería La tienda de Lope situada en Olmedo, mi pueblo, y viene funcionando desde el año 2001.
La idea de montar esta librería aquí vino motivada por mi entusiasmo por la lectura y por vivir en mi pueblo. Desarrollar mi labor en el medio rural al que pertenezco me motiva especialmente.
Considero que mi apuesta profesional es necesaria para mi comunidad y se caracteriza fundamentalmente por propiciar el encuentro artístico y cultural.
Me gusta porque hago amigos interesantes con los que compartir inquietudes y alguna que otra cerveza.
Cuando tenía doce años quería ser escritor o fotógrafo (viajero en ambos casos).
Cuando me toca explicarle a una persona que no conozco por qué me gusta mi oficio le digo que mi librería es el lugar donde quiero vivir.
Más allá de las apariencias la realidad de mi día a día en el trabajo es menos social de lo que desearía y se desarrolla más pegado al ordenador de lo aconsejable.
Y lo peor cuando un cliente ha desconfiado de mi palabra: en general los desencuentros con motivos de algún encargo no satisfecho suelen ser malas experiencias, aunque a veces han supuesto relaciones interesantes.
La imagen que tienen las personas sobre el trabajo que realizo creo que se caracteriza por la rareza, y puede que algo de distancia que me gustaría reducir.
He perdido el entusiasmo por lo que hago en momentos en los que no podía atender mi negocio por culpa del servicio de fotocopias que hacía.
Sin embargo, lo mejor de mi trabajo, sin duda, es el encuentro: además de la venta de libros, se suceden tertulias, clubes de lecturas y actividades relacionadas con el teatro y la música en forma de pequeñas funciones programadas.