En el mundo del libro y de la lectura más no suele ser necesariamente mejor.

He leído una reciente entrevista a Megan Maxwell en Voz pópuli realizada por Karina Sáinz Borgo en la que parece afirmar:

Para los culturetas, el tipo de novela que escribo está mal visto. Siempre dicen que es literatura de segunda. ¿De segunda? Una leche para ti. Así te lo digo.

Creo que es una entrevista que si nos moviésemos en el ámbito gastronómico la podría haber hecho un amante del McDonalds. La supuesta respuesta, en este caso, podría ser:

Para los gastrónomos, el tipo de comida que elaboro está mal visto. Siempre dicen que es comida de segunda. ¿De segunda? Una leche para ti. Así te lo digo.

Pues sí, pues sí. Hay escritura de segunda y de tercera e incluso escritura basura que no hace nada más que contaminar el ambiente. Con la comida pasa también algo parecido.

Entre los lectores, quizás también pase lo mismo. Pedro Cerrillo escribe en El lector literario:

Ser lector no es sólo saber leer, es decir, conocer los mecanismos que posibilitan unir las letras en sílabas, éstas en palabras, y las palabras insertarlas correctamente en oraciones, ni siquiera es conocer las reglas gramaticales más elementales. Con todo esto sabremos leer, pero no seremos lectores: las personas se convierten en lectores cuando son capaces de explorar y descifrar un texto escrito asociándolo a las experiencias y vivencias propias. La clave para lograrlo está, como en tantas otras ocasiones, en el conjunto de la sociedad, que en los momentos que vivimos es una sociedad que alienta la facilidad, la superficialidad y un malentendido pragmatismo, despreciando la dificultad, el esfuerzo, la crítica o el pensamiento propios. (10)

Evelio Martínez también escribía recientemente:

 Nada en contra de que el público lea lo que quiera, pero estaremos de acuerdo en que no todos los textos proporcionan las mismas habilidades, las mismas competencias ni los mismos conocimientos. Quizá ni mejores ni peores, pero sí que puede que claramente diferentes.

… las reflexiones sobre si podemos leer mejor están siempre bajo la sospecha de elitismo cultural. En el imaginario colectivo se ha implantado la idea de que reflexionar sobre la lectura, sobre lo que nos proporciona y sobre lo que nos puede proporcionar, equivale a querer arbitrar el gusto público, a decir a la gente qué es lo que tiene que leer. En suma, equivale a chauvinismo cultural.

Y es una lástima, porque son cosas que nada tienen que ver. Y es más: si como lectores y como profesionales relacionados con la lectura queremos que el acto de leer nos brinde sus beneficios en un sentido amplio, es necesario incorporar al discurso sobre la lectura la idea de que lo importante no siempre es que la gente lea, a secas.

El gusto, el criterio, la selección, la crítica… no son innatos. Se educan y requiere tiempo. La complejidad de texturas, sabores, mezclas, puntos, también… La elaboración de un pensamiento propio contrastado, fundamentado, experiencial… lo mismo.

Aunque, también, siempre ha habido gente que nada de esto le ha interesado y cuando más cerca nos movemos del dinero y la circulación rápida, menos.

La materialidad, las mediaciones son importantes para la escritura, la lectura y la innovación

Estoy leyendo Ordesa de Manuel Vilas.

Ma la recomendó mi amiga Raquel. Me está gustando.

Me encuentro en su lectura con un texto que vuelve a hacerme ver que no todo es lo mismo en lo que se refiere a la escritura y la lectura. El ‘otro’ con el que nos enfentramos, confrontamos o nos encontramos acompañados a la hora de leer y escribir, al igual que los espacios en que lo hacemos creo que tiene su importancia.

Escribe Manuel Vilas:

Poco se ha dicho sobre la materialidad de la escritura, y es un asunto más relevante que las influencias literarias y que las apariciones de Dios. Por ejemplo: no es lo mismo escribir en un teclado que en otro; en una pantalla de un portátil o en una pantalla grnade; en una pantalla rectangular o en una cuadrada; en una mesa alta o en una mesa baja; en una silla con ruedas o en una silla sin ruedas, etcétera, etcétera.

Escribir es una mano que se mueve sobre un papel, un pergamino o un teclado.

Una mano que se fatiga.

Se escribe una cosa u otra según sea el papel, la mano, el boli, la pluma o el ordenador o la máquina de escribir. Porque la literatura es materia, como todo. La literatura son palabras grabadas en un papel. Es esfuerzo físico. Es sudor. No es espíritu. basta ya de menospreciar la materia. (68-69)

Podríamos pensar que con la lectura, pasa lo mismo ¿no?

Jorge Carrión, desde otra mirada, también se acerca a esta reflexión cuando escribe en el artículo La no ficción más innovadora no es necesariamente tecnológica  publicado en The New York Times:

¿Y si en la época de los teclados y los podcasts las tendencias documentales más disruptivas no apostaran por la tecnología, sino por el cuerpo? ¿O al menos por la tecnología en alianza íntima con el cuerpo? Al consenso sobre la preeminencia de la tecnología le opongo, pues, un argumento contraintuitivo: la no ficción más innovadora sigue la consigna de Marina Abramović. El artista está en cuerpo presente en algunos de los proyectos más interesantes de hoy.

 

Vísperas…

Cinco días de teóricas vacaciones por delante aquí en Euskadi.

Dejémoslo en cinco días con otro ritmo. En mi caso, más sosegado, con mayor posibilidad de pensar, pasear, charlar, escribir, leer, proyectar, quedar, conversar…

La antevíspera, ayer martes, en Lerma con posibles nuevos proyectos en Trama editorial. Disfrutando de soñar despiertos y de buscar complicidades.

Hoy en Bilbao, miércoles. Desayuno con amigas. Uno programado. Otra, que me conoce, y siempre que pasa por un sitio concreto mira a ver si estoy, y hoy sí, hace que el desayuno para dos se convierta en conversación para tres.

El mercado. La comida familiar para mañana…

Hoy comida con amigas, personas que aprecio y quiero de una manera muy especial y que. aunque parezca mentira, ha sido un regalo que el breve paso por la política me ha concedido.

Manuel sabe de lo que hablo.

Con una de las personas que desayunaba hoy también.

La posibilidad de hablar también de los priycetos de Trama. De escuchar que pueden tener sentido. De sentir complicidades.

La mesa, el fuego, la comida como lugar y excusa para el encuentro y la reunión.

La conversación que va y viene de lo personal, lo familiar, la políitica, los planes a corto, los sueños a largo…

Tres décadas consecutivas en torno a una mesa. 12 vidas distintas… Manolo sabe de lo que hablo…

Y ya de retirada, para volvernos a ver en breve, en grupos de a tres, de a cuatro, de llamada telefónica si hay necesidad… el sentimiento de que lo vital no se monetiza, porque no tiene precio, ni hay moneda que pueda pagarlo…

Y… los libros y los proyectos de Trama siempre presentes. Porque, por suerte, tenemos más cómplices en el más allá.

 

 

Las librerías como espacio de cultura democrática

Los recién cumplidos 50 años de la librería Lagun, además de traernos a la memoria un pedazo importante de la historia librera de este país y quizás uno de los casos, ya hace años, más sugerentes de economía colaborativa para facilitar la compra de un nuevo local para la librería.

“Quiero trasladar este premio y estos sentimientos a todos los que nos han ayudado, a todos los que en los momentos difíciles, en los que incluso la desolación nos pudo acoger, vinieron a la librería a llevarse libros manchados, libros quemados y luego a financiar el nuevo local” (Ignacio Latierro en La Vanguardia)

ha generado también en diversos artículos y entrevistas algunas reflexiones sugerentes que van más allá de la librería y que creo son interesantes dentro de esta vorágine tendente en muchas ocasiones a la falta de criterio y al ‘todo revuelto’ que tan bien parece venir a algunos.

Así, y por empezar quizás por lo clave, me quedo con estas palabras de Ignacio Latierro en la entrevista que Aitor Guenaga le ha hecho para eldiario.es:

Queríamos seguir siendo libreros… y lo logramos. Ese es el gran premio personal que hemos tenido, llegar hasta hoy con cierto orgullo de nosotros mismos. No sé si hemos contribuido a mejorar la condición cívica de nuestros conciudadanos.

Ese trabajo por la condición cívica y la cultura democrática estaba claro desde su nacimiento tal y como podemos leer en El País en la entrevista de Luis R. Aizpieolea:

Quisimos contribuir, como muchas librerías que entonces se abrieron en España, a la extensión de la cultura democrática y a la oposición al franquismo. Nuestra rebelión política era hija de su censura cultural.

Que el homenaje y la celebración central haya puesto la mirada y el protagonismo en los lectores es todo un buen síntoma. ‘El libro aquel que compré en Lagun’ era el lema del acto que Fernando Bernués montó con mimo y cariño. Al fin y al cabo, las librerías son o deben ser de los lectores. Dice Ignacio Latierro en la entrevista de Mitxel Ezquiaga en el Diario Vasco:

«Me gusta porque el protagonismo recaerá en los lectores, que son y han sido los grandes protagonistas de nuestro medio siglo»

Quiero terminar con dos referencias del que Jesús Casquete ha publicado este domingo pasado en el Diario Vasco y El Correo y que lleva por título Librerías heroicas:

Una librería es de suyo mucho más que un establecimiento comercial, igual que un libro es más que un mero producto sujeto a mercadeo. Continente y contenido simbolizan espacios de libertad, de reflexión, de civilización, en fin, de cultura democrática. No todos los libros transmiten valores que vertebran la convivencia, ni tampoco todas las librerías se distinguen por colocar en sus estanterías libros que nos reten a pensar, pero se trata más bien de excepciones a la regla. Las librerías alimentan el espíritu crítico, la autonomía de pensamiento, el intercambio de argumentos, la tolerancia, todo lo cual constituye savia de democracia.

Una segunda. Tanto que suele gustar mirar a Alemania para ver qué se cuece, esta mirada tampoco estaría mal para aprender de otra experiencia quizás de carácter más cívico que económico.

Por eso la iniciativa de un grupo de librerías del barrio berlinés de Neukölln contra el populismo de derechas y el racismo resulta encomiable. Tras el éxito electoral del partido xenófobo Alternativa por Alemania (AfD), que obtuvo el 13,9% en el distrito de Neukölln en las elecciones en Berlín de 2016, un grupo de libreras y libreros puso en marcha una iniciativa que al cabo aglutinó a la mayoría de librerías locales. Ofrecieron sus espacios e infraestructura para reforzar el tejido asociativo local organizando lecturas y discusiones guiadas por un coraje cívico radicalmente constructivo: ¿cómo recuperar para la convivencia democrática a esos vecinos seducidos por los cantos de sirena patrióticos que ven en los inmigrantes una amenaza a su identidad nacional y a su bienestar?

 

 

Feria del Libro Político de Madrid. 7 y 8 de abril

Las editoriales organizadoras (Cisma, La Oveja Roja y Ediciones del Oriente y del Mediterráneo) de la feria nos explican el sentido de la misma:

La feria en sí consistirá en una treintena de puestos ubicados en el interior de la Nave de Terneras, tras la Casa del Reloj y junto a Matadero, en una de las zonas más populares de los fines de semana madrileños.

Los puestos se reservarán a editoriales que vienen desempeñando su labor desde hace años. Dar una descripción única para todas esas editoriales resulta prácticamente imposible: la diversidad es, afortunadamente, enorme. Unas llevan años centrándose en estudiar experiencias de poder popular, otras en abrir el campo de lo imaginario, otras en profundizar la reflexión y las luchas en torno a las adjudicaciones de género o a la complejidad de nuestro encaje con el medio. Los libros de todas ellas conviven en muchas librerías en las secciones de economía, sociología, género, narrativa, poesía, cómic… Y el diálogo que entre sí crean, discordante en ocasiones, relevante siempre, alimenta las tomas de posición razonadas de todxs nosotrxs.

Para su financiación han lanzado en proyecto en verkami y, como quien dice, cuando escribo esto están a falta de ‘cuatro duros’ de conseguir los ‘euracos’ propuestos inicialmente.

Bienvenidas sean las ferias pequeñas, humanas, temáticas y ligeramente disruptivas…

Tocar, dudar, hojear La librería Ombres Blanches

«La principal herramienta del librero es su memoria»

El libro de Christian Thorel, fundador y director de la mítica librería independiente Ombres Blanches de Toulouse, es el último título publicado hasta la fecha de la colección Tipos móviles de Trama editorial.

Fue presidente del SLF, el sindicato de librerías, y junto a Jerôme Lindon batalló por el precio único del libro, una de tantas peleas en las que, como librero independiente, defendió la literatura, las ciencias humanas, el libro que no quiere someterse a las leyes del best-seller y la mercantilización. Thorel escribe estas memorias en el 40 aniversario de la fundación de su librería en 2015.

La sentencia que Christian Torel escribe nos ofrece la justa medida de su oficio: «La principal herramienta del librero es su memoria». La información bibliográfica que tiene un librero en la cabeza es una memoria intransferible, en permanente crecimiento y transformación, cuya dimensión material es, precisamente, la selección de libros que tiene en sus estanterías: al caminar por los diversos pasillos de Ombres Blanches se entra en contacto con la memoria que ha inventado esa selección. A esa memoria que palpita en la rue Gambetta de Toulouse, a esa zona de resistencia, se añade ahora esta deliciosa memoria escrita.

La lectura es algo que se desea. La conversación con los clientes ocupa parte del tiempo de trabajo, hay que poner a prueba el gusto por la venta. La venta no es algo fácil, y cada día nos enseña a hacer frente a una nueva demanda, a un comportamiento imprevisto, a un libro del que nada se sabe. Cada gesto, cada paso que damos entre los libros nos confirma nuestra inexperiencia, nuestras carencias. Una sensación de vértigo nos invade.

No está de más recordar los dos otros dos títulos en la colección que reflexionan también sobre la librería:

 

Héctor Yánover; Memorias de un librero 

 

 

 

AA.VV. Memoria de la librería

Santi Eraso: algunas reflexiones al hilo de una entrevista

Es curioso, Santi y yo hemos coincidido más en los últimos años que en tiempos en los que ambos hemos desempeñado una actividad mayor y más frenética en distintos sectores de la cultura.

Este gozoso encuentro conversacional tardío quizás sea provocado entre otros motivos tanto por un posible re-conocimiento mutuo como por el hecho de que ha aumentado en algunos casos la permeabilidad entre los distintos sectores culturales provocando con ello que surjan conversaciones y reflexiones desde miradas distintas que personalmente me resultan en muchas ocasiones más enriquecedoras que algunas de las que se mantienen exclusivamente dentro de un único sector de la cultura y que tienden con mucha frecuencia hacia el ombliguismo, provocando además a menudo que se pierda la mirada cultural que suele ser el paraguas que después todos queremos poseer para por un lado dotarnos de sentido y, por otro, pedir unas perrillas a las distintas administraciones en función de nuestro ‘valor intrínseco’.

Quizás este juego conversacional mutuo nos guste porque nos provoque, en palabras del propio Santi, la posibilidad de pensar, de preocuparnos por los límites de una situación.

Hace ya un par de años Daniel Heredia le realizó una entrevista a Santi que ha sido publicada en el número 18 de la revista Periférica y que también Santi reproduce en su blog.

Rescato de la misma algunas reflexiones que me invitan a pensar. Me tomo la libertad de poner algunas negritas…

  • La pasión por el conocimiento, la curiosidad por la vida y el interés por activar mecanismos de transformación cultural a través del arte, en sus múltiples expresiones creativas, han sido siempre mis principales herramientas de trabajo. Como dice la filósofa y activista Marina Garcés en su libro Fuera de clase. Textos de filosofía de guerrilla, para que pase algo a lo largo de nuestra vida podemos apoyarnos en tres potencialidades creativas: la de abrir (abrir posibilidades de vida que antes no existían), la de significar (producir significados nuevos o diferentes) y la de decidir (tomar una posición que no dejará las cosas tal y como estaban). Abrir, significar y decidir son tres maneras de hacer para que pasen cosas en nuestra vida personal y colectiva, privada y política.
  • ¿Cuál cree usted que es la virtud de un buen gestor?Sin ninguna duda, ser un buen mediador. Existen excelentes profesionales que son eficaces gestores de la realidad constituida, esa que nos vincula a formas determinadas de cultura. Me refiero a todo ese entramado de actividades que redundan en el fortalecimiento del orden establecido y que reafirman el carácter patrimonial y el valor comunitario de la cultura. Otros entendemos que también es necesario estar atentos a las emergencias estéticas, poéticas y políticas, a las interrupciones de sentido que se producen en los márgenes o en el interior del orden cultural instaurado. Es decir, hablo de facilitar mediaciones institucionales capaces de impulsar agenciamientos organizativos autónomos con poder para generar lenguajes y prácticas instituyentes no hegemónicas. Iniciativas que vayan, por un lado, más allá de la lógica identitaria o, por otro, de la instrumentalización mercantilista impuesta por la industria del ocio y el entretenimiento, que lamentablemente ha captado y encerrado nuestra subjetividad, convirtiéndonos en meros consumidores y haciéndonos olvidar nuestras propias capacidades.
  • Nunca he podido entender a los burócratas de la cultura pública que, teniendo la posibilidad de trabajar en un sector creativo, se convierten en aburridos gestores de la mediocridad institucional,
  • Hoy, probablemente más que nunca, la cultura está plenamente presente en la vida de las personas, pero en demasiadas ocasiones tan solo como mercancía y valor de cambio. No deberíamos olvidar que este modelo responde a intereses muy concretos del orden económico neoliberal.
  • Creo que nunca como ahora –cuando esta estafa neoliberal, denominada crisis, ha puesto patas arriba el sistema cultural público en Europa– son necesarias otras políticas para reformar de arriba a abajo el sistema cultural. La cuestión sigue siendo qué políticas. ¿Cómo nos ponemos de acuerdo para determinar qué tipo de políticas culturales se deben impulsar con recursos públicos y, por tanto, de interés social?
  • Resistir puede ser la desobediencia, el boicot o la insumisión, pero también la deserción y la fuga. Una negación de los hechos que abre otras posibilidades, un paso al margen que nos descubre nuevas contingencias. Entre la coherencia absoluta y la incoherencia total existe un margen de movimiento para una vida que quiere resguardar su dignidad.
  • Conducirse políticamente no es tomar partido por alguna organización en concreto -aunque es posible, por supuesto- porque, más allá de militancias explícitas y obediencias orgánicas, hay otras mil formas de manifestar la relación crítica que tengamos con la sociedad y con la historia, de las que la ética y la estética nunca están separadas.
  • No tengo ninguna duda de que el papel de la educación, la cultura y el arte son trascendentales para el progreso social. Ahora que el pragmatismo economicista trata de hacernos creer que esos saberes son inútiles, es el mejor momento para optar por una cultura de valores sociales y ecológicos, vinculada a su potencia educativa y transformadora que ayude a construir un mundo mejor. Tenemos la opción de elegir entre una política cultural que ceda el protagonismo exclusivamente al mercado y al consumo y otra que incentive largos procesos educativos, la formación y aprendizaje continuos a lo largo de toda la vida; que acentúe la participación de las nuevas generaciones emergentes, infancia y juventud, como sujetos activos y responsables de  un futuro por venir y que sea capaz de integrar la creciente diversidad ciudadana, cultural, religiosa, de género, lingüística, entendiéndola como una oportunidad y no como una amenaza.
  • El museo nunca es neutral porque constituye un sistema de protocolos y convenciones que definen el territorio del patrimonio común, pero también instituye y transforma sus contenidos ya que, a la vez, en principio, protege las artes de las exigencias perentorias de la cultura dominante y del mercado. No es solamente un depósito de fetiches porque lo que importa es la negociación del presente más que la legitimación del pasado. Pero también es un espacio de interpretación y transformación, entendido como sistema de participación…. Este tipo de museos de nueva generación, uno de cuyos emblemas es el Guggenheim de Bilbao, pasan a formar parte de la red de ciudades marca, cuyo objetivo principal es competir entre ellas para convertirse en focos de atracción empresarial.
  • Desde el momento en que la cultura se entiende como una industria más, poco a poco altera su misión educativa y su función social hasta transformarse en máquina de producción…. Pensar la cultura supone también recapacitar sobre el modelo de sociedad que queremos construir; sobre qué entendemos por bienes comunes y cómo hacemos para que su valor social sea respetado y fomentado, con el fin de que forme parte de los conocimientos, saberes, materiales estéticos y simbólicos fundamentales en la formación y sensibilización de las personas.
  • Los bienes culturales han pasado a formar parte de la cadena de valor competitiva y la  economía del consumo cultural se determina, en gran medida, por las leyes de la oferta y la demanda y sus reglas de juego: invención de mitos artísticos, grandes campañas de publicidad y promoción, marketing y propaganda, complicidad interesada de los medios de comunicación de masas (incluidos los públicos, lamentablemente), producción de grandes eventos y festivales monumentales, etcétera. Una sofisticada gestión de la pulsión del deseo, canalizada a través del impulso del consumo o, mejor dicho, por el consumismo compulsivo, como exacerbación del intercambio de bienes.
  • Lamentablemente, el sistema cultural dominante funciona con la misma lógica productivista, acelerada y consumista que el capitalismo impone en nuestras vidas; de hecho es un espejo donde se reflejan sus mismas señas de identidad: aceleración constante de la producción, competitividad, mercantilización, globalismo banalizado -contrario al internacionalismo localizado- espectacularización, desregulación, flexibilización, individualización, precarización etc. Si entendemos que la ecología es sustancial al cambio de régimen económico, la ponderación debería serlo también a una cultura responsable con la vida sostenible en las ciudades. Creo que, frente a la característica celeridad urbana que determina también los ritmos desenfrenados de la actividad cultural –véanse los debates sobre la movilidad y contaminación de Madrid o Barcelona- sería mucho más consecuente hacer menos, con más tiempo y, sobre todo, con una mejor y más justo reparto de los recursos; invertir más en los sujetos creativos, dignificando su trabajo, y menos en los objetos-maquinarias institucionales que literalmente se “tragan”, como monstruos hambrientos, la mayor parte de los recursos.

Mañana La Dolce Vita abre sus puertas en Barcelona

Una buena cómplice barcelonesa, me avisó. Ya estaba al loro. Intentaré acercarme ya que me pilla en Barcelona.

Abre y nace una nueva librería especializada en este caso en compra-venta de libros en diferentes idiomas: inglés, francés, italiano, castellano y portugués. La Dolce Vita.

Me cuentan que su librera Ilaria Sansotta es una persona enérgica, creativa y a la que su pasión por los libros le viene desde que tiene uso de razón. Estudió Restauración y Encuadernación en Italia y el Postgrado de Escola de Libreria de Barcelona que, en mi humilde opinión, tanto bien está haciendo al sector librero y al mundo del libro en general.

¡Bienvenida y todo el ánimo!

Llegim, llegim, llegim. Pla Valencià de Foment del llibre i la lectura

Leo en la introducción del Plan:

La lectura sigue siendo hoy una garantía de interpretación activa, creativa y plural del mundo, del saber y de la cultura. Una sociedad que lee es una sociedad libre que incrementa su capital cultural y humano. Por lo tanto, es responsabilidad de las administraciones públicas impulsar políticas que fomentan la lectura como herramienta fundamental del desarrollo de la personalidad, de la socialización, del bienestar social y de la calidad de vida.

Merece la pena leerlo con calma. Bien estructurado y si hubiera que poner una pega en una primera visión es el escaso desglose presupuestario que le acompaña que es donde en la mayoría de las ocasiones se suelen acabar atascando estos planes.

Sobre las librerías se plantean estos objetivos:

Objectius específics
 Augmentar la xarxa comercial del llibre al territori valencià.
 Posar en valor la llibreria com a espai de cultura.
 Impulsar la relació de la llibreria amb l’escola, la biblioteca i el barri/municipi.

Con todo respeto, me permito dudar de la conveniencia del primero sin haber realizado con anterioridad si la propia estructura actual es sostenible y si el consumo de los ciudadanos lectores da para más.

En cualquier caso, lo dicho, un buen modelo, aunque ya sabemos que el papel lo aguanta todo y luego del dicho al hecho suele haber un gran trecho.

Tutores de la lectura. Guillermo Busutil

Bello y sugerente texto de Guillermo Busutil reflexionando tras el reciente Congreso de libreros celebrado en Sevilla y que se publicó ayer en La Opinión de Málaga.

Lo reproduzco en su totalidad. Me permitiré sólo dos detalles que me producen una satisfacción personal:

  1. La referencia a Javier Pascual como una de las voces más oportunas del Congreso.
  2. La postura reivindicativa con ‘lo de siempre’ de Antonio de Marco, el librero que llegó del lado oscuroAntonio de Marco reivindicó ofrecer lo de siempre, alma: trato personalizado, calidad, actividades variadas, y también debate y construcción política y social, tan necesarios actualmente.

Ser librero es una vocación abierta de par en par. A la pasión de leer, al arte de la conversación, al oficio de vender un mundo desconocido como una promesa que casi nunca se equivoca. La lectura de un libro empieza en la voz del librero que cuenta y enrola al lector. A veces pensamos con razón que la crisis, las nuevas tecnologías, los ocios sin recogimiento, y el híper encantamiento de la imagen, han ido desahuciando este perfil de los tutores de lectura. Que sólo quedan algunos náufragos en esos establecimientos de penumbra y madera, entre mapas, ediciones antiguas y volúmenes de segunda mano con dedicatoria extraviada. Los otros, los libreros de novedades semanales, se etiquetan desde la mirada de los amantes del libro como meros dependientes entre ordenadores, barras de cafetería y estanterías de diseño con wifi gratis; sin ninguna marca que delate su oficio ni sus preferencias. Los hay. De los unos, y de los otros. Sobreviven los lobos de mar que llevan tatuados en su memoria el anaquel donde duerme cada una de sus joyas con exlibris, y los que sólo atienden sin criterio alguno sobre el autor ni esa huella de tinta perenne en las yemas de los dedos. Pero son más los que disfrutan de su pasión. Unos mantienen la idea de su empresa como un ultramarino de barrio en el que se fían cuentas de clientes; otros la han convertido en la equis de un territorio alrededor de la que crecen otras formas de ocio compartido alrededor de la cultura de la vida.

Libreros, muchos, sin parecerse entre ellos, que sueñan con que las librerías sean nuestra tercera casa. Qué bonita definición de François Dubruille, directora de la Federación Europea e Internacional de Libreros en el Magazín que desliza con guante blanco por los hoteles el periodista cultural Winston Manrique. Él y yo hemos disfrutado a muchos de estos emprendedores de la lectura en su XXIII Congreso celebrado en Sevilla, los pasados 8, 9 y 10 de marzo. Trescientos en activo, herederos de saga como la homenajeada Concha Quirós al frente de la Cervantes de Oviedo, y Juancho Pons, presidente de la Confederación española de gremios y asociaciones de libreros (Cegal); profesionales de bonanzas y de crisis -entre las caídas de ventas y los libros de texto que se llevaron las grandes superficies-, emparejados algunos por dos amores hacia lo mismo –el otro, y los libros- igual que la vicepresidenta Eva Cosculluela y Félix, de Portadores de Sueños, o Diana y Antonio Rivero de Canaima, y positivos en su oficio y sus retos como su director técnico Javier López Yáñez. En sus labores cada uno, y pendiente de todos Lourdes García, en un Congreso fecundo de ideas y sin mácula alguna.

Cada vez que un gremio se junta en un congreso es fácil recordar aquellos ejercicios espirituales de encierro y reflexión, y pensar en el presente en el que todo lo que tiene que ver con la cultura es una acrobacia entre el alambre, la terapia y la extremaunción. No ha sido así bajo la lluvia de Sevilla y la participación animosa de distribuidores, editores y escritores proponiendo interesantes alternativas; decididos a mejorar la colaboración entre sectores; a exigir políticas inspiradas en las culturas del libro en Europa donde todo pasa por la educación, y tan ausentes en España aunque existan iniciativas como Mi libro favorito, desarrollada por la Fundación Lara de Sevilla en los institutos andaluces. Un apoyo fundamental en la formación, sobre la que Jesús Trueba propuso la introducción en los planes educativos de un tiempo de lectura. Iniciativas con las que hacer realidad que «la lectura hace al hombre completo; la conversación lo hace ágil; el escribir lo hace preciso» como escribió Francis Bacon.

No faltó inteligencia, humor ni crítica constructiva en el debate de las jornadas, en las que hubo muchos momentos de brillantez argumental en torno al ecosistema del libro. Se habló de agilizar el trabajo diario que los encadena al ordenador sin apenas tiempo para leer, que es lo suyo; del avance de sus redes en conexión con más de 690 librerías; de la labor del portal loslibrerosrecomiendan que lleva Juan Marqués o el potencial de todostuslibros.com, con un millón de consultas al mes y la posibilidad de convertirse en una plataforma de defensa frente a las grandes dentelladas de Amazon y las ventas online en torno al 15%. Se admitió el error de las campañas que metieron el libro en la caja de entretenimiento. Lo mismo que el de mantener vigente la sentencia del ensayista Samuel Johnson, la gente no lee si tiene otra gente con la que entretenerse, cuando los libros están llenos de tipos con los que irse de aventura, disfrutar de sus enseñanzas e imitar sus vidas. Igualmente se decidió acordar canales de comunicación más eficaces entre las editoriales y el gremio, y una colaboración más estrecha con los suplementos literarios, revistas o programas, algunos de los cuales como Arte y Letras del Heraldo con más de 600 números, el ABCD o Mercurio, de cumpleaños en abril con 200 números, que recomiendan librerías y su trabajo. Cada uno debe tener la suya o varias, a propuesta de Javier Pascual, una de las voces oportunas del congreso junto a las de Juan Miguel Salvador y Manuel Gil, director de la Feria del Libro de Madrid entre otras que destacaron el auge de las librerías de autor, centradas en ofrecer títulos de editoriales independientes, como las de Impedimenta o Libros del Asteroide que conforman el grupo Contexto, que contribuyen a segmentar público, a fidelizarlo y atraer clientes y un tiempo nuevo.

Una fórmula con la que Antonio de Marco reivindicó ofrecer lo de siempre, alma: trato personalizado, calidad, actividades variadas, y también debate y construcción política y social, tan necesarios actualmente. La bitácora de aquellos jóvenes militantes de la Transición que abrieron en 1969 la malagueña Prometeo-Proteo, dos nombres de rebeldía contra los dioses y estrategia de confusión contra la censura, y la sevillana Antonio Machado. Ágoras de literatura y de política de izquierdas encabezadas por Francisco Puche y Alfonso Guerra en un estupendo debate sobre utopías del 68; los ataques de los grupos fascistas; el reconocimiento a Ruedo Ibérico, a Losada y a Alianza bolsillo, imprescindibles en la educación sentimental del exilio, de la poesía y de la literatura europea. Oficio con olfato para saber empujar a cada libro hacia su lector, y recuerdos sobre el cuarto secreto de títulos prohibidos de Prometeo, que la Machado tuvo en un Dos Caballos aparcado en frente de su puerta, o de vacíos legales como el que llevó a la policía a detener a Guerra en la frontera francesa por el libro Marxismo y anti marxismo de Besteiro, que encontró a su regreso expuesto en su escaparate. Dos fabulosos conversadores y lectores que, al igual que Borges, podrían decir «me enorgullezco por lo que he leído». Ambos, al igual que muchos de los asistentes y de los que conozco como José Antonio Ruiz, Juan Manuel Cruz o Enrique del Río dejaron claro que ser librero también es un género.

Los verdaderos analfabetos son los que aprendieron a leer y no leen. Estaría bien recordar esta frase del poeta brasileño Mario Quintana en las escuelas, y también en la universidad tan de espaldas hoy a la lectura de libros y de prensa, para que los jóvenes aprendan con las palabras a tomar el pulso a la vida. A convertir con ellas la imaginación en una cometa, la realidad en una conciencia que interrogue, y el lenguaje en la voz de nuestra identidad. No olvidemos que, frente al trading topi de la banalidad, la manipulación y las posverdades que nos cercan, los libros nos refugian, nos cruzan fronteras y nos habitan la mirada, porque la literatura es el lugar más seguro del mundo como dice Muñoz Molina.

Sin la lectura los por qué difícilmente se abrirían paso. Y sin las librerías las ciudades serían urbanizaciones. Hay muchas, con magnéticos escaparates, con tantos mundos dentro y tan fantásticos, que dan ganas de entrar y quedarse a vivir en ellas. Seamos sus cómplices, nos necesitamos. Su futuro y el nuestro son de libro.

Cuando la labor del librero va más allá de la venta de libros…

Cuando todavía están recientes los ecos del último Congreso de libreros celebrado en Sevilla; cuando todavía siguen apareciendo titulares en los medios que juegan al partido libreros-Amazon como si no hubiera más contendientes en el pastel de la venta al cliente final, sea este particular o institucional; cuando parece que se reconoce que hasta la fecha se ha llorado más que actuado; cuando…. quedan muchos cuandos pendientes…, no está de más traer una cita de Sophie Noël y su visión sobre la labor del librero independiente que, por incluir un matiz más, no se juega su independencia sólo con el libro nuevo…

– La labor del librero independiente va más allá de la venta de libros: su labor consiste en una serie de prácticas coherentes, que se materializan en la elección del local y del barrio, de la decoración y de las actividades propuestas, todo lo cual contribuye a crear un estilo único. La reivindicación de la pertenencia de la librería a un barrio y de la proximidad a sus habitantes, particularmente puesta en práctica por las librerías anglosajonas en torno al movimiento, todavía es un elemento central de esta retórica de la singularidad, con su ideal de pequeña comunidad, símbolo de una ciudadanía libre y virtuosa, tradicionalmente hostil al big business. La temática del barrio-pueblo, del pequeño grupo de conocidos y del vínculo social idealizado se opone al anonimato del comercio online y se relaciona estrechamente con los valores de la familia libremente escogida. Algunas librerías organizan algunas de sus secciones en «connivencia» con sus clientes, y llaman la atención sobre el hecho de que la gente se tutee y se llame por su nombre dentro de ellas. Sabiendo que el ánimo de lucro queda generalmente anulado dentro del ámbito doméstico y en las relaciones de amistad, los libreros a los que hemos entrevistado sitúan su relación con los «clientes-amigos» bajo el signo de los valores de intercambio (inmaterial) y de la confianza, redefiniendo la relación comercial como una relación libremente escogida: «La gente necesita contacto, intercambios. Me he hecho amiga de varios de ellos, aunque no compren nada» (Sophie Noël en Revista Texturas 32; trama editorial, pag. 79)

Honestidad

Había dejado posar esta palabra y esta reflexión que surgió en facebook con motivo de la última estancia por Barcelona y de una de esas conversaciones especiales con amigos.

Oriol escribió una sugerente reflexión que hoy traslado.

¿El motivo de acercarlo ahora?

Quizás una vuelta a Barcelona en breve para una propuesta de trabajo que creo, precisamente, que debe tener la honestidad como una de sus claras señas de identidad.

Las palabras y la reflexión que hay en ellas creo que son trasladables a otros sectores, como el del libro.

La dejo tal cual, incluyendo solamente unas negritas.

La referencia a la honestidad es algo más que una de esas muletas poéticas del sector. Es evidente que la honestidad es un valor humano y cuando nos referimos a la del vino es en referencia a las prácticas, en primer lugar, que se usaron para su elaboración. Lo que pasa, y esa es la cuestión y la pertinencia del uso de la honestidad como categoría para describir un vino, es que entre los significados contenidos en el vino, los históricos y los mercantiles, uno de los que tiene mayor relevancia (hoy) es el de transmisor [ver aquí si se quiere una analogía con la función del traductor literario], el vino como transmisor de mensajes -de localización. En este sentido, cuando la tecnificación ha superado (¿todos?) los retos de la «calidad»; y cuando a su vez la globalización nos ha llevado hacia la estandarización del paisaje y del gusto, la conexión del vino con su lugar cobra mayor interés que otros parámetros históricos. Y sin renunciar (cada cual con su carácter y como libre consumidor tomará más o menos «riesgos») a valores (culturales) adquiridos, parece claro que lo que en estas circunstancias el vino nos puede decir tiene que ver con el origen. Las barricas, por ejemplo, o determinados «trucos» para dar longevidad, y muchas de las prácticas enológicas históricas, legítimamente destinadas al favorecimiento del comercio, pierden hoy interés porque actúan como máscaras de un producto que si sigue conservando significado intrínseco es en relación con el origen y su capacidad química de síntesis del mismo. En este sentido hablamos de honestidad, cuando un vino parece servir a ese reto genuino y actual de transmitir origen, obviamente de la mano de los bípedos que lo firman, pero también en los casos más anónimos (léase cooperativas y gentes sin cartel). Otra analogía posible en este sentido podría ser el de las piedras medievales, anónimas, y honestas por el compromiso y la función asumida. Hablar de la honestidad del vino significa hablar de geografía en un sentido botánico, de atención a los márgenes, como decía el Dr. Margalef, con menos intención cartográfica, decimonónica; reconociendo una pluralidad fecunda, abierta a la emoción. El vino como transmisor de mensajes geográficos.

Y, me pregunto, ¿no pueden hablar de esto también a su modo y manera las librerías y los editores?

 

Colette Letras y Tragos, nueva librería en Murcia

El 11 de noviembre del año pasado ha abierto sus puertas en Murcia Colette Letras y Tragos.

Dicen:

Abrimos un espacio donde queremos que disfrutes de la mejor narrativa actual haciéndole un guiño especial a las mujeres escritoras. Os hemos hecho también la mejor selección de vinos de autor para hacer tu visita más agradable mientras echas un vistazo a la exposición elegida para cada momento.
Vendemos e intercambiamos libros de segunda mano y te invitamos a un café mientras eliges.

Leemos también en El Periodicum:

“Todo lo que sea cultural tiene cabida en la librería”, logrando así crear un segundo hogar para aquellos que nos gusta leer, o el vino, y para aquellas personas que tocaron su puerta para formar parte de Colette leTRAs Y TRAgos, ya que Raquel colabora con otros artistas de la Región como la ilustradora murciana Viana o MENGANITAdecual, además de aquellos que exponen en la librería.

En Murray Magazine podemos leer el porqué de esta nueva librería:

Pilar Cámara en MurrayMag

Llevaba demasiados años trabajando en un puesto de alta responsabilidad en una multinacional con la sensación de estar perdiendo la oportunidad de hacer algo que realmente me gustara. Un montón de circunstancias me llevaron a pensar que por qué no intentar lanzar un proyecto en el que fuera “más yo”. La pregunta fue: «¿Qué te gusta?». Me respondí: «Los libros y el vino»… Y así surge. La librería acoge sobre todo narrativa contemporánea y queremos extender y dar a conocer desde escritoras clásicas a la escritora novel que quiera presentarnos su libro con sus diez amigos y darse a conocer. es un espacio abierto a propuestas culturales de muchos tipos.

Mi deseo de ¡larga vida!

 

 

Rectificar es de sabios… ¡Enhorabuena a quien toque en el Gobierno Vasco!

Señalé en fechas recientes, hace cuatro días para ser exactos, que las fichas del catálogo colectivo de bibliotecas que coordina el Gobierno vasco enlazaba a través de la imagen con las fichas de los libros en Amazon.

Está claro por la rapidez de reacción que algo o alguien no había actuado muy adecuadamente y, por lo menos, se ha avanzado un paso: ya no llevan a la ficha, aunque las imágenes siguen siendo de Amazon. Basta ver al clicar la url generada.

La modificación, diré que rápida y ágil, me alegra por lo menos por un par de motivos:

  • Sigue habiendo personas en la administración capaces de tomar cartas en los asuntos que les corresponde.
  • No siempre la administración es lenta.

Y eso, está bién.

Ya cuando la ruta lleve a repositorios ya existentes dentro del Estado pues lo celebraremos a lo grande.

En cualquier caso, un paso que valoro.

Hoy, los locos por el papel de La tres catorce cumplen su primer año

¡Qué ilusión me hace!

De lo mejorcito en lo personal que he conocido…y eso no tiene precio.

Ellas nos lo cuentan mejor que nadie..

¡Estamos de cumple-año!

Primero nos llamaron locos. Luego, valientes. Ahora nos llaman amigos.

El 13 de marzo de 2017 abrimos la puerta por primera vez de latrescatorce, no solo libros, tan expectantes como los propios vecinos del barrio de Chamberí que nos han acogido y apoyado con mucha simpatía.

En este año solo podemos agradecérselo a todos los que se han acercado a visitar nuestro espacio; a los que han alabado nuestros curiosos escaparates; a los que han asistido a las presentaciones de libros y a los que han degustado las catas de vino y tequila. Gracias a los artistas que han expuesto sus obras en nuestras paredes, y a los que han asistido a admirarlas. Gracias a los que alaban el buen fondo editorial que se exhibe en nuestras estanterías. Y, por supuesto, agradecemos a las editoriales invitadas que han confiado en nosotros para traernos su catálogo cada mes.

Ahora nuestro reto, en este segundo año que comienza, es seguir sorprendiendo a todo aquel que se acerque a nuestra librería. Seguiremos buscando objetos originales que hagan de sus regalos algo especial. Seguiremos apoyando a artistas, escritores, editoriales que deseen estar presentes en García de Paredes, 25. Aquí seguiremos los locos por el papel. ¡Gracias!

 

El impacto de la cultura. Análisis de los modelos de estudio. Observatorio Vasco de la Cultura

No es la primera vez que hablo por aquí del Observatorio Vasco de la Cultura y de sus estudios e informes. Algunos de ellos me resultan especialmente sugerentes como, por ejemplo entre los recientes, el Panel de hábitos culturales.

El que traigo hoy aquí ha sido publicado recientemente. En el mismo se hace un repaso a los estudios relacionados con la posible medición del impacto económico y/o social de la cultura y se recogen algunas buenas prácticas de los mismos, pero sin olvidar, para poder situar cada cosa en su sitio, que la cultura tiene y desarrolla valores intrínsecos, instrumentales e institucionales y que quizás convenga no confundir ni cambiar prioridades. Por lo tanto, fijarse sólo en las externalidades algo cada vez más habitual puede llevarnos en algunos casos a perder la perspectiva y el sentido de lo que es realmente importante medir o medir en relación a…

Recojo algunas de las conclusiones planteadas en el informe:

A modo de síntesis, y para resaltar los elementos primordiales de las distintas herramientas planteadas, cabe destacar que:
› Los Estudios de Impacto Económico se utilizan para medir los efectos en la economía, en un área geográfica determinada, de una manifestación cultural
› El Análisis Coste-Beneficio ayuda a medir el bienestar social frente a una manifestación cultural, no sólo medir los costes y los beneficios económicos de la misma, sino también, los sociales.
› Los estudios que utilizan la metodología Social Return on Investment tiene el objetivo de medir el valor social de una política pública, para saber cuál será el retorno social de la inversión pública realizada.
› Finalmente, la metodología planteada por la ESSnet-Culture se centra en medir los Spillover de las Industrias Creativas, ver y analizar cuáles son los efectos secundarios de las industrias creativas, metodología que se podría extrapolar al análisis en otros contextos.

Cuando se usan este tipo de metodologías se debe tener en cuenta que aunque todas presentan beneficios y fortalezas metodológicas, también tienen ciertas limitaciones.

En relación a los estudios de impacto económico hay que considerar que es la metodología más utilizada, debido a su mayor consolidación; pero se debe ser riguroso al realizar la recogida y análisis de la información necesaria para evitar la inflación de los resultados que se obtengan. Para ello, hay que seguir las recomendaciones que se han ido remarcando a lo largo del uso de esta metodología, se destaca:
 Efectos directos: evitar sobredimensionamiento de los resultados. Separar el gasto realizado por la organización en el área geográfica de referencia y el realizado fuera de la misma, ya que el segundo no es un gasto directo, no repercute en el entorno de la manifestación cultural.
 Efectos indirectos: realizar una encuesta a los usuarios/as teniendo en cuenta los siguientes puntos.
– Evitar doble contabilización: no incluir los gastos contabilizados en las cuentas contables de la organización de la manifestación cultural. – Entrada neta en la economía local: discernir entre el público local y el no local. Sólo el gasto del público no local es el gasto que no se contabilizaría en la economía de referencia
de no celebrarse el evento cultural.
– Gasto imputable: determinar el motivo del viaje de los usuarios/as. Si los y las usuarias se desplazan al área geográfica de referencia independientemente del evento cultural su gasto estaría presente en la economía de referencia igualmente.
Análisis de estudios de impacto 2017
 Efectos inducidos: tener en cuenta los multiplicadores de la producción, renta y ocupación que más se aproximen al área de influencia de dicha manifestación cultural.
Finalmente, cuando se realizan EIE se deberían considerar como soporte y/o ayuda para la toma de decisiones políticas, como por ejemplo en el otorgamiento de futuras subvenciones, pero nunca debería ser un sustitutivo de dicha decisión política.

En cuanto a los análisis coste-beneficio también pueden ser un complemento en la toma de decisiones políticas, ya que pueden ayudar a ver el coste de la inversión pública frente al beneficio que reportará. Pero al mismo tiempo hay que ir más allá, ya que el bienestar social va más allá de la contabilización del mismo. En este sentido, cabría aportar una perspectiva cualitativa que permita valorar todos los resultados, de una forma más amplia, no sólo desde la contabilización económica de los beneficios sociales. Como en los EIE, estos estudios deberían ser un apoyo para la toma de decisiones políticas, no un substituto de las mismas.

A nivel de los estudios de retorno social, el informe se ha centrado en gran medida en los SROI. Esta metodología es útil para medir el retorno social de la inversión pública, pero al analizar los estudios de retorno social de forma global se destaca que en la mayoría de estudios se acaban proponiendo y desarrollando metodologías propias, de manera que se formulen metodologías mixtas que tengan en cuenta otros aspectos.

En este sentido, se confirma que queda camino por recorrer en la elaboración y consolidación de metodologías que midan el retorno social, pero que, al mismo tiempo, ya existen algunos estudios que empiezan a aportar posibles herramientas.

Aprendiendo con y de Antonio de Marco, el librero que llegó del ‘lado oscuro’

Antonio de Marco ha visto al final la luz y le ha llegado la ‘reconversión librera’. Aquellos trabajos de juventud que servían para ampliar el número de copas nocturnas se han convertido con el paso de los años y después de idas y venidas en su ‘hacer’ principal en la estupenda librerías Pasajes de Madrid.

Ha salido del ‘lado oscuro’ y esto ha permitido que algunas personas podamos disfrutar no sólo de su conocimiento, sino de él como persona que al final suele ser lo que acaba mereciendo la pena de verdad.

Hay por cierto algunas otras personas que se mueven en el ‘lado oscuro’ que son también gente estupenda. Ocurre a veces que la vida con sus recodos laborales es caprichosa y nos ubica a veces en sitios casi inesperados.

Con motivo del Congreso de libreros que acaba de terminar en Sevilla Francisco Camero le ha hecho una amplia entrevista a ADM para el Diario de Sevilla que, en mi opinión, no tiene desperdicio.

Os invito a leerla entera.

Yo, aquí, os ofrezco algunos de mis subrayados personales.

  • Hay algo que no se puede discutir: Amazon está siempre enfocada en el cliente y presta un servicio excelente. Eso es esencial, y lo hace muy bien.
  • Los libreros, y creo que el sector del libro en general, se dejaron engañar con la amenaza del libro digital, cuando lo que estaba haciendo Amazon era montar una colosal librería, on line, pero una librería. Y esto sí que era el problema. En muchos países Amazon domina el 60% del mercado de ventas por internet.
  • Cada librería tiene su alma… Se trata de reforzar la experiencia de visitar una librería y el servicio de cercanía, pero lo que no podemos hacer es competir con la venta on line, ninguna librería puede competir con Amazon en ese terreno, es imposible.
  • Las multinacionales tecnológicas llevan la ley al límite. Y al límite significa al límite más absoluto. En todos los sentidos. No sólo la tributación, también ciertos derechos.
  • Si los libreros son conscientes de dónde están sus 8.000 o 5.000 o 3.000 clientes y los cuidan y les prestan un servicio de calidad, si saben crear un lugar con alma y tienen una gestión financiera adecuada, esas librerías pueden sobrevivir lo que sea.
  • Negroponte dijo hace tiempo que pasados cinco años no habría ya libros en papel, y ya vemos… Con respecto a esta cuestión ha habido mucho gurú interesado, y también mucho gurú muy desinformado.
  • Tenemos ahora dos mercados paralelos, el de las librerías de siempre y el digital, y se dan casos curiosos y elocuentes. Conozco por ejemplo a gente que se autopublica, y algunos han vendido mucho, incluso ganando cantidades importantes de dinero, y han querido tener su libro también en papel, en una librería de prestigio, y ahí no han vendido nada de nada. El mercado se ha partido en dos, que van en paralelo y casi no se tocan.
  • Es evidente que no salen los números para tantísimo libro.
  • Creo que en el mundo editorial hay una burbuja importante, un exceso de títulos. Tiene que haber un revolcón en todo el sector. Pero seriamente. Nos tenemos que sentar todos, libreros, editores, distribuidores, y decir: «Oye, vamos a ver si lo podemos hacer de una forma más racional». Porque el mercado no crece.
  • Este sistema de comprar y devolver-comprar y devolver no funciona bien. Sentémonos todos y veamos de qué otro modo podríamos hacerlo… si el negocio fuera un supermercado en vez de una librería, no podría sobrevivir de este modo, todo el rato devolviendo cosas. Al final, el trabajo del librero no sólo no es estar ahí idílicamente con una tacita en el mostrador leyendo Guerra y paz, sino que es estar casi todo el tiempo tramitando las devoluciones.

Todo esto y más da para una buena conversación con él.

¿Es consciente el Gobierno Vasco de estar haciéndole el juego a Amazon desde su servicio bibliotecario?

13 de marzo. Actualización

Las imágenes, por lo que acabo de comprobar no llevan ya directamente a la ficha de Amazon, pero… siguen siendo imágenes de Amazon.

En cualquier caso es un paso… que merece mi reconocimiento. Sé que a veces las cosas de palacio van despacio.

Publicación original

Me gusta trastear por la redes y estos mundos del internet. Te acabas en muchas ocasiones encontrando informaciones, situaciones o relaciones inesperadas que en muchas ocasiones sorprenden.

En algunas de ellas, una vez que las descubres dudas que pueda ser un asunto meramente casual. Esto por lo menos me ocurre cuando hay empresas por medio.

Uno de los últimos descubrimientos fruto de este trasteo ha sido el lazo de unión que existe entre Gobierno Vasco, concretamente el servicio de Bibliotecas, y Amazon.

Que desde páginas públicas que todos pagamos se lleve directamente a productos, libros en este caso, que se comercializan en Amazon y que este se haga con un único clic me parece que no es de recibo.

Desconozco si este hecho se produce por descuido, por desidia, porque el proveedor de servicios se la ha colado, por…. Pero el hecho cierto es que sucede y que me parece, personalmente impresentable.

¿Dónde ocurre esto?

En el catálogo de la Red de Bibliotecas de Euskadi

El asunto es relativamente sutil. Aparentemente nada se ve, pero basta acceder a la ficha de un libro con portada para comprobar que al pinchar en la imagen del mismo, nuestro viaje digital termina en Amazon.

He testado 100 portadas fruto de búsquedas distintas, que no se pueden enlazar ya que generan una URL que caduca, y las 100 llevan a Amazon.

Alguien debería darle una vuelta a esto y, desde luego, no dejarlo pasar.

¡A alguien se la han colado! Y, los detalles son importantes ¿no?

Seguiremos la evolución para ver si alguien toma cartas en el asunto…

 

 

 

Libreras libres… ¿siguiendo la estela de La conspiración de la pólvora?

En fechas recientes, con motivo de la celebración del Consejo Vasco de la Cultura en Tabakalera estuve visitando a Inés García en Tobacco Days y salí de allí acompañado de una estupenda lectura.

A finales del año pasado, fruto de la lectura de los datos del último Mapa de librerías pude constatar que la librería, las librerías, tienen mayoritariamente rostro de mujer.

Tres mujeres Ylenia de Brönte Liburudenda, Katixa de Deborahlibros e Inés de Tobacco Days se han enRedado para crear el triángulo de las Bermudas literarias, siguiendo quizás la estela de La conspiración de las pólvora que ya triangula por la raya extremeña-castellana.

Ellas mismas se definen como Libreras libres.

Y hoy de manera especial, pero también todos los días, son las personas que quiero ocupen este espacio.

Termino con una cita.

No hay que confundir gregarismo con sociabilidad, o individualismo con construcción de sí, elaboración de la interioridad, de la subjetividad. Basta con pensar que en muchos países las mujeres son las que más leen, y sin embargo no me parece que sean las que dediquen menos tiempo a los otros, al bien común. Pero es que la lectura (y particularmente la lectura de obras literarias) supone tal vez aceptar ser vulnerables, aceptar que algo nos invade: una voz ajena, unas palabras, un pensamiento ajeno. Como lo dice mi editor y amigo Daniel Goldin, quizás sea esa desigual capacidad de aceptar que se es vulnerable lo que explica que haya más mujeres que leen. Por el contrario, cuando uno pretende negar la vulnerabilidad, negar la falta, la pérdida, cuando es todo músculos y control, entonces evita la literatura o trata de dominarla. (Michèle Petit en Juan Domingo Argüelles; Historias de lecturas y lectores; pag. 274)

 

La ralentización de los formatos digitales. Tres notas

No es igual leer para repetir el mundo que leer cuando se tiene la motivación de cambiarlo. (Remedios Zafra; El entusiasmo. Precariedad y trabajo creativo en la era digital; Anagrama, p. 223)

1- La Fundación Telefónica ha presentado recientemente el informe Sociedad digital en España 2017.

Ya en el informe del 2014 dejaba entrever con cierta claridad que el libro se mantenía inexpugnable al avance digital.

En el que ahora nos ocupa se dice:

Pero no en todos los ámbitos se impone lo digital. La lectura de libros sigue estando asociada al formato tradicional para el 77% de los usuarios, frente al 27,3% que utiliza el libro digital. (140)
E incluso en otros sectores se produce un ligero retroceso reflejo en parte de una evolución discontinua con incidencia clara de otros factores que choca con la unidimensionalidad y excesiva linealidad que tanto gusta al ‘solucionismo tecnológico’.

2- En Estados Unidos el comparativo de los 10 primeros meses Enero-Octubre 2016 y 2017 señala con claridad que el papel es el soporte que más crece en dólares y aumenta su peso porcentual en relación a los otros soportes. El audiolibro es el formato con menor presencial t su subida es a cuenta de la bajada del ebook.

 

3- Una última referencia para la reflexión y la constatación de que todo es más complejo de lo que parece. En las predicciones para España que Deloitte ha realizado para 2018 en lo referido a modelos de suscripción al libro, frente al vídeo, la música, los juegos y las noticias, y sus posibles modalidades ni se le ve, ni se le espera.