Empecé el año con mucha tranquilidad.
Tengo algunas cosas claras, muy personales, en relación tanto al ritmo y posible punto final de mi vida laboral y, también, ya desde hace algún tiempo sobre en qué proyectos me apetece y me merece la pena embarcarme.
En marzo, tras varios tanteos, conversaciones y reuniones, empecé mi colaboración con Libelista.
Quiero aprovechar ahora para agredecer todos los ánimos, consejos y opiniones que recibí en los primeros momentos así la generosidad de unas cuantas personas con las que de manera discreta pude contrastar la situación del proyecto y el futuro que pensábamos ir trazando.
Desde entonces y en función de las propias posibilidades del proyecto hemos venido trabajando sin parar un equipo de personas que, además, ha ido aumentando moderadamente y que derrocha ilusión, buen ambiente y profesionalidad a raudales.
Ayer al terminar el trabajo intenso de esta semana nos encontramos con este artículo en El Mundo .
A lo largo de este último trimestre del año habrá, si nada se tuerce, algunos cambios y mejoras importantes.
El proyecto hasta la fecha de hoy, con sus buenos y malos momentos, no hubiera sido posible sin la apuesta que en su momento hizo el Gremi de llibreters de Catalunya, sin las librerías que desde un primer momento han apostado por él, sin ellas además el mismo no tiene sentido, sin los inversores que han apostado y creído en él, sin los editores que animan, apoyan y con quienes se van llegando a acuerdos, sin las personas que a lo largo de este tiempo, han ido llevando el timón…
Ahora este apasionado equipo de 6 personas que mezcla experiencia e ilusión va a querer hacer realidad una de nuestras líneas centrales de visión.
Libelista es una apuesta por el comercio local y la librería de proximidad
Veremos lo que el futuro nos depara, pero poder trabajar al lado y con Antonio de Marco, nuestra voz de la experiencia en lo digital, Àurea, la voz y presencia cercana a las librerías, Laura, la alegría en la comunicación y las redes, Laia, la rigurosidad en gestionar la fontanería de los pedidos y Gerard, el hombre pegado a la web es a fecha de hoy para un servidor un lujo y un regalo.
¡Seguimos!