Ya sé, ya sé que el mantra actual es que los soportes son indiferentes, que lo que importa es que la gente lea.
Lo que ocurre es que los mantras tienden en ocasiones a convertirse en una especie de repetición sin fin para intentar que la propia repetición acabe convirtiéndose en convicción sin argumentario.
Hubo mantras anteriores que decían que el papel desaparecería o que lo mismo ocurriría con las librerías…
Señalo hoy el asunto de la importancia del soporte por tres motivos:
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- Escuché a Gustavo Ariel Schwartz en México. Gustavo es físico.
trabaja en Donosti en el Centro de Física de Materiales. Además de reflexionar sobre la importancia y el sentido de colaborar y de crear algo nuevo entre personas provenientes de distintas disciplinas, reivindicó la importancia del soporte papel, incluso el peso del mismo, como elemento simbólico y mediador. Se refería en concreto al libro #Nodos que ha coordinado y que es reflejo de una propuesta transdicsciplinar.
- Los apegos que las mediaciones generan suelen ser importantes para la consolidación de las experiencias humanas. Es cierto que al mismo tiempo hay que saber ponerlos en su lugar, pero nuestras relaciones son siempre mediadas. Un reciente estudio publicado en la revista Electronic Markets y del que se hace eco Lettres Numériques parece señalar que existe un menor sentido de posesión sobre el producto en función del soporte y, también, un menor apego emocional.
En el último número de Visual que acabo de recibir escribe Álvaro Sobrino: Pero ciñámonos al libro. Sigue siendo el papel el formato más demandado, su caída en ventas no ha sido tanta como por ejemplo la que ha sucedido en el mercado de la músuica. Incluso el e-libro, no es sino un formato más del mismo producto, con un precio similar. Y dentro de los libros, el ilustrado es el que menos sufre. Frente a aquellos visionarios que auguraban grandes catástrofes y prometían espléndidas oportunidades a quienes les escucharan, otros se dieron cuenta de que el valor del objeto iba a ser un factor determinante. Y así está siendo. El libro ilustrado ocupa un espacio importante en las librerías, es percibido como un atractivo cultural.
- Escuché a Gustavo Ariel Schwartz en México. Gustavo es físico.
Ahí lo dejo…
Un argumento más, quizá anodino, soy Mediadora de lectura alguna vez me pidieron una charla sobre “La familia y la lectura” (tal cuál fue la petición) la remembranza no se hizo esperar, y recordé la presencia física de los libros en las casas, desde el libro de oraciones, la guía telefónica, el almanaque mundial, hasta llegar a un libro entrañable: el libro de recetas de cocina. Les invité a los participantes a recordar los libros que había en casa de sus abuelos, coincidieron en ese libro aveces pegajoso con restos de harina, y hasta azúcar, sus hijos (les dije) tal vez no podrán identificar el calor de la cocina, la charla de la abuela con él libro en la mano o se perderán de la mirada sospechosa de la tía mal encarada cuando te sorprenda tomando el libro como única herencia, no ya no, ahora verán una tableta electrónica un celular frío que no podrán ni siquiera encender por que el cable ya se extravió y ya ni siquiera lo fabrican. Saludos con afecto desde la otra orilla, Veracruz, Mexico