Este viernes que viene, 15 de marzo, abre una nueva librería en Cornellà.
Brindarán en su puesta de largo por la cultura y por la lectura.
Me sigue admirando la vitalidad del ‘humus librero’ que se mantiene activo y parece en ocasiones regenerarse y nacer de nuevo con más fuerza cuanto más chillan los agoreros.
Es cierto que el modelo de muchas de las librerías que abren poco tiene que ver en ocasiones con lo anteriormente conocido.
Desde ahí también interpelan en ocasiones al clásico modelo de comercialización y a la falsa centralidad que puede suponer en muchas ocasiones el objeto libro cuando lo que se busca es satisfacer la más amplia demanda de los lectores.
Nace este proyecto con estructura cooperativa.
¡Larga vida Pati Blau nuevo miembro de la comunidad de los libros!
Las librerías siguen siendo uno de esos raros lugares de nuestras ciudades que han sobrevivido no solo a la reclusión de los consumidores en el espacio desproporcionado de los centros comerciales de las periferias, sino también a la desaparición de espacios de intercambio que ha provocado el comercio a distancia. A nuestros lectores les gusta la libertad, la libertad de vagabundear entre los libros, libros en papel que no dejan las huellas de su lectura, esas huellas que las grandes empresas que nos vigilan capturan mediante la lectura de ficheros digitales. Nuestros lectores, en su inmensa mayoría, aceptan las reglas de la comunidad de los libros cuya causa no dejan de defender y promocionar. (Christian Thorel; Tocar, dudar, hojear. La librería Ombres Blanches; Trama editorial, pag. 82-83)
Ya forma parte del Mapa de librerías.