Parece que la Cámara Vasca ha rechazado una proposición del PP solicitando la gratuidad del libro de texto.
La verdad es que es difícil creer que la derecha se preocupe por estos asuntos. Nunca, por lo menos en los inicios, ha estado a favor de estos modelos.
La referencia de prensa, suponemos que ha sido más amplia, recoge las siguientes posturas que suponemos son de los partidos a quienes representan sus portavoces:
Leire Corrales (PNV) ha defendido que el sistema de préstamo «no es cerrado», sino que existe una comisión para evaluarlo, de cara a ir mejorándolo.
Sería de interés que pusieran ya encima de la mesa la evaluación de la primera campaña experimental y del primer año. Hace ya más de tres meses que terminó la campaña escolar.
Isabel Celaá, del PSE-EE se ha posicionado a favor del sistema del Gobierno Vasco y ha argumentado que «el futuro no estará en que todo el mundo tenga el libro de usar y tirar, sino en que los libros sean propiedad del centro y sean prestados».
Esta postura refleja una cortedad de miras increíble y un desconocimiento importante del funcionamiento de los distintos modelos, tanto por la defensa del soporte como por el modelo que sugiere que trae unas importantes consecuencias de desigualdad.
Para la representante de EA Idoia Cuadra, el programa de préstamo «tiene muchas virtudes», aunque ha reconocido que se han percibido «ciertos matices» para seguirlo mejorando, al tiempo que ha acusado al PP de «querer cargar a la Administración y a los ciudadanos el mantenimiento de un sector (del libro)».
La señora Idoia Cuadra y EA demuestran un amplio desconocimiento del funcionamiento de las industrias culturales amén de lanzar una piedra contra el conjunto de un sector de manera desmedida.
Por su parte, Kontxi Bilbao (EB) ha señalado que el préstamo de libros se enmarca dentro «de los valores de la educación social» y ha advertido que la gratuidad total «beneficia a los que más tienen y a las editoriales».
Ezker Batua quizás debira volver a leerse las recomendaciones del Consejo Escolar de Euskadi y aplicar los criterios de valores de educación social en las áreas que regenta.
En la misma línea de rechazo a la iniciativa del PP, Aintzane Ezenarro, de Aralar, ha recordado que no es una propuesta novedosa de los «populares» y ha confiado en que Oyarzábal «traiga nuevas ideas en adelante».
A Aralar que ni siquiera propone pues nada que decirle porque nada ha dicho.
Quizás les mereciera la pena leerse un par de documentos, a los políticos, digo:
– El dictamen del Consejo Escolar de Euskadi
– El análisis del programa de gestión solidaria y equitativa de libros de texto y material didáctico realizado por la Universidad de Deusto.
¡Haber si los estudian el fin de semana que buena falta nos hace a todos y a todas!