Conocí a Pepe Olona de Arrebato este noviembre en Santa Cruz de Tenerife.

A la gente de Muga no la conozco, pero estoy seguro que si han pasado por el encuentro con Raquel Blanco son una librería con su encanto.

Foto de chiquitinacuento
Estos días pasados ambas librerías han sido entrevistadas. Arrebato en Culturamas y Muga en Jot Down.
Os invito a leeros las dos entrevistas completas, pero os dejo aquí algunas frases-citas que creo forman parte de su encanto y de su sugerente imaginario librero particular.
Arrebato tiene ya 10 años de vida y Muga se acerca a los 14 así que no son unos recién llegados y han nacido, al mismo tiempo, con la vorágine digital ya en marcha.
– Nuestra idea… continuar mostrando aquellas editoriales que no iban por caminos convencionales, combinadas con libros de segunda mano en los que nos permitía no someternos a las leyes de mercado. (Arrebato)
– Trabajamos la poesía que va por canales independientes. (Arrebato)
– Se editan muchas cosas, hay una exageración a nivel de edición y se edita demasiada basura. Hay que saber distinguir mucho porque hay mucha edición, demasiada edición, y hay que saber poner un poco el freno. Y por otro lado, está este canal independiente que a nosotros nos gusta más. (Arrebato)
– ¿Qué es esto de Muga? Igor: Yo diría que es una librería, pero a veces no lo tengo claro…
– … vas con tus prejuicios, como alguien que ve el mundo del libro desde fuera, con esa fascinación. Me imagino a toda la gente joven que está ahora abriendo librerías así, con esa misma ilusión. En nuestro caso es cierto que tuvimos suerte cuando empezamos, y también nos dimos cuenta muy rápido de que había que deshacerse de la idea romántica de librería que teníamos. (Muga)
– Poco a poco, entonces, vas entrando en contacto con lo que tienes a tu alrededor. Y vas definiendo el proyecto. Es más importante escuchar lo que necesita la gente, saber hacer esto, que generar el tipo de librería ideal que te gustaría. Así, nos fuimos convirtiendo rápidamente en una librería de barrio, en el buen y en el mal sentido de la palabra. Porque tú no nos has conocido en esa época, pero llegamos a tener prensa, papelería, a hacer fotocopias… (Muga)
– a partir de un determinado momento de lo que nos dimos cuenta es de que la gente lo que quería de nosotros era, aparte de atender esa demanda, que fuéramos profesionales, que supiéramos de libros. (Muga)
– Nosotros teníamos que provocar que Muga, aparte de tener los libros, fuera un lugar de encuentro. Y creo que esto lo fuimos consiguiendo, adaptándonos.
– Si el precio del libro está pensado para proteger a editoriales, librerías y creadores de tamaño medio y pequeño y no funciona y siguen cerrando librerías y editoriales… Algo hay ahí que da qué pensar. (Muga)
– Creo que el libro corre el riesgo de convertirse en un signo de distinción. Consumo libros porque me lo puedo permitir, formo parte de una élite. Y no lo digo en sentido peyorativo. El lector de libros como parte de una élite cultural. Son élites que existen naturalmente. (Muga)
Y ahí dejamos un tema de debate abierto….. planteado por los libreros de Muga
Hay como dos mundos en choque, y no creo que solo sea en el sector del libro. Hay una idea más tradicional sobre lo que representa el pertenecer a este mundo, y otra idea que tiene presente todo lo que está pasando, las nuevas tecnologías. Hay también un debate abierto entre nosotros, si las librerías somos cultura o no, si nos tendrían que proteger o no, si somos intermediarios de valor o no lo somos. Lo que está pasando es como un cambio de paradigma.