Parece que los internatutas españoles siguen prefiriendo el papel

Escribe Manuel Dávila Galindo:
Por principio, para los amantes de los libros (sic), la pregunta más básica tendría que ser: ¿Es el libro electrónico un mejor formato que el libro que el papel? La respuesta en los hechos es simple: si. ¿Esa superioridad es motivo suficiente para cambiar la tracción de una costumbre? La respuesta vuelve a ser muy simple: no.

Más allá de superioridades e inferioridades, porque al fin y al cabo la superioridad se acaba demostrando cuando lo aparentemente mejor pasa a ser realmente utilizado, parece que los internautas siguen prefiriendo el papel.

No es cuestión de señalar qué es mejor o peor e este caso. Es, simplemente, constatar qué es lo que prefieren las personas que se manejan por internet. Así como la dieta mediterránea se dice que es mejor, ello no es óbice para que los estadounidenses prefieran la comida basura. No siempre, en el fondo casi nunca, coincide lo que parece ser mejor con el uso de parte del público.

El dato de preferencia se mantiene por lo menos en los tres últimos años, 2016, 2017 y 2018 constante de manera persistente. El 63% prefiere el papel y el electrónico es más preferido por las mujeres que por los hombres.

  1. Son los más  jóvenes, junto con los más mayores,  los que más prefieren el papel.
  2. Los más mayores son también los que más prefieren el soporte electrónico. Es el grupo con menos indiferentes ante la elección de soporte.
  3. En ningún caso, ni por edad ni por sexo, el soporte electrónico es preferente para más de un cuarto de la población.
  4. Más allá de la oferta y las bondades, las preferencias, y recordemos que es entre los internautas, siguen siendo por el papel.

 

 

Estados Unidos y la persistencia de los datos. El soporte papel es el que más crece. ¿Se oye?

Los datos  , los números enteros, los porcentajes, las fuentes, las comparaciones…

El error está en entender el dato como un fin en sí mismo y no como un elemento que contribuye a generar un conocimiento que previamente no existía o no estaba explicitado. (Álvaro Fierro, Andoni Garaizar, Andoni Lastra & Aitzol Batiz en Revista Texturas 32; Trama editorial, pag. 44)

En el mundo del libro cada vez se parecen más a prospectivas electorales. ¿Quién gana, quién pierde? ¿Qué presento? ¿El crecimiento porcentual?, ¿los datos absolutos? ¿con quién comparo? Si este soporte crece… ¿quién baja? ¿qué mido? ¿quién me da los datos?…

Ahora parece que sólo existe el crecimiento del audiolibro. Hace unos años, pocos parecía que reinaba el eBook… A rey muerto, rey puesto, pero… siempre, por ahora, en los márgenes de algún sistema. Porque lo de Amazon es otra historia que se presenta en modo monarquía absolutista. Mientras tanto… el papel parece seguir limpiando la honra.

  • De los 140 millones de crecimiento, 109,7, el 78% es en papel.
  • El papel es el soporte que más crece.
  • Si el papel crece, el audiolibro canibaliza al ebook y su peso conjunto es menor en 2018 que en 2017.

Los datos de la AAP resumidos, en evolución del primer cuatrimestre comparado entre 2017 y 2018 vienen a decir esto en números y en porcentajes de presencia en mercado por soportes.

En cualquier caso la pérdida de centralidad de la lectura leída, mirada, palpada, susurrada, ¿escuchada?… sigue su camino hacia los márgenes del negocio del entretenimiento.

 

 

A las olvidadas. Una iniciativa que merece la pena

El amigo enREDador Pep Olona de Arrebato libros me hace llegar una propuesta que me parece sugerente y que creo que son de las que merecen la pena.

La propuesta parte del colectivo Tetaandteta y lleva por título-lema ‘A las olvidadas‘.En qué consiste la propuesta.

Es una iniciativa de recogida de libros para donarlos al Módulo de Mujeres del Centro Penitenciario Madrid V en Soto del Real. Libros para alejarlas mentalmente de su realidad, pero también para generar reflexión y debate en torno a un colectivo de mujeres invisible para la sociedad.

Podéis ver con detalle la propuesta en la web del proyecto.

¡Importante!

Hay que hacer llegar los libros antes del 29 de junio.

¿Qué libro le regalarías a una mujer que está en la cárcel?

1 – Por favor piénsalo bien. La respuesta no es fácil. Intenta ponerte en sus rejas, intenta no juzgarla, sólo pensar en un libro capaz de alejarla de allí . Reflexión, empatía, acción.
2 – Hazte con ese libro. Puede ser nuevo, de segunda mano o tuyo.
3 – Escribe una dedicatoria en las primeras páginas del libro. Las dedicatorias son importantes, nos van a crear un vínculo con ellas, y les reconfortarán.
4 – Incluye dentro del libro una nota con tu nombre completo y la razón por la que has elegido el libro que vas a donar. En unas líneas sabrás para qué.
5 – Envíanos el libro al estudio antes del 29 de junio: Calle Hortaleza 20, 2º izda, 28004 Madrid. (Mejor certificado, para poder localizarlo si se pierde). Si vives en Madrid también puedes traerlo en mano.

Yo ya he escogido el mío y ahora mismo me voy a correos para enviarlo.

Euskadi y algunos hábitos culturales de sus habitantes. 6. Música y audiovisual con claro predominio

El Gabinete de Prospección Sociológica del Gobierno Vasco acaba de publicar el Sociómetro Vasco que analiza en esta ocasión de manera casi monográfica los hábitos culturales de las gentes que vivimos en Euskadi.

Resalto en esta entrada, la sexta de la serie, los datos que me han parecido más relevantes relacionados con la comparación que el estudio nos ofrece en la comparación relativa a diferentes actividades culturales.

Los datos son claros. Señalaré en la tabla comparativa lo que más me ha llamado la atención.

  • El predominio de la música y el audiovisual sobre las otras actividades culturales es claro y, además en el caso de la música que hay serie histórica va en aumento.
  • Segundo elemento importante en la comparativa intentando atisbar un poco el futuro. El grupo de edad más joven en el caso de la música y  el audiovisual supera en nivel de afición a la medida. En el caso de la lectura es al revés, el nivel de afición del grupo más joven es inferior a la media.

No me consta, y sería para analizarlos despacio, que se planteen a nivel de estado Planes de fomento de la escucha musical o de la visualización de audiovisual. Con la lectura parece que nos seguimos dando de cabezazos… Quizás debamos darle la vuelta al tema en la línea que sugería recientemente Isabel Sucunza en El Periódico:

Creo que el mensaje de las campañas de promoción de la lectura debería dejar de ser «leer es bueno para ti» para pasar a ser «tú eres bueno para leer».

Otro tema que más allá de la reflexión sobre el tiempo y los ritmos intuyo cada vez con más claridad… Dudo que los jóvenes que ocupan su oído con la música que es además lo que más les atrae quieran cambiar su tiempo de escucha por la palabra. Dudo, igualmente, que la pantalla plana que parece llamar a la imagen en movimiento, aunque la TV siga siendo la reina de la casa, llame a la textualidad unicolor.

Una cosa es que se pueda y otra muy distinta es que quieran…

Una pregunta final que ya sé que no tiene una única contestación. ¿Para el Booktuber el libro o la lectura es el medio o es el fin?

Tras el Día del libro

Como diría una buena amiga mía: Tranquilos…. ya pasó, ya pasó. Ahora de nuevo vuelta a la normalidad, a la rutina.

Así que al igual que planteé unas pinceladas pre-día, ahí van algunas post-día.

Pasado ya el dispendio comprador sobre todo en Catalunya quizás haya que aplicar medidas dráscticas como las que sugiere Juan Manuel de Prada en su artículo Prospecto para libros sobre todo cuando tras el día, vienen los días que acaban convirtiéndose en ferias o quizás en romerías…:

Ignoro cuáles son las abstrusas razones que impiden al Ministerio de Sanidad prohibir o al menos restringir la venta de libros, que tanto distraen al personal de otras aficiones y formas de ocio más gratificantes, como la participación democrática en redes sociales, el consumo bulímico de series televisivas o la práctica salutífera del deporte. Mi desazón se acrecienta cuando llega la primavera, ante la proliferación monstruosa de ferias del libro que infestan las plazas y jardines de nuestras ciudades, incitando a gentes plácidas que jamás habían posado la vista sobre la letra impresa a la adquisición de estos objetos que tanto fomentan el ensimismamiento, la lucubración obsesiva y la ideación fantasiosa.

En lo relativo a la práctica salutífera del deporte parece que la Feria del libro de Madrid ha corrido para implantar una carrera y con ello, quizás contarrestar los negativos efectos de la compra y uso sin control ni receta de los libros. Le han llamado Libros a la carrera. Debe ser que corren como cobardes…

Los españoles, en cualquier caso y según algunos datos comparativos europeos a la hora de gastar en libros y revistas tendemos a salir corriendo y así mantenemos nuestra lugar natural que tiende a situarse cerca de los pelillos finales de la ‘cola de león’. Los últimos, que ya ni caben quedan para Bulgaria y Grecia. Es que el sol tiene su aquél.

Quizás no gastamos porque somos fanáticos del préstamo bibliotecario donde la oferta rica y plural facilita que, por ejemplo, haya que bajar hasta el puesto 15 para encontrar entre los libros más prestados en el 2017 el primero que se sitúa al margen de la principal editorial independiente española y del grupo de origen germánico más potente. Ese libro junto con otros tres son casi una anécdota entre los treinta primeros. El punto chic de la diversidad.

De todas maneras por qué seguir afirmando que Leer, así con mayúscula que a algunos gusta, es lo importante si parece mucho más eficaz para una buena vida la tranquilidad de un pueblo sin bibliotecas ni librerías e incluso con un potencial porcentaje alto de población analfabeta.

Y, en cualquier caso… ¿para qué seguir editando, si el gran editor del siglo XXI es Netflix? Ahora habrá que saber si este editor estará en la FLM.

Con ambiente médico he empezado y con ambiente médico cierro. Cuentan que los médicos recetan a los padres que los niños lean. Suena a que los bibliotecarios recetaran a los padres que mediquen a sus niños. Así con genéricos o intentando encontrar el efecto placebo para ver si cuela.

Y así, mientras tanto, entre mayúsculas de lectura, grandes días que provocarán depresión, ferias romeras de paseo familiar para matar el tiempo vamos viendo pasar la vida….

Y de todo lo leído hoy me quedo con la entrevista en El País a Josep María Esquirol a la que he llegado gracias a Silvia Labayru.

Añado de mi cosecha Leer no es un infinitivo vital. Dice Esquirol “Los infinitivos de la vida se reducen a dos: amar y pensar”.

Y termina:

Además, fíjese en este aspecto importante: cuando la fraternidad se extiende, se vive más. En situaciones de agradecimiento, de amistad, la vida se intensifica; no digo que se alargue, pero eso es lo que literalmente da sentido a la vida, porque la intensifica.

Los internautas parece que siguen prefiriendo el soporte papel. Sobre todo, los jóvenes

Teresa Cremisi afirmaba en unas recientes declaraciones que «la lectura digital no ha aumentado sino que disminuye en todo el mundo».

La AIMC ha presentado un estudio en el que afirma que el 64% de los internautas prefiere los libros impresos frente a los electrónicos.

Este porcentaje, en el global, es un punto superior al del año pasado.

Si bajamos un poco más al detalle y comparamos los dos años, parece que el comportamiento en relación al soporte preferido no es homogéneo, aunque siempre y en todas las franjas, el papel es preferido.

Lo que más me llama la atención es:

  1. Son los jóvenes los que más prefieren el papel y es, al mismo tiempo, el grupo de edad en el que más ha aumentado la preferencia junto con el grupo de 35-44 años.
  2. En el grupo de mayor edad es en el que más desciende la preferencia por el papel, también desciende el electrónico y aumenta la indiferencia ante los soportes.
  3. En ningún caso el soporte electrónico es preferente para más de un cuarto de la población. El mayor crecimiento porcentual de este soporte se produce en la franja 45-54 donde aumenta 5,7 puntos.
  4. Sigue quedando un amplio espacio para la duda a la luz de estos datos para frases y afirmaciones del tipo… ‘será digital o no será’.

 

Txetxu Barandiarán: «Debemos mover el foco desde los soportes hasta los lectores»

Con motivo del encuentro Librerías 400 años después, celebrado en mayo de 2016, Pedro de Alzaga me realizó una sosegada y amplia entrevista.

Me gusta y comparto el titular que ha seleccionado y que he escogido para titular esta entrada.

Escribe Pedro: Txetxu Barandiarán es un consultor y asesor cultural que tiene las ideas muy claras sobre el futuro del sector del libro, en el que ha desarrollado gran parte de su carrera profesional, sobre el resto de un sector cultural que describe inmerso en profundos cambios y paradojas. No obstante, un mensaje optimista prevalece en su discurso: «Todas aquellas empresas e instituciones que han sido capaces de girar su punto de vista del soporte al área de conocimiento acabarán ganando». Barandiarán lamenta el poco tiempo que la situación actual deja para la reflexión sobre la obra cultural -«Me da cierto vértigo esta rapidez continua y esta huida hacia delante que deja poco tiempo para el poso que toda experiencia necesita»- y espera un futuro «lleno de conversaciones enriquecedoras para las personas (…) y de espacios físicos donde nos podamos encontrar».

Aquí podéis ver y oír la entrevista.

Gustosamente escucharé y leeré otras opiniones y sugerencias sobre lo dicho y planteado en la misma.

Lectura gourmet

Quizás este inicio de semana viene influenciado por las ricas croquetas de chorizo de Pamplona del restaurante Los Fueros que tomé ayer de aperitivo en una media ración compartida y acompañadas con un txakolí Itsasmendi 7 y un verdejo de Marqués de Riscal.

Unas croquetas gourmet, pensadas para personas con gusto delicado y exquisito paladar.

En fechas recientes, el 21 de marzo para ser precisos, Antonio Rivero Taravillo dejaba caer como quien no quiere la cosa esta reflexión en su muro de  facebook:

El estado de la cuestión: hay poesía, prosa y, finalmente, subprosa que no tiene la calidad de esta y se disfraza de aquella. Es la subprosa la que con alguna excepción últimamente está en las listas, no vayamos a equivocarnos. No hay que cerrar los locales de comida rápida, lo que hay que hacer si se tiene paladar y ambición de salud es no entrar en ellos.

El viernes, en una sugerente e interesante sesión de trabajo reflexionábamos en algún momento sobre la importancia de cultivar y educar el gusto ya que no lo traemos de serie.

A primeros de marzo, el periódico Hoy titulaba: Los lectores gourmet mantienen a las pequeñas editoriales locales.

Servidor prefiere situarse más cerca de lo gourmet y sibarita que de los ‘locales de comida rápida editorial’ que pueden, por encontrar un símil, representar las cacareadas plataformas de autoedición que quieren convertirnos a todos en ‘cocinillas’ de la escritura.

Mejor poco, pero siempre rico, que la comida-lectura basura. Porque ni en comida ni en lectura da todo igual. Y ya puestos, la verdad es que prefiero cambiar de plato para cada lectura que no tener que tomar todo en la misma bandeja de autoservicio.

¡Buena semana!

¿Llegará a tener algún peso el audiolibro en España?… lo dudo

En España, a fecha de hoy, no hay excesivos datos del volumen de negocio que supone el audiolibro.

En un artículo del año 2013 Paula Corroto hablaba ya, en el caso español, de negocio frustrado. Entre las razones de esa frustración señalaba dos razones claves: el hábito cultural distinto en España al mundo anglosajón y nórdico y, el idioma sobre el que se decía:  Si bien no hay obstáculos en leer un libro en español pero con vocabulario mexicano, colombiano o argentino, la escucha del acento ya es otra cosa.

Mientras los datos en Estados Unidos parecen situar la facturación en torno a los 285 millones de euros, en España no parece que supere los 200.000. La situación parece distinta de unos lugares a otros.

En Canadá tampoco parece que acabe de cuajar.

Me llama la atención cómo muchas veces parece que el único espejo que tengamos para mirarnos sea Estados Unidos e, incluso, que hubiera una cierta obligación en pensar que esa será la tendencia que se irá dando en el mercado en español. Si Estados Unidos vende más y el mercado crece, aquí en España hay también un potencial de negocio… parecen decir algunas de las voces-guías del futuro del sector. Hay quien no lo ve tan claro.

Quizás, y el caso del audiolibro creo que puede servir como ejemplo, en muchas ocasiones no situamos en las realidades concretas los productos o los soportes. Los comportamientos, los hábitos y los usos culturales cambian y son distintos no sólo de un país a otro, sino incluso dentro del propio país.

Amén de la diferencia de los ritmos de vida en lo referente, por ejemplo, al uso del tiempo, desplazamientos casa-trabajo, en qué y cuanto ocupamos nuestra escucha… tengo la sensación de que por estos lares tiene más futuro, para ocupar nuestro oído, la música e incluso los podcasts radiofónicos, aunque esto también es puesto en duda, que el tan cacareado por algunos audiolibro.

En cualquier caso, tanto en lo referente al leer como al libro, deberíamos pararnos a pensar sobre la pregunta que deja en el aire en el último número de Texturas Daniel Goldin cuando reflexiona sobre los modos y formar lectoras infantojuveniles y dice:

Desde luego, leen libros para niños. Pero también leen información de las más diversas materias en muy distintos formatos. Leen chismes para evadirse y para encontrar su identidad. Para conocer el mundo y a ellos mismos. Exploran con fruición Internet, el más grande reservorio de información en la historia. Y ahí y en muchos otros sitios encuentran incluso lo que fue escrito pensando en ellos. Leen mucho, pero también lo hacen de otra manera. Por ejemplo, para ellos no hay una separación tajante entre imágenes, audios y textos. También ha perdido contundencia la separación de autores y lectores, y la propia división entre oralidad y escritura. Leen en una relación de continuidad fluida entre textos, audio y video, entre lectura y escritura. En una relación de continuidad,más que de oposición con escritura y oralidad. Ante tal variedad de objetos y finalidades, ¿podemos seguir agrupando todas esas conductas con un solo verbo: leer?

En Francia, la lectura es un placer que se transmite de padres a hijos. En España, también.

Se ha presentado recientemente en Francia un estudio sobre  los jóvenes y la lectura. (Acceder).

Algunas notas breves que aunque no sean nuevas quizás reafirmen tendencias y haga que no nos rasguemos tanto las vestiduras por estos lares tan dados al flagelo y a considerarnos en ocasiones ‘raras avis’.

Seguir leyendo «En Francia, la lectura es un placer que se transmite de padres a hijos. En España, también.»

Daniel Innerarity, el libro y la lectura

Sugerentes las respuestas de Daniel Innerarity a las preguntas planteadas por Antonio Adsuar y que podéis leer en Libros de ensayo.

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Os dejo alguna para que vayáis haciendo boca y que seguro que pueden ser campo de conversación y reflexión para los matices.

  • Cuando leemos un libro pareciera que somos menos libres y autónomos que cuando navegamos por mundos-web pero, en el fondo, el lector es más soberano que el internauta.
  • Los libros son un antídoto necesario contra la impaciencia, la lectura lineal y pausada tiene virtudes inestimables.
  • Aquellos que señalan que el libro ha perdido en parte la supremacía en la esfera de la cultura tienen toda la razón.

Ver entrevista completa.

Felices lecturas pacientes para este fin de semana.

 

Y algunos seguirán buscando dónde están los lectores de libros… en la red parece que no

Acabo de dar un vistazo al sugerente estudio de AIMC Marco general de los medios en España elaborado con datos del 2015.

Abundante información con series de datos desde el año 1999.

Dejo por aquí sólo algunas pinceladas.

Clase-nivel social, edad y tamaño de población siguen siendo variables claves para ver que no todo el monte es orégano. Internet tampoco ‘iguala’ las diferencias reales ni penetra de la misma manera. Aquí lo único que nos iguala sigue siendo la ‘caja tonta’ que parece ser la más democrática y accesible como canal. (página 15).

La audiencia de los periódicos, en su conjunto, es un 20% menos que en 1999 (de 35,2 millones a 28,5). La de los suplementos se ha quedado reducida, en el mismo período a un tercio (de 31, 3 a 11).

Al libro en la red ni se le espera. Hay lectores ¡faltaría más! como buscadores-sabuesos de información, lectores de correo electrónico, incluso algunos serán escritores, y, también lectores de información de actualidad.

Encontraréis a quienes ven cine, juegan, se descargan podcast, compran, oyen música, leen incluso también en redes sociales, son activos en blogs y foros…; pero ¿leer libros? No parece ser la lectura la actividad que enamore.

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Más datos… (página 69). En el año 1999 el 30,6% de la población compraban libros para uso personal. En el año 2015, el 20,5. ¿Cuándo empezó a cambiar la tendencia con claridad? En el año 2006.

En cambio, aunque con menor porcentaje poblacional, los espectáculos en vivo como los conciertos y el teatro se mantienen estables. No así el espectáculo del fútbol que ha perdido casi el 60% de la audiencia.

Algunos se seguirán empeñando en que es el nuevo medio para la lectura, los usuarios no parecen tener interés en que puedan confirmar sus hipótesis. El estudio de la ONTSI sobre el perfil demográfico de los internautas marca también la misma tendencia.

Alguna flota pesquera seguirá haciendo el agosto mientras seguimos comprobando que el libro pinta menos.

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Educación y lectura en voz alta, variables claves para la lectura

He leído con sumo interés el estudio de Javier Urgel Parreño Situación actual y perspectivas de futuro de la lectura en España.

Más allá de constatar que la presencia de lo digital no es tan clara ni mayoritaria o que la lectura tiene para los ciudadanos menos interés que otras posibles manifestaciones culturales como el cine o la música, me parecen muy sugerentes algunas de las conclusiones del estudio que sitúan además el debate sobre la lectura fuero y antes que la de los soportes que parece ser algo casi anecdótico.

Me refiero en concreto a estas dos que se señalan en el estudio y que sí parecen marcar dos variables intervinientes con claridad en el hecho lector:

  • La variable educativa se conforma como la principal variable predictiva de las situaciones de lectura frecuente (libros) y escasa lectura total. Esta variable tiene especial significación en la construcción de lectores frecuentes de libros, ya que a medida que se avanza en el nivel de instrucción, las posibilidades de formar parte de éste grupo aumentan. En la situación de escasa lectura total, esta influencia, muy fuerte en los niveles de instrucción primaria, deja de ser relevante a partir de los estudios secundarios.
  • Se puede confirmar que la lectura en voz alta por parte de los padres a sus hijos tiene un efecto sobre la frecuencia de lectura que éstos manifiesten en el futuro. Independientemente de la posición que una persona ocupe en el tejido social, éstas prácticas inciden positivamente sobre la frecuencia general de lectura, evitando especialmente las situaciones de escasa lectura total.

Como ven, ambas son previas a los soportes y, en el segundo caso, refleja la importancia del vínculo personal y afectivo como clave.

Las tablas de datos proveniente en su mayoría de estudios del CIS y poco contaminadas por intereses sectoriales aportan una información precisa.

Algo que tristemente no ocurre con otros gráficos que parecen tener más un interés comercial que de información objetiva. Vean este como muestra que en una mirada ingenua, al no incluir la población destinataria del préstamo digital, podría dar la sensación de gran crecimiento. El problema es que tiene trampa y tras casi un continuo retroceso mes a mes sobre la misma población el préstamo aumenta porque aumenta la población destinataria. Son las sutiles diferencias entre los estudios serios y el marketing interesado.

evolucionprestamodigital

 

No leáis. Es el único consejo que puedo daros. Sergio del Molino

Espléndido Sergio del Molino.

Leer te hace feliz. No sé si te salva la vida, pero te hace feliz.

Por eso es malo. Porque no hay nada virtuoso en la felicidad. Los seres felices somos improductivos y disfuncionales para un sistema como el que tenemos: como somos felices, no se nos puede seducir con paraísos de ningún tipo, y como somos felices, tampoco se nos puede amedrentar con amenazas y miedos que nos dejan indiferentes.

Aquí podéis leer el excelente texto completo.

 

Librerías. De lector a lector. Esta puede ser una buena clave para el Día del Libro

Manaña, ¿hay alguien que todavía no lo sepa?, se celebra el Día del Libro. Ya se sabe que sirve lo mismo Belén Esteban, este año no toca, que cualquiera de los Goytisolos. Por lo menos para algunos.

Siguiendo con el interrogante que planteé hace poco sobre galgos o podencos, compradores o lectores, que como bien vio Karina tiene algo de tramposo, pero menos que la trampa en la que nos quieren meter algunos digitales, quiero incidir en ese aspecto lector y unirlo con las librerías, sobre todo como homenaje y reconocimiento a todas las que se animan a seguir generando conversaciones, a seguir leyendo.

Aprovecho para ello la reciente entrevista que han hecho a las libreras (personas) de letras corsarias que lleva por titular:

‘Letras Corsarias’, una librería de lectores para lectores

En el imaginario librero que andamos tejiendo es, precisamente, una de las características que se demanda al librero: Ser lector.

Y, podemos seguir con los matices en esta línea porque la relación comercial que también se establece en una librería no es la misma si se da entre un lector y otro que entre un vendedor (que no lee) y un lector (que compra) o entre un vendedor y un comprador que no leen ninguno de los dos. Este último modelo es, en el fondo, el más cercano al terreno digital.

¿Qué nos cuentan los amigos de Letras Corsarias.

La periodista Charo Ruano describe así el espacio

La librería está cuidada hasta en sus más pequeños detalles, preciosa, cálida, confortable, un lugar donde perderse o encontrarse,

– Letras Corsarias es una librería de lectores para lectores. No es una frase casual. Es nuestra bandera.

– Nuestra apuesta es más por el filtro que por la cantidad.

– Apuesta por el libro en papel.

– Apuesta por la poesía.

Y un doble baño de realismo

Es imposible saber cómo va a ser el futuro. Creo que María y yo ahora mismo comprendemos la librería del presente. De las necesidades que tiene y de la forma de llegar al público y crear nuevos lectores. No sabemos cómo serán esas librerías, pero sí sabemos cómo queríamos la nuestra.

Para terminar. Hoy a la mañana me he encontrado con este titular en El Correo de Miguel Gallardo. Creo que sobran casi las palabras cuando se ve con claridad dónde está lo interesante.

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Feliz Día del Libro que vaya a ser leído.

El gran hermano digital. ¿Mejor apagados que encendidos?

Ayer, después de tiempo, él dice que lleva una vida que es un sinvivir, pude tomar una cerveza con cierto sosiego con Imanol Zubero.

En la conversación, suele ser habitual en ocasiones, se cruzó un libro por medio; en esta ocasión, el de Roberto Casati, Elogio del papel. Contra el colonialismo digital.

Por un lado guardaba la opinión del director de La Vanguardia Marius Carol publicada el sábado pasado con el título El colonialismo digital.

En la misma dice:

Casati nos advierte que el colonialismo digital se impone como verdad absoluta -o te digitalizas o desapareces- e invita a cuestionar a las grandes corporaciones empeñadas en introducir su tecnología para crear posibilidades de negocio, no sólo para vender a sus lectores tabletas o teléfonos, sino principalmente para introducirse de la manera más directa posible en la mente del lector y crearle nuevas necesidades.

El autor reivindica el libro de papel como objeto que pone una frontera a las intrusiones constantes, a las posibilidades de distracción, y defiende la lectura atenta para la comprensión de los textos. A Casati le preocupa el mundo de la escuela, donde afirma que los nativos digitales no existen, sino que estamos ante niños acostumbrados a interaccionar con pantallas e interfaces electrónicas porque es lo que encuentran a su alrededor. La tecnología apenas aporta mejora académica: no existen atajos digitales para una educación de calidad.

La digitalización nos facilita la vida, pero deberíamos proteger el papel como tecnología que nos ofrece la pausa y la reflexión como alternativa.

En el mismo periódico y el mismo día había un artículo de Manuel Castells. El título lo dice todo: Vigilados y vendidos.

Dos párrafos del mismo:

En ese mundo digitalizado y conectado, el Estado nos vigila y el Capital nos vende, o sea vende nuestra vida transformada en datos. Nos vigilan por nuestro bien, para protegernos de los malos. Y nos venden con nuestro acuerdo de aceptar cookies y de confiar en los bancos que nos permiten vivir a crédito (y, por tanto, tienen derecho a saber a quién le dan tarjeta). Los dos procesos, la vigilancia electrónica masiva y la venta de datos personales como modelo de negocio, se han ampliado exponencialmente en la última década por efecto de la paranoia de la seguridad, la búsqueda de formas para hacer internet rentable y el desarrollo tecnológico de la comunicación digital y el tratamiento de datos.

¿Cómo evitar ser vigilado o vendido? Los criptoanarquistas confían en la tecnología. Vano empeño para la gente normal. Los abogados, en la justicia. Ardua y lenta batalla. Los políticos, encantados de saberlo todo, excepto lo suyo. ¿Y el individuo? Tal vez cambiar por su cuenta: no utilice tarjetas de crédito, comunique en cibercafés, llame desde teléfonos públicos, vaya al cine y a conciertos en lugar de descargarse pelis o música. Y si esto es muy pesado, venda sus datos, como proponen pequeñas empresas que ahora proliferan en Silicon Valley.

Por medio, entre el sábado y el encuentro de ayer, una noticia de El País invitando a la ‘conexión permanente en el ámbito educativo’ que provoca que Imanol se remueva inquieto, ya me lo adelantaba ayer, y escriba en su blog. Léanlo entero.

Yo recojo el final que me lleva al principio y al libro de Roberto Casati. Termina Imanol escribiendo:

Sólo recogeré aquí tres de sus ideas (refiriéndose a Elogio del papel de Roberto Casati):

1. El colonialismo digital es una ideología que se resume en un principio tan simple como peligroso: «Si puedes, debes». Si es posible hacer que una cosa o una actividad migren al ámbito digital, entonces debe migrar. Pero esto es más que cuestionable. Como cualquier otra tecnología, la digitalización puede resultar emancipadora en algunos casos, pero no en otros.

2. La lectura está amenazada, nos la roban. El ordenador ha contribuido a erosionar el tiempo de lectura de libros. De la lectura en profundidad, que no surge de manera natural: hay que aprender a practicarla y, una vez aprendida, hay que protegerla. Si leer significa aislarse para profundizar los nuevos dispositivos electronicos, sobrecargados de aplicaciones que nos invitan a bifurcar nuestra atención, no nos ayudan en nada, Esta es la tesis bien fundamentada de Nicholas Carr en Superficiales). El libro de papel presenta ventajas cognitivas: la linealidad facilita la comprensión, su calidad de objeto aislado, de objeto en sí, no conectado, facilita la atención.

3. La escuela presenta la característica de ser un ámbito protegido, en el seno del cual habría que aprender a procesar la información y no contentarse con buscarla o recibirla. Habría que defender este espacio protegido y resistirse a la introducción incondicional de instrumentos que favorecen (casi exigen) el multitasking y elzapping. Ya usan estas tecnologías digitales fuera de la escuela; por eso, debería resultar interesante que los estudiantes fueran al colegio para hacer cosas muydiferentes de las que se hacen habitualmente en la sociedad.

Como conclusión: «La escuela debe, en cierta medida, resistirse a las tecnología distrayentes, precisamente porque ya cuenta por sí misma con la inmensa ventaja de ser un espacio protegido en el cual el zapping está excluido por definición; ventaja que le permitiría no tener que correr tras el cambio tecnológico y, al mismo tiempo, generar, gracias paradójicamente a sus inmensas inercias, el verdadero cambio, que es el desarrollo moral e intelectual de los individuos».

Este fin de semana buscaré largos momentos de desconexión para leer a Casati y, también, a Luis Landero.

Las bibliotecas y la lectura castigadas en los presupuestos de 2015

¿Qué les habrán hecho las Bibliotecas y la Lectura a este gobierno para verse ninguneadas ante la además cacareada subida presupuestaria en cultura, un 4%?

Vaya aquí casi en la cabecera mi agradecimiento a los puntos de vista e informaciones de Paula Corroto, Peio H. Riaño y Karina Sáinz Borgo sobre este galimatías presupuestario por incidir en detalles y visiones que en los medios ‘tradicionales’ han quedado escondidas en el baúl de los recuerdos. Léanles y tendrán información de la buena con matices y acentos distintos entre ellas mismas.

Seguir leyendo «Las bibliotecas y la lectura castigadas en los presupuestos de 2015»

Las empresas del sector del libro, cada vez más alejadas de la lectura

Reproduzco a continuación mi colaboración iniciada en eldiarionorte en el ámbito del colectivo kultura abierta.

diarionorte

Mientras los años de vacas gordas duraron, todos, editores, distribuidores y libreros, viajaron contentos bajo el mantra de más lectura más compra de libros, o viceversa, que les servía como argumento autojustificativo ante las distintas instituciones y administraciones culturales de este paisito para conseguir ayudas públicas y demás.

Llegó la crisis, como la plaga bíblica, después de los años de bonanza, y todo empezó a desmoronarse. Camino lleva este proceso de generar situación de derribo en el sector como siga por la senda lastimera y poco solidaria.

Octubre suele ser mes de datos en el sector del libro ya que es cuando se hacen públicas las cifras de comercio interior; las que hemos conocido en estos días sitúan al sector del libro en el 2012 a niveles del 2001 ó 2002 en lo que a facturación se refiere.

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Y unas notas sobre este colectivo que nos describimos como un colectivo líquido que desconoce quiénes y cuántos son sus miembros, cosa que ni a ellos ni a nadie importa.

Líquido que quiere ser transparente, aunque asume sin problemas algunas impurezas con diferentes densidades según tiempos y lugares. Que en momentos determinados se acoge a generosos recipientes y en otros se desborda y derrama fuera de rígidos contenedores.

Donde, al contrario del dicho, ninguna de sus partes son como dos gotas de agua.

Que fluye libre por los cauces plurales de la cultura vasca y al que libremente se pueden adherir afluentes, torrentes, surgencias… Todas y cada una de la aportaciones hídricas son bienvenidas: las de los creadores, los mediadores, espectadores, políticos…

Por ahí junto con otros

 

Lectura y moda

Recibo por correo una nota de prensa de una de las editoriales con ‘mando en plaza’ que soy incapaz de entender y de saber con claridad lo que quiere decir.

Estos dos textos que aparecen en la misma me parecen contradictorios y uno no sabe si la editorial va o viene.

Omito los nombres comerciales para jugar un poco al despiste. Las negritas son de mi cosecha.

– X pone en marcha la campaña X con el fin de reivindicar que leer no es una moda.

En el párrafo siguiente se dice:

– La campaña está inspirada en el mundo de la moda.

Y me entran todas las dudas.

¿Tiene sentido inspirarse en algo que se niega?, ¿tiene sentido inspirarse en la reivindicación de la negación?

Yo, ante la duda, he ido a mi fondo de armario para ver qué tenía para ponerme y me ha salido esto que me parece más sugerente aunque parezca estar menos de moda.

nosabiaqueponerme

¿Por qué no conspiramos por el libro y, mejor, por la lectura?

CONSPIRAR

1. intr. Dicho de varias personas: Unirse contra su superior o soberano.

2. intr. Dicho de varias personas: Unirse contra un particular para hacerle daño.

3. intr. Dicho de dos o más cosas: Concurrir a un mismo fin.

4. tr. ant. Convocar, llamar alguien en su favor.

Juan Cruz ha escrito recientemente sobre la conspiración contra el libro utilizando viejos y repetitivos argumentos que lo único que ponen de manifiesto es que de tan viejos que son no sean probablemente los motivos reales. Cada vez que veo que en el sector se apunta hacia fuera recuerdo siempre la diferencia entre adversarios y enemigos con la que a veces se juega en política. Los adversarios son los otros y los enemigos los tenemos dentro. Dentro del sector en este caso como, por ejemplo, en el propio grupo Prisa montando a partir de una propuesta editorial que ahora, ya hace tiempo, se pretende poner en otras manos para, conspirando, desde dentro, cargarse parte de esa estructura que se quiere defender, pero con el único fin de dar de comer a meros socios capitalistas, auténticos enemigos, quizás del libro, pero que como buen zorro se han colado en el gallinero.

Siguen sobrando los cantos de plañideras y más si vienen desde grupos mediáticos que han cambiado a los lectores por el capital.

Siguen sobrando los discursos que no se sabe bien qué pretenden y reivindican cuando mitifican al libro, la librería, el editor…. como si todos y cada uno fueran por abstracción ‘divinos’ y parte de una ‘santísima trinidad’ intocable y que quizás hasta la fecha no ha mirado con suficiente nitidez hacia los lectores y las bibliotecas, sino sólo hacia su modelo de negocio que poco tiene que ver con la lectura.

Con los enemigos en casa difícil será conspirar (convocar, llamar a alguien a su favor) a favor de la lectura. Quizás los únicos que puedan hacerlo son aquellas personas que no se mueven directamente por los intereses económicos y de negocio: los bibliotecarios y los lectores

Sin lectura, sin lectores, no habrá ni libros, ni editores, ni libreros.

La pregunta no es si el libro sobrevivirá o no…La cuestión es más bien si los actuales editores podrán sobrevivir al cambio.[1]

La concentración creciente de editoriales en un puñado de grupos lleva tarde o temprano a una manipulación de la memoria y de la conciencia histórica… En su reseña sobre ‘A la sombra de los libros’ Christopher Domínguez toca con su dedo crítico la llaga mexicana: “En México y en el resto del mundo, el principal problema está en la concentración oligopólica de la industria editorial  en un puñado de empresas que, en pocas décadas, ha arrojado del mercado a cientos de editores independientes cuya sobrevivencia incumbe tanto a la vieja libertad de comercio como a la diversidad cultural que exigen las formas avanzadas de democracia. Los remedios (o los correctivos o los paliativos) están a la vista y en manos de los políticos. Esta paradoja sólo puede alimentar como un caldo de cultivo el crecimiento del autoritarismo en el seno de una sociedad conformista –y perdónese la redundancia- que está muy conforme con serlo. La lección de este ensayo provocador que recuerda ciertos textos críticos de la Escuela de Frankfurt, estriba en la dialéctica de la Ilustración que se viene debilitando alarmantemente desde hace unos cuantos años a medida que decaen las luces y se desarrolla la industria pesada de la llamada ‘cultura de masas’.[2]

Sólo una nota final. Es difícil que las conspiraciones se hagan desde el centro, desde el poder. Al igual que los movimientos sociales deben surgir desde aquellas personas y grupos que el día a día se les hace irrespirables y esto raramente ocurre entre los ‘poderosos’.

“A lo largo de la historia, los movimientos sociales han sido, y siguen siendo, las palancas de cambio social. Normalmente surgen de una crisis en las condiciones de vida que hace que a la mayoría de la gente le resulte insoportable el día a día. Les mueve una profunda desconfianza en las instituciones políticas que gestionan la sociedad. La mezcla de deterioro de las condiciones materiales de vida y una crisis de legitimidad de los gobernantes y su gestión de los asuntos públicos induce a la gente a tomar sus asuntos en sus manos, participando en acciones colectivas diferentes de los canales institucionales prescritos, para defender sus reivindicaciones y, en última instancia, cambiar a los gobernantes e incluso las reglas que conforman su vida… Los movimientos sociales no surgen sólo de la pobreza o de la desesperación política. Requieren una movilización emocional desencadenada por la ira contra la injusticia flagrante y por la esperanza de la posibilidad de un cambio”[3]


[3] Castells, Manuel; Redes de indignación y esperanza; Alianza; pag. 209 y 211


[2]  Castañón, Adolfo; Trópicos de Gutenberg; Trama; pag. 164-165


[1] Zenker, Alejandro en Varios; El libro y las nuevas tecnologías; Solar editores; pag. 24