DLD. Depósito legal digital

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La nueva ley de la lectura, del libro y de las bibliotecas metía prisas en relación al Depósito  Legal y así en su disposición adicional primera de cía que: El depósito legal tiene por misión fundamental la preservación de la cultura, haciendo posible que cualquier persona pueda acceder al patrimonio cultural, intelectual y bibliográfico, así como coadyuvar a la protección de los derechos de autor en el ámbito de la propiedad intelectual. La observancia de la obligación de constituir el depósito legal es una condición imprescindible para garantizar el derecho de acceso a la información de todos los ciudadanos, y deberá realizarse en los términos establecidos en la normativa que resulte de aplicación; por lo que el Gobierno, en el plazo máximo de un año, remitirá un proyecto de ley para adaptar la normativa vigente a la realidad del Estado de las Autonomías, a la aparición de nuevos soportes y a los cambios producidos en el sector editorial.

Las declaraciones de la directora de la Biblioteca Nacional sobre la nueva normativa y la dificultad de aplicarla siguen dejando en cualquier caso un elemento en el aire el concepto de soporte.

Pensamos que aquí es utilizado según la acepción 4 del diccionario de la RAE que dice: Material en cuya superficie se registra información, como el papel, la cinta de
vídeo o el disco compacto. Nada se dice aquí de los discos duros y parece más bien querer decirse que el soporte permite movilidad y reproducción.

Pero qué ocurrirá cuando no hay muchos soportes sino sólo uno y lo que en cambio sí hay son muchas miradas sobre una información que descansa en un único soporte.

En ADN podéis leer algunas de las cosas que se me ocurrieron recuén vuelto de vacaciones.

En cualquier caso, vuelve a ser una muestra más de las  prisas y del escaso rigor y coherencia del texto legal.

Abacus y los llibreters. Las trampas de los «grandes cooperativos»

 

Interesantes declaraciones de Inma Bellafont  (aquí más ), presidenta del Gremi de llibreters    sobre una situación que legalmente ha cambiado, pero, parece, que en el día a día se cumple la máxima de que todo cambie para que todo siga igual. Suena a tomadura de pelo en la que probablemente cueste mantener el «seny» catalán.

¿Volverá a funcionar el silencio administrativo para favorecer a algunos?

Texto definitivo de la Ley de la lectura, del libro y de las bibliotecas

LibrosarbolleyCurioso que haya en el título dos singulares, lectura y libro, y un plural, bibliotecas.

Aquí tenéis acceso al texto definitivo que, como sabéis, ya está en vigor. Un ejemplo de un precepto que ni se cumple ahora, ni se ha cumplido, ni se cumplirá, creo:

Artículo 9.1, párrafo 2: Con el fin de garantizar una adecuada información el editor o importador quedará asimismo obligado a indicar en los libros por él editados o importados el precio fijo.

Ya saben cualquier libro sin precio es «ilegal»  y esto es únicamente responsabilidad del editor o el importador.

Ya tenemos Ley del libro

yatenemosleydellibro

Ya están todos los medios danzando. Interesantes, como siempre, las diferencias de titulares que llegan a algunos matices curiosos.

– ...impone el precio único para los libros y liberaliza el precio de los manuales escolares. Conclusión: los manuales escolares no serán libros. Esto puede ser un
avance importante. Lo que para unos es «imposición» para otros es «consagración
» del precio fijo, decimos. No vayan a pensar en otra cosa. Aunque siempre hay también libros laicos que se salen del ámbito de lo «sagrado»

– Los libreros «muy contentos» porque entendíamos que sólo así la pequeña librería se defiende mejor de la agresividad comercial de las grandes superficies . Se suele decir que la alegría dura poco en casa del pobre. Veremos cuáles son las caras a mediados de noviembre por mucho que pueda haber diferencia en los precios de cesión. Los libreros catalanes parece que no están «tan contentos«.

– ¿Por qué han demandado los sectores lo que no preferían? Esta libertad de precios es una de las demandas que editores, libreros y distribuidores plantearon durante las negociaciones del proyecto legal con el Ministerio, aunque todos ellos hubieran preferido la inclusión del libro de texto en el sistema general de precio fijo.

– Aprobada por ¿unanimidad? (curiosa la diferencia entre título y subtítulo) o por ¿un amplio respaldo ?

Curioso, en general, que una ley que habla de la lectura parezca más un decreto de sistema de precios y de canon .

Cine – Libro. Ya podemos empezar a comparar

cine_libro

Requerirá una lectura detallada pero ya tenemos dos anteproyectos que hacen referencia a dos de las denominadas industrias culturales: cine y libro. El del libro posiblemente se aprobará la próxima semana. El del cine, después de sus más y sus menos ha iniciado su andadura.

Estos son, en cada caso, los dos textos que han dado el pistoletazo de salida: cine y libro. Miren, lean, comparen y si encuentran algo mejor aplíquenlo.

 

 

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Ley del libro. De vuelta al Congreso

 

La Ley de la lectura, etc, etc vuelve al Congreso sin unanimidad total. Los discrepantes son, curiosamente, aquellos que mantienen el precio único por encima de todo.

Quizás el sector tenga que explicar qué les motivó, qué coyuntura ha forzado a situarse con la mayoría defensora del precio libre para el libro de texto. Suponemos que los motivos no serán los mismos para autores, editores, distribuidores, libreros, bibliotecarios, bibliotecarios digitales, publicaciones afines ¡mira que si prescriben una revista
cultural como libro de texto qué sistema de precios le sería el adecuado. Es curioso porque el libro de texto, me doy cuenta ahora, marca su precio independientemente del uso. Aunque yo no estudie primaria si me gusta la tecnología y me parece que un libro llamado de texto es interesante para mí lo compraré con precio libre, se supone, aunque su finalidad en este caso, no sea curricular.

Dicen que se aprueba la semana que viene. A algunos les pillará, casi de vacaciones. No quiero ni pensar lo que puede ser esta segunda quincena de junio y julio en relación a la comercialización del libro de texto. Habrá que ver, igualmente, cuáles son las argumentaciones que se mantienen para justificar políticas de gratuidad con estructura libre de precios y cómo siente a alguna Comunidad Autónoma su aprobación antes de la campaña escolar cuando pretendían, parece ser, intentar atrasarlo para el curso que viene.

Mejor nada que una mala ley

 

Los libreros han pedido recientemente que se apruebe la nueva ley de la lectura, el libro y las bibliotecas durante la Feria del Libro de Madrid .

Hace poco realicé una pregunta a todos los partidos del arco parlamentario vasco y el resultado hasta la fecha ha sido el silencio reflexivo.

Creo que merece la pena leer esta breve intervención de Constantino Bértolo con motivo de la Feria del Libro de Valladolid.

Las enmiendas del Senado a la ley

Las enmiendas aquí.

No parece que el debate sobre el precio fijo esté cerrado. Todavía hay grupos (Izquierda Unida, Entesa y el BNG por lo menos) que mantienen su aplicación para el libro de texto. Por lo menos el PSOE debería justificar con más claridad cómo y por qué piensa que es mejor el precio libre. El sector, se supone, que estará en principio de acuerdo con la enmienda de Izquierda Unida. Quizás sería interesante que aquí aparecieran también manifiestos a toda página como han aparecido con
temas relacionados con la Propiedad Intelectual.

Quizás todo se arreglaría añadiendo esta enmienda que se propone:

Se propone la creación de una nueva disposición adicional con el siguiente texto:

“Disposición adicional nueva. Gratuidad de los libros de texto y material didáctico.

En el plazo de un año se regulará reglamentariamente la gratuidad de los libros de texto y material didáctico.”

Parecen también quedar en el aire unos cuantos temas competenciales y todavía
quedan en el aire conceptos tan claves como creador o autor, lectura y eso que la ley incluye este término y fomento, de la lectura se entiende.

Ley del libro y ley del cine

La ley del cine se ha aplazado. Parece que el mundo del cine quiere hacer las cosas con más tiempo y tranquilidad que el que se ha tomado el mundo del libro.

La lectura lenta viene con prisas legales. Las rápida imágenes piden sosiego. A los del libro parece no desagradarles la ley. Eso dicen en público. Los del cine dicen en público, con claridad, que no les gusta nada.

¿No se debería hacer primero una ley marco de las industrias culturales?

Bajo el peso de la ley

¿No tendrá la Ministra de Cultura demasiados frentes abiertos con la ley de la lectura y la ley del cine?

A la mañana nos despertamos con el acuerdo del sector del cine, según la ministra, y nos dormimos con el desacuerdo y el anuncio de en teoría un número importante de salas de no cumplir con la «cuota de pantalla».

Había ido recogiendo algunas de las perlas que he encontrado estos últimos
días en relación a esta cultura tan legislada y con titulares en los medios sugerentes en algunos casos.

Así, por ejemplo, el de El País: «La peor película de Carmen Calvo» o los miedos que le entran al Confidencial musical que nos deja entrever o entreoir que después de la lectura y del cine venía la música. No es de extrañar que se pongan a temblar.

La Vicepresidenta intento apaciguar, pero es difícil hacer de una «mala película» un buen estreno.

Quizás el título del post, título de película también nos dé la clave: el problema está en los límites del lenguaje.

Por una ley del libro. Juan Domingo Argüelles. La frase

(Hablando de Gabriel Zaid y dedicada desde aquí a todos los juicios y opiniones independientes dentro del sector del libro).

«Es crítico, no es ingenuo; es bienintencionado pero también inteligente, y sabe que todo lo que se vuelve gobierno deja, por naturaleza, de ser crítico. Si ha propuesto, por ejemplo, una ley del libro… lo ha hecho con la esperanza de que alguna idea sensata pueda ser aprovechada entre tanta insensatez y tanto desprecio del poder (es decir, de todos los poderes) por el pensamiento independiente. (Juan Domingo Argüelles; Ustedes que leen ; Océano; pag. 112-113)

Politica y libro 2.0

Por ejemplo, ayer el PP quería personas palpables y no digitales en las calles reales de Madrid. MacMillan también quiere en México almacenes aparentemente grandes para guardar sus libros.

Quizás sea el momento de nuevas políticas, de nuevas leyes, de nuevos enfoques, por lo menos, en el mundo de la lectura y el libro. Entre los partidos que nos hacen tragar, todavía, una política antigua, casi de barricadas, donde el poder como en la vieja época industrial parece seguir basándose en el número y no en el conocimiento y valor que se aporta a la sociedad, parece que habrá que esperar.

Nos encontramos en una época de sobreproducción de manifestaciones. Enseguida llegaremos a la descatalogación y al saldo. ¿Para cuándo una política y unos políticos 2.0?

La Ministra de Cultura en la apertura del Congreso de los libreros

Algunas de las declaraciones recogidas por los medios de la Ministra a las que ponemos algún contrapunto.

– La futura ley del Libro beneficiará a los libreros porque obligará a hacer campañas de lectura a los poderes públicos por ley. Comentario doble: ¿Cómo va a beneficiar a los libreros, por ejemplo ¿con actuaciones como la del ayuntamiento de Manzanares en la que un ayuntamiento, sin obligación por ahora ya que parece que la ley no obliga compra a un editor directamente? Los libreros deben estar tocando castañuelas de felicidad. Segundo: una ya antigua cita de Pennac: El verbo leer no soporta el imperativo (Daniel Pennac), aunque quizás las campañas de Animación sí lo soporten.

en esta ley se consagra también dejar el precio de los libros de texto como precio libre, impedir que los descuentos ilimitados los pudieran utilizar las grandes superficies, que les hacían una competencia difícil de soportar’. Alguien debería explicarle a la Ministra, quizás su colega de economía o de comercio o el organismo encargado de temas de competencia que los descuentos nunca han sido ilimitados porque atentan contra leyes que prohiben vender a pérdidas cosa que ahora no puede ocurrir, pero lo que sí puede ocurrir ahora es que por volumen de compra las grandes superficies compren más barato que los libreros y, por lo tanto puedan poner unos precios siempre inferiores a los que los libreros puedan poner. No sólo eso, sino que también puede ocurrir que haya librerías que consigan precios mejores que otras y, por lo tanto su precio sea mejor. También deben estar
todos dando palmas de alegría.

«son un sector organizado e importante para las redes culturales de nuestro país, porque son todas esas librerías que en cada rincón del territorio español ofrecen cultura, libros, asesoramiento y actividades, porque no son simplemente comercios«. Y esto ¿qué consecuencias tienen en ese refrito de texto legal que dedica casi la mitad de su extensión por ahora a hablar del precio, más relacionado con el comercio, y no con el valor, más relacionado, quizás con la cultura?

También se refirió a otras medidas que han contribuido, durante esta  legislatura, a mejorar el sector y destacó el hecho de que ‘se haya incrementado la compra de libros por parte del Ministerio de Cultura, pasando de 129.000 euros a 40 millones de euros este año’……ese dinero lo transferimos a las Comunidades Autónomas para que ellas compren libros en la red de librerías de su territorio y así, con ese empujón, ayudamos a sostener sus negocios’. Esperemos que los datos de Comercio Interior del año que vienen indiquen esa facturación de más, cuarenta millones, de las librerías.