En Trama editorial somos goldinianos, y creo que a partir de ahora, también perroantonianos y alorzianos.
En el número 30 de Texturas escribíamos:
Nos gusta lo que escribió Gabriel Zaid: «La tertulia [qué más que eso es una revista cultural, nos atrevemos a añadir nosotros] es una pausa de la vida que reflexiona sobre la vida, una reunión ociosa de amigos [y enemigos favoritos] que comparten un palco sobre el mundo, y opinan libremente».
Hemos andando estos días por Vitoria y Bilbao de reunión ociosa de amigos con un libro dedicado, entre otras cosas, a «enemigos favoritos» como es el Te voy a hacer una autocrítica de Perroantonio.
Gracias especiales debemos dar en este periplo a:
- Casa del Libro en Vitoria y Cámara en Bilbao por acogernos.
- Antonio Rivera, Imanol Zubero y Alberto Ortiz de Zárate por prestarse al juego de la presentación.
- Mikel Toral y compañía por acoger a un madrileño en ese reducto casi sacro del buen comer y mejor conversar…
- Todos las personas interesadas, un montonazo, que acudieron a las presentaciones.
Tras este periplo, Manuel Ortuño, confeso agnóstico, ha empezado a abrazar la fe (obcecación en creer lo imposible) perroantoniana provocado por las confesiones y cuitas varias con aire cotilla que editor y autor han mantenido a ratos, alejados del mundanal ruido que el resto de los mortales producimos y que tanto molesta a las finas mentes llenas de ironía .
Como en Trama ya sabemos, Alejandra nos lo enseñó, que No hay tres sin dos, ayer en Bilbao apareció el espontáneo alumno aventajado, Alberto dice que se llama…, que para dejarnos mal a todos hizo a prisa y corriendo los deberes que el maestro le propuso plasmándolos del siguiente modo y manera…
Ayer Perroantonio me pidió que propusiera una definición de «consultor». Diligentemente, ofrezco estas tres definiciones que espero sirvan como materia prima para que él las limpie, pula, dé esplendor y seguidamente arroje a la papelera. Va por usted, maestro.
Consultor/a: Proveedor de servicios profesionales intangibles, materializados no obstante en forma de voluminosos documentos conocidos como entregables. Hace uso intensivo de la hoja de cálculo y de una jerga profesional basada en categorías escolásticas conocida como consultolabia. Se presenta en dos variedades: parásitos y simbiontes.
Asesor/a: Consultor añoso que se sienta a la izquierda del director general para susurrarle al oído. A diferencia de la antigua Roma, en vez de «memento mori» repite «eres un campeón, dales duro».
Coach: Confesor de directivos que toma de Freud y Sócrates la sistemática de hablar poco y reformular como preguntas los balbuceos del cliente. No es solucionista: no resuelve problemas sino que los relativiza para que dejen de andar perturbando la paz mental.
El remedio, siempre y en cualquier caso, el casero de siempre… Al que le pique, que se rasque. Con una sonrisa todo entra mejor…
¡Feliz día! y ¡busquen el libro por esas librerías fieles y amigas.