Librerías, consumo responsable, calidad de vida y buenos lectores

Si viviera en Zaragoga tengo bastante claro que mi librería de cabecera sería Cálamo. Conozco a Paco y a Ana desde hace unos cuantos años. Disfruté de los inicios de los Premios Cálamo. Ahora disfruto, me río, alabo la inteligencia de las ‘homilías laicas’ que casi semanalmente hace llegar al correo de sus fieles seguidores cofrades laicos.

La semana pasada lanzó la prédica en la basílica de El Cultural. Meditad después de leerla.

Al servicio del lector, un consumidor exigente

PACO GOYANES. Librero

El comercio electrónico ha revolucionado el sector del libro como lo ha hecho con los del textil y el turismo. Es un mantra reiterado que el comercio “tradicional” debe de adaptarse a la realidad, y no tratar de adaptar ésta a sus intereses, lo que además de absurdo es literalmente imposible.

Las librerías convivimos con Amazon, que queramos o no ya es parte del ecosistema del libro. Con recursos ilimitados, sus aspiraciones son monopolísticas: quiere controlar la distribución y también la industria. Su existencia evidencia dos realidades. La primera, que el libro ya no ocupa el espacio central ni en el debate intelectual ni en el consumo cultural, por muchas razones, desde la banalización de sus contenidos merced al exceso de producción, a la competencia que ejercen en la ocupación de nuestro tiempo las redes sociales, las series televisivas, el turismo, etc. La segunda, que el lector ha devenido consumidor exigente y demanda un servicio rápido y de calidad. No creamos en el “buenismo”: apoyará al comercio de proximidad siempre y cuando satisfaga sus necesidades. Todos consideramos que las librerías y el comercio local son necesarios. La calidad de vida de las ciudades europeas se cimenta en la tupida red social que las hace habitables. Nada más triste y desolador que barrios sin tiendas ni servicios comunitarios.

¿Qué podemos hacer las librerías independientes para competir con Amazon? Lo que nunca hará: leer, seleccionar, aconsejar, atender con amabilidad y profesionalidad, ofrecer espacios hermosos en los que disfrutar, crear comunidades lectoras que graviten a su alrededor. Para hacerlo necesitamos de las editoriales y distribuidoras. Asombra la ceguera de muchas de ellas: para vivir precisan múltiples puntos de venta, no monopolios que acaben imponiendo sus condiciones o forzando su cierre, no sería la primera vez. Las distribuidoras deben ser capaces de entregar los libros en 24 o 48 horas, las editoriales respetar el canal librero, mejorar su margen comercial y apoyar su renovación, como hacen por ejemplo sus colegas  franceses. Necesitamos que los editores inviertan en mejorar sus metadatos y en ofrecerlos al canal comercial a través de DILVE o Cegal en red.

Necesitamos que se cumpla la ley del libro, impidiendo por ejemplo que Amazon venda libros con portes gratuitos, un descuento encubierto; que las administraciones asuman ya la instrucción pública que corrige la regulación de los contratos menores en la ley de Contratos del Estado, que tanto daño ha hecho a librerías y bibliotecas. Necesitamos que las administraciones públicas valoren nuestro trabajo: el ninguneo al Sello de Calidad Librera ha sido doloroso.

Libreras, libreros: abandonemos las quejas, afrontemos el futuro con optimismo y despojados de falsos ideales románticos. Seamos más profesionales, imaginativos y flexibles, disfrutemos de nuestro hermoso oficio. Y seamos lo que nunca será Amazon: buenos lectores. 

Todavía hay, por suerte, muchas librerías. Aquí, en este mapa que sigue creciendo, tenéis ya casi 3.000

Adhesiones a la Carta de los libreros. Libreros independientes, los compañeros soñados

Tal y como adelantamos al presentar la iniciativa

Libreros independientes… los compañeros soñados. ¿Te unes?

Formulario de adhesión

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aquí recogeremos las adhesiones que poco a poco van llegando. Todas las personas que nos habéis hecho llegar vuestra adhesión, sed pacientes que iréis apareciendo.

Tras alguna consulta hemos decidido publicar dos listas: Libreros y libreras y resto de personas.

Agradecemos igualmente todos los comentarios y sugerencias que nos van llegando y de las que nos iremos haciendo eco.

Librerías

Nancy Abel, The libro Cafe del Monaguillo, Madrid

Ingrid Acebal, Librería  Panta Rhei, Madrid

Gertri Adsera Bertrán, Llibreria Adsera, Tarragona

Carlos Airas Cota, Aira das letras, Allariz

Estefanía Álvarez López, 4 letras, Gijón

Chema Aniés Javierre, Anónima, Huesca

Ana María Aragón Cabrera, Casa Tomada, Bogotá

Pablo Daniel Arcila Gutiérrez, Bogotá

Me adhiero a este manifiesto transatlántico universal

María Arellano Millán, Almez libros, Torrelodones

Una buena iniciativa para tiempos difíciles

Rafael Arias Garcías, Letras corsarias, Salamanca

Silvia Aristimuño Abasto, Libros del vendaval, Buenos Aires

Yolanda Auza Gómez, Wilborada 1047, Bogotá

Xosé Bangueses García, Abrente, Bueu

María José Barrios, Casa Tomada, Sevilla

Es bonito esto de dar un paso adelante y reivindicar con alegría y sin complejos el valor de lo que hacemos.

Oblit Baseiria Virgili, Casa Anita, Barcelona

Sergio Bassa Giralt, Bassa La Papereria, Móra d’Ebre

Augusto Beltrá Jover, Librería La Farándula, Novelda

Mónica Bernat Socarrades, Nomviembre, Benicasim

Julia Blázquez Cabrera, La Petita, Barcelona

Eva Boj Bragado, Atticus-Finch, Madrid

Uriel Bonilla Suárez

Joan Bordanova, Grup Bestiari, Barcelona

María Bravo Cortés, Ambra Llibres, Gandía

Angélica Caballero, Mirabilia Libros, Bogotá

Ángeles Cachero Tuñón, Librería la Pilarica, Mieres

Jacinto Cambra Vizan, Llibreria Perutxo, L’Hospitalet de Llobregat

Adrián Camino de Andrés, Garazi Liburudenda, Donostia

Cristina Campos Caudé, Librería Viridiana, Valencia

Roberto Cataldo, Librero anticuario, Montevideo

Me parece excelente el texto de la carta y lo apoyo fervientemente.

Luis Casado Ramos, Librería Plumier, Ibi

Isabel Casas, Llegim?… Llibreria, Igualada

Irene Cerezo, Librería Cerezo, Logroño

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Label LIR 2017 para las librerías independientes en Francia. Algo se puede aprender

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El Ministerio de Cultura y Comunicación francés acaba de poner en marcha un nuevo ciclo de renovación y nuevas adhesiones para lo que denominan en su caso ‘Librerías de referencia’, a través del Label LIR 2017 que tendrá, al igual que el anterior, una validez para tres años (2018, 2019 y 2020).

En Francia hay actualmente 530 librerias con este distintivo que más allá del reconocimiento supone algunas ventajas palpables como:

  • una exención del impuesto municipal.
  • condiciones comerciales con ciertos proveedores
  • ayudas especiales para el fondo de la librería

Podríamos pensar que estas tres medidas sitúan o reconocen a la librería en tres de sus dimensiones:

  • su valor y reconocimiento en su dimensión cultural y pública
  • su papel especial dentro de lo que denominamos la cadena de valor del sector
  • su incitación a la mejora interna cuidando determinado tipo de fondo de calidad

En España desde hace un año y pocos meses existe la iniciativa del sello de calidad a la que se han sumado en torno a 45 librerías. El modelo español tiene, por lo que sé, aunque puedo equivocarme, dos diferencias importantes en relación al modelo francés:

  • no hay ningún tipo de incentivo o ventaja más allá del reconocimiento
  • tiene un costo para las librerías

Creo que es interesante y posible trabajar tanto en algunas propuestas de incentivos que sin tener que ser necesariamente las mismas aborden las tres dimensiones que el modelo francés aborda como en la posibilidad de eliminar o retornar el costo que supone el proceso de reconocimiento.

Si alguien tiene interés de comparar más temas os dejo los dos formularios que las librerías tienen que rellenar para acceder al reconocimiento correspondiente:

 

Agapea: inversión, calidad y actividad cultural

Ya he hablado por aquí con anterioridad de la sugerente evolución o ampliación de campo de acción de Agapea hacia lo palpable. A todos se nos van los ojitos detrás de lo que hace Amazon, pero otras empresas han hecho ya antes procesos parecidos.

Hoy leo que Agapea registra un crecimiento del 20% en tiempos y momentos donde el volumen global, no confundir con la facturación individual, ha bajado en las librerías.

Lo que empezó como una clara apuesta de comercialización por internet cuenta ahora con librerías en Málaga, Granada, Cádiz, Tenerife y Mallorca.

Consideran que el mercado del libro electrónico es, a fecha de hoy, residual y con un bajo  nivel de ventas.

En cambio han considerado clave tanto la realización de actividades para convertir las librerías en punto de encuentro, como la inversión para la mejora del servicio.

Significativo, por lo que supone de intencionalidad el lema que aparece en el perfil que tienen en twitter @Agapeacultura.

 

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No conviene dejar de lado que la división de librerías es una parte de negocio dentro de un grupo que aborda otras áreas.

Lo más visto en Cambiando de tercio en el mes de diciembre y en lo que va de año…

Los cinco más vistos en diciembre

Los cinco más vistos en lo que va de año

Feliz 2017

Ojalá que parte de las conversaciones a las que desde aquí y las redes sociales te invite sigan teniendo muchos de estas claves en su devenir.

Este es un reflejo de lo recogido en facebook:libro, libreros, librería, compañeros, soñados, independientes, Bilbao, mundo, gracias, años, editorial…

Y, también, nombres de algunas personas que a lo largo de este año han sido importantes…

Libreros independientes… los compañeros soñados. ¿Te unes?

En fechas recientes he leído una información sobre una campaña lanzada por las librerías de Francia.

En la misma se presenta un manifiesto que pretende resaltar los elementos unificadores para la creación de una identidad colectiva de las Librerías independientes.

Agradezco a Alex Barandiaran la traducción al castellano y la maquetación del texto.

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Y en esta época de sueños y deseos se me ha ocurrido, con toda la modestia del mundo, abrir una sencilla campaña.

Si consideras que los principios reflejados en la carta son una buena pista y deben ser tenidos en cuenta por las librerías independientes españolas le invito a que te unas con tu adhesión.

QUIERO ADHERIRME

Iremos publicando a partir del miércoles las adhesiones que vayan llegando.

#ApoyemosANuestrasLibrerías

FIRMANTES

 

Consultar la lista de ADHESIONES

11 nuevas librerías con sello de calidad.

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componen la nueva hornada de librerías con el sello de calidad. ¡Enhorabuena!

Son ya cuarenta las librerías que hasta la fecha han apostado por el sello. Más allá del espíritu de ‘mejora continua‘ que puedan tener las librerías interesadas, sigue sin suponer ninguna ventaja sustancial para las mismas.

¿No empezaría ya a ser el momento de plantear algunas medidas que refuercen la apuesta realizada y, al mismo tiempo también, ver el conocimiento y valoración que el sello puede tener por parte de los usuarios?

 

El Bosque de la Maga Colibrí. Librería en femenino que innova

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Que una librería como en este caso El Bosque de la Maga Colibrí se haga merecedora a un premio de Innovación cultural, me parece una muy buena noticia.

Me alegra ver, además, que el equipo al completo es ‘mujer’. ¿Cómo veis esto desde Doce miradas? 😉

Creo que es un buen momento para citar con cierta amplitud a Roberto Gómez de la Iglesia que en el número 29 de Texturas escribía:

¿Están nuestras pequeñas librerías preparadas para moverse en este turbulento contexto?
La réplica de los modelos imperantes en las últimas décadas ya no sirven,
eso lo sabemos todos. ¿El cambio de modelo de negocio es una cuestión de tecnologías, de dimensión, de capacidad comunicativa, de mercados emergentes… o de hacer realmente una nueva y mayor propuesta de valor diferencial a nuestros clientes?
Las buenas organizaciones se construyen más sobre emociones y relaciones que sobre productos. Sobre personas con ganas de pensar, de sentir, de escuchar, de desaprender, de arriesgar y confiar. Por tanto, ideas y personas que generan nuevos significados en la organización y en sus mercados, públicos o privados.
Sin nuevos relatos y nuevos significados compartidos, en nuevas organizaciones, no hay salida posible. La organización es la estrategia. Ahí reside la innovación esencial.
Hemos de ser capaces de diseñar y gestionar organizaciones más heterárquicas (algo no difícil en las estructuras pequeñas), más flexibles, más reticulares y matriciales, que gestionan por proyectos, más líquidas, que impulsan las «culturas tímidas», más creativas e innovadoras, de visión 360º, más próximas y sin embargo más abiertas, centradas en las personas de dentro y de fuera.
Y estas nuevas organizaciones han de plantearse nuevos retos. Algunos tienen que ver con repensar el papel de las librerías como espacios culturales, reales y virtuales. Otros, en transformar venta, acción y/o programación directa en liderazgo social; en generar redes (para uno mismo y para los demás); en potenciar el consumo cultural (responsable) dentro de la propia comunidad cultural; en estimular la demanda de nuevos productos y formatos culturales desde la librería o con la participación de la librería; en dar juego a nuevos protagonistas; en vincular artes y cultura mediante el libro y la literatura (pero no sólo) a nuevos espacios y nuevos agentes sociales (educación, sanidad, empresa…).

Quizás ellas, han sido capaces de volver a hacerse las ‘preguntas básicas y radicales‘ que son las que de verdad están en la base de la innovación.

¡Felicidades!

Por qué los editores abren sus propias librerías

Escribí por aquí en marzo de 2014:

no es de extrañar que desde determinadas lógicas de mercado los editores independientes políticos también quieran hacer política independiente librera desde su librería. O, por lo menos intentarlo.

En julio, hace dos meses, me hice eco de algunas editoriales que abren librería.

No es un fenómeno exclusivo de España. En Estados Unidos también parece que se da, o, por venirmos más cerca y no cruzar el charco, en Polonia.

Me llama quizás la atención que el fenómeno esté tomando forma y concretándose entre aquellos que podríamos llamar ‘editores independientes’, aunque también algunos de los grandes hacen sus pinitos con estructuras y propuesta especiales a ‘modo de laboratorio‘ o con una línea clara de actuación como, al parecer, es el caso de Amazon.

Estamos pues, al parecer, lejos de los funerales libreros que algunos agoreros señalaban.

Es cierto que el fenómeno no es nuevo y de siempre han existido estas sugerentes figuras de mestizaje. Marcial Pons con más solera o Joker serían dos claros ejemplos

¿Los motivos? Supongo que muchos y variados. Ahí van un ramillete de posibilidades por las que se da este fenómeno abierto a nuevas incorporaciones y a la corrección e incluso supresión de alguna de las propuestas.

  • Considerar que hay fondos que no tienen la ‘debida presencia’ en las librerías.
  • El valor cada vez mayor que va tomando la presencia física como elemento de relevancia social. Estar en la red cuesta poco, lo palpable supone una mayor apuesta.
  • La oficina abierta casi como espacio de conversación y trabajo compartido y accesible.
  • Respuesta a la sensación de carencia de algunos títulos, no necesariamente coincidentes con el fondo propio, en la red librera.
  • Mayores márgenes de venta.
  • La necesidad de tener el pálpito de primera mano con el público y/o de poder encontrar desde la calle otro tipo de sinergias y actividades con otros sectores de la cultura.
  • Mayor incardinación (glocalización) de la marca…

Seguro en cualquier caso que todas ellas, como el resto de librerías y de establecimientos culturales están encantados con las nuevas medidas de supresión del IBI que como cantos de sirena empiezan a oírse por Valencia o Barcelona.

Creo que en este tipo de medidas conviene hilar fino fino de verdad. Por un lado, saber cuál es el impacto real de las mismas y, por otro, quizás más importante, tener una justificación, por el lado de la excepcionalidad o de la diferencia de valor, que no deje lugar a dudas, que yo las tengo si es ‘pan para todos’, del sentido de la medida.

 

Más librerías con sello de calidad que no aparecen en el mapa

Sin títuloCálamo (Zaragoza),  Quorum (Cádiz), Ecobook , Polifemo,  Kirikú y la bruja, Antonio Machado,  Marcial Pons (Madrid), El Bosque de la maga Colibrí (Gijón), Gil (Santander) y Canaima (Las Palmas de Gran Canaria) han pasado en fechas recientes a formar parte del club de las Librerías de calidad.

A quien lleve la página web correspondiente habría que negarle el sello de calidad porque ni siquiera se toma la molestia de tenerla actualizada y hacer que las librerías con el sello ocupen su lugar en el mapa.

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El sello de calidad desde la plural óptica librera

Sin títuloRecoge Anna María Iglesias en Llanuras algunas de las opiniones de los libreros que han pasado por el proceso del sello de calidad.

Por aquí ya me he explayado en más de una ocasión sobre la propuesta y el modelo.

En esta ocasión, se recogen las opiniones de los libreros, siempre interesantes, variadas y que aportan matices.

Las recojo aquí de manera telegráfica, pero os invito a leer el artículo completo.

  • “La idea en principio me parece buena, pero tengo serias dudas sobre si realmente llevará acaparadas algunas ventajas para las librerías como en el caso del país vecino” (Paco Goyanes de Librería Cálamo).
  • “Más allá de la pegatina en la puerta, ¿para qué sirve?» (Judith y Jesús de Intempestivos).
  • “El sello es y debe ser un distintivo de calidad y debe ayudar a que el propio librero quiera mejorar” (Alfredo Quirós de Cervantes).
  • “El sello nos ha aportado una publicidad incalculable». (María Vaquero de Todolibros).

Dicho esto, también parece que la sombra de la duda y de cierto excepticismo sobrevuela sobre la propuesta porque

En un país donde el incumplimiento de promesas e, incluso, de programas electorales forma parte ya de la rutina cotidiana –“nuestras autoridades son muy propensas a sacar normativas y leyes que luego ni se cumplen ni sirven para nada. Valga por ejemplo el caso de  la ‘Ley del libro’”

De esto ya saben que los políticos nos dice que quizás hablen ‘la semana que viene’

Llegan los primeros sellos de calidad a librerías…

… y me alegro al ver las librerías de esta primera hornada.

Diré, y espero que el resto de librerías amigas con sello me lo permitan, que me alegro especialmente por Todolibros y su incombustible María.

TFGP.
(Fotografía Periódico Hoy).

Es el inicio de un camino que esperemos no pare. No conviene olvidar que el 31 de diciembre termina el convenio. Así que dejo ahora algunos comentarios e interrogantes.

  1. ¿Tiene ya fecha de renovación y calendario de actuación para 2016?
  2. Conviene no equivocar los términos como por ejemplo ha hecho el ABC. Las librerías con el sello de calidad que, conviene recordar, no es obligatorio, no son, por tenerlo, las mejores;  sino las que cumplen un determinado número de características que se han fijado y decidido en un momento concreto.
  3. Se puede tener el sello de calidad y estar en una situación económica que impida el seguimiento de la actividad. Sobre esto ya escribí en su momento, pero quiero insistir en ello.
  4. Parece que, por ahora, sólo hay 29 librerías más interesadas. Si fuera así creo que son pocas y habría que analizar las razones.
  5. Será ahora también muy interesante que las librerías que han conseguido el sello evalúen tanto la calidad del proceso seguido como que aporten las sugerencias y propuestas de mejora o de modificación de criterios.
  6. Hoy muchos medios se hacen eco de la noticia y es claro que las 9 librerías lograrán una cierta rentabilidad de imagen puntual. Pero, este sello no está pensando, creo yo, como un elemento de imagen, sino como un elemento que permita a aquellas librerías que lo deseen situarse en un proceso más silenciosos, pero probablemente más eficaz de mejora continua. Procuremos por lo tanto no convertir las posibles externalidades en criterios de centralidad.
  7. Permitidme una maldad dicha con cariño y como último punto. Habría estado bien que alguna librería de la Junta Directiva de CEGAL hubiera estado en esta primera hornada para ‘predicar con el ejemplo’.

Dicho todo lo anterior con cariño y con mucho reconocimiento a todas las librerías que lo han conseguido.

Cervantes (Oviedo); El Búho Lector (Oviedo); Carmen (Parla, Madrid); Ícaro (La Granja de San Ildefonso, Segovia); Oletvm (Valladolid); Del Burgo(Palencia); Didacticalia (Madrid); Margen (Valladolid) y Todolibros (Cáceres)

Tomémoslo como un punto y seguido porque queda mucho por hacer y por avanzar.

Librerías y calidad en el Día de las librerías

logogrande¡Feliz Día de las librerías!

Con el artículo que a continuación enlazamos el Blog de l’Escola de llibreria ha iniciado una nueva sección en la que irán recogiendo la opinión de personas expertas en el sector del libro. Quiero agradecer el que me han invitado a abrir esas colaboraciones con una reflexión sobre el Sello de calidad para las librerías que lleva por título:

Librerías y calidad: punto de partida y no de llegada*

1. Introito

Parece que, de repente, vuelven a entrar las prisas por la «calidad librera». Y digo «vuelven» porque ni es la primera vez, ni será, casi con seguridad, la última.

Ya en el año 2002 desde CEGAL se trabajó en la implantación tanto de una herramienta de autoevaluación, según el modelo EFQM, como de un manual de calidad. Las conclusiones del trabajo realizado se presentaron en el congreso que los libreros celebraron ese mismo año.

En Catalunya también hubo un intento hace tres años. Así que… nada nuevo bajo el Sol. Aunque quizás a la tercera vaya la vencida.

Sí parece, aparentemente, que en esta ocasión se ha dado un paso más con la firma el 20 de julio de 2015 de un convenio entre la Dirección General de Política e Industrias Culturales y del Libro y la Asociación de las Cámaras del Libro de España.

La Escola de Llibreria me ha solicitado algunas reflexiones relacionadas con la propuesta del sello de calidad que se recoge en este convenio.

Por claridad para un posterior debate y discusión, las voy a recoger en dos grandes apartados: diez reflexiones de base que responden, en mi opinión, a preguntas previas antes de ponerse a la tarea y diez propuestas prácticas que intentan sugerir algunas mejoras sobre lo ya presentado.

2. Dos afirmaciones previas
Es interesante que las librerías y, por supuesto, todo el sector del libro se impliquen en procesos de calidad en la medida en que los mismos pueden ser un acicate para la mejora continua y la adecuación y respuesta más acertada a los lectores.

Es conveniente aplicar el «principio de bondad» sobre el sector del libro y, más concretamente en este caso, sobre la librería. Ya hace años, Faustino Guerau [1985] afirmaba en La vida pedagógica que «La “mala educación”, desde mi punto de vista, no existe, es una flagrante contradicción. La educación, si ocurre, es siempre “buena”». Parafraseando a Guerau, nos atreveríamos a afirmar que la mala librería no existe. La librería, si existe, es siempre buena y, por lo tanto, la calidad debe ser su punto de partida y no de llegada.

Seguir leyendo en el Blog de l’Escola de llibreria

Mañana, en el Día de las librerías #ApoyemosANuestrasLibrerías

Mañana viernes 13 se celebra el Día de las Librerías.

diadelaslibrerías

No escondo que es lo que más aprecio y quiero de este sector. Quizás por haber sido lo más intensamente vivido siguen siendo mi ‘ojito derecho

Quiero volver a traer aquí la iniciativa #ApoyemosANuestrasLibrerías que, siguiendo la estela de Belén Bermejo, puse en marcha en septiembre y que ha ido teniendo su eco en las redes sociales y en unas cuantas personas e instituciones que se han animado a hacerse eco.

apoyemosanuestraslibrerias

Mañana intentaremos sacar un rato para darnos una vuelta y celebrarlo.

Mientras tanto y después iremos pensando nuevos Imaginarios, soñando nuevos futuros ya presentes y, por supuesto que también, criticando y proponiendo con cariño.

¡Feliz día!

Innovar en cultura. ¿Puede haber Sello de calidad sin innovación?

Seguimos rondando en torno al Sello de calidad y,o, a la calidad en las librerías.

Manuel Bragado planteó ayer un interrogante que no es baladí sobre todo en el ámbito político y competencial:

Galicia conta con competencias exclusivas nesta materia

Yo creo que Euskadi y Catalunya también. En cualquier caso, juristas tienen las distintas administraciones para analizar y argumentar. Es cierto, también, que en otros sectores (turismo puede ser un ejemplo), se ha llegado a planteamientos con un grado de coordinación más que razonable. Desde aquí sólo un ruego: que nadie confunda el fin con los medios.

RobertoGomezdelaiglesiaMe interesa en cualquier caso más lo que plantea desde un punto de vista lateral Roberto Gómez de la Iglesia. Quizás poco conocido en el ambiente libresco, pero no deberían de dejar de dar un vistazo sobre sus reflexiones y proyectos en otros ámbitos de la cultura.

En unas recientes declaraciones dice cosas tan sensatas como las siguientes:

  • Lo importante en el ámbito cultural, como en cualquier otro ámbito, es ser innovador en los modelos organizativos, eso es lo sostenible en el tiempo. Si eres innovador en los modelos será más fácil que seas innovador en todo lo demás.
  • Nos complicamos creyendo que innovar tiene que ver con tecnologías y con cuestiones complejas cuando normalmente la innovación está en volver a hacerse las preguntas básicas. Innovar está en saber hacer esa pregunta que me resitúa en el por qué y el para qué de lo que yo hago.

Así que la pregunta es sencilla: ¿puede haber calidad en las librerías sin innovación? ¿se tiene en cuenta ésta  en los indicadores del sello de calidad?

Quizás la respuesta no lo sea tanto.

Sello de Calidad de Librerías. Conviene cuidar más los detalles

El Ministerio comunica hoy que ya está disponible la plataforma web para solicitar el Sello de Calidad de Librerías.

A veces las prisas no son las mejores consejeras porque el cuidado de determinados detalles, sobre todo en proyectos que pretenden poner en valor la calidad, es importante.

Por un lado la nota del Ministerio ofrece una url propia del proyecto

(www.libreriasdecalidad.com).

Pero, al pinchar en la misma, no nos lleva a fecha de hoy, a un dominio propio, sino a un subdominio, tal y como se puede ver en la imagen, que no se sitúa en el ámbito público, ni en el ámbito librero, ni en el ámbito sectorial. Sino, en un ámbito privado:

http://www.i3com.es/libreriasdecalidad/

¿De quién es el dominio?

sellocalidadlibrerias

 Vaya un segundo detalle, ya que hablamos de calidad.

Quizás se debería mejorar la accesibilidad de la web que se ha creado para el sello. De 13 elementos medidos hay 2 regular, 3 mal y uno muy mal.

Lo dicho: las prisas son siempre malas consejeras en calidad; los detalles son importantes y… ahora la gran duda ¿interesará este proceso realmente a las librerías?

Veremos.

En cualquier caso. Creo que conviene no tener prisas.

Dejo una pregunta final. ¿Alguien se ha parado a pensar que puede haber librerías que cumplan todos los criterios, que sean por lo tanto en apariencia merecedoras del sello,  y que no sean proyectos viables económicamente? ¿Tendría esto algún sentido?

Librerías. Las personas y su formación son importantes

sello-calidad-librerias-logo-postSigo merodeando en torno al sello de calidad de las librerías. Doy un vistazo a lo que teóricamente Madrid ya tiene implantado y desconozco si hay alguna librería que se ha puesto ya a la tarea y tiene su sello como ‘Librería de referencia cultural’.

Me llama la atención que no hay prácticamente en el mismo ninguna referencia al elemento formativo de las personas que trabajan en la librería.

Y esta llamada de atención se me sigue cruzando por un lado con la lectura de Vers la fin des librairies? donde más adelante, pag. 42, vuelve a aparecer la formación no como algo necesario, sino como indispensable.

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«Librero, un oficio que se aprende»

Por el otro lado siguen coleando las preguntas de Dávila en sus Territorios del libro y que en su página 15 escribe:

Antes… se podía hablar con distintos libreros que tenían distintos gustos y que poco a poco ayudaban no sólo a la adquisición de libros, sino a la adquisición de un perfil de lector que acompañaría al que compraba libros por el resto de su vida (sí, vale incluir aquí cualquier apelación a la nostalgia que puedan imaginar). Hoy es una suerte si el que te atiende en la librería puede hacer mucho más que buscar en una computadora y traerte un libro que seguramente tú ya buscabas porque se haría una película o algo parecido. El futuro trajo consigo la desaparición del librero: hoy en día es más importante tener experiencia en ventas que haber leído a Proust, por mucho que leer a Proust destruya la mente de uno…

Para los que compran libros debería ser imperativo que las librerías tengan un personal diseñado para acercarlos al libro y no solo para ofrecerles algún distintivo que les permita ser identificados por la empresa como elementos que aportaron lo suficiente para cumplir la cuota del mes.

Y me reconcome la duda de si algo de esto se tendrá en cuenta en los sellos y demás marcas derivadas o nos fijaremos sólo en lo objetual como si las personas no importaran.

¿Hacia el fin de las librerías? Todo es posible

Vers-la-fin-des-librairies_largeAsí se titula en ‘traducción casera’ el libro que estoy leyendo en estos momentos de Vincent Chabault. (ver las primeras páginas)

Los franceses nos llevan la delantera en algunos temas como y uno de ellos es, en concreto, en el análisis del sector librero y en las medidas propuestas para dar respuesta a una situación.

Nos llevan años de ventaja y a veces, como los nuevos ricos, creemos que con copiar la letra es suficiente.

Conviene señalar, en cualquier caso, que el porcentaje de venta que se lleva la librería independiente francesa es inferior (22% en datos del 2013) que los de la librería independiente española (35,4% en datos del 2013 excluidas las cadenas de librerías).

Digo esto porque quizás a la hora de determinados discursos y adaptaciones como el del sello de calidad que ha intentado mamar en algún momento en sus planteamientos de la filosofía francesa quizás sea conveniente tener en cuenta el realismo de la situación y las cuotas de mercado que tocan en cada caso.

Reflexionaré e cualquier caso con más sosiego sobre este tema dentro de unos 15 días. Hoy no quería dejar pasar por alto un punto sobre el que casi todo el mundo calla y pocos le meten el diente: el de la formación. Ya en el año 51 se escribía sobre la necesidad de una ‘formación profesional suficientemente adquirida’

«que n’importe quoi ne peut être fait par n’importe qui, et que le livre ne doit être vendu que par les personnes ayant acquis une formation professionnelle suffisante […] il nous est difficile d’accepter que certains rayons de livres soient dirigés “au petit bonheur” par tel ou tel vendeur en provenance d’un rayon parfumerie, habillement» (Bulletin des libraires, no 679-680, 1951) (pag. 8)

Quizás, de nuevo, el sector vuelve a mirar a otro lado y deje la formación permanente y la formación de los nuevos profesionales totalmente de lado como garantía de un cambio sostenible a futuro.

Se nos lleva la boca exigiendo formación y mejoras de calidad en la educación y quizás no seamos capaces de reflexionar sobre ella y fijarla como una condición necesaria para dentro del sector.

Sin formación, el final estará, casi con seguridad, más cercano.

Librerías y sello de calidad. Unos datos y un planteamiento preocupante

Eva Orue solicitó en fechas recientes mi opinión sobre el Sello de calidad para las librerías que ayer se presentó para un artículo en Infolibre que vio la luz el sábado pasado.

La puesta en marcha del Sello de calidad, que ya veremos si llega a ser realidad, me produce una profunda preocupación y hace aumentar mi excepticismo sobre el modo de abordaje por parte del sector del libro en su conjunto y de las librerías d algunos problemas para los que, además, se copian de mala manera, las propuestas que se han llevado adelante en otros países.

Eva recoge de manera precisa las opiniones que me solitió a través de un breve cuestionario. Acepto, además, que puedo haber sido el menos diplomático en las respuestas.

  • Menos diplomático, el analista José María Barandiarán enumera los motivos del retraso: «Por parte de las librerías, un cierto miedo escénico, ya que de alguna manera supone verse retratado y entender que ‘no todo el monte es orégano’; por parte de la administración, la falta de presupuesto y la necesidad de cierta coordinación entre las distintas autonomías al haber competencias traspasadas y también entre distintos departamentos».
  • José María Barandiarán empieza negando la mayor: la existencia de un solo y único sector librero, «al igual que no existe un único sector editorial. De hecho, el modelo del sello de calidad está en el fondo pensado sólo para aquellas librerías generalistas o literarias-ensayo, pero no para las que pueden estar especializadas en otro tipo de materias. Con casi total seguridad las librerías en poblaciones menores de 25.000 habitantes quedarán todas fuera«.
    Añádase el hecho de que, en su opinión, no ha existido una apuesta política de calado para llevarlo adelante y podremos entender mejor la tardanza.
  • Es Barandiarán de la opinión de que el propio sector tiene que reconocer que «para el volumen de negocio que hay en torno a la comercialización del libro, está sobredimensionado«, y que se ha dotado de pocos mecanismos internos para racionalizar su tamaño. Que hay que proceder a una reestructuraciones para la que, como en todas las reestructuraciones sectoriales, «toca poner pasta a todos: a la administración, pero también al propio sector». Y que no existe un planteamiento empresarial sobre cómo abordar este proceso.

Si nos centramos en lo que los medios recogen de la presentación de ayer hay unas primeras conclusiones que son francamente preocupantes.

  • Parece que sólo hay 200 librerías que cumplen los requisitos puestos. Eso supone que sólo el 6,5% de los puntos de venta parecen cumplir los requisitos; pero ¿por qué son las librerías las que tienen que verse inmersas en exclusiva en un proceso de sello de calidad y no el resto del sector? Lo diré en formato menos diplomático ¿Puntos de venta de calidad para vender mierda editorial? o ¿Sólo se considerará edición de calidad la que sea vendida en estos puntos?
  • Más cera. ¿Se preocupará alguien por implantar estándares de calidad en la cadena de suministro o esto será indiferente?
  • Dicen los medios que «El sello permitirá a los establecimientos que lo posean colaborar con las Administraciones Públicas en el desarrollo de las políticas y actividades culturales». Y digo yo: ¿No debería ser quizás al revés? ¿Colaborarán alguna vez las adminastraciones con todo el conjunto de actividades que ya sin sello ni nada llevan tiempo organizando las librerías?
  • Preocupante. No he visto en las referencias de los medios a la presentación del sello librero a ningún librero. Sólo aparecen dos figuras editoriales que además se descuelgan con la lindeza siguiente dicha por Daniel Fernández alma mater curiosamente de Infolibre: espera que sirva para que la Administración compre en estas librerías y se atienda al fondo que está «desapareciendo», algo que, según ha afirmado, les preocupa. ¿Dejarán los editores de vender directamente también por lo menos a las administraciones? Lo digo, simplemente, por coherencia de discurso y porque quizás podría ser un criterio de calidad que se autoimpusieran. Pueden echar un vistazo a los últimos datos de comercio interior
  • Dicen, ¡ay ingenuos! que el sello de calidad se podrá solicitar a partir de diciembre. De hecho. Ayer más que presentar el sello, se presentó el proceso hacia el sello. ¿Algún ingenuo se cree que el personal en diciembre va a estar volcado en el sello de calidad librero con unas elecciones de por medio?

Comparto la opinión de Luis González

«Yo pensaba más bien en incentivar una percepción social de la importancia de la librería en el lugar en el que vivimos”, admite. Buscaba un mensaje que podría haberse resumido en algo así como «Amo a mi librería» o «Quiero que haya una librería en mi barrio», en la línea de lemas elegidos por quienes hicieron campañas parecidas en otros países («Buy local» o «Books are my bag«), pero «finalmente se optó por algo más formal y desde ese prisma, supongo que no es de extrañar que sea extremadamente complicado y lento un proceso burocrático en el que hay que aunar tantas voluntades».

El camino que se ha tomado creo que va a suponer un proceso burocrático tedioso alejado de las necesidades reales de la empresa cultural y más pensado desde una tosca óptica evaluativa funcional que desde un planteamiento de crecimiento y mejora continua.

Dudo que sea un incentivo real para las librerías.

Y… ¿me queda una duda? ¿Hay que estar asociado para participar en este proceso?

Y una segunda ¿sólo existe la calidad en la librería unida a la novedad?

Quizás convenga recordar esto

“El oficio de librero permanecerá mientras se edite cierto tipo de libros. Si todo se edita para venta inmediata y desaparece el editor que descubría autores, entonces también desaparecerá el oficio, porque no hay buen librero que venda basura” (Elvio Vitale)

Algunas entradas anteriores en las que he abordado el asuntos de las librerías y la calidad. Acceder

Mejor, seguir pensando en el #ApoyemosANuestrasLibrerías y , como dice Pilar Pascual, más vivas que muertas.

De víspera se conoce al santo. Mañana fiesta en la Librería Cámara

«El oficio de librero permanecerá mientras se edite cierto tipo de libros. Si todo se edita para venta inmediata y desaparece el editor que descubría autores, entonces también desaparecerá el oficio, porque no hay buen librero que venda basura» (Elvio Vitale)

Ya nos hicimos eco del premio concedido y mañana toca la fiesta de celebración. ¡Aviso importante! ¡Avisad si os vais a acercar!

invitacion_camara

Mañana será un rato para charlar y disfrutar, también para recordar todo el camino hecho y pensar, quizás, en lo que queda por delante.

Hoy, quiero echar la vista atrás y recuperar algunos fragmentos de escritos de Santi Cámara.

He recuperado tres textos de los que resalto algunas citas que tienen su interés particular y que creo que tienen además el valor de unir reflexiones sobre Bilbao, el libro y la librería.

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